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domingo, 25 de octubre de 2020

25/10/2020 - ABORREZCO MI PAÍS

 

ABORREZCO MI PAÍS

 

Es muy triste que después de 72 años viviendo en un país, mi país, ahora lo aborrezca. Quizás cuando era joven y viví la dictadura, como sólo me interesaban las chicas y el futbol, no me preocupé de hacer el más mínimo análisis de la situación de entonces (vivía en una familia “acomodada” y no me faltaba un duro en el bolsillo) que era aún más catastrófica que la de ahora. La gente -todos mis amigos se fueron- tuvieron que emigrar a Alemania, Suiza, Francia…, o inmigrar a las Vascongadas (como llamaban los del régimen al País Vasco), Cataluña, Valencia, Madrid (sobre todo a Getafe), y que sé yo a cuantos sitios donde encontrar el sustento. El campo no producía nada, y, además, si daba algo se lo “merendaban” los latifundistas salidos del régimen y los señoritos que sin pegar un tiro -o pegándolo después- habían ganado la contienda incivil. Cierto que la 2ª República -me contaba mi padre que pasó la guerra en su bando, haciendo incluso teatro en los pueblos para recaudar fondos- no era moco de pavo y tenía al país sumido en una total anarquía que todo los destruía a su paso. El gobierno, los gobiernos, eran unos títeres al servicio de los de siempre, como no podía ser de otra forma, y con esas corruptas maneras dieron lugar al levantamiento militar del que mejor no hablar por las atrocidades que cometieron por sí mismo y las que hicieron que cometieran los del otro bando, todos españoles, desgraciadamente. Antes, durante y, lo peor, después. No voy a defender una dictadura, y mucho menos la nuestra que fue fascista y criminal; pero, sin entrar en pormenores, no hay que olvidar que durante la contienda, mientras los soldados de Franco, Mola, Yagüe, y compañía -con la ayuda del tercer Reich de Hitler- estaban vestidos, calzados y comidos (aunque el rancho fuera una escoria), los de la República iban en alpargatas de cáñamo, sin comer, y con unos fusiles que dieron lugar al dicho tan conocido de “la carabina de Ambrosio” que para nada servían. Y en esas entremedias, tanto en los pueblos como en las ciudades los famosos “comités” se incautaban de todos los bienes que encontraban a su paso y no paraban de darse comilonas (las muy famosas “calderetas”; por cierto, como las de muchos socialistas de ahora) y de hacer bailes a todo confort. Doy fe de esto último porque un tío de un servidor, que se tuvo que exiliar a México, vio como allí los capitostes seguían  haciendo lo mismo (bailes de lujo cada noche) mientras él y otros como él se morían en las calles sin que nadie los auxiliara ni les diera algo para mantenerse (mi tío sobrevivió gracias a un ranchero mexicano que se lo llevó a su rancho y le dio de comer y trabajo), una auténtica vergüenza en suma para los que prometían progreso y bienestar y no eran otra cosa, con sus lógicas excepciones que están en la historia, que cuatro desalmados.

Hoy día, los que con sus palabras emboban al pueblo y con sus hechos lo traicionan, han conseguido (haciéndose ellos ricos y opulentos) que mucha gente como yo aborrezca este país, nuestro país. Han logrado que más de una persona se quiera marchar de aquí, se quiera ir porque aquí ya no tiene ningún futuro para sí ni para su familia (de hecho, más de 300.000 jóvenes -21.000 de Extremadura- se han ido y quizás no vuelvan más). Me fastidian los datos que cada día saca la prensa que no está en el grupo de la desinformación, en el grupo de los ABC, El Mundo, El País, La Razón, etc., etc., porque ya cansa todo, pero hay que agradecer que en este sistema que vivimos (neoliberal, corrupto y depravado en todos sus entes públicos y privados desde el año 1983 -mes arriba, mes abajo- que inició, qué curioso, un socialista parlanchín que nos engañó a todos llamado Felipe González Márquez) haya una prensa que no se ha vendido y unos periodistas que hacen honor a su profesión siendo totalmente imparciales en sus apreciaciones aunque eso los sitúe en el grupo de los que menos dinero reciben por sus inmejorables publicaciones llenas de sentido crítico y siempre dentro de la razón y la verdad contrastada, lo que significa, sencillamente, cumplir con su obligación y con su vocación. La falacia y la manipulación de todo lo que pueda servir a los tramposos, a los fascistas y a los mercachifles y gobernantes puestos por Bilderberg (con la Sra. Botín al frente) hay que dejarla para ese Inda o para ese Marhuenda y compañía de los mártires.

No iba a dar ningún dato de los miles y miles que cada día aparecen y te llevan a aborrecer a tu país, pero es que hay algunos que no se pueden tolerar y es necesario denunciar en todas las ocasiones que uno se eche al hombro. Caso, por ejemplo, del dato sobre la pobreza. Cómo en el siglo XXI se puede consentir que un país como España (entre los más desarrollados del planeta, plagado de ricachones como luego veremos), se encuentre, cuando se trata de pobreza, con estos aborrecibles datos:

El 17 de octubre fue el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Sólo en España, 12,3 millones personas (26,1% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Toda esta situación se ha visto agravada por la crisis sanitaria, económica y social de la covid-19. Estos datos son fruto del trabajo El Estado de la Pobreza. España 2020 X Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión realizado por EAPN España. De este mismo informe se extrae que 1 de cada 4 menores de 18 años y cerca de 1,3 millones de personas de 65 años o más se enfrentan al riesgo de pobreza en nuestro país. El 17,7% de las personas con discapacidad no recibe ningún tipo de ingreso, el 16,9% no puede comprar medicamentos, el 8,5% vive en una vivienda precaria, el 6,2% no puede permitirse comer carne o pescado a diario y el 48,1% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos.

