Wikipedia

Resultados de la búsqueda

jueves, 27 de diciembre de 2018

27/12/18 - ¡QUÉ DESASTRE DE PAÍS!


¡QUÉ DESASTRE DE PAÍS!

Disculpen que utilice una vez más para iniciar este escrito una viñeta del Roto, pero soy un asiduo lector de éste, para mí, genial dibujante irónico. Le decía una Sra. al taxista que la trasladaba: “¡Qué desastre de país! ¡¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí?! Pues Vd. en taxi, Señora”. Es lo que está ocurriendo en España, a mi parecer, desde que empezó la democracia: los de siempre siguen viajando en taxi o en algún coche de los llamados de alta gama y los curritos y sus familiares viéndoselas para poderlo hacer en los transportes públicos (metro, autobús, tranvía, etc.) o en un viejo coche de más de once años. Y si vive en una gran ciudad utilizando los trenes de cercanías. Siempre suponiendo que la “ciudad” no sea de nuestra querida Extremadura, donde dicen que nacen los dioses (que quizás sea cierto, pero se preocupan poco por su tierra), en la que, como ya sabe toda España, el tren es un medio de desplazamiento del pleistoceno y, obviamente, lo más lejos que te puede trasladar es a algún erial perdido en alguna llanura o alguna dehesa donde sólo hay bellotas, verracos y algún que otro borrego; y en donde, como no puede ser de otra forma, se quedará averiado.  

Efectivamente, somos un auténtico desastre de país. Si hacemos la comparación con cualquiera de los países de la OCDE, a la que pertenecemos como uno más de los desarrollados, podemos comprobar cómo en cualquier faceta de Estado (Económica, Social, Sanitaria, Educativa, de Transportes, Judicial, de Desigualdades de todo tipo, de Trabajo y Salarios, Sindical, Etc., Etc.) los españoles somos su mayor vergüenza. Aquí, la política aplicada desde que se inició la democracia -al igual que lo era antes con la dictadura- sólo ha servido para que el Establishment haga su agosto y para que la clase dirigente (una casta, con perdón, podrida totalmente), todos los gerifaltes desde el menor al mayor, pasen a ser auténticos portentos económicos que han convertido el país “in partibus infidelium” y lo han llenado de espurios a base de crear entre la población eso que antes se llamaba “behetría” para esconder su latrocinio a base de aplicar refranes como, por ejemplo, estos cuantos: “Abierto el cajón, convidado está el ladrón”, o, “alaba al ignorante y hazle bailar; si no es tonto, tonto lo harás terminar”, o, “Alcalá de Henares, donde tres cosas son dos pares”, o este otro, “al más charrán, paga le dan”, y uno más, “al miserable y al pobre todo le cuesta el doble”. En fin, ha pasado en todo este tiempo, que ellos llaman democrático, algo así como lo señalado por D. Jacinto Benavente: “Las personas inteligentes y prácticas sólo hacen el mal que les conviene. Dios nos libre de las personas de pocos alcances que hacen el mal aunque no les convenga”. O sea, “quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por dinero”, que dijo un tal Edme-Pierre Beauchêne.

De modo que, para terminar, en nuestro país sólo hay que ver lo que está ocurriendo en Andalucía y Cataluña, y todo lo que ha ocurrido en la mayor parte de los más de ocho mil pueblos, para comprobar el desastre que somos, que han sido nuestros ilustres políticos, que emulando a Walter Chrysler han aplicado su dogma: “cuando debo asignar una tarea pesada se la doy a un perezoso; seguro que hallará una manera fácil de llevarla a cabo”. Y así nos ha ido.           

jueves, 20 de diciembre de 2018

20/12/18 - LOS PENSIONISTAS Y "EL EFECTO MATEO"


LOS PENSIONISTAS Y “EL EFECTO MATEO”

Según he podido saber por un periódico digital, la irrupción de un nuevo partido político dirigido a los pensionistas se prepara con la máxima discreción. Se llama Partido de Jubilados y Pensionistas de España (PJPE) y está auspiciado por médicos, abogados y algún magistrado. Entre sus propuestas -las primeras, claro- destaca que los jubilados dejen de pagar el IRPF y eliminar los sueldos vitalicios a los políticos. Las pensiones son consideradas rendimientos de trabajo y, por tanto, están sujetas a impuestos; y, por otra parte, España es de los pocos países del mundo desarrollado que paga a sus ex Presidentes y ex Ministros después de dejar su cargo, las pensiones a políticos son poco comunes en Europa.

