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jueves, 25 de enero de 2018

25/01/18 - AMNISTÍA SOCIAL


AMNISTÍA SOCIAL

 A pesar de que los trabajadores por cuenta propia, los AUTÓNOMOS (sí, con mayúsculas por méritos propios), son un colectivo de más de tres millones de personas, poca importancia -o ninguna en casos- le dan los Gobiernos de este maravilloso país… maravilloso para otros, claro.  Realmente, le prestan la misma atención que al resto de trabajadores, es decir, poca o ninguna; cómo lo que les importan los jóvenes, que todo el mundo sabe, es cero. A este Gobierno, al igual que a los anteriores, sólo les ha interesado y les interesa el Gran Capital, la Banca y la Mediana y Gran Empresa. El resto, de curritos y a callar; obviamente, por un salario lo más sicalíptico posible. Y los autónomos…, como cosa ridícula y servil, como pataratas.

Desde que se inició la democracia, exceptuando el poco tiempo que el sindicalismo no fue frío y apático como ahora (hasta que D. Felipe González lo “domesticó” con los cursos de formación), todas han sido desgracias para los colectivos de trabajadores, tanto para los de por cuenta propia como para los de por cuenta ajena. Con el añadido de los pobres pensionistas, que cada día que pasa son más maltratados por las necesidades de la enorme turba de políticos que se han implantado por la geta en este territorio, que ya ni siquiera tiene parte de comanche.

Creo, si mal no recuerdo, que ha habido ya en España (Una, Grande y Suya…, de socialistas y populares) tres amnistías fiscales. Las tres para los mismos: los grandes defraudadores capitalistas y los grandes empresarios y banqueros de la calaña miserable y explotadora de los pobres trabajadores, que, nadie sabe porqué, aguantan todas las ignominias sin rechistar. Y si a estas amnistías sumamos los ¡100.000 millones de euros! que ha supuesto el rescate bancario (del que vamos a recuperar una ínfima parte), resulta que nos han afanado no sólo la hucha de las pensiones, sino la otra hucha: la de la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales, las Infraestructuras, etc., etc., amén de sumar el resultado de las -en aumento cada día, por culpa de lo demás- desigualdades sociales.

Visto lo visto, creo que es hora ya de que se haga -si son capaces de pedirla las fuerzas progresistas, y sino tirándose a la calle- una GRAN AMNISTÍA SOCIAL. Por decirlo más suave, una especie de “perdón” a las clases menos favorecidas: trabajadores de todas las ramas, autónomos (a estos fundamentalmente), pensionistas, jóvenes que se han quedado cortados en su empeño de ser emprendedores, etc. Algo que suponga que sus deudas con el Erario, la Seguridad Social, los Ayuntamientos y cualesquiera otra Administración Pública quede de un plumazo eliminada hasta la fecha. Una especie de borrón y cuenta nueva. Al fin y al cabo, no costaría ni tan siquiera los ¡90.000 millones de euros al año! que defraudan a la Hacienda Pública las empresas del Ibex y todas las otras que cotizan en bolsa. Más de un emprendedor saldría adelante, y más de un trabajador (pobre a pesar de tener trabajo) y un sinfín de autónomos y pensionistas tendrían acceso a las ayudas públicas que cualquier latifundista disfruta…, del Estado o de Europa, lo mismo da.       

jueves, 18 de enero de 2018

18/01/18 - UN PAÍS BIEN PERTRECHADO


UN PAÍS BIEN PERTRECHADO

 No hay la menor duda de que España es un país no sólo bien pertrechado sino magníficamente pertrechado… políticamente, claro está. Con únicamente dos partidos fuertes, dos recién llegados y un “rebujito” de nacionalistas catalanes, vascos, navarros, valencianos, etc. sin mayor importancia que la pequeña del PNV y CIU (JxCat, o como se llame ahora, o como se llame mañana y así sucesivamente para continuar el desvalijo de los pobres catalanes) han conseguido que el acomodo político ascienda a la asombrosa cifra de casi ¡500.000! Y sin contar los que lo fueron hasta hace poco pero que siguen viviendo de la política y muy bien por cierto: unos ¡175.000! aproximadamente (casos de Ex Presidentes del Gobierno y de las CCAA entre otros muchos, todos con “pensiones” escandalosas). Unos en activo en la sombra, otros en los Consejos de Estado y Autonómicos, etc., etc.; y otros aprovechando el cargo que tuvieron para establecerse en las llamadas “puertas giratorias” o viviendo de lo que fueron. Es increíble…, pero cierto: somos la primera potencia en número de políticos de Europa; y, probablemente, del mundo por número de habitantes. Sólo los italianos se nos acercan, pero a bastante distancia aún. Tenemos, sirva como ejemplo, unos ¡300.000 políticos! más que Alemania con la mitad de habitantes y con dos niveles menos de Administración.