De acuerdo con los datos de Oxfam Intermón, “en 2018, 26 personas poseían la misma riqueza que los 3.800 millones de personas más pobres del mundo (…) Desde el comienzo de la crisis las personas ricas son más ricas y las pobres más pobres también en el Estado español, cuarto país más desigual de la Unión Europea, donde el 1% más rico del país tiene el 24,4% de la riqueza mientras que el 50% más pobre se tiene que repartir 7 de cada 100 euros”. De hecho, en una nota de prensa publicada en junio, Oxfam afirma que en contraste con la pobreza, “23.000 millonarios españoles han visto aumentar el valor de su riqueza en 19.200 millones de euros en los 79 días transcurridos entre el 18 de marzo y el 4 de junio” (2020). Según Cáritas, 4 millones de personas vivirían ya en situación de «pobreza severa» (menos de 307 euros al mes) mientras el número de millonarios en España habría aumentado un 13% en el último año según datos de Eurostat, con lo que se está agudizando de forma vertiginosa una fractura social de resultados impredecibles. El índice de Gini del 2019 (indicador utilizado para medir si la distribución de ingresos o de gastos entre individuos u hogares de una economía se aleja o acerca a una distribución perfectamente equitativa), señala que España sería el quinto país más desigual de la UE. Así, la cruda realidad nos recuerda que el número de hogares con todos sus miembros en paro se ha elevado hasta niveles insoportables y cada vez son más los parados de larga duración que pierden todo tipo de subsidio. Por otra parte, el último informe de Intermon Oxfam sobre “Crisis, desigualdad y pobreza”, se advierte que, de continuar los recortes sociales, la pobreza en España podría llegar a afectar al 40% de la población en el horizonte de la próxima década, de lo que se deduce que España habría fracasado en su compromiso europeo de la “Estrategia 2020” que implicaba reducir su pobreza en 1,5 millones de personas. Así, en la actualidad, según dicha ONG, la tasa de pobreza se situaría en el 30% de la población y afectaría ya a casi 14 millones de personas.

Y vamos con “los reyes del mambo” tanto con Dictadura como con Democracia: Extremadura. Con un 37,7% de pobreza, es la región con menos renta de todo el país. La tasa de riesgo de pobreza y/o riesgo de exclusión social es prácticamente la misma que ya sufría Extremadura en el año 2008, suponiendo un 12,4% más que la media estatal. Al mismo tiempo, en Extremadura, pese a tener los extremeños y las extremeñas la renta media por unidad de consumo más baja de todas las regiones (8.796 € en 2019, lo que suponen 1.225€ menos en capacidad de compra con respecto a la renta media del año 2009), los ricos extremeños siguen inflando sus cuentas bancarias: Ricardo Leal (joyería Cristian Lay y Gas Extremadura) aumentó su capital hasta llegar a la cifra de 230 millones de euros, Manuel Vázquez Gimón (grupo Conesa) posee 75 millones y Ricardo Pueyo y su familia (Banca Pueyo) alrededor de 40 millones de euros. Aunque me da que las cifras de esos millonarios pudieran ser que estén “una mijita recortadas”, para que, como es de suponer, el Erario no escarbe en ellas.

Seguimos. Los cinco municipios con menos renta bruta de todo el Estado Español son de Extremadura, última del ranking, también, en renta media por habitante. Quienes viven en Catalunya o Madrid tienen 11.411€ y 16.356€ más de media —respectivamente— que quienes residen en Extremadura. Existen 187.956€ de diferencia entre la renta media de la zona más rica de Madrid y la de Extremadura. Con 20.373 euros por habitante de media (renta bruta), Extremadura se sitúa en la última posición de la lista entre el resto de comunidades, seguida de Castilla-La Mancha (22.681 euros), Andalucía (23.018 euros) y Murcia (23.538 euros). Por el contrario, la tabla de las rentas medias con mayor cota la encabeza Madrid (36.729 euros) y Catalunya (31.784 euros). Extremadura, a la luz de la previsible evolución de todos los datos comentados, y si mantiene las constantes económicas y de desarrollo actuales, podría encontrarse entonces en el límite mismo de la fractura social.

En fin, el problema es que los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. De tal modo, lo que sí comparten las rentas más bajas del país —con independencia de la comunidad autónoma donde residan— es que, paralelamente a la pobreza que padecen, pueden comprobar cómo los ricos son cada vez más ricos, incluso con la crisis sanitaria de por medio: “Las 500 personas más ricas del mundo son 813.000 millones más ricas ahora de lo que eran a principios de año, antes de los efectos de la pandemia del coronavirus” (índice de Bloomberg); en España, se “ha incrementado en un 5% el número de grandes fortunas con respecto a los últimos datos, concretamente 235.000 titulares de grandes fortunas más” (World Federation of Exchanges); Amancio Ortega, hombre más rico de España, aumentó su fortuna el año pasado en 5.000 millones de euros (Forbes) y está pidiendo ayuda al Gobierno como veremos a continuación en un artículo de David Torres titulado “salvemos a D. Amancio” que transcribo en su mayor parte.

Entre las empresas españolas que han solicitado beneficiarse de los mil millones de euros proporcionados por la Unión Europea en concepto de ayudas a la crisis por el coronavirus se encuentran Inditex, Ferrovial, Endesa o Iberdrola. Todas ellas pobres de solemnidad (Iberdrola compra la estadounidense PNM por 3.663 millones de euros, ¿los que le regala el Estado cada año?, y recupera al ex ministro Ángel Acebes por aquello de las puertas giratorias), como se ve, muy preocupadas por el medio ambiente, por la situación económica de los más desfavorecidos y por la comodidad de los sillones en sus consejos de administración. Entre regalarle toneladas de dinero público a Amancio Ortega o a Florentino Pérez, la decisión va a estar difícil. Lo mínimo es que hicieran una campaña en que ambos salieran con remiendos en la ropa y un platillo en la mano, pidiendo limosna debajo de un puente.

Uno de los empresarios más ricos del mundo, con una fortuna que se calcula en unos 70.400 millones de euros, ha pedido cien para acometer un nuevo proyecto en un país golpeado por una crisis sin precedentes, con la economía a punto de derrumbarse y la sanidad al borde del colapso. 70.400 millones sostenidos sobre 100 millones es una pirueta circense equivalente a hacer girar un planeta sobre el hocico de una foca amaestrada, pero los emprendedores, amigos míos, son capaces de esto y de mucho más. Es lógico que los españoles tengamos que hacer una colecta para echarle una mano a este filántropo que, gracias a la ingeniería fiscal, sólo paga un tercio de sus impuestos en España. Sería como dejar solo ante el peligro a Rafa Nadal. No preguntes qué puede hacer don Amancio por tu país, pregunta qué puede hacer tu país por don Amancio”.