Fuentes de Interior confirman que el PJPE acaba de ser inscrito en el registro de partidos políticos del Ministerio y que la Dirección General de Política Interior dictó la resolución de inscripción el pasado 29 de septiembre. O sea, ya están ahí y quieren captar el voto de ¡diez millones de votantes!, pues, como es bien sabido, entre los pensionistas hay pocas o muy pocas abstenciones. Tras su “letargo” han llegado a la conclusión de que, ni la oposición ni el propio Gobierno de Pedro Sánchez, han sido capaces de aportar soluciones concretas para evitar el empobrecimiento al que se enfrentan los mayores de 65 años (en regiones como Extremadura en la mayoría de los casos), o atajar el alarmante déficit de la Seguridad Social.

Tal y como están las cosas en nuestro querido país, caminamos hacia muchas desigualdades sin contar las que ya padecemos; y una, como explica J. Estefanía, es la de oportunidades, que califica de la más lacerante y que afecta más a las pensiones: cuando el bienestar de una persona depende más de la renta y la riqueza de sus antecesores que de su propio esfuerzo. Y cuando ocurre lo que el sociólogo Robert Merton denominó “el efecto Mateo” en el año 1968: “al que tiene más, más se le dará, y al que menos se le quitará para dárselo al más poderoso”. Esto es, una intensa redistribución de la renta, la riqueza y el poder en sentido inverso. De tal modo que el politólogo mexicano Jesús Silva Herzog ha establecido un símil muy acertado: “democracia y liberalismo es hoy un matrimonio de conveniencia, pero no hay amor entre ellos”.

En definitiva: engaños, artimañas, y muchas más argucias siempre a costa de los mismos. Y los ahora pensionistas, que son los mismos que en el año 1978 votaron esa tan cacareada Constitución y se manifestaban en las calles por sus derechos, han vuelto a salir de sus casas (los que no la han perdido por la desfachatez bancaria o del miserable capitalismo protegido por los gobiernos), aunque esta vez como si fuera una estampida de esos búfalos de las películas del oeste y sin límite para volver a encerrarse en ellas. Porque, sencillamente, no hay derecho a que políticos como el ex presidente Ibarra, que se dice socialista (¡6.000 euros mes de pensión desde el año 2007!), o el ex Presidente del Gobierno, también, por supuesto, socialista, D. Felipe González Márquez (desde 1996 se ha embolsado la friolera de ¡1.886.344 euros!) hayan dado lugar a que en sus respectivas regiones se cobren las peores pensiones del país y estén inundadas (de eso hablaremos otro día) de clientelismo camuflado en las empresas públicas, fundaciones y consorcios dependientes de esas CCAA que han sido y son feudos socialistas.

lunes, 17 de diciembre de 2018

17/12/18 - CÓMO EL TEMA NACIONAL OCULTA EL DRAMA SOCIAL: LAS ELECCIONES ANDALUZAS


Por recomendación del profesor Vicenç Navarro, y por tanto autorizado por él mismo, reproduzco en mi blogger uno de sus últimos escritos para que se sepa la verdad de lo que está pasando en nuestro país. Disfrútenlo.  
CÓMO EL TEMA NACIONAL OCULTA EL DRAMA SOCIAL: LAS ELECCIONES ANDALUZAS

Vicenç Navarro

Catedrático Emérito de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, Universitat Pompeu Fabra

He documentado extensamente (ver Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015, y “La enorme crisis social creada por las políticas neoliberales de los gobiernos españoles y catalanes”, Público, 27.11.18) el enorme drama social que existe en España, sin precedentes en el periodo democrático. La calidad de vida y el bienestar de la población, y muy en especial de las clases populares, están siendo afectados muy negativamente por tal crisis, ignorada en su mayor parte por el establishment político del país y por sus mayores medios de información, que centran su atención en las tensiones interterritoriales derivadas del no resuelto tema nacional.

