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domingo, 19 de junio de 2022

19/06/2022 - CUÁNTAS COSAS SE IBAN A CAMBIAR

 Las personas que tienen la gentileza de leer mis humildes escritos de opinión (no confundir con artículos de opinión, pues para mí -por mi pobre formación académica- es imposible alcanzar ese rango) se habrán percatado de que la música forma parte importante de mi existencia. Aparte de los grupos The Beatles (Let It Be, Twis And Shout, Yesterday y todas las demás), Rolling Stones (I Can´t Ge No -Satisfaction-, Paint It Black y tantas otras), The Animals y su archifamosa The House Of The Rising Sun (la casa del sol naciente), que, en mi modesta opinión, como he referido en otras ocasiones, cambiaron el modo y manera de ser de la juventud queriendo -no como antes- ser más jóvenes, más jóvenes siempre y nunca mayores, hay en la historia de la música una serie de solistas que aún hoy siguen haciendo las delicias de quienes los siguen escuchando como es el caso de un servidor. Imposible citarlos a todos porque todos son excepcionales, pues eso me llevaría a no terminar nunca este escrito, por lo que sólo me voy a referir a tres de las voces más inigualables de cuando servidor era un poquitín más joven: ¿Quién como Frank Sinatra, Elvis Presley o Julio Iglesias? Para mí, Nadie. Aunque quizás, de haber vivido un poquito más, Freddie Mercury les habría “echado un pulso”, su “I Want To Break Free” es incomparable, pero… Una pena muy honda. Sin olvidar a las chicas, por favor. Pues ¿quién como Céline Dion, Shirley Bassey, Amy Winehouse (fallecida) y nuestras dos voces insuperables, Rocío Jurado y sus coplas (como una ola es genial) y Rocío Dúrcal y sus versiones de las rancheras más famosas y las que ella ha añadido?, por desgracia para la música, por lo que el mundo hubiera seguido disfrutando, ambas fallecidas.

Pero (con perdón por mi amplio entrante), quiero en este escrito, hablar de los jóvenes, de esos políticos, relativamente, jóvenes que nada más iniciarse en el difícil contubernio de la política tuvieron la nada despreciable cantidad de votos y escaños que sorprendieron y acojonaron al neoliberalismo español del PSOE y del PP, y que hubieran sido muchos más sino es por la deplorable ley de D'Hont que siempre favorece a los primeros, a esos primeros gracias al clientelismo acuñado de 40 años de servilismo y adoctrinamiento y sumisión por, como diré más abajo, menos de nada, o en el mejor de los casos, unas migajas de  sus festines, como, por otra parte, queda patente si analizamos la pobreza y la riqueza actuales y las más que elevadas cuotas de desigualdades sociales cada día en aumento y sin que haya nadie que sea capaz de “hacer parar el tren en una estación, para, por lo menos, repostar agua”. En fin…

Y para esta humilde opinión en la que “los protagonistas” son los jóvenes -y algunos menos jóvenes- de la Puerta del Sol madrileña, he recurrido al inglés Cliff Richard -y por aquel entonces su grupo The Shadows- y su canción universal “The Young Ones” (los jóvenes), versionada por tantos y tantos excepcionales interpretes y muy aplaudida en España por la versión de Los Mustang. En esa canción se habla del futuro inmediato y no del futuro del futuro como nos atruenan a diario los políticos de los partidos españoles que luego se queda en nada de nada de nada, o incluso menos de nada, como canta otro genio español llamado Joaquín Sabina en una preciosa ranchera con Chavela Vargas. Sin olvidar las poesías de ese otro cantante español de sello universal (perdón por no haberlo citado antes) llamado J.M. Serrat a favor de los más desfavorecidos.

