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viernes, 18 de febrero de 2022

18/02/2022 - SISTEMAS ELECTORALES (III)

 SISTEMAS ELECTORALES (III)

Vaya lío en el que me he metido con “analizar” los sistemas electorales de tantos países aunque todos sean importantes Democracias. Eso sí, estoy descubriendo cómo muchos de ellos no son lo que The Economist llama “Democracia Plena” y sí simples “Democracias deficientes”. Dicho sea de paso, caso de España ya, habiendo bajado del puesto 22 que le otorgaba el status de Democracia plena hasta el puesto 24, siete puestos por debajo de Corea del Sur que estaba antes por detrás en el puesto 23, y por detrás de Francia ahora en el puesto 22 que antes estaba en el 24, es decir, que ahora (datos del año 2021) nos encontramos entre los 53 países -31,7% de la población mundial- clasificados como “Democracias deficientes”, aunque en el tercer puesto de este ranking con Francia e Israel sólo por delante y con ventaja sobre Chile (25) y los Estados Unidos (26) el próximo a analizar electoralmente.

Pues bien, como los sistemas electorales de cada país se pueden ver en internet fácilmente y como no quiero parecer demasiado pesado, voy a analizar el de Estados Unidos (EE. UU.) Como final y algunas “cosas” de este país (quizás el más poderoso del mundo) que lo hacen especial, no sin antes hacerles saber cuáles son los dos sistemas electorales que se emplean en el mundo “civilizado” mayoritariamente:

La ley de D´Hondt -conocido sobradamente por ser el que se emplea entre nosotros, de ahí que me ahorre explicar su funcionamiento- se utiliza en los siguientes países: Albania, Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Camboya, Cabo Verde, Chile, Colombia, Croacia, República Checa, República Dominicana, Ecuador, Escocia, Eslovenia, España (sin matices, aunque existe un movimiento que quiere cambiar el sistema electoral que dudo tenga algún existo dado el clientelismo que tanto PP como PSOE atesoran en más de 40 años fomentando), Estonia, Finlandia, Gales, Guatemala, Hungría, Islandia, Israel, Japón, Serbia, Luxemburgo, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Timor Oriental, Turquía, Uruguay, y parcialmente Venezuela. Con complejos matices en algunos sitios difícil de exponer. Y

El método Sainte-Laguë (también conocido como método Webster o método del divisor con redondeo estándar) es un método de promedio mayor para asignar escaños en sistemas de representación proporcional por listas electorales. Los métodos de promedio mayor se caracterizan por dividir a través de distintos divisores los totales de los votos obtenidos por los distintos partidos, produciéndose secuencias de cocientes decrecientes par cada partido y asignándose los escaños a los promedios más altos. Lleva el nombre del matemático francés André Sainte-Laguë (1882-1950). Los sistemas de representación proporcional intentan asignar los escaños a las listas de manera proporcional al número de votos recibidos. En general, no es posible alcanzar la proporcionalidad exacta, ya que no es posible asignar un número decimal de escaños. De los métodos comúnmente utilizados para la conversión proporcional de votos en escaños, el método Sainte-Laguë es uno de los que consiguen mayor proporcionalidad. Este método se aplica en Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bosnia y Herzegovina, Letonia, Kosovo, en los estados alemanes de Hamburgo y Bremen y en Ecuador para las elecciones legislativas.

Antes de seguir, quiero hacerles saber que de los 167 países que analiza The Economist hay 21 países (12,6%) que son consideradas “Democracias plenas”, el 6,4% de la población mundial; 53 países (el 31,7%, España entre ellos, reitero, la tercera puntuación más alta) consideradas “Democracias deficientes”, el 39,3% de la población mundial; 34 países (20,4%) considerados “Regímenes híbridos”, el 17,2% de la población mundial; y 59 países (35,3%) considerados “Regímenes autoritarios”, el 37,1% de la población mundial. Y si miramos cuáles son esas “Democracias plenas” vemos como 12 son europeas (Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia, Dinamarca, Irlanda, Suiza, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido y Austria) que sólo tienen por delante en puntuación a Nueva Zelanda (2ª) Taiwán (8ª), Australia (9ª), Canadá (12ª), Uruguay (13ª), Corea del Sur (16ª), Japón (17ª) y República de Mauricio (19ª).