Si quieren los lectores saber con pelos y señales donde están ubicados todos estos Sres. -a los que la democracia ha venido a ver- sólo tienen que consultar la página siguiente de internet, poniéndose antes la pastilla debajo de la lengua por si las moscas: https://jiv8wordpress.com/2014/01/17el-recorte-que-pide-bruselas-y-toda-españa-a-gritos/

Paradójicamente, suman más que médicos, bomberos y cuerpos de seguridad juntos y, por supuesto, están bastante mejor pertrechados (valga la redundancia) que cualquiera de estos, pues no les faltan ordenadores, móviles y todo tipo de artilugios que la mayoría no saben utilizar; mientras los pobres bomberos se las tienen que apañar como pueden, los médicos trabajando en los pasillos de los hospitales y muchos policías y guardias civiles sin un simple chaleco antibalas. No hablemos de los sueldos de unos y otros, porque de los dos mil y algo de los médicos (los mejor pagados) pasamos a los entre seis mil y ocho mil de la generalidad de políticos que, no conforme, afanan y se untan sin límite en la mayor parte de los casos.

Así, si existiera el Nobel de la Paciencia, el Nobel Job, los españoles estaríamos siempre entre los nominados, y seguro que lo habríamos ganado en innumerables ocasiones. ¿Quién aguanta en el mundo, lo que consentimos nosotros? ¿Quién pasa por alto en el mundo, lo que toleramos nosotros? No creo que ningún país civilizado lo permita. Aunque, no hay que olvidar que en España (de norte a sur y de este a oeste) el clientelismo político avala la corrupción, y se mire como se mire, ¡500.000 políticos! para menos de 46 millones de habitantes, es corrupción de Estado, por no decir otra cosa peor que empieza por “T”.

 

martes, 16 de enero de 2018

11/01/18 - ¡MANOS ARRIBA!: ¡LA FILANTROPÍA!


¡MANOS ARRIBA!: ¡LA FILANTROPÍA!

 En España, la filantropía es algo más que reírse de la dignidad. Ya en año 2008 en un escrito titulado “filantropía demencial” denuncié cómo los políticos nos tomaban por estúpidos al anunciar “la magnanimidad” de que se iban a congelar el sueldo. Remuneraciones, de media entonces, rondando los ¡100.000 € anuales!, mientras a los trabajadores de la época se les pagaba de media -más o menos como ahora- unos miserables 20.000 € al año. Y no en todas las CCAA, pues en la extremeña no llegamos, ni siquiera ahora ya, a los ¡14.000 €/año! de media (imagínense entonces). Del dispendio a los pensionistas mejor no hablar: encima de que tenemos las pensiones más bajas de los países civilizados (por cierto, nuestros políticos no están civilizados y la ética más elemental se la pasan por donde les parece), es raro el pensionista que no tiene que mantener a algún hijo o nieto parado o incluso -y esa sí que es gorda- trabajando por la chilindrina de ¡1900 €/año!, caso en el que se encuentran dos de cada tres nuevos asalariados o alguno de esos ¡doce millones! que a pesar de tener trabajo son pobres. ¡Cómo para olvidarse de la economía sumergida!    