Las dimensiones y consecuencias de tal crisis social son muchas y sus causas son fáciles de ver. En lugar prominente están las reformas laborales que han creado un gran deterioro del mercado laboral, y los recortes del gasto público social durante la Gran Recesión que han empobrecido de una manera muy marcada los servicios públicos del Estado del Bienestar (sanidad, educación, servicios sociales, vivienda social y servicios domiciliarios, entre otros), que ya estaban entre los menos financiados de la UE-15 (el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo al de España) antes de que se iniciara la crisis (España se gastaba entonces 60.000 millones de euros menos de lo que debería haberse gastado en tales servicios por el nivel económico que tenía).

Y los responsables de tales políticas públicas son también conocidos: el gobierno del PSOE, liderado por el Sr. Zapatero, inició esas políticas de clara tendencia neoliberal, las cuales fueron expandidas más tarde por el gobierno Rajoy, apoyado por el partido Ciudadanos, liderado por el Sr. Rivera. En Catalunya fueron los gobiernos de la Generalitat liderados por el Sr. Mas y más tarde por el Sr. Puigdemónt (cuando Convergencia Democrática de Catalunya se transformó en el PDeCAT), con la ayuda primero de Unió Democrática de Catalunya y más tarde de ERC, los que apoyaron y llevaron a cabo tales políticas.

La crisis continúa y no se ha resuelto.

Y aun cuando el establishment político y mediático español está promocionando la percepción de que la crisis se ha resuelto, los datos muestran la falsedad de tal postura. Solo hace unos días el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) presentó los datos de empleo y paro registrado, mostrando la pervivencia y continuidad de la precariedad, una de las principales características del mercado de trabajo español, facilitada por las reformas laborales aprobadas. Los contratos indefinidos representaron solo el 10% de todos los nuevos contratos producidos, y de estos indefinidos, el 30% lo fueron a tiempo parciales. Y por si no fuera poco, el 26% de todos los contratos tienen una duración menor a siete días, cuando hace diez años estos contratos solo representaban el 14% del total. Esta precariedad quiere decir salarios bajos y peores condiciones de trabajo, no solo para los afectados sino también para la mayoría de los trabajadores, pues establece un clima y una cultura de inestabilidad que crea una gran inseguridad en la mayoría de la clase trabajadora.

Estos datos son sistemáticamente ignorados por el establishment político-mediático del país, que continúa mostrando el crecimiento del empleo como un indicador de la supuesta recuperación y resolución del tema social. Pero lo que tal argumento ignora es que la EPA (la Encuesta de Población Activa del Estado), en su reciente informe sobre la población empleada, señala que todavía falta por recuperar el 30% del empleo destruido desde 2007, el año del inicio de la crisis. En realidad, el desempleo continúa siendo de los más elevados en la UE-15. Y, reflejando no solo el clasismo sino también el machismo existente en la sociedad española, los indicadores del deterioro del mercado laboral son incluso más acentuados entre las mujeres.

Los recortes que han deteriorado el bienestar de las clases populares.