Y vamos ya con los Estados Unidos (EE. UU., en inglés United States o US), cuyo nombre oficial es Estados Unidos de América (EUA; en inglés United States of America o USA). Estados Unidos es un país soberano constituido en una República Federal Constitucional compuesta por cincuenta Estados y un Distrito Federal. La lista de sus Estados por orden alfabético es la siguiente: Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Hawái, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Nevada, New Hampshire, New Jersey, New México, New York, North Carolina, North Dakota, Ohio, Oklahoma, Oregón, Pennsylvania, Rhode Island, South Carolina, South Dakota, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia, Washington, West Virginia, Wisconsin y Wyoming.

La mayor parte del País se ubica en el medio de América del Norte -donde se encuentran sus 48 Estados y Washington D.C. el distrito federal- entre los océanos Pacífico y Atlántico. Limita con Canadá al norte y México al sur. El Estado de Alaska está separado de Rusia por el estrecho de Bering y el Estado de Hawái es un archipiélago Polinesio en medio del océano Pacífico y el único Estado que no se encuentra en América. El País posee en el mar Caribe y en el Pacífico varios territorios no incorporados. Con 9,83 millones de kilómetros cuadrados y con más de 331 millones de habitantes el país está en el cuarto puesto por superficie total, en el quinto por superficie contigua y en el tercer lugar por población. Es la economía más grande del mundo en términos nominales, con un PIB estimado en 22,6 billones de dólares (una cuarta parte del PIB global nominal y una quinta parte del PIB global en paridad de poder adquisitivo). Es la principal fuerza capitalista del planeta, además de ser líder en investigación científica  y la innovación tecnológica desde el siglo XIX, y desde comienzo del siglo XX el principal país industrial.

En el siglo XIX, los Estados Unidos adquirieron territorios de Francia, España, Reino Unido, México (al que “sustrajeron” 8 Estados), Rusia y Japón, además de anexionarse las Repúblicas de Florida, Texas, California y Hawái.

Bien, disculpen la resumida referencia del País más poderoso del mundo, que he considerado necesaria para conocerlo un poco mejor, aunque no dudo que los lectores en su mayoría ya las conocen, y ya nos centramos en su sistema electoral.

En los Estados Unidos se utiliza el conocido como “winner takes all”, cuya traducción viene a decir que el ganador se lo lleva todo. Pero la elección del Presidente es una elección indirecta, ya que es designado por el Colegio Electoral. Es decir, se utiliza un sistema mayoritario que quiere decir que en los Estados de la Unión los votos de los compromisarios se los llevan todos el que gana aunque sea por un solo voto. Con esto puede suceder que el presidente electo no haya sido el más votado en todo el país, de hecho, en 2016, Hilary Clinton ganó en sufragios pero no fue elegida presidenta. El Estado que más compromisarios tiene es California y los que menos Vermont, Delaware, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Alaska y el distrito de Columbia y las únicas excepciones son Maine y Nebraska que reparten sus compromisarios (cuatro y cinco, respectivamente) de forma proporcional en función del voto popular.

Estados Unidos es la federación más antigua del mundo. Es una república constitucional, democrática y representativa, en la que el mandato de la mayoría es regulado por los derechos de las minorías protegidos por la ley. El gobierno está regulado por un sistema de controles y equilibrios definidos por la Constitución, que sirve como el documento legal supremo del país. En el sistema federalista estadounidense, los ciudadanos están generalmente sujetos a tres niveles de gobierno: federal, estatal y local. Los deberes del gobierno local comúnmente se dividen entre los gobiernos de los condados y municipios. En casi todos los casos, los funcionarios del poder ejecutivo y legislativo son elegidos por sufragio directo de los ciudadanos del distrito.