Pero eso sí, las grandes empresas españolas, casos, por ejemplo, de Caixabank y  alguna que otra Gran Superficie, gozan de una filantropía inigualable a base de conceder becas (seguro que a los hijos de sus mejores “clientes”) o de donar unos cientos de miles de cajas leche para los comedores sociales y contentar así al Padre Ángel. Todas estas “humanitarias” empresas que pertenecen al Ibex o son de las más cotizadas en bolsa, no conviene olvidarlo, “se aprovechan” cada año de la no poco inestimable cantidad de ¡90.000 millones de euros! de fraude fiscal, para luego figurar como grandes benefactoras de las sociedad con sus “políticas sociales” de gran calado entre la gente ignorante o entre los que tienen intereses en sus repartos de beneficios. Todas sin excepción convierten, mediante ingeniería financiera (ya acomodada por la política del filibusterismo que ellos mantienen con sus donaciones y condonaciones), el 30% de sus beneficios en un nimio 3%, que ya está demostrado ha hecho reducirse los ingreso del Erario considerablemente (más de ¡20.000 millones de euros! por año). Es increíble como en este país se explota a las clases trabajadoras -de modo cercano a la esclavitud- sin la más mínima conciencia y luego con cuatro perras se hace filantropía para reconocimiento de la sociedad. Con la connivencia de Hacienda, obviamente. Aquí no es el mercado el que los hace ricos, es el Estado. Pero el trabajador, queridos “idealistas”, no quiere ningún tipo de beneficencia ni de altruismo, quiere que se le pague dignamente por el trabajo que realiza y punto. La “generosidad” (muy relativa, por cierto) para Trump y personajes de esa calaña.    

jueves, 4 de enero de 2018

04/01/18 - INCUMPLIMIENTOS


INCUMPLIMIENTOS

 Lo dijo Francois-René de Chateaubriand: “La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella”. Y Bertolt Brecht  lo cuadró con la siguiente frase: “Muchos jueces son tan absolutamente incorruptos que nadie puede inducirles a hacer justicia”. Lo que significa, sencillamente, que no tenemos ni pan ni justicia. O lo que es lo mismo, todo en la vida, desde el principio de los tiempos y para las clases menos favorecidas, son incumplimientos. Y aunque estemos muchos que, sin ser opulentos, también incumplimos (en la mayor parte de los casos por que da coraje que los haya con tanta befa), hay una pequeña diferencia a la hora de analizar el porqué es así y el porqué la “poca educación” que se nos atribuye no tiene porque ser siempre motivo de insubordinación: Un pobre roba por necesidad, un rico, lo hace por avaricia; un pobre no paga porque no puede, un rico no lo hace porque es un tramposo; un pobre, defrauda obligado por las circunstancias, un rico, defrauda porque se piensa que eso es un derecho que le es inalienable por su condición. Y así, los políticos, que son ya casi todos ricos (no hace falta decir porqué), se creen merecedores de un sistema corrupto que los ampare y los proteja. La política es, por su propia naturaleza, corrupta; los políticos son, por ende, corruptos por naturaleza. Y, por tanto, no es de extrañar que los incumplimientos no sólo correspondan a su actuación en el propio país al pasarse el “contrato social” que los ciudadanos firmamos con nuestro voto por donde Vds. se imaginan, sino que incumplen todo lo que les obliga desde cualquier otro Ente al que estemos asociados. Por ejemplo, a la UE.

¿Somos europeos pues, o no lo somos? ¿Cuántos incumplimientos comete España cada año (por no decir cada día) que nos supone tener que abonar una suculenta multa? Si citamos sólo las que se relacionan con la Banca (algo ya pasado de escandaloso), o con las Eléctricas, las cantidades son astronómicas y alcanzan los cientos de millones de euros. Y, no se lo pierdan: en casos llevamos pagando desde el año 2010 de la manera más natural del mundo. Así, con estos costos extras, no hay dinero para nada, y ello nos lleva a aumentar la pobreza, el deterioro de la sanidad y la debacle educativa, con el avance sin escapatoria del número de borricos y cerriles que son imposibles de “descorchar”, entre otras razones, para corregir las violencias machistas o las psicopatías feministas (que también las hay); pero, eso sí: los Bancos españoles se siguen poniendo las botas a base de normas que ya están olvidadas en la Europa desarrollada, y las Eléctricas no dejan de aumentar sus beneficios (unos ¡37.000 millones de euros!, tirando por lo bajo, en los últimos siete u ocho años). Para que se hagan una idea de lo que está pasando, les diré que de las principales temáticas de los expedientes (sanidad y seguridad alimentaria, justicia y consumo, empleo, telecomunicaciones y energía…), solamente en lo que se refiere a Mercado interno, industria, emprendimiento y pymes se llevaron a cabo en el año 2016 nada más y nada menos que ¡270 expedientes!; y en lo referido a estabilidad financiera, servicios bancarios y mercado de capital, la friolera de ¡230 causas! ¿Seguimos incumpliendo? Pues, ¡viva Europa!