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miércoles, 11 de enero de 2017

11/01/17 ¡PENSIONISTAS!: ¡INSUMISIÓN!


¡PENSIONISTAS!: ¡INSUMISIÓN!

 Un escritor  de reconocida capacidad de análisis sobre cualquier situación actual dijo en una ocasión: “En España todo el mundo se pregunta qué va a pasar; y casi nadie se hace la pregunta de qué vamos a hacer”. En el caso de los pensionistas, lo deberíamos tener claro  -yo, que lo soy, sí lo tengo- y ya, sin más dilación, recurrir a la “insumisión fiscal” por muy fuerte que las dos palabras parezcan. Y aunque Quevedo dijera: “La mejor señal de ser bueno es ni temer ni deber, y la mayor de la maldad es ni temer ni pagar”, y eso sea muy acertado, por una vez le vamos a llevar la contraria abrumados por las truhanerías.  Eso sí, sino todos (pues unos cuantos de millones tienen una pensión más que decente; en casos, incluso sin haber hecho mérito alguno que no sea haber politiqueado durante un pequeño periodo de tiempo inferior a diez años), cuando menos, los más de ¡cinco millones! que ni tan siquiera llegan al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) después de cuarenta años cotizando en su mayoría, caso también de gran cantidad de trabajadores autónomos. Por supuesto, todos, o la inmensa mayoría, habiendo pasado su vida laboral trabajando de sol a sol y sin haber podido disfrutar unas buenas vacaciones hasta la llegada del INSERSO, y con el hándicap añadido ahora de tener que “ayudar” de múltiples maneras a sus hijos y nietos victimas del descarado capitalismo neoliberal que en media  (más bien en casi toda) la UE Europa se aplica rigurosamente para birlar sus futuras pensiones. Claramente, no obstante, no hay derecho a que nuestras pensiones sean totalmente ridículas comparadas con las del resto de países de la UE de nuestro entorno (las de los extremeños, los Guinness de todo lo que huela a vileza, más que ridículas, indignantes). Y si encima hay dudas sobre si las podremos cobrar los próximos años, pues ¡el acabose! Aunque claro, para curarse en salud, el Gobierno dice que compensará el vaciado de la hucha de las pensiones con Deuda Pública. Pero, los ciudadanos todos, nos preguntamos si llegará el momento en el que los intereses de esa Deuda Pública, que ya supera el PIB (¡más de un billón trescientos mil millones de euros!), se hagan insoportables y nos obliguen a solicitar otro RESCATE como el que pedimos para la Banca, que no lo olvide nadie, vamos a pagar entre todos los contribuyentes digan lo que digan los políticos de una y otra ideología (la misma en términos financieros…, y en lo demás) y que, al parecer, ha ascendido, por lo cuantificado actualmente, a más de ¡sesenta mil setecientos millones de euros! Por tanto, lo que teníamos que hacer es “irnos”, o lo que es lo mismo en este caso, declararnos insumisos fiscales sin más ni más: ¡Lucha sin  cuartel!, ¡insumisión fiscal! Los dineros debajo del baldosín. Los Bancos, con lo que les presta el Gobierno con nuestros impuestos, a pagar tarde mal y nunca, no necesitan de nosotros en absoluto, y sólo tienen que ocuparse de las condonaciones de los créditos a ciertas agrupaciones políticas para que les sigan “prestando” lo que les haga falta; y si no tienen bastante seguirán disponiendo de la usura permitida y del fraude fiscal de más de ¡90.000 millones de euros anuales!, la mayoría suyos a través del impuesto de Sociedades que, sabido es, reducen del 30% de los beneficios al 4% más o menos (casi mejor operar aquí que en las Islas Vírgenes…, es un decir). Y los bienes inmobiliarios (el que tenga alguno sin hipotecar, cosa más que rara) cedidos en usufructo y punto final. De la mísera pensión, aunque quieran, nada nos pueden embargar; porque sólo se puede embargar de ella (que hablen los juristas) una cantidad (creo que es el 30%  de lo que supere el SMI), que en el caso de los cinco millones citados es, irrecusablemente: Cero patatero.