El gobierno federal se divide en tres ramas de poder: Poder legislativo: El Congreso bicameral, compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes y su función es crear las leyes federales, hacer declaraciones de guerra, aprobar los tratados, administrar los fondos públicos y tiene el poder del “impeachment”, por medio del cual pueden destituir a funcionarios del gobierno.

El Poder ejecutivo: El presidente es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, puede vetar los proyectos de ley antes de que se conviertan en leyes oficiales y nombra a los miembros del gabinete (sujeto a la aprobación del Senado) y otros oficiales, que administran y hacen cumplir la leyes federales y políticas.

El Poder judicial: La Corte Suprema y los tribunales federales inferiores, cuyos jueces son nombrados por el presidente con la aprobación del Senado, interpretan las leyes y suprimen las que se consideran anticonstitucionales.

La Cámara de Representantes tiene 435 miembros electos, cada uno representando a un distrito del Congreso para un mandato de dos años. Los lugares dentro de la Cámara se distribuyen entre los estados según su población cada diez años. Siete estados tienen el mínimo de un representante, mientras California, el estado más poblado, tiene 53. El Senado tiene 100 miembros, ya que cada estado cuenta con dos senadores, elegidos para un término de seis años; un tercio de los escaños del Senado son electos cada dos años. La Corte Suprema, liderada por el jefe de justicia, tiene nueve miembros, que sirven de manera permanente.

El presidente cumple mandato por un término de cuatro años y podrá ser reelegido para el cargo no más de una vez. El presidente no es elegido por sufragio directo, sino por un sistema indirecto de colegios electorales, en el que los votos determinantes son prorrateados por estado. Un estado sólo puede brindar determinada cantidad de votos según el número de congresistas que tenga dentro del poder legislativo: Senadores (dos por cada estado) y representantes (que varía según la población de cada estado); dando un total de 538 miembros. El sistema bipartidista del país permite que un candidato a la presidencia, ya sea republicano o demócrata, solo necesite 270 votos para asegurar la victoria.

Los gobiernos de los 50 estados están estructurados de manera más o menos similar, aunque Nebraska es el único que tiene una legislatura unicameral. El Gobernador de cada estado (jefe ejecutivo) es elegido por sufragio directo. Algunos jueces de estado y funcionarios de gabinete son designados por los gobernadores de los respectivos estados, mientras que otros son elegidos por voto popular.

Se estima que, en todo el país, más de un millón de cargos se eligen en cada ciclo electoral.

No me voy a extender más, sólo un último apunte: ¿Cuál es el mejor sistema de voto? El sistema binario más utilizado en todo el mundo es el escrutinio uninominal mayoritario (también llamado “mayoría relativa” o “voto plural”), en que el elector vota por una opción, y el candidato que reciba el mayor número de votos gana las elecciones, aunque no obtenga la mayoría absoluta.

El sistema español de listas cerradas me parece un verdadero fiasco a la ciudadanía, no hay derecho a que nos tengamos que tragar a gente puesta por los partidos que como se está viendo cada día que pasa sale un corrupto y sino un expoliador. Nace la esperanza de que esa gente que se ha reunido en Madrid para cambiar la ley electoral española consiga algo, aunque dudo que los partidos de derechas del bipartidismo (PP y PSOE) renuncien al hasta ahora, y van más de cuarenta años, fomento clientelar que los hace siempre estar entre los ganadores. Y para colmo, los medios de desinformación se encargan de “fundir” cualquier opción progresista que pueda surgir, caso de Podemos. Y para remate, la desazón que nos ha producido el hecho de que la última esperanza, Yolanda Díaz, se haya “canteado” tan pronto por la poltrona y se haya olvidado del mundo laboral para, al parecer, cambiar sus principios por los de Nadia Calviño o María Jesús Montero.

sábado, 5 de febrero de 2022

05/02/2022 - LA REFORMA LABORAL DEL NEOLIBERALISMO... Y DE LA IZQUIERDA

 LA REFORMA LABORAL DEL NEOLIBERALISMO… Y DE LA IZQUIERDA.