Los recortes del gasto público han ocurrido en cada uno de los componentes del que ya era un sub-financiado Estado del Bienestar, lo que ha significado un gran descenso de la cantidad y calidad de tales servicios, con una reducción marcada del personal que trabaja en ellos. Las huelgas y manifestaciones de los trabajadores de tales servicios son la tónica general en una agitación social que se está expandiendo a lo largo del territorio español, sin que haya habido una gran cobertura mediática, agitación que ha sido especialmente acentuada en Catalunya, donde los recortes del gasto público realizados por los gobiernos independentistas presididos por el Sr. Mas y Puigdemont (y ahora Torra) han sido especialmente acentuados. Predeciblemente, el portavoz de Junts per Catalunya (la antigua Convergencia), el Sr. Eduard Pujol, se refirió a la resolución de los problemas creados por tales recortes como un tema no esencial –y por lo tanto secundario– frente al objetivo del gobierno catalán de conseguir la secesión de España. Hay que subrayar que el partido hegemónico en la coalición del gobierno independentista catalán apoyó en las Cortes Españolas la mayoría de leyes (reforma laboral y recortes) propuestas por los partidos gobernantes en España (es el caso de la reforma laboral de 2012, de la ley de estabilidad presupuestaria del mismo año o del decreto de recortes, también de 2012, todos ellos apoyados por este partido).

En España continúan habiendo clases sociales y el deterioro del bienestar de las clases populares se ha hecho a costa de la enorme concentración de la riqueza y de los ingresos por parte de las clases y élites dominantes. Y lo mismo ha ocurrido en Catalunya.

Esta breve reseña del impacto de la crisis en el nivel de vida de las clases populares no se puede terminar sin contrastar tal deterioro del bienestar de estas clases, que constituyen la mayoría de la población, con el crecimiento del nivel de vida de una minoría que no alcanzará a ser un 15-20% de la población (burguesía, pequeña burguesía y clase media profesional de renta superior al servicio de los dos grupos anteriores), que ha sido particularmente acentuado en la minoría (dentro de esta minoría) que deriva sus ingresos de la propiedad del capital (y muy en especial del capital financiero). Nunca antes en el periodo democrático las rentas del capital como porcentaje de todas las rentas habían sido tan altas y las rentas del trabajo habían sido tan bajas como ahora. Este grupo del 15-20% tiene una enorme influencia política y mediática en el país y es el que determina la agenda y discurso del establishment político-mediático. Y es a través de los medios de información (que son también de persuasión) que ejercen una enorme influencia en determinar la sabiduría convencional del país.

Este grupo social dominante siempre ha ejercido una enorme influencia sobre el Estado, debido, en parte, a la transición in-modélica que mantuvo su enorme influencia sobre la gran mayoría de los aparatos de dicho Estado. Su ideología, heredada del régimen dictatorial anterior, se caracteriza por su clasismo y su nacionalismo antinacional extremo. Su clasismo determina la gran regresividad de la fiscalidad española (si las políticas fiscales españolas fueran semejantes a las existentes en el promedio de la UE, el Estado español y sus autonomías ingresarían alrededor de 80.000 millones de euros más de los que ingresa hoy) y la gran pobreza de su Estado, incluyendo de su Estado del Bienestar, uno de los menos financiados de la UE-15. Y su nacionalismo antinacional se muestra también en la gran centralización del Estado (responsable del 50% del gasto público, siendo los municipios responsables solo de un 13% y las autonomías de un 32%). Y cuando en 2010 hubo un intento de redefinir esta relación, reconociendo el carácter plurinacional del Estado a través del Estatuto de Autonomía catalán (aprobado por el Parlament, por las Cortes y por el pueblo catalán en referéndum), este fue vetado por el Tribunal Constitucional (TC), iniciándose así el surgimiento del movimiento independentista como respuesta a la falta de sensibilidad por parte del Estado hacia la plurinacionalidad. Y desde entonces las crisis interterritoriales han sido el centro del debate político entre fuerzas que, por lo demás, han apoyado un mismo proyecto neoliberal. Una vez más, el tema nacional ocultó el tema social: las elecciones en Andalucía.