Y termino: Recuerdo cuando Manolo Cabanillas (un hombre bueno, sencillamente) decía a mi madre mientras adquiría sus artículos: Sra. Asunción, ¡regatea Vd. más que Amancio! Ni que decir tiene que se refería al Amancio futbolista del R. Madrid también gallego, y no a este “pájaro” de Inditex, que es quien mejor “regatea” a cualquier Gobierno que se ponga a tiro; igual da de que ideología sea, él sigue la máxima de Ortega y Gasset: “Ser de la izquierdea es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil”. Y hay que ver lo bien que le va.

Bueno…, con la economía en manos de una oligarquía dirigida por el Banco de Santander y, por tanto, ruinosa para el país (amén de autárquica en sus CCAA, lo cual añade mayor incertidumbre a las clases más necesitadas); una Sanidad destrozada por los recortes del bipartidismo y que ahora con la pandemia ha quedado al socaire del auxilio social europeo al igual que la Educación; con cerca de ¡500.000 políticos! que mantener a un precio escandaloso (pocos alcaldes desde el inicio de la democracia no se han hecho “adinerados” o ricos al igual que el resto de políticos del elenco estatal -más ministros que ningún país y miles de asesores-); con una pobreza galopante como antes hemos señalado mientras aumenta a ritmo desenfrenado la riqueza de unos pocos; con un establishment financiero usurero y estafador además de sumamente defraudador (más de ¡70.000 millones de euros anuales!) como no hay igual en el mundo; con la justicia (según el Presidente del CGPJ sólo para robagallinas) riéndose de las sentencias de los tribunales europeos cuando la razón la tienen los usuarios, especialmente, de la Banca a la que protegen contra viento y marea en sus decisiones, y, ¿por qué será aplicarle -sin importarle- siempre eso que dijo Publio Siro: “La absolución del culpable es la condena del juez”?; con una Ley adulterada de elección de los representantes públicos en los Parlamentos (son los partidos políticos los que eligen la representación y no los ciudadanos); en definitiva, para no alargarme, con más de la mitad de los Diputados de las dos Cámaras (incluidos los Diputados de las CCAA, en muchos casos “analfabetos funcionales y daltónicos”) en el límite entre la negligencia y la imbecilidad, etc., etc., …, ¿es para aborrecer el país y largarse, o no?

jueves, 15 de octubre de 2020

15/10/2020 - A LA MINISTRA MEJOR VALORADA

 A LA MINISTRA MEJOR VALORADA

Pues sí, curiosamente, en el mundo capitalista (dominado por los establishments financieros y mediáticos y por las oligarquías del neoliberalismo más corrupto jamás imaginado), resulta que un país que ha batido todos los récords de pobreza y desigualdad entre los que integran la OCDE (los más desarrollados) y los de semejante “riqueza” de la Unión Europea (UE) tiene una Ministra de Trabajo comunista que es la mejor valorada de su actual Gobierno por la sociedad. La mejor valorada de un Gobierno de coalición en la que, para colmo, se las tiene que ver con un Ministerio que, así mismo, tiene los índices de paro entre los más elevados de la UE y que ahora se van a disparar por motivos del Covid-19 que va a mandar a casa a unos pocos de millones de trabajadores que tienen contratos temporales (incluso de días sólo, ¡la caraba del empleo!) y precarios producto de una Reforma Laboral (la del 2012) de los anteriores gobernantes que divide el empleo para justificar las cifras como si de algo especulativo se tratara y tratando de idiotas a los ciudadanos.

Pues bien, ahora va a resultar que eso de ser comunista no es el diablo en persona. Que hay comunistas que negocian más y mejor que los capitalistas, que demuestran tener más capacidad para llegar a acuerdos que los sumisos sindicalistas displicentes que la sociedad actual ha heredado de gobiernos que se autodenominaban socialdemócratas y en realidad no eran otra cosa que neoliberales como todos los demás de la UE-15, incluido, por supuesto, el de nuestro más insigne intermediario, el Sr. Zapatero.

Ni que decir tiene, que a los ciudadanos nos importa un bledo lo de capitalista o comunista ni lo de derechas o de izquierdas, lo único que nos interesa es lo de progresista, lo que está relacionado con nuestro bienestar y con el futuro de nuestros hijos en un mundo más pacífico y más ecológico, y donde no falte el trabajo digno (no el que hay ahora) para poder formar una familia y mantenerla dignamente (perdón por la reiteración, pero…) como mandan las reglas de una sociedad bien educada y consciente de los bienes de que dispone. Una sociedad progresista que se olvide de las penurias que ahora, por culpa del malvado neoliberalismo, está sufriendo y, como ya creo que he dicho en otra ocasión no hace mucho, no sea tan resiliente y aproveche su voto para que quienes -como esta ministra- se preocupan de verdad del bienestar de todos y no sólo de unos pocos privilegiados que viven en la opulencia por herencia o por “muy malas artes” empresariales. Me considero de principios socialdemócratas nórdicos en su más intachable condición; pero, mientras eso llega -si es que lo hace alguna vez, que lo dudo- y nos trae el ansiado progresismo, ¡vengan comunistas como esta Sra. Ministra de Trabajo!

Aunque, “no todo lo que reluce es oro”. La tan prometida derogación de la Reforma Laboral del 2012 no acaba de llegar, y el empleo cada vez se resiente más del trabajo precario y temporal que tiene atenazados a millones de trabajadores que, aun teniendo trabajo, son pobres y a duras penas pueden llegar a final de mes. Eso lo saben ya hasta los niños de la escuela, de los que pueden ir a la escuela, porque con esto de la Pandemia…

Esa derogación tiene que llegar ya, sin más dilación que la imprescindible por motivos burocráticos, que es algo consustancial -por desgracia- a este país. Pero, además, quiero recordarle a la Sra. Ministra de Trabajo, para sí y para sus colegas que corresponda, que ahora tenemos la ocasión de cambiar este país en algunas cosas que se han enquistado con el tiempo y que ya es hora de “meter mano”.