Pregunto el maestro a un alumno: ¿La “M” con la “O”? Y el alumno respondió: MO. Muy bien. Y volvió a preguntarle: ¿La “T” con la “O”? Y el alumno respondió: TO. Muy bien, muy bien. Y ahora, todo junto, preguntó el maestro: Y el alumno respondió: AMOTO.

Bueno, pues algo así es lo que le ocurre a este Diputado, Alberto Casero, del Partido Popular de Trujillo (Cáceres), para gloria -una más- de Extremadura. Porque no es la primera vez que se equivoca, pues, al parecer, es la tercera, la cuarta o la quinta. ¡Vamos!, de record en errores. Errores cometidos por Presidentes del Gobierno (Rajoy, Pedro Sánchez…) y un sinfín de Señorías de las Cámaras españolas, lo que demuestra el nivel y el coeficiente intelectual que atesoran nuestros políticos, así como su pobreza neuronal. Además el individuo, que ha sido Senador y Alcalde en dos legislaturas (actualmente, además de Diputado, es Secretario de Organización del PP), está, según las informaciones aparecidas en los periódicos, INVESTIGADO por prevaricación continuada en el Juzgado número dos de Trujillo. ¿Hay quién dé más?

Así, con este “modelo” de Diputados y Senadores tan “ejemplares” no es difícil que en Extremadura -y gran parte de España- estemos como estamos. Porque los del partido gobernante, tanto en España como en sus Comunidades Autónomas, pero muy especialmente los sociolistos de derechas que tienen a media Extremadura embaucada como si fueran de izquierda son iguales que los del Partido Popular; por no decir, aún peores, ya que, el manifiesto engaño es más miserable por constituir una manera de degradar a la ciudadanía “comprada” por menos de nada.

No voy a entrar en quién ha comprado a quién, porque eso es muy corriente en la política española, y si no que se lo digan a Ibarra o a Esperanza Aguirre y tantos otros que se han valido del “sistema” para escalar a lo más alto siendo unos auténticos “palurdos”. Cómo este Diputado extremeño (¡qué casualidad, extremeño tenía que ser!) que acaba de “regalar” una “patata de reforma laboral” al Gobierno, a la Oligarca Patronal y al sindicalismo displicente, y que han dado por buena hasta la Sra. Botín del Banco Santander y el famoso Ibex, además de la mayoría de los economistas del neoliberalismo como ese Sr. Rallo, por citar alguno. Una menudencia de reforma que, como dice un articulista en Diario- 16, es como los esclavos de Espartaco que fueron a negociar con Roma y se trajeron el seguir siendo esclavos, y que es lo que les ocurrirá a los trabajadores españoles con el manifiesto “bodrio” y la no derogación prometida de la reforma del Partido Popular del 2012 de la Sra. Fátima Bañez (ahora en Iberdrola, si mal no recuerdo).

