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viernes, 18 de febrero de 2022

18/02/2022 - SISTEMAS ELECTORALES (III)

 SISTEMAS ELECTORALES (III)

Vaya lío en el que me he metido con “analizar” los sistemas electorales de tantos países aunque todos sean importantes Democracias. Eso sí, estoy descubriendo cómo muchos de ellos no son lo que The Economist llama “Democracia Plena” y sí simples “Democracias deficientes”. Dicho sea de paso, caso de España ya, habiendo bajado del puesto 22 que le otorgaba el status de Democracia plena hasta el puesto 24, siete puestos por debajo de Corea del Sur que estaba antes por detrás en el puesto 23, y por detrás de Francia ahora en el puesto 22 que antes estaba en el 24, es decir, que ahora (datos del año 2021) nos encontramos entre los 53 países -31,7% de la población mundial- clasificados como “Democracias deficientes”, aunque en el tercer puesto de este ranking con Francia e Israel sólo por delante y con ventaja sobre Chile (25) y los Estados Unidos (26) el próximo a analizar electoralmente.

Pues bien, como los sistemas electorales de cada país se pueden ver en internet fácilmente y como no quiero parecer demasiado pesado, voy a analizar el de Estados Unidos (EE. UU.) Como final y algunas “cosas” de este país (quizás el más poderoso del mundo) que lo hacen especial, no sin antes hacerles saber cuáles son los dos sistemas electorales que se emplean en el mundo “civilizado” mayoritariamente:

La ley de D´Hondt -conocido sobradamente por ser el que se emplea entre nosotros, de ahí que me ahorre explicar su funcionamiento- se utiliza en los siguientes países: Albania, Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Camboya, Cabo Verde, Chile, Colombia, Croacia, República Checa, República Dominicana, Ecuador, Escocia, Eslovenia, España (sin matices, aunque existe un movimiento que quiere cambiar el sistema electoral que dudo tenga algún existo dado el clientelismo que tanto PP como PSOE atesoran en más de 40 años fomentando), Estonia, Finlandia, Gales, Guatemala, Hungría, Islandia, Israel, Japón, Serbia, Luxemburgo, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Países Bajos, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Timor Oriental, Turquía, Uruguay, y parcialmente Venezuela. Con complejos matices en algunos sitios difícil de exponer. Y

El método Sainte-Laguë (también conocido como método Webster o método del divisor con redondeo estándar) es un método de promedio mayor para asignar escaños en sistemas de representación proporcional por listas electorales. Los métodos de promedio mayor se caracterizan por dividir a través de distintos divisores los totales de los votos obtenidos por los distintos partidos, produciéndose secuencias de cocientes decrecientes par cada partido y asignándose los escaños a los promedios más altos. Lleva el nombre del matemático francés André Sainte-Laguë (1882-1950). Los sistemas de representación proporcional intentan asignar los escaños a las listas de manera proporcional al número de votos recibidos. En general, no es posible alcanzar la proporcionalidad exacta, ya que no es posible asignar un número decimal de escaños. De los métodos comúnmente utilizados para la conversión proporcional de votos en escaños, el método Sainte-Laguë es uno de los que consiguen mayor proporcionalidad. Este método se aplica en Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bosnia y Herzegovina, Letonia, Kosovo, en los estados alemanes de Hamburgo y Bremen y en Ecuador para las elecciones legislativas.

Antes de seguir, quiero hacerles saber que de los 167 países que analiza The Economist hay 21 países (12,6%) que son consideradas “Democracias plenas”, el 6,4% de la población mundial; 53 países (el 31,7%, España entre ellos, reitero, la tercera puntuación más alta) consideradas “Democracias deficientes”, el 39,3% de la población mundial; 34 países (20,4%) considerados “Regímenes híbridos”, el 17,2% de la población mundial; y 59 países (35,3%) considerados “Regímenes autoritarios”, el 37,1% de la población mundial. Y si miramos cuáles son esas “Democracias plenas” vemos como 12 son europeas (Noruega, Finlandia, Suecia, Islandia, Dinamarca, Irlanda, Suiza, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido y Austria) que sólo tienen por delante en puntuación a Nueva Zelanda (2ª) Taiwán (8ª), Australia (9ª), Canadá (12ª), Uruguay (13ª), Corea del Sur (16ª), Japón (17ª) y República de Mauricio (19ª).