Por citar un impuesto para echar al “carajo”: Con el IBI, por ejemplo, hacemos como los dueños de la vivienda (familiares se supone) donde reside el actual Alcalde de CASTUERA (un forastero) que han estado, que se sepa, desde el 2007 al 2012 sin abonarlo (cada cuatro años, si no se ha podido cobrar, prescribe); y, no conformes, se han ahorrado una plusvalía de más de 3.000 Euros, escondida en un cajón del Ayuntamiento, hasta que ha prescrito o nadie se la ha querido cobrar en su momento. El Organismo Autónomo de Recaudación de la Diputación (OAR), que se encarga del cobro de la mayoría de los impuestos Locales de casi todos los pueblos de las Provincias como todo el mundo sabe, no embarga viviendas ni locales ni solares, etc., al parecer; sólo rastrea las cuentas bancarias y, por lo menos, en Castuera deberían empezar por la suya, ya que el IBI de su oficina ha estado sin abonarse, parecer ser, desde su construcción hasta la última revisión hace algo así como un par de años, si ahora lo abonan, que lo dudo. Lo mismo, según se cuenta entre la gente, que el de cierta Clínica-Hospital (a un paso de su desaparición según se rumorea), que funciona sin Licencia de Apertura Municipal porque no reúne los requisitos que la ley exige, que, así mismo, no ha pagado IBI, que se sepa, desde su inicio hasta la revisión antes citada de hace un par de años, y dudo, igualmente, que ahora si lo haga.  Así pues: ¡Pensionistas!, ¡sin miedo de ninguna clase!, ¡insumisión fiscal! Hay que dar un ejemplo de valentía a este atajo de filibusteros sin control que nos están expoliando sin el menor temor a base de eso que en Andalucía se ha dado en llamar “Administración paralela” (en Extremadura, Castilla La Mancha, Asturias, Etc., se supone, ocurre lo mismo o parecido) y permitiendo, como he dicho antes, toda clase de abusos financieros prestándoles además los dineros de nuestra Sanidad, nuestra Educación y nuestros Servicios Sociales que están cada día sufriendo un mayor deterioro.

lunes, 2 de enero de 2017

24/12/16 - DESPLUMATOR PEOPLE BANK


DESPLUMATOR PEOPLE BANK

(LA GENTE “DESPLUMADA” POR  LOS BANCOS)

 

Reconozco que tengo cierta animadversión por los vocablos anglosajones (no por esas gente, quede claro…, ni por la de ningún país del planeta, por supuesto) y por su utilización generalizada entre los jóvenes especialmente y por la Administraciones plagadas de horteras del país. Es raro que no nos encontremos con algún vocablo anglosajón tanto en las noticias de la TV como de cualquier medio que nos impide saber de qué va la cosa a los que no sabemos inglés…, ni tenemos ninguna intención de aprenderlo ya, preferimos seguir intentando aprender un poco mejor el castellano. De ahí que haya añadido al título, entre paréntesis, una posible traducción a nuestro idioma y, para que, al menos, con la gente que lee Extremadura Progresista la Administración (que cada día se inventa una “chorrada” anglosajona para decir algo que sería muy fácil de entender dicho incluso en castúo) no pueda llevar adelante su pretendida pretensión (valga la redundancia) de meternos ese gol de: “No saben inglés, no se enteran”, que parece ser su lema actual para el adoctrinamiento.