Dicho lo dicho –los datos a nivel del Estado, muy funestos por cierto, los dejaremos para otra ocasión-, es muy fácil entender que los extremeños estemos a la cabeza del paro (más del 30% de su mano obrera), de la España vaciada (alrededor de 25.000 jóvenes extremeños han tenido que emigrar o inmigrar en los últimos años), de todas las pobrezas existentes (moderada, coneval, relativa, absoluta y extrema) con casi la mitad de sus habitantes, entre 35% y 40% (de los que van quedando), en riesgo de exclusión social, siendo, según la ONU, la pobreza “la condición caracterizada por un privación severa de necesidades humanas básicas, incluyendo alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias (¡viva Vergeles!), salud, vivienda, educación e información”. Así mismo, según Antonio Marcelo Vacas (gran analista del devenir extremeño) las subvenciones que no han dejado de llegar de Europa desde 1986 a Extremadura no han cambiado su modelo económico en 40 años, porque las transferencias exteriores se han gastado masivamente en enchufar y subvencionar para mantener un mercado cautivo del voto clientelar, y en hacer carreteras con un tránsito australiano, campos de futbol, piscinas, plazas de toros y jardines dentro de la política “pan poco, circo mucho” practicada por la Junta de Extremadura. Y añade Antonio Marcelo: Sin embargo, Fernández Vara, nuevamente, intenta engañar a los extremeños prometiendo subidas del PIB, de un PIB que ocupa en el ranking nacional el puesto 17 de 17 Autonomías desde 1983, y supone un 1,4%  de la producción nacional desde 1985, lo que prueba un crecimiento económico nulo. Y el colmo del cinismo, Fernández Vara, aseguró que las comunicaciones extremeñas eran ideales cuando estamos aislados y los trenes se siguen averiando en Extremadura casi a diario, y la economía extremeña es un yonqui que para no tener el mono (paro desbocado pese a su escasa población) necesita una inyección sistemática de subvenciones exteriores, no sólo de la UE sino proveniente de la redistribución fiscal, porque producir y crear riqueza, produce poco y no crea riqueza alguna. O sea, que la única posibilidad existente para quienes deseen un cambio en la subdesarrollada Extremadura, social, política, económica, cultural, funcionarial, judicial, y democráticamente hablando, es rechazar cualquier tentación de votar a la derecha del régimen del 78, Partido Popular-PSOE, porque el PSOE no es un mal menor, ni representa un voto útil, como tiene demostrado, pese a su intento camaleónico de disfrazarse de izquierda, a los fascistas de VOX que ya sabemos de dónde le vienen los votos, y en cuanto a Podemos son ya tan desconfiables como sus socios a los que respaldan en su política antidemocrática, pese a que intentar disimular con algunas propuestas demagógicas que poco cambian la política reaccionaria global del PSOE.

Podríamos añadir las muchas más miserias que asolan al pueblo extremeño (caso del caciquismo imperante en la mayoría de sus pueblos y ciudades o la, presumiblemente, degradación judicial -no hay quien “enchirone” a un político aunque haya cometido, es un decir, “la mitad de los delitos del Código Penal”-), pero la ciudadanía lo sabe todo, y si calla es por miedo a sufrir en sus propias carnes las rencorosas actitudes políticas propias de una vulgar dictadura mucho peor que la del franquismo y perder lo poco que ya les queda, suponiendo, que no es mucho suponer, que se lo pueda confiscar el Erario o la Banca usurera con la, presunta, connivencia judicial. Sin contar que el IRPF regresivo existente le va minando cada año parte de sus sudores y sus sacrificios laborales.

Para acabar: La Reforma Laboral aprobada gracias a uno de los muchos políticos “más palurdos que otra cosa”, no es sino un canto aguardentoso tipo Bruce Springsteen que suena bien y entona al capital.

jueves, 3 de febrero de 2022

03/02/2022 - SISTEMAS ELECTORALES (II)

 SISTEMAS ELECTORALES (II)

Bien. Vamos con el segundo episodio en el que escrutaremos al Reino Unido (una de las Democracias más antiguas del mundo), a la Alemania actual y a los italianos, que, dicho sea de paso, son tres de los países económicamente más desarrollados de Europa…, junto a Francia, ya “transcrita” en la primera parte de esta disquisición. Por cierto, en el capítulo dedicado a Francia olvidé decir que según el medio The Economist, que establece una clasificación de las Democracias (Democracia plena, Democracia deficiente, Regímenes híbridos y Regímenes Autoritarios), los galos ocupan el puesto 24 con 7,99 puntos sobre 10 por detrás de Corea del Sur (23) y España (22), y es considerada por tanto como una Democracia deficiente, aunque muy cercana a las consideradas Democracias plenas (entre 8 y 10 puntos).