Lo que llamó la atención en las elecciones de Andalucía fue el enorme protagonismo que el tema nacional tuvo en el debate electoral, en el que las derechas (el PP y Ciudadanos), máximas valedoras del españolismo antinacional, llevaron la iniciativa, definiendo el terreno de la lucha electoral. En esta campaña sus dirigentes estatales (los Sres. Casado y Rivera) jugaron un papel clave, interesados en utilizar “la defensa de la unidad de la patria” para atacar al gobierno del PSOE y a su aliado Unidos Podemos (UP), presentándolos casi como “traidores a la patria”. En realidad, de haberse centrado la campaña en el tema social, el debate hubiera girado en torno al presupuesto del gobierno del PSOE y de su aliado UP (que había sido el elemento clave en la preparación de tal presupuesto), unas cuentas que significarían una reversión muy notable de las políticas de austeridad, con una notable expansión del gasto público entre otras medidas sumamente urgentes y necesarias, como es el empoderar a las autoridades locales para poder resolver el enorme drama de la vivienda.

La escasa visibilidad de los respectivos dirigentes estatales en las campañas de las izquierdas andaluzas diluyó el espacio social en la campaña electoral, pues del presupuesto del Estado apenas se habló. Este alejamiento de los partidos de izquierda andaluces de sus compañeros y compañeras estatales fue resultado de un deseo de Susana Díaz y de Teresa Rodríguez y sus equipos, que querían distanciarse de tales dirigentes y de las políticas de tales partidos (PSOE y UP), subrayando su autonomía. Este distanciamiento les perjudicó electoralmente, pues dificultó el debate sobre el tema social, ya que evitó, como he indicado antes, que la campaña se centrara en el presupuesto propuesto por el gobierno Sánchez y realizado conjuntamente con UP. En caso de que el debate se hubiera centrado en el tema social a nivel estatal, el PP y C’s hubieran sido mostrados por lo que ambos son: los instrumentos del 15-20% de la población, incluyendo en Andalucía.

Susana Díaz perdió casi 400.000 votos. Representaba la derecha del PSOE, que echó a Sánchez para poder investir a Rajoy como presidente, que defendió con mayor ahínco la aplicación del 155 en Catalunya, que rompió con IU y se alió con Ciudadanos, y que siempre mostró su gran hostilidad hacia Podemos. Y en la campaña se distanció de la dirección del PSOE, y apenas tocó el tema social, principal debate a nivel del Estado, un presupuesto que representaría una revisión de las políticas de austeridad que ella misma ha aplicado en Andalucía.

Adelante Andalucía perdió casi 300.000 votos, recabando menos votos que la suma que Podemos e IU había aglutinado en las anteriores elecciones andaluzas. Como Susana Díaz, también se distanció del equipo dirigente estatal, entre otras razones para enfatizar su autonomismo. Su énfasis en señalar su identidad andaluza era su respuesta al nacionalismo españolista de las derechas. Pero al poner el tema nacional en el centro de su estrategia, le hicieron el juego, sin darse cuenta, a la derecha nacionalista españolista, desaprovechando la oportunidad de criticar a tal derecha estatal y andaluza por su oposición a la propuesta de presupuestos de la izquierda a nivel estatal. Al establecer esta dicotomía estatal versus autonómico diluyeron el mensaje social, pues gran parte de la crisis social se debe a intervenciones a nivel estatal (aprobadas también por las oligarquías andaluzas con las que Susana Díaz ha colaborado activamente).

En cierta manera reprodujeron la estrategia de las izquierdas catalanistas soberanistas, no independentistas (como En Comú Podem), que ganan en las elecciones estatales pero pierden (y mucho) en las autonómicas. El tema social 11andaluz y el catalán vienen determinados en su gran mayoría por políticas públicas que se realizan a nivel estatal (con el apoyo de las derechas andaluzas y catalanas, sean o no secesionistas). De ahí la importancia de que las izquierdas muestren la complicidad de las derechas autonómicas con las derechas estatales. Se tenía que haber mostrado que detrás del conflicto de banderas hay una conjunción de intereses de clase, que coinciden en la aplicación de las mismas políticas neoliberales. Y ello no puede hacerse sin que las izquierdas autonómicas y estatales se coordinen y complementen sus estrategias. No hacerlo es permitir el monopolio de lo estatal por parte de las derechas. Y esto es lo que ocurrió en Andalucía. Al no tocar el tema estatal (que hubiera sido el presupuesto social), el debate se centró en el tema nacional, dirigido por las derechas.