Dice en una de sus partes la canción de Cliff Richard: “cariño, somos los jóvenes, y los jóvenes no deberían tener miedo…mientras la llama es fuerte, porque no seremos jóvenes mucho tiempo…mañana, mañana, por qué esperar hasta mañana, mañana a veces nunca llega”. Y, más adelante, retruena: “hay una canción que cantar y el mejor momento es cantar cuando somos jóvenes…una vez en cada vida viene un “amor” (una ocasión diría yo) como este…te necesito y tú me necesitas a mí… sueños jóvenes deben ser soñados juntos, los corazones jóvenes no deberían tener miedo y algún día cuando los años han volado, esto les enseñará a los jóvenes de los nuestros…” Esos jóvenes era Podemos, y al contrario que en la canción de Cliff Richard, la ocasión se ha difuminado por una serie de errores -son tantos- que el egoísmo no ha permitido transitar por la política para, como señalo en el título, haber cambiado tantas y tantas cosas como iban a cambiar cuando “eran jóvenes”.

José Antonio Vergara Parra en su artículo “El monstruo que todos llevamos dentro”, señala que la humildad bien entendida brega en desventaja contra la soberbia de quienes creen saberlo todo pues, pese a su ignorancia manifiesta, alcanzan mayor predicamento entre el gentío. Y añade: “nunca antes la sociedad fue tan superficial pues el hombre sin ética es, ante todo, un mero simio en los que sus instintos más primarios acaban despuntando”. Y termina su artículo: “Tirando del lenguaje de la izquierda, no imagino política más progresista que aquella que permite y coadyuva a que la vida progrese naturalmente. El aborto, la guerra, el hambre, la carencia de una elemental sanidad y cualesquiera otros atentados contra la vida humana son radicalmente inaceptables. Punto. Sin fisuras o conjunciones adversativas. Las comisiones del Emérito, los que malgastaban los dineros de los parados en putas y cocaína, los del tres per cent o los caso conocidos como Gürtel, Acuamed, Arena, Bárcenas, Castor, Brugal, Carlos Fabra, Lezo, Nóos, Ave, Ere, Pokémon, De Miguel, Banca Catalana, Elorza, Epsilon, Innova, ITV, Margüello, Melide, Palau, Pallerols, Pretoria, Pujol, Solà y Matas o Txomin Rentería, entre muchos más, son hechos, en definitiva, que revelan la catadura moral de verdaderos sinvergüenzas que, sin necesidad de apretura alguna, se enriquecen.

Pues bien, ¿dónde estaba Podemos (los jóvenes) cuando todos estos casos se desarrollaban y por qué ahora gobernando en coalición se siguen permitiendo todos y cada uno de los cientos de desaguisados que vemos cada día con sus “socios” votando en contra de cualquier medida que puede revertir en los más desfavorecidos y en las clases sociales trabajadoras? Y como cientos de veces, al PSOE le tiemblan las piernas en los momentos más decisivos en la resolución de la crisis socioeconómica  de los españoles y se desmarca del resto de la izquierda para tumbar el impuesto a los más ricos que proponía Unidas-Podemos. El PSOE está -vota con ellos- con los ricos y con la derecha y ultras en temas de fiscalidad. Me pregunto: ¿Porqué siguen en ese gobierno si nada de lo que iban a cambiar ha sido aceptado y sus socios se asemejan a la derechona pepera y los ultras de Vox que no querían que se subiesen los impuestos a los más ricos, porque se enfadarían los banqueros; tampoco se atrevían a cobrar el IBI a la Iglesia, porque se molestarían los obispos; no ponían tope a los alquileres porque se enfadarían los fondos buitre…? ¿Dónde están esos “jóvenes” que lo iban a cambiar todo ahora que España parece, como ha señalado alguien, un burdel financiero?