REINO UNIDO (Inglaterra, Escocia, País de Gales e Irlanda del Norte):

Antes de ver su “sistema electoral”, conviene saber que el Reino Unido es una monarquía parlamentaria que, a diferencia de otros regímenes carece de Constitución escrita, esto es, de un código político único y que requiera un procedimiento especial de elaboración y reforma para determinar las instituciones básicas del Estado, su régimen territorial, los derechos y libertades públicas. El monarca es el Jefe del Estado, y como en todas las monarquías su elección es por sucesión o abdicación (como es el caso actual de nuestro país). No hay sistema electoral alguno para la Jefatura del Estado como ocurre, por el contrario, en una República. El Reino Unido ocupa el número 16 de la clasificación de The Economist con 8,54 puntos que la encajona entre los 23 países que son considerados Democracias plenas, por detrás de Uruguay (13) y de Alemania (14).

El Parlamento británico ostenta el Poder Legislativo. Se basa en un sistema bicameral, formado por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores.

La Cámara de los Comunes (House of Commons) está compuesta por 659 miembros elegidos por sufragio universal libre, igual, directo y secreto de todos los ciudadanos mayores de edad. El sistema electoral empleado es el de mayoría relativa o first-past-the-post, por el que se elige un único representante en cada distrito electoral (circunscripciones uninominales). La Cámara se disuelve cada cinco años como máximo, debiendo celebrarse nuevas elecciones generales.

La Cámara de los Lores (House of Lords) está compuesta por un número variable de miembros, actualmente 781, que a diferencia de lo que sucede en la Cámara de los Comunes no son elegidos por los ciudadanos. Pueden ser Lores temporales o Lores espirituales. De los primeros, la mayoría son de carácter vitalicio, nombrados por el monarca con el asesoramiento del primer ministro, mientras que algunos de ellos son de carácter hereditario. Un máximo de 26 miembros son Lores espirituales (los arzobispos de Canterbury y de York y 24 obispos). Esta Cámara apenas tiene poder alguno salvo en cuestiones judiciales.

Los dos partidos políticos de Inglaterra más populares son el Partido Conservador (el Partido de la derecha, actualmente ocupa 306 escaños y ha estado presente desde el siglo XVII) y el Partido Laborista creado en 1900 en una reunión de los sindicatos que ocupa 254 escaños en la Cámara de los Comunes. También tiene relativa importancia el Partido Liberal que tiene la misma antigüedad que el Conservador, aunque cuenta con tan sólo 63 escaños en la Cámara de los Comunes. Pero el sistema político de Inglaterra contempla un órgano muy importante conocido como el Muy Honorable Consejo Privado de Su Majestad, también conocido como Consejo Real y cada uno de sus representantes pertenece a la Cámara de los Comunes o bien a la Cámara de los Lores.

Aunque asociados con Inglaterra para algunas cuestiones, la Isla de Man, Jersey y Guernsey tienen sus propios parlamentos y no son parte del Reino Unido, de la Unión Europea ni de Inglaterra.

En cuanto al gobierno local, Inglaterra se divide en cuatro niveles de entidades subnacionales: regiones, condados, distritos y parroquias (pueblos). Los distritos en Inglaterra pueden tener también el status de burgo (borough), City, o burgo real. Los condados o Shire (condados no metropolitanos) se dividen en distritos no metropolitanos. En ellos el poder se comparte con el consejo del condado pero de forma diferente al de los condados metropolitanos en épocas anteriores. Las elecciones locales, tanto en Irlanda del Norte como en Escocia, se realizan a través del voto transferible. Sin embargo, en Inglaterra y Gales emplean el sistema de pluralidad de un solo miembro. Las elecciones a Alcalde, se caracterizan por un sistema de votación que implica que los ciudadanos rellenen tres papeletas, dos para la asamblea (una para los 11 concejales que representan a toda la ciudad y otra para los 14 que representan a los distritos) y una tercera para el Alcalde. Para elegir al primer edil, los británicos tienen la opción (aunque no es obligatorio) de emitir dos votos, de primera y segunda preferencia. Si uno de los candidatos obtiene más del 50% de los votos, resulta elegido automáticamente, y si ninguno llega a ese porcentaje, se quedan los dos aspirantes más votados (eliminando al resto) y se tienen en cuenta la segunda preferencia, de forma que gana quien obtenga más votos en total combinando los de primera y segunda preferencia. Hay que tener en cuenta que en el caso de Londres se produce una excepción y el Alcalde es elegido por voto suplementario, que es un sistema que brinda a los electores una mayor variedad de opciones al momento de marcar su papeleta, marcando con el número uno a su favorito, con el dos a su segunda opción, con el tres a su tercera, y así sucesivamente. Finalmente, hay que mencionar las elecciones a comisario de policía, para las que se utiliza el sistema de voto suplementario.

