CRECER O ATASCARSE
Para empezar los
electores gozamos del sagrado privilegio de votar por un candidato que
eligieron otros, que dijo Ambrose Bierce (periodista, escritor y satírico
estadounidense) dando, así mismo, en el centro de la diana. Y, evidentemente,
partiendo de esa base, todo lo demás huelga que no podrá ser otra cosa que no
sea atascarse en lugar de crecer. Aunque, sí hay quien crece mientras los demás
se atascan: Cinco toreros tienen finca en Extremadura; los latifundistas hacen
su agosto cada año con la PAC y con la Junta y sus “ayudas”; los políticos
ganan de sueldo como si hicieran algo más que el conocido deporte de la “barra
fija”, y son la tira; y, para no explayarme, el Sr. de los Hierros (con la
ayuda de su sobrino, líder socialista desde que era niño), presumiblemente,
engulle todo lo que pueda suponer algún dispensado beneficio.
Quizás, servidor
se pase con sus críticas, pero es que aquí sólo hay una forma de que la gente
se ponga las pilas. Lo que dijo Albert Camus: “La capacidad de atención del
hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación”.
Miren, unos cuantos apuntes sin ánimo de incordiar demasiado, porque para ello
me haría falta el periódico entero: “Después de 35 años de régimen, más
caciquil que otra cosa pues sino no ocurriría, el 38% de la población
extremeña, ¡416.279 personas!, son pobres”; “un 47,5% de los hogares extremeños
no tiene capacidad para afrontar algún gasto imprevisto y el 11,1% no llega a
fin de mes”; “del año 2.016 al año 2.017 la tasa de pobreza ha aumentado nada
menos que ¡8,4 puntos!”; “estando tanta gente en la pobreza relativa y mucha
cerca de la pobreza extrema, el número de millonarios ha subido un 70%”; “el
extremeño es uno de los territorios donde las diferencias sociales están
aumentando desde hace ¡30 años! y eso todavía no ha creado un cultivo
suficiente de insatisfacción debido al también bajo nivel cultural y educacional
que tenemos”. En fin, que los dos partidos que nos han gobernado casi todos los
40 años de democracia (aunque llamar democracia a esto sea algo probablemente
muy cercano a la injuria) han sido para Extremadura como si por ella hubiera
pasado el caballo de Atila. Y claro, el caciquismo se instaura, mantiene o
prospera en territorios tradicionalmente pobres, dominados por la miseria, la
ignorancia, la incultura, la falta de solidaridad, la escasa vertebración
social, la represión, la discriminación y la injusticia. Todo es caldo de
cultivo donde nacen y crecen los caciques sin escrúpulos que compran voluntades
y votos con dinero público a costa de sacrificar el bienestar general y el
crecimiento económico que, obviamente, no les interesa porque supondría su
extinción.
Y ahora, con el
Presidente Sánchez, relucen las señas de identidad de más de un socialista de
los que no lo son: clientelismo, enchufismo, nepotismo, favoritismo…, etc.,
etc.
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