Una consecuencia de ello fue no solo la pérdida conjunta de casi 700.000 votos, sino la abstención del 41,35% de los electores. En realidad, las derechas (PP, C’s y Vox) consiguieron solo 1,8 millones de votos (de un electorado de más de 6 millones). Ello significa menos de un 30% del censo, y menos de un 7% del censo para Vox (que está beneficiándose enormemente de la visibilidad mediática que recibe, la cual ignora que no es más que la versión extrema de lo que las derechas llamadas constitucionalistas han sostenido). En realidad, la noticia principal no fue este 7%, sino el 41,35% que se abstuvo: la mayoría de las clases populares.

El previsible buen resultado de Vox es una consecuencia de la creciente radicalización de las derechas españolas en respuesta al proceso secesionista en Catalunya y a la aparición de una fuerza política a nivel de toda España que, además de tener una visión plurinacional de esta, tiene una clara identidad republicana, con propuestas y vocación transformadora de la estructura de poder en España, que pone el tema social en el centro de su estrategia. De ahí la enorme hostilidad hacia una nueva visión de España, poliédrica en lugar de radial, republicana en lugar de monárquica, con vocación transformadora, que exige justicia social y auténtica democratización política y económica del país. La derecha española, claramente enraizada en la cultura franquista, se ve amenazada, lo que explica su agresividad. Que utilice el eslogan de querer defender la igualdad de todos los españoles carece de credibilidad, pues su políticas neoliberales –el eje de su programa económico y social– es la mejor prueba de que su gobierno aumentaría todavía más las desigualdades creadas ya por el PP y C’s, a nivel de clase social, de género, de raza, de nación, de idioma y de de orientación sexual, entre otros. Han sido precisamente las políticas neoliberales las mayores responsables del crecimiento de las desigualdades entre españoles. Así de claro.

 

 

 

jueves, 13 de diciembre de 2018

13/12/18 - ENTUERTOS PARA ENDEREZAR


ENTUERTOS PARA ENDEREZAR

 Antes de nada, quiero aclarar que, según la RAE, enderezar no sólo significa poner derecho lo que está torcido. También indica gobernar bien y castigar; y, aunque ya esté en desuso, en su séptima acepción dice ayudar y favorecer. Entuerto, es fácil entender que es un agravio que se hace a alguien.

Pues bien, en este pueblo, (que no es mi pueblo, pero como si lo fuera), lo cierto es que desde siempre ha habido multitud de entuertos que enderezar. Como, por otra parte, imagino que ocurre en la mayoría de los más de ocho mil pueblos españoles. Ni que decir tiene, que referente a la acepción de gobernar y a la ya en desuso de favorecer y ayudar, aunque lo de ayudar, actual y presuntamente, sólo se queda para la familias políticas y particulares de los Sres. Alcaldes; y lo de beneficiar, previsiblemente, para los que son capaces de “alisarle” el…, cuando procede. Lo de castigar es cosa de la Justicia, pero con lo que deben saber estos Sres., supuestamente, el chantaje a los propios suyos no debe andar muy lejos: En los pueblos (cuando menos en este) entra mucho dinero, y eso en los tiempos que corren no deja de ser un poco extraño salvo que sea para fomento del clientelismo.

Pero, como a todo hay quien gane, el Sr. Alcalde de este pueblo desde donde escribo, es, sin duda, uno de los reyes de los entuertos, como verán más adelante. Un político (¿miserable, falso y servil?) que, según y conforme, manda de manera dictatorial como si viviera en los años posteriores a 1939 (que yo creo que hasta se lo cree), y sino que se lo pregunten a algunos funcionarios del Ayuntamiento o algún que otro Policía Municipal. Una lástima para este pueblo que, para colmo, le tiene que pagar un sueldazo (¡más de 40.000 €!) por la facha, y soportar encima, sospechosamente, el enchufe de sus hijos que, como está el “patio”, es fácil que debieran estar buscando trabajo.