Y vamos ya con los Estados Unidos (EE. UU., en inglés United States o US), cuyo nombre oficial es Estados Unidos de América (EUA; en inglés United States of America o USA). Estados Unidos es un país soberano constituido en una República Federal Constitucional compuesta por cincuenta Estados y un Distrito Federal. La lista de sus Estados por orden alfabético es la siguiente: Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Hawái, Idaho, Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, Nevada, New Hampshire, New Jersey, New México, New York, North Carolina, North Dakota, Ohio, Oklahoma, Oregón, Pennsylvania, Rhode Island, South Carolina, South Dakota, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia, Washington, West Virginia, Wisconsin y Wyoming.

La mayor parte del País se ubica en el medio de América del Norte -donde se encuentran sus 48 Estados y Washington D.C. el distrito federal- entre los océanos Pacífico y Atlántico. Limita con Canadá al norte y México al sur. El Estado de Alaska está separado de Rusia por el estrecho de Bering y el Estado de Hawái es un archipiélago Polinesio en medio del océano Pacífico y el único Estado que no se encuentra en América. El País posee en el mar Caribe y en el Pacífico varios territorios no incorporados. Con 9,83 millones de kilómetros cuadrados y con más de 331 millones de habitantes el país está en el cuarto puesto por superficie total, en el quinto por superficie contigua y en el tercer lugar por población. Es la economía más grande del mundo en términos nominales, con un PIB estimado en 22,6 billones de dólares (una cuarta parte del PIB global nominal y una quinta parte del PIB global en paridad de poder adquisitivo). Es la principal fuerza capitalista del planeta, además de ser líder en investigación científica  y la innovación tecnológica desde el siglo XIX, y desde comienzo del siglo XX el principal país industrial.

En el siglo XIX, los Estados Unidos adquirieron territorios de Francia, España, Reino Unido, México (al que “sustrajeron” 8 Estados), Rusia y Japón, además de anexionarse las Repúblicas de Florida, Texas, California y Hawái.

Bien, disculpen la resumida referencia del País más poderoso del mundo, que he considerado necesaria para conocerlo un poco mejor, aunque no dudo que los lectores en su mayoría ya las conocen, y ya nos centramos en su sistema electoral.

En los Estados Unidos se utiliza el conocido como “winner takes all”, cuya traducción viene a decir que el ganador se lo lleva todo. Pero la elección del Presidente es una elección indirecta, ya que es designado por el Colegio Electoral. Es decir, se utiliza un sistema mayoritario que quiere decir que en los Estados de la Unión los votos de los compromisarios se los llevan todos el que gana aunque sea por un solo voto. Con esto puede suceder que el presidente electo no haya sido el más votado en todo el país, de hecho, en 2016, Hilary Clinton ganó en sufragios pero no fue elegida presidenta. El Estado que más compromisarios tiene es California y los que menos Vermont, Delaware, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Alaska y el distrito de Columbia y las únicas excepciones son Maine y Nebraska que reparten sus compromisarios (cuatro y cinco, respectivamente) de forma proporcional en función del voto popular.

Estados Unidos es la federación más antigua del mundo. Es una república constitucional, democrática y representativa, en la que el mandato de la mayoría es regulado por los derechos de las minorías protegidos por la ley. El gobierno está regulado por un sistema de controles y equilibrios definidos por la Constitución, que sirve como el documento legal supremo del país. En el sistema federalista estadounidense, los ciudadanos están generalmente sujetos a tres niveles de gobierno: federal, estatal y local. Los deberes del gobierno local comúnmente se dividen entre los gobiernos de los condados y municipios. En casi todos los casos, los funcionarios del poder ejecutivo y legislativo son elegidos por sufragio directo de los ciudadanos del distrito.

