28/06/18 ¡POLÍTICA LADRONA!

¡POLÍTICA LADRONA!

 La verdad es que me cuesta un poco afirmar ¡político ladrón!, que  es en realidad como se debería titular este escrito. Porque, obviamente, la política en sí no es ladrona, los ladrones son los que la practican, los que se benefician de ella, los políticos en general. Pero lo cierto también es que la política conlleva, eso no lo duda nadie ya, al menos en este país, el latrocinio inmerso en sus entrañas. Pues, aunque la política se defina como el arte supremo de la demagogia, lo verdadero es que no es sólo eso sino el medio más asequible para vivir sin trabajar o haciéndolo con un Cardhu en una mano y la otra presta para lo que llegue; y claro, terminar, como mínimo, teniendo un capitalito para la jubilación y para las generaciones posteriores. En España, el político sólo abandona cuando lo echan a patadas o le señalan cualquier imputación judicial que es algo en lo que están inmersos la mayoría por no decir todos…, aunque puede que haya alguno que sea honrado, pero a servidor le cuesta admitirlo, por lo menos en la actualidad. Sería un verdadero genio (caso de Churchill, por ejemplo) y entonces se le podría identificar por el signo de que todos los necios se habrían conjurado contra él como, muy acertadamente, dijo el satírico Jonathan Swift. Teníamos la ilusión de que pudiera ocurrir con Pablo Iglesias (como sucedió en los primeros años de mandato de Felipe González), pero está claro que, aunque se han conjurado muchos medios de comunicación contra él y muchos articulistas de plumas pagadas, no ha resultado ser lo que esperábamos. Rotas, una vez más, las esperanzas. ¡Qué país!

No obstante, como a todo hay quien gane, les voy a reseñar las “hazañas” de un político (lo de político es por no llamarlo otra cosa aún peor) que tenemos los de Castuera más a mano. Sin que nadie olvide que la mayoría es poco más o menos desde tiempos inmemoriales en esta tierra nuestra, donde, paradójicamente, a pesar de “nacer los Dioses” no han “iluminado” a nadie que políticamente pueda ser considerado medianamente aceptable…, y, obviamente, por eso somos la última sardina de la banasta en casi todas las facetas de lo social y lo económico.

Nuestro querido Alcalde actual (el anterior fue, con perdón, perrero), según se informa en una página del Facebook llamada “mis cacicadas favoritas”, está denunciado (y por algunas denuncias imputado) por todos estos presuntos delitos: “Urbanísticos” (según el Código Penal de uno a cinco años de prisión); “Prevaricación” (de tres a seis años de prisión); “Tráfico de Influencias” (de seis meses a dos años de prisión); “Falsedad Documental” (de tres a seis años de prisión); “Malversación de Caudales Públicos” (de dos a seis años de prisión); “Nombramientos Ilegales” (de uno a tres años de prisión). A los que, seguro, hay quien está tratando de añadir algunos más. Pero eso será o no será, si se cuentan los que aparecen en algún que otro Contencioso-Administrativo presto a resolverse ya mismo. ¡Vamos!, que, si sigue así, este fenómeno de la política, puede batir a un colega de Don Benito (PP) que durante sus mandatos acumuló ¡24 pleitos! Y, no se sorprendan, pues según tengo entendido: ¡los  ganó todos! Qué prodigio de político, ¿no? ¿Será este Alcalde igual? ¿Será, quizás, uno de esos genios de Jonathan Swift? La Justicia -si a mano viene- nos lo aclarará.