Que pronto han olvidado eso que dice esa canción de repercusión mundial en una de sus estrofas: “cariño, somos los jóvenes, y los jóvenes no deberían tener miedo…mientras la llama es fuerte, porque no seremos jóvenes mucho tiempo… Recuerden cómo Alejandro Magno (que logró uno de los Imperios más grandes de la historia y llegó hasta la India desde Macedonia) entró en batalla por primera vez al frente de su ejército -como hizo siempre luego- a los 16 años, si mal no recuerdo, simplemente reivindicando su juventud y en contra de lo que su “educador”, nada menos que Aristóteles, le aconsejaba. Bueno…

Pero no, no se van a marchar hasta que los echen (me refiero a los ministros de Unidas-Podemos), incluso hay quienes están dispuestos -más bien dispuestas- a asegurarse coche oficial por unos treinta años.

Quiero terminar este escrito, que puede que sea el último hasta que pase el verano y luego veremos, con unos párrafos recogidos de un artículo de Juan Carlos Monedero que pienso tienen relación con lo que me traigo entre manos, y una pequeña observación de Martha Golfín de uno de sus artículos.

Dice Martha Golfín en su artículo “La desigualdad, sistémica en España, es el gran fracaso de la política y el éxito de los poderosos”: “Las rentas altas se han asegurado más de un tercio de todos los ingresos después de impuestos, es decir, un 60% más que las rentas bajas”. Les recomiendo que lean el artículo al completo, merece la pena. ¿En qué están pensando “los jóvenes de Unidas-Podemos” para seguir permitiendo este y los demás atropellos de cada día? ¿En las musarañas quizás? ¿O en la moqueta y los “gozos” del capitalismo opresor? ¡Lástima que dan!

Y Juan Carlos Monedero (genial y muy claro como siempre) nos deja unos apuntes que merecen todos los elogios para alguien que escribe como pocos y sabe más de lo que le pertenece. De su artículo, “Mórbidos Olvidos” (que igualmente recomiendo lean si se lo quieren pasar bien y aprender mucho), he entresacado algunos párrafos de la actualidad que no tienen desperdicio y que, según parece, a estos y estas jóvenes  no parece que les importe demasiado: “La falta de claridad ideológica en la izquierda, en concreto en el PSOE, deviene de una falta de claridad organizativa. Como partido, esa debilidad ideológica se ha verificado en sus deslizamientos hacia la corrupción o hacia los consejos de administración, en la empatía con las grandes empresas, en el bipartidismo que perpetúa los restos del franquismo o en el abrazo a la monarquía borbónica que apaga históricamente a la izquierda. Cuando estás en el gobierno, esa falta de claridad enreda la gestión política y haces idioteces como regalar RTVE a la derecha, mantener la ley mordaza, impulsar la moción de censura de Murcia, el reconocimiento de Guaidó como Presidente de Venezuela, el ardor guerrero de Ucrania o la entrega del Sahara a Marruecos. Decisiones -todas- que perjudican a la izquierda, a España y a la inteligencia. Decía Jesús Ibáñez que sólo la izquierda puede hacer la política de la derecha: Si la traición al Sahara la hubiera hecho el PP hubieran ardido las calles”.

“…La extrema derecha que reparte carnets que te permiten comportarte como un hijo de Satanás. Salvoconducto que gente que está en el agujero acepta, a ver si así salen del pozo. Y que, por supuesto, los ricos los cogen para ellos y para toda su familia, incluidos primos y hermanos, y también los pequeños propietarios asustados y las clases medias que se han olvidado que son clases medias gracias al Estado social. La única medicina contra el vaciamiento de la democracia es atreverse. Hacer una lista de las cosas que son imposibles, un cuaderno de las quejas olvidadas por “irreales”, reconstruirlas como posibles y deseables y ponerlas en la agenda. La única medicina son gestos liberadores. La izquierda nació para cambiar el mundo hacia mejor, no para gestionar las migajas que permita el poder. La libertad no se puede medir por el tamaño de la cadena. La izquierda nació para romper las cadenas”.