ALEMANIA:

Los alemanes tienen dos Cámaras: El Consejo Federal (en alemán, Bundesrat) es el órgano de representación de los dieciséis Estados Federados de Alemania, con sede en la antigua Cámara de los Señores de Prusia en Berlín (Preu Bisches Herrenhaus). Su segunda sede se encuentra en la antigua capital de la Alemania Occidental, Bon. El Bundesrat actúa como órgano constitucional federativo y legislativo de Alemania y en la práctica ejerce las funciones de una Cámara Alta y tiene por funciones aprobar, rechazar o sancionar las leyes federales que afectan a las competencias de los Estados Federados. Sus miembros son nombrados por los Gobiernos de los Estados Federados.

La otra Cámara es El Parlamento alemán (el Bundestag). El sistema electoral federal alemán (en alemán: Bundestagswahlrecht) regula la elección de los miembros del Bundestag alemán. Considerado por muchos como uno de los sistemas electorales modélicos del mundo, se corresponde con los sistemas proporcionales, más concretamente, de representación proporcional personalizada. Se caracteriza por la combinación del principio de la representación proporcional, que determina la composición del Parlamento, con la regla decisoria de la mayoría relativa, que rige para la mitad de los escaños, en función de un voto personal. Por mandato constitucional, una ley federal ha de regular el proceso electoral de la Cámara Baja alemana (función actualmente cumplida por el Acta Electoral –Bundeswahlgesetz-) que junto con la propia constitución fijan el marco institucional-legal del sistema electoral. Las elecciones han de celebrarse cada cuatro años, por sufragio universal, directo, libre igual y secreto. El derecho a voto se consagra como un derecho exclusivo de todos los ciudadanos alemanes, con el único límite en la edad mínima para votar, en el caso alemán los 18 años. Así, las características básicas más notorias del sistema alemán son: el votante dispone de dos votos, el primer voto a un candidato específico por circunscripción y un segundo voto a una de las listas cerradas que presentan los partidos. La distribución de los escaños que determina la composición de la Dieta Federal (Bundestag) se realiza a nivel nacional, efectivamente en un distrito único. Existe una barrera legal de representación inicial de un 5% (a nivel nacional) para poder participar en la distribución de los escaños, aunque existe la posibilidad de obtener representación obteniendo tres mandatos directos. Existen 299 escaños uninominales, es decir, la mitad de los 598 escaños son elegidos directamente por el primer voto. El Segundo voto determina la cantidad de parlamentarios que cada partido tendrá en el Bundestag. Los 598 escaños parlamentarios se distribuyen entre aquellos partidos que alcanzaron el 5% de los segundos votos válidos. Desde enero de 2008 se utiliza la distribución de asientos mediante el método Sainte-Lagüe. Y a los políticos se les permite competir simultáneamente como candidatos de distrito y dentro de la lista regional, y los ciudadanos pueden apoyar a partidos diferentes en cada uno de los votos.

Dos apuntes más de Alemania (sin entrar a analizar su gran complejidad) y cierro con Italia.

El Artículo 63 de la Ley Fundamental de Alemania (como se le llama a la Constitución) establece que el canciller federal es elegido por el Bundestag a propuesta del Presidente de la República Federal de Alemania mediante votación secreta.

