14/08/18 - BILDERBERG: ALGO MÁS QUE UN CLUB

BILDERBERG: ALGO MÁS QUE UN CLUB

 Es el Club más selecto del mundo. Se dice que, realmente, “es el Gobierno del mundo en la sombra”. Para los ciudadanos de a pie -caso de un servidor- es algo así como una aporía, algo que contiene una inviabilidad de orden racional. Pero lo cierto es que existe, está ahí, vivito y coleando. Cada año se reúne durante unos días en un lugar escrupulosamente escogido, y a sus reuniones asiste un número indeterminado de gente: Financieros, banqueros y fondos de inversión; Ministros, políticos y sector Defensa; Monarquías; Corporaciones; Entidades supranacionales, Think Tank, Fundaciones y ONG; Medios de comunicación, intelectuales y escritores; Universidades, educación y ciencia; Inteligencia artificial; etc. Además, de un número de invitados (a servidor, curiosamente, no lo han invitado nunca hasta la fecha) que, así mismo, se presupone que en el futuro serán “alguien” o tendrán “algo” que decir, o que ya han mostrado sus habilidades y martingalas sobre el dinero (incluido el fiduciario) de manera destacada.

Seguramente, si uno pudiera pertenecer a este Club, no diría lo mismo que dijo Groucho Marx (“jamás pertenecería a un Club que me admitiera como socio”), pues imagínense lo que se puede “cocer” en sus “fogones”. Por cierto, y chocantemente, en la última reunión estaba invitado Pablo Casado pero fue cambiado por Soraya Sáenz de Santamaría a última hora. ¿Error?, lo sabremos pronto, en el momento que comprobemos lo que dura el “chavalito” entre las manos de tantos antediluvianos  intoxicados del mundo del dinero. Pues, “quien hace escala en Bilderberg ya ha llegado”, publicó años atrás The Economist. Y el Club es un juego psicológico complejo donde los amigos y los enemigos son los mismos.

En fin, que la única cosa que respeta el poder es el poder, y le ocurre, según Antonio Gala, como al nogal: “que no deja crecer nada a su sombra”. De modo que, “el poder más peligroso es el del que manda (el Club Bilderberg) pero no gobierna”, que señaló Gonzalo Torrente Ballester.

Por último, añadir dos apuntes: El primero, “contar con el dinero para financiar las campañas electorales y tener a la prensa internacional de tu parte son dos pilares no solo esenciales sino necesarios para todo político que aspire a gobernar un país, pues Bilderberg no es solo un foro sino una de las más influyentes estructuras de poder fáctico de Occidente”; y Segundo, según dijo, hace más de una década, a un periodista londinense uno de los fundadores de Bilderberg, el británico Denis Healey, “decir que estábamos luchando por un gobierno mundial es exagerado, pero no del todo injusto, en Bilderberg sentíamos que no podríamos continuar peleando entre nosotros y matar personas y dejar a miles sin hogar, por lo que pensamos que una sola comunidad en todo el mundo sería algo bueno”.

Después de 66 años, ya pueden darse cuenta de que no fue una buena idea, porque siguen matando por imponer su control en todo el mundo. ¿Cuántas vidas y sufrimientos han costado ya su proyecto? ¿Cuántas más van a costar? Por cierto, y acabo, la Sra. Ana Patricia Botín (Presidenta del Banco Santander) ha sustituido a Juan Luis Cebrián (¿lo conocen?) como miembro del Comité Directivo que es quien selecciona a los invitados. ¡Ahí es nada!