El gobierno federal se divide en tres ramas de poder: Poder legislativo: El Congreso bicameral, compuesto por el Senado y la Cámara de Representantes y su función es crear las leyes federales, hacer declaraciones de guerra, aprobar los tratados, administrar los fondos públicos y tiene el poder del “impeachment”, por medio del cual pueden destituir a funcionarios del gobierno.

El Poder ejecutivo: El presidente es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, puede vetar los proyectos de ley antes de que se conviertan en leyes oficiales y nombra a los miembros del gabinete (sujeto a la aprobación del Senado) y otros oficiales, que administran y hacen cumplir la leyes federales y políticas.

El Poder judicial: La Corte Suprema y los tribunales federales inferiores, cuyos jueces son nombrados por el presidente con la aprobación del Senado, interpretan las leyes y suprimen las que se consideran anticonstitucionales.

La Cámara de Representantes tiene 435 miembros electos, cada uno representando a un distrito del Congreso para un mandato de dos años. Los lugares dentro de la Cámara se distribuyen entre los estados según su población cada diez años. Siete estados tienen el mínimo de un representante, mientras California, el estado más poblado, tiene 53. El Senado tiene 100 miembros, ya que cada estado cuenta con dos senadores, elegidos para un término de seis años; un tercio de los escaños del Senado son electos cada dos años. La Corte Suprema, liderada por el jefe de justicia, tiene nueve miembros, que sirven de manera permanente.

El presidente cumple mandato por un término de cuatro años y podrá ser reelegido para el cargo no más de una vez. El presidente no es elegido por sufragio directo, sino por un sistema indirecto de colegios electorales, en el que los votos determinantes son prorrateados por estado. Un estado sólo puede brindar determinada cantidad de votos según el número de congresistas que tenga dentro del poder legislativo: Senadores (dos por cada estado) y representantes (que varía según la población de cada estado); dando un total de 538 miembros. El sistema bipartidista del país permite que un candidato a la presidencia, ya sea republicano o demócrata, solo necesite 270 votos para asegurar la victoria.

Los gobiernos de los 50 estados están estructurados de manera más o menos similar, aunque Nebraska es el único que tiene una legislatura unicameral. El Gobernador de cada estado (jefe ejecutivo) es elegido por sufragio directo. Algunos jueces de estado y funcionarios de gabinete son designados por los gobernadores de los respectivos estados, mientras que otros son elegidos por voto popular.

Se estima que, en todo el país, más de un millón de cargos se eligen en cada ciclo electoral.

No me voy a extender más, sólo un último apunte: ¿Cuál es el mejor sistema de voto? El sistema binario más utilizado en todo el mundo es el escrutinio uninominal mayoritario (también llamado “mayoría relativa” o “voto plural”), en que el elector vota por una opción, y el candidato que reciba el mayor número de votos gana las elecciones, aunque no obtenga la mayoría absoluta.

El sistema español de listas cerradas me parece un verdadero fiasco a la ciudadanía, no hay derecho a que nos tengamos que tragar a gente puesta por los partidos que como se está viendo cada día que pasa sale un corrupto y sino un expoliador. Nace la esperanza de que esa gente que se ha reunido en Madrid para cambiar la ley electoral española consiga algo, aunque dudo que los partidos de derechas del bipartidismo (PP y PSOE) renuncien al hasta ahora, y van más de cuarenta años, fomento clientelar que los hace siempre estar entre los ganadores. Y para colmo, los medios de desinformación se encargan de “fundir” cualquier opción progresista que pueda surgir, caso de Podemos. Y para remate, la desazón que nos ha producido el hecho de que la última esperanza, Yolanda Díaz, se haya “canteado” tan pronto por la poltrona y se haya olvidado del mundo laboral para, al parecer, cambiar sus principios por los de Nadia Calviño o María Jesús Montero.

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