EXIMIR
DE LOS TRIBUTOS
En esta “Democracia” española -que no es
tal, de eso no hay duda- plagada, como estamos viendo a diario, de políticos
corruptos que, a su vez, como no puede ser de otro modo, hacen que también lo
sean casi todos los mandamases de los grandes lobbies del país (los accionistas
chitón mientras se repartan beneficios) y muchos empresarios de las PYMES y Autónomos (éstos últimos, los menos), hay
varios delitos con los que los medios de comunicación nos “alegran” el inicio
de cada día. Salvo, claro está, que no ocurra un fallecimiento como el de la
Sra. Barberá (q.e.p.d.) o algún otro personaje político importante y ocupe
todas las portadas. Raro es que no aparezca cada mañana un nuevo caso de
Prevaricación, Tráfico de Influencias, Infracciones Urbanísticas, etc. Hoy leo
en E.P. (escrito de DS/Política) que en la CCAA presidida por la socialistas
-lo de socialistas es un decir, como todos sabemos- Susana Díaz, o sea,
Andalucía, la buena Sra. tiene en su “restaurante político” algo así como “un
revuelto de la casa” con familiares, amigos y compañeros suyos y de altos
cargos, amén de los correspondientes clientelistas, “mamando” de la teta de la
Administración en la que han entrado por arte de birlibirloque. Familiares de
D. Felipe González como Juan María González Mejías (un “trabajador fantasma”) o
María Antonia Rodríguez Márquez (que es coordinadora de Área en la agencia IDEA,
la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía y que ocupó puestos
de dirección tales como subdirectora de Recursos Humanos y Servicios Generales,
jefa del departamento de IFA, directora de gabinete y técnica de Egmasa y
técnica de Recursos Humanos en la Sociedad Estatal Expo’92.) forman,
con el resto de “enchufados” (ver escrito en E.P.), un grupo muy nutrido de
personas con un gran salario (no el de los trabajadores extremeños) y enormes
privilegios junto a los incontables de las también incontables empresas
públicas, fundaciones e Institutos que predominan en dicha CCAA a la que su
Presidenta quiere poner como ejemplo de gestión para un futuro Gobierno del
País. ¡Qué Dios nos coja confesados si llega ese momento! Servidor,
seguro, pide asilo político aunque sea en Chipre.
¿Qué se puede hacer para evitar tanta
podredumbre? Muy poco, por no decir nada. Lo dicho y el clientelismo intentarán
meternos como sea el “sapo”. Y si no, al tiempo.
Pero, el gran fraude a la Democracia, a
esta “Democracia”, no es sólo de los casos antes citados, que también. Para mí,
el peor enemigo de una política sana está en la exención deliberada de los
impuestos por parte, fundamentalmente, de los Alcaldes. La gente a la que no se
le pide que contribuyan como los demás,
hacen buena la famosa frase de Groucho Marx sobre sus principios. Es decir,
olvidan éstos, olvidan su ideología, a la hora de emitir su sufragio y votan,
aunque sea un miserable, al candidato que les ha favorecido no exigiéndole este
o aquel impuesto…, sobre todo, la famosa Contribución. Da igual ser de
izquierdas, de derechas, del centro (¡vaya churro!), socialistas, comunistas o
fascistas, la exención de impuestos, el perdón de los tributos, puede con todo.
Más en estos tiempos de carencias generalizadas.
Y, por supuesto que con la
Prevaricación, el Tráfico de Influencias, las Infracciones Urbanísticas, etc.,
se consiguen muchos votos (y fondos para las campañas electorales), pero no los
suficientes para lograr casi siempre MAYORÍA ABSOLUTA. Sólo hay que darse una
vuelta por la mayor parte de las poblaciones y veremos cómo sus Alcaldes han
pasado más de 20 años en la poltrona municipal por regla general. Eso sólo se
consigue con los “perdones”, no cabe la menor duda. Hay quien asegura que cada
“perdón” supone una media de ¡nueve votos!
Si se pudiera echar la cuenta -o se
quisiera- de todos los Pueblos y Ciudades de España, este fraude encubierto
para poner a su favor los resultados electorales del que nadie habla, pero que
está ahí vivito y coleando, supondría para el Erario tanto o más dinero que el
que se recaudaría corrigiendo el conocido fraude fiscal o la economía
sumergida. Sin que, obviamente, haya que olvidar dichos fraudes. Y, por
supuesto, los resultados electorales serían muy distintos a los que son ahora:
¡se acabarían las mayorías absolutas!
Para acabar. Como no me gusta hablar por
hablar, les diré que en este pueblo en el que vivo, CASTUERA, en los últimos
¿diez, quince años, quizás?, para el caso igual da, se han perdido, hemos
perdido los ciudadanos, la friolera de cerca de ¡dos millones de euros! que se
han “perdonado” en su mayoría a gente que bien podía pagar; entre ellos está,
lo repito una vez más, la Contribución de la casa donde vive el Alcalde (sin
pagar desde el 2007 al 2012, que se sepa) y una plusvalía de más de 3.000 € que
los populares encontraron en un cajón del Ayuntamiento suya o de una familiar
que, no sabemos por qué, ha prescrito sin cobrarse. Y en los próximos años, al
parecer, van a quitarse de los apuntes contables del Ayuntamiento otros ¡dos o
tres millones de euros! que, obviamente, no se han podido cobrar…, o, pudiera
ser, no se han querido cobrar.
23/11/16