LA “GUARDIA
PRETORIANA”
Lo dijo Albert
Einstein: “La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino
por las que se sientan a ver lo que pasa”. Es lo que hace el actual gobierno
del país y los gobiernos de las autonomías: sentarse a ver o que pasa. Al igual
que una gran mayoría de los ciudadanos: pasan olímpicamente de casi todo lo que
ocurre, que, dicho sea de paso, no es poco..., excepto en lo referente al
futbol, claro. Esperan hasta que la Justicia “empluma” a alguien de renombre en
los ámbitos de la política o de la gran empresa. Mientras, como el que oye llover,
siguen votando a los mismos aunque, por la prensa y los medios de comunicación
libres -muy pocos, evidentemente, en España-, se haya dejado clara la infamia
cometida o el desfalco llevado a cabo de
la manera menos escrupulosa conocida. Es como si volviéramos a la Roma
antigua, y quienes dicen lo que se debe hacer son los mandos de la Guardia
Pretoriana, que llegó a ser tan importante para Roma como lo es ahora la
Justicia para España; los emperadores, que fueron quienes la crearon para su
salvaguarda, se vieron al final superados por el poder que sus miembros más
destacados ejercían, hasta el punto de
que alguno de estos miembros llegaron a ser emperadores. Como, a mi modo de
ver, está ocurriendo en nuestro país con la Justicia: Los partidos políticos
“nombran” a los jueces más importantes de los Tribunales más Altos del Estado. Veremos
si al final, quienes dicen -como está ocurriendo ya en Cataluña- lo que hay que
hacer es lo que digan el juez tal o el juez cual. Seguro que van a salir más de
un Llarena pero con más alto rango, es decir, de cualquiera de los Altos Tribunales,
que dicte la orden o se adjudique el puesto de Gobernante. Ocurrirá en cuánto
el Ibex no encuentre algún político de su conveniencia y haya que tirar de
Justicia, de la “Guardia Pretoriana” que ahora tiene la clase política más
destacada; como, por otra parte, ocurre con las Dictaduras (la de España es una
encubierta), que, sabido es, tiene a su clase política gozando de los
privilegios más inimaginables hasta que... Es decir, puede que ocurra que la
Justicia tome el poder y la Banca sonría alegremente: Con una finca en Chile y
otra en Jaén, presumiblemente, se puede hacer entrar a más de un juez por el
aro y el latrocinio estará garantizado y sino que hable el Sr. Garzón de los
Botín y los Albertos… y con ello, la pobreza y la emigración serán el futuro de
las próximas generaciones; aunque, eso sí, tendrán que inventarse una gran
guerra (la de Siria es chica) que necesite luego de una gran reconstrucción
como pasó con la actual Alemania.
En fin, ¿a
cuántos políticos Altos Cargos -y menos Altos- ha salvado algún juez de ir a la
trena? ¿Cuántas vergüenzas se están tapando en Madrid, Valencia, Andalucía,
etc., etc.? Qué lástima, uno de los pilares del Estado, quizás el más
importante, la Justicia, en manos de cuatro matreros y de miles de rufianes;
que puede, sólo puede, que les azote algún día el efecto “boomerang” y ésta, su
“Guardia Pretoriana”, los ajusticie sin piedad. Merecido lo tienen ya.
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