Sra. ministra: ¿Qué va a pasar con el anunciado impuesto a las grandes fortunas? Sí o sí, y si se llevan el dinero fuera del país (que ya se están llevando), pues que les aproveche, de nada nos vale que lo tengan aquí sin pagar nada por ello, y encima les sirva para disfrutar de nuestro sol y nuestras playas, autovías, caza y la más exquisita restauración del mundo. Amén de que el patrimonio rural y urbano -que es inconmensurable- no lo pueden trasladar a ningún paraíso fiscal, por lo que hay que restablecer el Impuesto de Patrimonio -en su justa medida- y otro gallo les cantará.

Cómo es insufrible que haya gente sin poder llevarse nada a la boca, y si lo hacen es gracias a la beneficencia de Cáritas (después de este párrafo hago un inciso y digo algo del informe de Cáritas) y de los Comedores Sociales, mientras algunos futbolistas tienen más de veinte coches de alta gama (alguno de ¡2,5 millones de euros!) disfrutando de nuestras autovías y circuitos y no paguen ni un chavo por ello. O que haya un montón de empresarios y élites de todo tipo que tienen deudas con el Erario (está publicada por Hacienda la lista desde un millón de euros) por valor de 14.000 millones de euros, si mal no recuerdo, y a base de prescripciones se vayan de rositas. Si, Sra. ministra: No es lo mismo no pagar una pequeña deuda proveniente, por ejemplo, de una multa, porque no se tiene el dinero para hacerlo, que evadir millones intencionadamente y sin que haya quien o quienes se lo impida. Para las prescripciones de ciertas cantidades adeudadas a cualquier Ente Público -si no la hay, que no creo- hay que establecer una legislación que sea como “una cadena perpetua”, y si eso les parece muy comunista a algunos, pues a llorar un poquito, que eso relaja mucho; aunque llorar, en ocasiones, sea una muestra de debilidad y cobardía, decía un sargento que tuvo un servidor en la “mili”.

Según el informe de Cáritas: La inestabilidad laboral mantiene al borde de la pobreza a 7,8 millones de trabajadores españoles. El 48,1% tiene jornada parcial indeseada, y el 13,5% tiene jornada laboral a tiempo parcial. El 37,8% de los contratos firmados en el mes de agosto tuvieron una duración inferior a ¡7 días! El 7,8 de millones de españoles que viven en hogares afecta al 16,4% de las familias. Tenemos ya 2,5 millones de trabajadores pobres (13% de los trabajadores). Sólo uno de cada cuatro hogares (el 24,8%) sustentados por una persona en situación de inestabilidad laboral grave recibe algún tipo de prestación por desempleo o renta mínima de reinserción. Y un dato para el mundo (incluida España, claro): Según el Banco Mundial, 150 millones de personas pasarán a vivir en la pobreza extrema. Oxfam Intermón advierte que la pobreza puede aumentar en 1,1 millones de españoles a causa de la pandemia. Pronto en este país no comen nada más que los políticos y…, ya saben.

¿Y de la Banca? ¿Qué me dice Vd. de la Banca más usurera del mundo? ¿Le ponemos un impuesto para que nos devuelvan los más de ¡100.000 millones de euros! que nos han escamoteado? No nos conformamos con la tasa Tobin, queremos nuestro dinero, el que nos han sableado. Hay que reformar esos “negocios putrefactos” para que no estafen a la gente con comisiones y mantenimientos de cuentas (algunos Bancos cobran más de 200 € anuales) y, sobre todo, para que paguen sus impuestos, pues no es de recibo que ganando “limpios” más de ¡80.000 millones de euros! no hayan pagado al Estado ni un solo euro. Eso, Sra. ministra, no es otra cosa que una estafa encubierta por quienes dependen de sus “perdones”, mejor llamados, condonaciones. Como no es de recibo que cada año -todos los años, que se dice pronto- estas entidades defrauden la escandalosa cantidad de más de ¡70.000 millones de euros! de los ¡90.000! que se calcula que es el fraude fiscal. Sin olvidar que éstas entidades son las más “pringadas” en el lavado de capitales a través de los paraísos fiscales, y eso lo sabemos todos, pero, nadie le pone coto. ¡Y Hacienda sin inspectores, y los pocos que hay dedicados al control exclusivo de los Autónomos, toma ya! Sí, Sra. ministra, España es el país que tiene más impuestos (incluidas los miles de tasas) de la UE y el que menos recauda, y eso no se puede seguir consintiendo. Aquí falla algo gordo…           

¿Hablamos del IRPF, Sra. ministra? ¿Un IRPF progresivo realmente? Ahora no lo es en absoluto. Para no alargarme, es cosa de expertos tributarios, sólo les pediría a Vd. y a sus colegas del Gobierno que supriman las deducciones y las desgravaciones, y que no sea obligado declarar -aunque se tenga más de un pagador- a los ciudadanos que no sobrepasen los 22.000 €/año. No es justo -somos de los pocos países en que sucede- que las rentas del trabajo sean casi el doble que las rentas del capital. Alguien nos está haciendo la mamola, sino como se explica que en sólo algo menos de una década haya aumentado el número de millonarios de unos 190.000 a casi un millón (¡vivan las crisis!).