El titulo que empleo en este escrito está recogido de una de las viñetas de Forges, sencillamente, porque viene al pelo con lo de la famosa “clausula suelo” utilizada por la Banca y que ha sido revolcada por la justicia europea; que, ¿cómo negarse a reconocerlo?, nos ha estado “desplumando” durante muchos años con triquiñuelas de este tipo y otras peores. Pero ahora la justicia española y los gobernantes no deberían conformarse con que la Banca devuelva lo “sustraído”. Sería como perdonar a un ladrón si devuelve lo robado; pues, por esa regla de tres, todos nos haríamos ladrones y a vivir: “si me pillan, lo devuelvo y en paz y con Dios; y si no me pillan, me lo quedo y a disfrutarlo”. ¿Por qué cuanto tiempo han disfrutado los banqueros con nuestro dinero y cuántos intereses les ha supuesto lo “sustraído”? Sería muy injusto. Ahora la Banca debería ser obligada no sólo a devolver lo cobrado de más, sino a indemnizar a los clientes a los que ha estado “estafando”, pues esos dineros podrían haber servido en muchas familias para “recoser” agujeros que desde que iniciaron su hipoteca se han ido agrandando sin poder hacer nada para remediarlo. Y, por descontado, las devoluciones deben ser de oficio y sin tener que plantear ningún litigio, puesto que está tan claro que es axiomático lo que ha estado pasando y no hace falta que ningún Juez se tenga que molestar ni acarrear un trabajo excesivo y un gasto extra a la ya tan saturada Administración de Justicia. De hecho, en una primera medida judicial española tras el fallo del Tribunal europeo, una sentencia de un Juez de Oviedo, obliga ya a pagar por las “cláusulas suelo” del año 2003. Aunque, claro, el banco afectado se plantea recurrir de nuevo pese a la advertencia europea. El caso es retrasar el proceso lo que se pueda y seguir mientras “chupando” intereses.

El Gobierno (que manda menos que la Banca, eso es casi de dominio público, aquí y en toda Europa), según parece, lo único que va a hacer es aprobar un “código de buenas prácticas” para intentar  facilitar el cobro; código que, como, obviamente, será de adhesión voluntaria para la Banca (me da la risa, discúlpenme), ésta ya viene advirtiendo desde hace días que estudiará caso a caso, con lo que es de prever que su creación no supondrá un reintegro inmediato y masivo del dinero “desplumado”. “Será de adhesión voluntaria, pero si lo suscriben, su cumplimiento será obligatorio”, apuntó el ministerio (de nuevo me da la risa, dispénsenme).

No obstante, se oye que el Tribunal Supremo acelerará las sentencias. En abril había dado orden de paralizar todos los procesos hasta el dictamen del Tribunal de la UE, que ha fallado en contra de su criterio. En concreto, el pasado 12 de abril, la Sala de lo Civil del Alto Tribunal español dictó un auto en el que señalaba la “paralización de la deliberación y fallo de los recursos de casación en procedimientos contra las cláusulas suelo”. Se supone, por tanto, que en enero habrá un desbloqueo masivo de sentencias.

Lo que sí está claro es que ahora la justicia europea ha dictaminado definitivamente a favor de establecer una retroactividad total en la devolución. Y la factura para el sector financiero español en su conjunto representa más de 4.000 millones adicionales. ¿Los pondrán o se los tendremos que “prestar” entre todos los ciudadanos a pagar tarde mal y nunca como los de Bankia y los del rescate de las Cajas de Ahorro y los demás Bancos o el próximo de las Autopistas de Peaje? ¡Allá por 80.000 o 90.000 millones de euros!

Por último, como extremeño y afectado, no las tengo todas consigo. Y menos sabiendo que en esta CCAA, gobernada por los “socialistas” (entre comillas porque lo de socialistas es un decir, eso lo sabemos todos) ahora y casi siempre desde que se inicio el “churro democrático”, se le da un trato especial a la Banca: Basta con que les diga que somos (junto con Ceuta y Melilla) los únicos españoles que no podemos pedir en un Banco una simple “Hoja de Reclamación”. Si queremos reclamar algo tenemos que acudir a la Justicia ordinaria, pues la Junta de Extremadura no exige esta norma a la Banca como sí hace el resto de las Comunidades Autónomas del país. ¿Privilegios a cuenta de qué?   

En fin. En un Estado de Derecho, el “desplumator people Bank”, las estafas tan claritas como las de las “cláusulas suelo” o las de aplicar el IRPH (creo que se llama) en lugar del Euribor, que esa es otra, se tiene que ir acabando sin más ni más.      

24/12/16