“Es tiempo de reconocer los miedos del poder y administrárselos. ¿Qué tienen miedo al feminismo? Más feminismo. ¿Qué tienen miedo a las empresas públicas? más empresas públicas. ¿Qué tienen miedo al pueblo consciente? Más consciencia. ¿Qué tienen miedo al derecho a decidir sobre cada rincón de la vida? Más república. ¿Qué tienen miedo al pueblo en las calles? Más huelgas y más manifestaciones. ¿Qué tienen miedo a que recordemos quiénes son y lo que cada vez que han podido nos han hecho? Más memoria. Y además, sin perder la alegría. Decirle a los que está incubando la tristeza y la desolación que por todo eso, para poder continuar, aún tenemos memoria de la última vez que nos la jugaron. Y que el olvido y el perdón lo gestionamos nosotros, no los mayordomos del pensamiento ni los capataces de las desigualdades”.  

Y ahora ya sí, ahora termino con un párrafo de Alejandro Roselló recordando a las madres de los espartanos: “Según Plutarco, las madres espartanas decían a sus hijos antes de salir a batalla:”vuelve con tu escudo o sobre él”. Y por eso Platón admiraba tanto la educación espartana. Valor, coraje, fuerza, esfuerzo, constancia, autodisciplina, lealtad, resistencia, Resiliencia y un fino ácido cuasi temerario sentido del humor que quema por dentro con fuego azul y blanco, son ideales valiosos por los que seguir luchando”.

Si no han sido capaces de cambiar, prácticamente, nada de nada, vuelvan sobre su escudo los “espartanos” de Unidas-Podemos. Los jóvenes de la canción.

lunes, 6 de junio de 2022

026/06/2022 - UCRANIA Y EL RELOJ DE FRAGA

Cuando -es un decir- aún era Alfonso Guerra de izquierda (ahora, que pena, es un destacado monárquico neoliberal), en uno de sus baños de multitudes como eran por aquel entonces los mítines del PSOE, para criticar a la derecha, soltó una de sus celebres frases y dijo: “Fraga ha dado un martillazo al reloj y luego ha asegurado, sin pudor, que tenía arreglo”.

Sigo, a través de algunos periódicos independientes (los otros lo manipulan todo y son poco de fiar, al igual que las televisiones -incluidas las públicas- y muchas emisoras de radio), lo que acontece a diario en Ucrania y esa, como todas, maldita guerra provocada por unos individuos despreciables que han sacado de quicio a una potencia armamentística y ahora estamos todos pagando las consecuencias excepto esos gringos que lo arreglan todo pero siempre a distancia de sus territorios. Ni que decir tiene que con las inexcusables excepciones que la historia les ha obligado, caso de la II Guerra Mundial (de la que se fueron con 300.000 muertos mientras los rusos perdían a seis millones); la promovida invasión de Irak con cerca de un millón de muertos, ¿genocidio?, la mayoría iraquís claro; Corea (dividida en dos) y Vietnam, con otros muchos cientos de miles de muertos; y sin olvidar Afganistán, de donde ha tenido que salir con las orejas gachas (después de involucrar a un montón de países entre ellos al nuestro), las “promovidas” Primaveras Árabes con Libia aún dando coletazos y utilizando el Mediterráneo como “fosa común”,  y las más de 18 guerras que “andan sueltas” por ahí, preferentemente, en África; y con, parece ser, el claro genocidio de Yemen por cuenta de Arabia Saudí con las armas que le proporcionamos, entre otros, los españoles. Habría que saber con total certeza si, ciertamente, en esa zona pro-rusa, el Dombás (Donbás o Donbáss), donde hay una guerra desde el 6 de abril de 2014 entre el gobierno nacional ucraniano y las fuerzas separatistas rusas, se han producido “matanzas” (se habla de 8.000 y 14.000 asesinatos) por parte de las milicias pro-nazis del famoso batallón Azov, con sede en la ya famosa ciudad de Mariúpol. Ese batallón Azov, paramilitar supremacista blanco que fue integrado en la Guardia Nacional, de ideología neonazismo-ultranacionalismo formado por voluntarios de Ucrania y de varios países entre los que destacan los de nacionalidad croata acusados por algunos medios de crímenes de guerra contra ciudadanos ucranianos, que para su antisemitismo, rusofobia y anticomunismo utilizan símbolos como “Wolfsangel” de las SS hitlerianas.