Podríamos hablar, Sra. ministra, de la Banca Pública y la Banca Privada (Bankia, Caixabank, Popular, Santander…), y del IVA, y de la Deuda Pública que heredarán nuestros hijos, pero ya me he extendido demasiado, será en otra ocasión. Ahora le diré, únicamente, que demuestre que es de verdad tan comunista como dicen con la derogación de la reforma laboral o cuando menos de sus aspectos más lesivos, que, por cierto, son casi todos. Tiene la ocasión, y, además, Vd., ¡comunista!, puede y sabe cómo hacerlo.

jueves, 8 de octubre de 2020

¡PAPÁ, UNA FUNDACIÓN! (PARTE SEGUNDA: "LAS TRAMPAS")

¡PAPÁ, UNA FUNDACIÓN! (PARTE SEGUNDA: “LAS TRAMPAS”)

Soy de los que está totalmente convencido de que las Fundaciones no sólo sirven para prestar servicios y ayudas a la ciudadanía y las personas de cualquier parte del mundo, sino, preferentemente, para la elusión y la evasión de capitales. No hay otra manera de entenderlo cuando los Bancos -sin excepción- tienen todos alguna. Y el lavado de dinero del narcotráfico, la venta de armas, y demás “prostituciones sociales”, corre a cargo de los servicios bancarios, que cobran por ello, como no podía ser de otra forma, suculentas comisiones. ¿Utilizando Fundaciones que “llegan” sin problema a los múltiples paraísos fiscales? ¿Vds. que creen? Servidor no alberga ninguna duda de que uno de los medios empleados para evadir dinero, y para la elusión que el capitalismo contempla en sus miseras aportaciones de las grandes empresas y el establishment financiero a los Estados para su funcionamiento, son las Fundaciones. De modo que, todos los ricos (que lo son por cualquier sistema, incluso no empresarial o financiero, caso de las élites del deporte, la música, la farándula, etc.) tienen una Fundación. Es, sinceramente, ¡increíble! tanto altruismo (algo muy de gente pobre) y tanta filantropía y “caballerosidad”. El mundo, por desgracia para miles de millones de sus habitantes, no tiene esas condiciones humanas en su ADN nada más que en una muy reducida clase de los privilegiados que usan su Fundación para paliar las calamidades de los más necesitados. El resto de estos filántropos demenciales, tiene, más bien, las del bandolerismo, el expolio (sobre todo institucional), la estafa a la escala que sea posible, la pura y muy cuidada maldad en todos sus aspectos y las felonías, ingratitudes, infidelidades, perversidades, mezquindades, iniquidades, injusticias, defecciones, perfidias, perjurios, indignidades, vilezas, perradas, falsedades, engaños, traiciones, alevosías, corrupciones, vicios, salvajadas, odio, mala voluntad y todos los adjetivos que al respecto le quieran añadir. Las personas de buena fe, es axiomático, moran la mayoría entre las clases más desfavorecidas, pocos Sres. merecen el honor de Caballero; y, evidentemente, las clases menos pudientes no se pueden permitir el lujo de tener una Fundación porque antes hay que procurarse el sustento, que en millones es algo muy, pero que muy, difícil de lograr.

Una gran parte del mundo -atropellado, expoliado y prácticamente esclavizado- muestra una gran resiliencia, pues de lo contrario ya se habría revelado contra tanta inquisición de sólo una minoría. España, está a la cabeza de los países más resilientes políticamente hablando. Aquí lo aguantamos casi todo, en la mayoría de los casos (lo de la Justicia y la Banca es para tirarse a la calle con todas las consecuencias) sin darnos por aludidos. Y así nos va. Nuestra excepcional resiliencia la aprovechan al máximo los políticos en connivencia con la Justicia, la Banca y la Gran Empresa y las Élites de todo tipo.

Así pues, ¡vengan Fundaciones a tutiplén!, que aquí se aguanta todo estoicamente. Y bien, para no hacer de este escrito un mamotreto, voy a tratar de resumir las “trampas” de las Fundaciones lo más posible y que la información sea lo más veraz que mi capacidad puede desarrollar. Puntos y aparte y luego Vds. los pueden ampliar en Internet, ahí está todo explicado con gran amplitud. Yo sólo persigo la denuncia de algo ignominioso (una sospecha más) que está pasando totalmente desapercibido debido a la amplia resiliencia que muestra nuestra ciudadanía.

 

Hecha la ley, hecha la trampa. Una ‘trampa’ en la ley sobre financiación de partidos políticos hace que ésta no sirva para nada. Las leyes sobre financiación de partidos existen para controlar a estos y para, entre otros motivos, evitar los tratos de favor de las administraciones donde gobiernen a las empresas que les hagan “donaciones”. Pues bien, en España nuestra vigente ley sobre financiación de partidos políticos no está cumpliendo con su función, gracias a un punto de la misma (el punto 4 de la disposición adicional séptima), una ‘trampa’, que permite a los partidos financiarse a través de sus Fundaciones sin que nadie controle quién les dona dinero, ni porqué. Es decir, si alegas que la donación es para un proyecto concreto de interés para el donante y la Fundación, entonces NO se considera donación y por tanto no se somete a la ley. Dejas, de esta manera, de estar obligado a informar al Ministerio de Hacienda y al Tribunal de Cuentas. Conclusión: en la práctica, las Fundaciones de los partidos políticos NO tienen que declarar sus donaciones.

 

El hecho de que las Fundaciones sí puedan recibir donaciones de empresas concesionarias de contratos públicos (mientras los partidos no, como si las Fundaciones y los partidos no fueran lo mismo y los mismos), fue denunciado en el debate parlamentario por UPyD, ERC y Amaiur; y el hecho de que la nueva ley aprobada en octubre de 2012 elimine el límite de la cuantía de las donaciones a las Fundaciones (los partidos, al parecer, sí tienen un límite de 100.000 euros de donación por persona o empresa) fue denunciado en el debate por IU y por el Tribunal de Cuentas.

 

Fundaciones, fuente de opacidad: Francisco de la Torre, secretario general de la Organización de los Inspectores de Hacienda, explica que las Fundaciones tenían más interés cuando se aplicaba el Impuesto Sobre Sucesiones, que ahora está bonificado entre el 96% y el 99% en la mayoría de autonomías. Las Fundaciones son un recurso muy útil para evitar que se conozca quién está detrás del dinero que se ha depositado a nombre de dicha personalidad jurídica. Además, se pueden constituir en paraísos fiscales, donde no es necesario declarar la actividad de la Fundación, además de evitar pagar impuestos.