Alemania es una República Federal compuesta por 16 Estados federados, llamados Länder (en singular Land que significa Estado) o, de forma oficiosa, Bundesländer (singular Bundesland, Estado federado) que tienen sus propios Parlamentos (el Landtag) y Gobiernos elegidos cada cuatro o cinco años y que están representados en el Consejo Federal (Bundesrat). Existen a su vez otros niveles de la administración -que no vamos a analizar para no cansar- como son las regiones administrativas (singular Regierungsbezirk), los distritos (singular Kreis) a nivel intermedio y los municipios (singular Gemeinde) a nivel local. Y claro, Alemania se encuentra en el puesto 14 del ranking de The Economist con una puntuación de 8,67 sobre 10, lo que la convierte en uno de los 23 países considerados Democracia plena.

ITALIA.

Italia es una República con dos Cámaras: La Cámara de Diputados y el Senado. El Presidente de la República es elegido por el Parlamento en una sesión conjunta de las dos Cámaras. Además, las 20 regiones de Italia aportan 58 representantes, en calidad de electores especiales, de manera que cada región aporta tres electores, salvo Valle de Aosta, que aporta sólo uno.

Los italianos estrenaron en las pasadas elecciones (2018, si mal no recuerdo) una nueva ley electoral muy complicada que combina el sistema de elección proporcional con el mayoritario y no garantiza una mayoría estable en las dos Cámaras del Parlamento. Unos 50 millones de italianos fueron convocados para elegir 630 Diputados y 315 Senadores. En la Cámara de Diputados y el Senado, cerca de de un tercio de los escaños (232 Diputados y 116 Senadores) fueron asignados en circunscripciones uninominales, siendo electo el candidato más votado. Los escaños restantes (398 Diputados y 119 Senadores) se repartieron en forma proporcional entre las listas presentadas por los partidos o las coaliciones en circunscripciones regionales. Para acceder al Parlamento, un partido debe obtener al menos el 3% de los votos, mientras que una coalición debe obtener al menos el 10% de los votos. Señalar que, por constitución, ambas Cámaras del Parlamento tienen el mismo poder, votan la confianza en el Gobierno y adoptan leyes. Los partidos que no alcanzan el 1% de los votos quedan descartados, aun si forman parte de una coalición. Estos umbrales se aplican también al Senado, aunque en la Cámara de Diputados una lista que obtiene el 20% de los votos en una de las 20 regiones en las que está dividida Italia puede acceder al Parlamento independientemente de los resultados a nivel nacional. Para votar al Senado hay que tener 25 años y el candidato al menos 40 años. Un candidato puede presentarse una sola vez con el sistema uninominal, pero puede participar también en las listas de las circunscripciones del sistema proporcional.

Por último señalar que Italia tradicionalmente se divide en cinco grandes áreas geopolíticas y en 20 regiones administrativas, de las cuales cinco gozan (por motivos históricos, geográficos y étnicos) de autonomía y un estatuto especial (Cerdeña, Friuli-VeneciaJulia, Sicilia, Trentino Alto Adigio y Valle de Aosta).  Y que la manera de elegir Alcalde se realiza expresando los votantes su voto directo por el Alcalde o un voto indirecto votando por el partido de la coalición del candidato y si ningún candidato recibe el 50% de los votos durante la primera ronda, los dos mejores candidatos pasan a una segunda ronda a celebrarse dos semanas después. El número de escaños para cada partido se determina proporcionalmente utilizando el sistema D´Hondt, y sólo las coaliciones con más del 3% de los votos son elegibles para obtener escaño. Añadir que Italia, según The Economist, se encuentra en el puesto 29 (entre los 52 países que se consideran Democracias deficientes) con 7,74 puntos sobre 10, por detrás de Israel.

En el próximo episodio abordaré el sistema de los Estados Unidos de America del Norte (EEUU) y, si queda sitio, Canadá, México (mi segundo país más querido) y Brasil. Y es posible que, además de Japón y Corea del Sur, dedique una “brevedad” a los países que cuando yo estudiaba llamaban “el Benelux” (Bélgica, Holanda -ahora Países Bajos- y Luxemburgo), por su importancia en la Unión Europea (UE), y, cómo no, a nuestro querido Portugal (actualmente, según parece, más socialista que nunca).