Lo cierto es que Ucrania está siendo devastada en su mayor parte -muy especialmente en el Sur- y cuando termine esta guerra que, como todas las guerras, incluso la de los 100 años, acabará algún día y habrá que llevar a cabo la reconstrucción, pertenezca a quien pertenezca (para mí que será a Rusia, pero…), tendremos que poner los dineros necesarios para su vuelta a la normalidad -directa o indirectamente-, como por ejemplo se hizo con la ciudad alemana de Dresde destruida por los aliados cuando ya había terminado la guerra. Lo cual, dicho en claro, correrá en su mayor parte a los que ahora no paran de enviar armas a los ucranianos para que se maten sin contemplaciones en una lucha desigual contra una de las mayores potencias armamentísticas mundiales como es Rusia. Es decir, para entendernos, “estamos dándole martillazos al reloj” para tener que reconocer luego que tiene arreglo o que hay que sustituirlo por otro nuevo; sólo que el arreglo o la compra del nuevo la tendremos que llevar a cabo los mismos de siempre, mientras unos cuantos (entre tráfico de armas y unas cuantas miserias más) se “pondrán las botas” una vez más y como ha ocurrido siempre que la economía se inventa una guerra. Fácil reiterar el dicho del Roto en una de sus viñetas: “armas para las guerras, guerras para las armas. El negocio perfecto”. Y para el resto del mundo, para los de a pie, que sufrirán las consecuencias del desbarajuste, un aumento asegurado de eso que señala así mismo El Roto en otra de sus viñetas: “Después del Paleolítico y del Neolítico llegó el Ansiolítico, o edad moderna”. Sí, con toda seguridad, cuando termine esta desigual guerra (que un presidente, rozando la gilipollez -propia de sus actuaciones en las tablas-, aún piensa que puede ganar, y que tiene gente de Cargos muy Altos que lo secundan porque son más “eso”  que él mismo), habrá muchos millones de personas más que tendrán que recurrir a los ansiolíticos para sobrellevar la maldita carga que se les vendrá encima.  

En una carta abierta dirigida al Presidente el Gobierno por un humilde concejal de un pequeño pueblo de Ávila, llamado Francisco J. Gordo, éste le dice al Sr. Pedro Sánchez, entre otras muchas cosas, lo siguiente: “a la luz de los últimos acontecimientos acaecidos en Ucrania con respecto a la guerra en el Este con Rusia, España ha tomado una serie de decisiones que a sus representados les deja mucho que desear. Decisiones que repercuten en nuestro país tomadas sin haber sido autorizadas por las Cámaras de representación correspondiente. La arbitrariedad de sus decisiones en función del sol que más calienta nos repercute y condiciona en nuestro día a día metiéndonos en una guerra que nadie ha pedido. La guerra de Ucrania es un tema complejo y desde arriba se ha decidido  a razón de lo que diga la OTAN, que al fin de cuentas es lo que diga EEUU. Esto significa que la dejadez de este Gobierno de la Nación está permitiendo que EEUU en primera instancia y la OTAN como guinda del pastel, nos reste soberanía propia. Es por ello que, si desde arriba nadie le está parando los pies en esta debacle, sino que le está alentando a continuar hacia una presumible Tercera Guerra Mundial en la que nos va a involucrar a todos, pues de alguna forma habrá que parar esto. Así que si no es desde arriba, tendrá que ser desde abajo. Como Concejal le desautorizo en las siguientes decisiones que está tomando en nombre de todos pese a no tenernos en cuenta, obviando, una vez más, eso que dijo William E. Borah: “Lo más maravilloso de la historia es la paciencia con que hombres y mujeres se someten a las cargas innecesarias con que sus gobiernos les abruman”:

Desautorizo el envío de armamento por parte de España a la zona de combate. Ya que esto tan sólo lleva a persistir en el conflicto y por consiguiente en el número de muertes. Más aún cuando las armas son repartidas a la población, que es obligada a combatir. Y también, acaba este armamento (pagado por nuestro erario público) en manos de grupos neonazis que hacen un mal uso de estas armas (como si se pudiera hacer un buen uso). Puesto que suponen una grave amenaza para la población civil de la zona. Es decir, los propios ucranianos, asesinan civiles desarmados (también ucranianos) con armas españolas, pagadas por todos nosotros.

Por medios alternativos podemos llegar a ver las atrocidades que están haciendo los soldados ucranianos a su propio pueblo. Como atarles a los postes o a los árboles, desnudarles y azotarles públicamente para mayor escarnio. Dejándoles a su suerte atados y envueltos en posición vertical para que se les coagule la sangre y sufran hasta el límite. Pero también, cualquier vecino puede encontrar en redes (lo publican los propios ucranianos que lo perpetran) cómo vejan, rapan o queman el pelo, patean y asesinan ante las cámaras, no sin antes haciendo lo indecible gracias a las armas españolas.

Llevan casi una década haciendo lo mismo bajo su silencio, al menos ahora que no se haga en nuestro nombre.

Desautorizo la censura que se está cebando desde Europa hacia los medios rusos, ya que se está creando un pensamiento único a través de los medios de propaganda bélica. Creando un caldo de cultivo que sólo nos lleva a la aceptación de una masacre a nivel europeo y sin precedentes. Nos toman como si fuéramos un rebaño sin capacidad crítica para poder ver ambas versiones del conflicto y tomar una visión propia al respecto. Es tan sólo una falta de respeto a nuestra población. 

EEUU se está aprovechando de nuestra posición para utilizarnos de parapeto. Ya lo dijo ante la Presidenta de la UE: “Cortar el gas ruso dañará a Europa, pero es un precio que estoy dispuesto a pagar” expuso el Presidente de EEUU Joe Biden. Sobreentendiéndose que efectivamente somos una mera colonia más del imperialismo estadounidense. La guerra fría tan sólo se ha sofisticado  mientras seguíamos con nuestras alienadas vidas pensando que estábamos en paz. La paz tan sólo es el desconocimiento del pueblo ante los designios de los gobiernos.

No sólo está poniendo a España en el punto de mira ruso cada vez que la OTAN utiliza los puestos de inteligencia ubicados en nuestro territorio para servir a Ucrania, sino que nos ha metido en el ojo del huracán de una guerra de intereses puramente económicos. Una guerra económica cuyas bajas están entre nuestros vecinos, nuestros allegados y nosotros mismos. La clase trabajadora siempre paga con su sudor o con su sangre.

Cualquier movimiento que hagan en nuestro nombre, nos resta soberanía como nación. Ahora sólo somos un peón más en este tablero al que nunca debimos pertenecer.

Y termina el humilde, pero más que claro, Concejal: De la misma forma que como cargo público me debo a mis representados, Vd. Como Presidente de la Nación, se debe a todos los habitantes de la misma. Por lo que si desde arriba le ordenan seguir adelante con esta guerra, cuya integridad de nuestros habitantes ponen en riesgo bajo su constante sumisión; al menos, contará y quedará patente con mi humilde desautorización en nombre de mis respetables representados. Dicho lo dicho: “Si la intromisión de España en esta guerra no se frena desde arriba, debe frenarse desde abajo”.

Lástima que como este humilde Concejal haya muy poquitos en este país… los justitos, el resto vive para el clientelismo, la sumisión y el adoctrinamiento. ¡Gracias Concejal!