 

Fundaciones evasoras: La empresa M le gira dinero a una fundación, como una donación. La fundación, sujeta al régimen de entidades sin ánimo de lucro, exenta de impuestos, en realidad es un bolsillo oculto de la compañía. La evasión es por partida doble, porque la empresa se baja impuestos por donación y la que recibe el dinero no paga tributos.

 

La cara y el reverso de la filantropía: Muchos ricos españoles prefieren no dar explicaciones de sus acciones filantrópicas. El temor a la crítica por los beneficios fiscales que acarrean es uno de los motivos. En marzo de 2017, la Fundación Amancio Ortega anunció que había donado 320 millones para que hospitales públicos de todo el país pudieran renovar sus equipos médicos. No era la primera vez. Previamente había donado 18,2 millones a hospitales, y en 2016 un convenio firmado con el Servicio Andaluz de Salud proveía de otros 40 millones que por ejemplo permitió al Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería) disponer de un acelerador lineal y de nuevos mamógrafos. Más recientemente, en octubre del año pasado, la Generalitat Valenciana anunció que el prohombre gallego había donado otros 30 millones para la compra de equipos oncológicos.

Las noticias de las donaciones millonarias de Ortega no fueron recibidas por todos por igual. Mientras que instituciones y gobiernos se felicitaban por la generosidad del dueño de Zara, muchos usuarios de las redes sociales se desquitaban con comentarios poco halagüeños para lo que debía ser entendido como una obra de caridad difícilmente discutible. Solo algunos ejemplos: «¿Es donación o limosna?» «Gracias Amancio por explotar a niños de 10 años en China o a mujeres en Bangladesh, de verdad, gracias de corazón por fomentar el capitalismo asesino». O los aparentemente más avezados: «Si ha donado, es para desgravar». Pues claro. Inditex tiene 74 sociedades domiciliadas en países y territorios considerados paraísos fiscales o nichos fiscales. Además, está presente en dos paraísos fiscales según la OCDE, Macao y Mónaco. Y tiene filiales en Delaware (EEUU), Irlanda, Suiza, Holanda, Hong Kong (China), Luxemburgo, Montenegro, Uruguay, Puerto Rico, Macedonia, Sudáfrica y Taiwan. 

 

Quizás ese vapuleo sea el motivo por el que gran parte de las acciones caritativas de las grandes fortunas no salgan a la luz pública. Según el último estudio de UBS a propósito de la actividad filantrópica de particulares y empresas en diferentes países, la dotación de Fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro asciende a 29.000 millones de euros en España, una cifra similar por cierto a la de Francia, pero muy por debajo de los 890.000 millones que las grandes fortunas e instituciones privadas estadounidenses destinan a filantropía. En 2008, los 50 mayores filántropos empresariales entregaron 14.700 millones de dólares (12.270 millones de euros) de sus fortunas personales. Billy Melinda Gates (Microsoft), Mark Zuckerberg y Priscilla Chan (Facebook) y Michael y Susan Dell (Dell) son algunos de los nombres más habituales. La justificación, si es que hay que darla, es siempre la misma: devolver lo recibido a la sociedad. ¿A la sociedad antes explotada y en parte esclavizada? ¡Vaya, que no cuela!

 

Como hemos visto en las donaciones de Ortega, muchas grandes fortunas destinan una parte considerable a la filantropía, si bien otros empresarios cuentan con Fundaciones que no solo les ayudan a canalizar sus actividades caritativas, de mecenazgo... sino que también les ayudan a elevar su prestigio de cara a la sociedad. Aunque, en efecto, hay que reconocerlo, las donaciones a organizaciones sin ánimo reciben un tratamiento fiscal ventajoso. Es decir: a Amancio Ortega la aportación de 320 millones le ha costado 240 millones, ya que solo puede deducirse un 25% de lo aportado con el límite máximo del 10% de la base liquidable. O sea: 80 millones en la liquidación de la renta.

 

Evidentemente, las Fundaciones Botín y Amancio Ortega son las que tienen mayor dotación. Con dotación se entiende al patrimonio (por llamarlo de alguna manera) de dicha Fundación. Como en el resto de países, las dotaciones de las Fundaciones reciben un trato fiscal privilegiado, si bien son intocables. Es decir: no se pueden vender los activos de las dotaciones sin permiso del Gobierno y para poder beneficiarse del régimen fiscal, la Fundación deberá cumplir la disposición imperativa contenida en su art. 27 de la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, que obliga a destinar al menos el 70% de los ingresos netos obtenidos por la Fundación a la «realización de los fines fundacionales, debiendo afectar el resto, deducido los gastos de administración, a la dotación fundacional o a las reservas, según acuerdo del Patronato de la Fundación. Otra cosa es el control que algunas Fundaciones ejercen sobre los accionariados de ciertas empresas y el uso que se haga del mismo.

 

En 2017, la Fundación Botín, presidida por Javier Botín, destinó 19 millones de euros en fines sociales. Hace dos años inauguró el Centro Botín en Santander en el que se han invertido 80 millones.

 

En 1986 Rosalía Mera, primera mujer de Ortega, creó la Fundación Paideia Galiza. A su muerte, su hija Sandra la sucedió en la presidencia. Su presupuesto de actividad para 2017 ascendía a 2,06 millones.

 

Alicia Koplowitz también tiene su Fundación dedicada a la actividad médico-científica y la acción social, con un presupuesto que supera los 2 millones de euros. La de su hermana Esther Koplowitz está centrada a la «investigación biomédica, la sanidad (asistencia psicosanitaria a menores, enfermos y discapacitados), la creación y mantenimiento de residencias para personas de la tercera edad (¿sin médico y con el mínimo personal sanitario como las de Madrid y toda España?) y el fomento de la educación, la cultura, las artes y las ciencias». En 2010 inauguró el Centro de Investigación Biomédica Esther Koplowitz.

 

La Fundación de Juan Roig tomó el nombre de su madre, Trinidad Alonso. Se dedica a la promoción de eventos e infraestructuras deportivas. El año pasado invirtió 9,5 millones.

 

En noviembre de 1955, Juan March creaba la Fundación que lleva su nombre como «entidad cultural y benéfica de carácter privado y naturaleza permanente». En su sede se celebran exposiciones de arte, conciertos de música y ciclos de conferencias... En 2016, destinó 11,58 millones.

 

Según publicó la periodista Ana Medina en Expansión, en 2016, la institución que preside María del Pino y Calvo-Sotelo, tenía un patrimonio neto de 133,3 millones de euros y sus ingresos totales alcanzaron los 15,3 millones. El 94,2% de los ingresos procede de sus inversiones financieras y otro 4% de actividades en el mercado inmobiliario. Los gastos en proyectos fueron de 2,97 millones en 2016.

 

En este sentido resulta curiosa la historia de Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno que, hasta su muerte en 2013, solía ocupar un puesto destacado en esta lista. Legó toda su fortuna (unos 500 millones) a la Fundación que lleva su nombre. Con los rendimientos de su patrimonio, destina cada año unos cuatro millones a proyectos de investigación en Medicina, becas y contratos predoctorales para 64 investigadores en Neurociencia y Medio Ambiente de universidades de toda España.

 

La última donación (que sepamos) de Amancio Ortega han sido 80.000 euros. Fue para que Villamanín, el pueblo leonés en el que nació, pudiera tener una máquina quitanieves. Sólo la indiscreción del alcalde hizo posible que se supiera. Ya pueden imaginar por qué.

 

De los millones de euros que el Estado y las CCAA aportan cada año a las Fundaciones, mejor no hablar. Las organizaciones que se han visto más beneficiadas son la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), vinculada al PP hasta 2016, con 966.000 euros (32% del total); la Fundación Pablo Iglesias del PSOE con 623.000 euros (21%) y la Fundación Sabina Arana del PNV, con 393.000 euros (13%). De los partidos con mayor magnitud a nivel nacional, Ciudadanos cuenta con tres fundaciones, el PSOE con 12, Podemos y ERC cada uno con una, y el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco, con tres. De las 52 fundaciones que el TC ha fiscalizado, 23 corresponden a estos partidos políticos.

Y para finalizar: El año pasado, según Diario-16, la Fundación Telefónica aportó a la Fundación de Felipe González más de 180.000 euros.  Tanto Telefónica como la Fundación de Felipe González hicieron pública la fotonoticia en la que la empresa del Ibex se comprometía a apoyar el proyecto de digitalización y catalogación de los fondos documentales de Felipe González, poniendo en valor que fuera el primer expresidente de España en poner a disposición de la ciudadanía sus archivos políticos y personales. Sin embargo, desde que se presentara la iniciativa en 2018 son muchas las críticas a este modelo de supuesta transparencia en base a que se desconoce título legal que justifique que la Fundación dispone de unos documentos que pertenecen al Patrimonio Documental Español. Por supuesto, ninguno de estos documentos hace referencia a implicación alguna de Felipe González en los GAL y el terrorismo de Estado. Además, el modelo de las bibliotecas presidenciales norteamericanas, que la Fundación Felipe González afirma haber importado, no responde a la estructura y el funcionamiento de la Fundación. Las cuentas de la fundación recogen la propiedad industrial de los derechos de autor percibidos por Felipe González por iniciativas como “En busca de respuestas, el liderazgo del Siglo XXI”, que ascienden a 150.000 euros y que fueron cedidos a la Fundación, explica Diario-16. Por tanto: Fundaciones sí…, pero, “fundaciones” no.

lunes, 5 de octubre de 2020

05/10/2020 ¡PAPÁ, UNA FUNDACIÓN! (PARTE PRIMERA)

¡PAPÁ, UNA FUNDACIÓN! (PARTE PRIMERA)

 

Cuando inicio este escrito, estamos a un solo día de la celebración de un sorteo del Euromillones con uno de esos botes millonarios (¡130 millones de euros!) que ponen en juego los países organizadores, excepcionalmente, cada cierto tiempo, dos veces al año si mal no recuerdo. Y claro, como cualquiera de los millones de españoles que se sueñan con ese descomunal premio, mi familia y yo, en total desacuerdo al principio, de en qué invertir tanto dinero (independientemente del reparto para dar rienda suelta al tema de los “caprichos” de cada uno pues a los pobres nos gusta mucho comprar), nos pusimos de total acuerdo cuando mis dos hijos exclamaron al unísono: ¡Papá, una Fundación!

Bien. Analizaremos profundamente en que consiste una Fundación -dije a mis hijos- antes de caer en alguna trampa del capitalismo depredador y que el premio, o parte de él, se nos vaya de un golpe al carajo. Pero, antes quiero que sepáis, queridos “niños” (los dos son mayores de edad), que antes de empezar a echar cuentas hay que deducir una cantidad que le toca al Erario (20%) sin necesidad de jugar. Sí, porque en España, y supongo que, en la mayoría de los otros países participantes, ya se ha inventado que toque un premio sin necesidad de jugar el consiguiente boleto (cosas del progreso neoliberal que avanza a un ritmo endiablado). Es decir, los países ya no se conforman con quedarse con la mitad, aproximadamente, de lo recaudado (la banca siempre gana), sino que ahora se embolsan por la jeta un 20% del premio; aunque, excepcionalmente, los españoles -ignoro lo que ocurrirá en los demás países- tenemos la suerte de que los primeros 40.000 € están exentos de tributación. ¡Ole mi Estado!, quien sea se ha quedado calvo de tanto discurrir, lo que explica que un calvo (vayan, por adelantado, mis respetos para todos los calvos) publicitara la usurera -como todas- lotería de navidad.

Era difícil que el premio tocara en España, pero ocurrió que tocó en Valladolid, según he oído…, cosas de los sorteos que nunca se sabe dónde se van a dejar caer; es decir, por desgracia, no fue a nosotros que vivimos en Extremadura -la tierra de los conquistadores- a quienes dio el “susto”. Lástima, porque esta tierra, ahora sometida por el neoliberalismo socialista moderno -desde 1983 si mal no recuerdo- habría sacado a una familia de la opresión del capitalismo mentiroso y bandolero aquí desarrollado en su máxima expresión por una política connivente con esa miserable forma de explotación humana por un “ex facha” que ahora se dice socialista. Pero, por si acaso nos lo da -a nosotros o a cualquier lector- en otra ocasión (este juego se inicia cada vez que sale el bote con 17 millones de euros y sube en unas cuantas semanas -en la mayoría de las ocasiones- a cerca de los cien millones como bien saben todos los que juegan y mantienen la ilusión de dejar de ser atropellados), vamos a ver en que consiste eso de las Fundaciones para invertir y para que la usurera banca española no nos expolie si llegara el caso. Una de las muchas formas de invertir, driblando como Messi al Erario, ya que de las otras formas se encargan las múltiples Sociedades a base de “quiebras” y nuevas creaciones, pues según el listado correspondiente al 2019 de morosos de Hacienda, recientemente publicado, la mayoría son Sociedades y su monto alcanza los ¡14.200 millones de euros!, que, con total seguridad, prescribirán, sino lo ha hecho ya, la mayoría. Cómo para que no se sigan vendiendo yates, chalets y coches de alta gama y no aumenten los millonarios que en los últimos diez años han pasado de ciento y pico mil a casi un millón mientras la pobreza se cuadruplicaba en el país, haciendo bueno lo expresado en una viñeta del Roto en la que un ricachón sentado placenteramente tomando un zumito dice así:” Viven hacinados, viajan en transportes atestados y comen mal. ¡Los pobres no se cuidan!”. ¿Cuántos mal nacidos hay en este expoliado país, política y socialmente? En fin… lo de toda su historia sin más ni más.

En primer lugar, vamos a ver los aspectos “positivos”, y en la segunda parte de este escrito, las “trampas” (elusiones y evasiones inclusive) para lo que, casi realmente, se crean la mayoría de las Fundaciones.

Según la Asociación Española de Fundaciones, éstas no están en España sujetas a una Ley básica, sino que junto con la Ley estatal 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones, coexisten otras de carácter autonómico que tienen leyes propias (no es el caso de Extremadura, pues se supone que el caciquismo no las precisa y a los diez mil millonarios de la región, perdón Comunidad Autónoma, tanto les da, las hacen en Madrid o donde les sean más rentables, aquí a cazar y a…). Por lo que respecta al ámbito tributario, la legislación del Estado es plenamente aplicable a todas las Fundaciones, excepto a aquellas constituidas con arreglo a la normativa de Comunidades Autónomas que disfruten del régimen fiscal de concierto o convenio económico (País Vasco y Navarra, los del “chollo” fiscal que ni aun así están conformes).

Pero, ¿qué es una Fundación?: Es una organización dotada de personalidad jurídica privada que se caracteriza por perseguir, sin ánimo de lucro, fines de interés general a favor de un colectivo genérico de beneficiarios (que, como veremos en la segunda parte, es un decir) que debe tener como sustrato patrimonial una dotación fundacional inicial que podrá verse incrementada a lo largo de la vida de la Fundación. En consecuencia, quien o quienes constituyen una Fundación han de desprenderse de una parte de sus bienes y derechos en favor de la misma que, en lo sucesivo, será la titular de ellos, sin que esta aportación patrimonial pueda revertir nunca al fundador o fundadores, aun cuando la Fundación se extinga. En tal caso, los bienes y derechos remanentes han de ser entregados a otra u otras instituciones que persigan fines de interés general.

Importante, para la segunda parte: Una fundación puede ser constituida tanto por personas físicas como jurídicas, sean éstas públicas o privadas. Y para que la Administración la homologue es menester que estime que los fines que va a perseguir son de interés general y que sus estatutos son íntegramente conforme a la esencia propia de la Fundación y que la dotación económica inicial es suficiente y garantiza la viabilidad del ente que se ha erigido.

Las Fundaciones pueden obtener ingresos por donaciones, subvenciones, herencias, legados; ingresos del rendimiento de su patrimonio; ingresos provenientes de derechos de propiedad intelectual o industrial, entre otros. Así mismo, las Fundaciones podrán desarrollar actividades económicas cuyo objeto esté relacionado con fines fundacionales o sean complementarias o accesorias de las mismas. De la misma manera, podrán intervenir en cualesquiera actividades económicas a través de su participación en sociedades mercantiles en las que no se responda personalmente de las deudas sociales. Las Fundaciones están obligadas a destinar efectivamente el patrimonio y sus rentas a sus fines fundacionales, y el destino de estos ingresos está predeterminado por la Ley. A pesar de que la regla que lo regula (¡ya empezamos!) reúne cierta complejidad, en términos generales, puede decirse que de los ingresos y rentas netos que la Fundación obtenga ha de dedicarse un porcentaje mínimo a actividades, y el resto a incrementar la dotación o a reservas.

Las Fundaciones están sujetas al Impuesto sobre Sociedades, pero no al Impuesto sobre el Patrimonio, y si están acogidas -seguro que sí-  al régimen fiscal especial previsto en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo, tributan por las rentas de las actividades económicas no exentas y el tipo impositivo que satisfacen es del 10%, quedando exentas del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados en cualquiera de sus modalidades, y pueden estarlo, en el propio caso, del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, del de Actividades Económicas y del que grava el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. En todo caso, quedan al margen del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Digo este párrafo sin saber si en estos años últimos ha cambiado la Ley -que lo dudo mucho- pero, si es así, discúlpenme, aunque no creo que si fuera así los cambios sean importantes.

Los donativos, donaciones y aportaciones dinerarias, de bienes o de derechos a las Fundaciones acogidas al régimen fiscal especial, incluidas las aportaciones en concepto de dotación fundacional, producen desgravación en los correspondientes impuestos de los donantes. Con carácter mu general, sin entrar a puntualizar cada posible circunstancia, debe señalarse que los donantes individuales (contribuyentes por IRPF) se benefician de una desgravación del 25% del donativo en la cuota de su impuesto, en tanto que los entes sociales (contribuyentes por Impuesto de Sociedades) pueden deducir el 35% de lo donado en la cuota de su impuesto.

Hasta aquí, la primera parte. Lo antes posible, la segunda…, ¡con las “trampas”!