Un Cargo Público que no hay que olvidar que, en principio, le fue otorgado mediante la abdicación de su antecesor (típico del PSOE en todos los ámbitos administrativos) y no mediante elección directa en las urnas; donde, seguro, no habría tenido el respaldo del municipio. Encausado en tres pleitos judiciales que pueden dar con sus huesos en la trena: Uno sobre un nombramiento, presuntamente ilegal, del tesorero del Ayuntamiento; otro sobre un presunto delito Urbanístico; y un tercero sobre un presunto grave delito de acoso laboral. Y otros que irán llegando, quien sabe si quizás sin presunción.

Además, hay otros muchos entuertos que enderezar: Como el que ocupa un lugar destacado referido a la exención generalizada en todas las CCAA del pago de la Contribución (IBI) de mucha gente y de negocios (incluida la vivienda donde el Sr. Alcalde mora en el caso de este pueblo -que se necesita tener geta- y edificios públicos como, por ejemplo, la oficina en Castuera del OAR de la Diputación Provincial -más que bochornoso y desvergonzado-). Muchos entuertos para enderezar y mucho ignorante que no se entera -o no quiere enterarse- y así, con una oposición escandalosa, da igual del que sea, poco o nada se puede conseguir. ¿Se seguirá desfalcando vilmente a la ciudadanía? Como la luz del día. Y algunos tan contentos, claro.

jueves, 6 de diciembre de 2018

06/12/18 - EL TRIUNFO DE LA DESIDIA


EL TRIUNFO DE LA DESIDIA

 Echando una ligera ojeada a los resultados de las elecciones andaluzas, lo primero que se detecta claramente es la indiferencia de una gran parte de las personas que con derecho a voto no han ejercido esa facultad que la democracia les otorga para elegir a sus representantes. Aunque, debe quedar claro que, tal y como contempla nuestra Constitución, lo de la proporcionalidad no se cumple en absoluto con la ley electoral que en nuestro país se aplica. Además de que en esta nuestra democracia nadie elige a las personas que quiere que le representen, de ello se encargan los partidos políticos que ponen en sus listas cerradas a quienes ellos quieren. Dos detalles de la injusticia que se comete -permitida por toda la clase política sin excepciones- con la ciudadanía por la pura y dura conveniencia de esa pléyade de caras duras que se dedican al “honorable” oficio de servirnos… por supuesto, por su justo precio, entre cuatro mil y diez o doce mil euros mensuales, y sin contar lo tan conocido en el argot “que hay de lo mío”, o “que hacemos con el niño que tiene ya más de treinta y cinco años y no sabe ni la o”. En fin...

Los datos no dejan lugar a dudas: frente al 54,87 % de las personas que han ejercido su derecho a votar (poco más de la mitad del censo, o sea, media Andalucía y unos pocos más), se encuentran los que no han querido saber nada de nada (¡el 45,13 %!) porque, probablemente, están convencidos y les trae sin cuidado el que gobierne quien gobierne, ya que, todos van a lo mismo... a forrarse trabajando mientras le dan al güisqui sin solucionar nada que no sea algo que a ellos, a sus familias, o a sus amigos, les venga bien para seguir viviendo a cuerpo de rey mientras los demás sólo están consiguiendo ser cada día más pobres y con menos derechos sociales, peor sanidad, más mala educación y mucho más lejos, en definitiva, de esa tan cacareada y nunca aplicada igualdad de ningún tipo; y, no digamos ya en lo referido a la justicia, como, por otra parte, hemos podido comprobar no hace mucho con el más alto Tribunal del país y su parcialidad hacia la Banca a la que ha “regalado” de un plumazo unos ¡treinta o cuarenta mil millones de euros! mirándolo por lo bajo. Pero, eso sí: todos somos iguales ante la ley.

Y, ¡oído al canto!, que vienen los de Vox dando voces y aturrullando a todo el que se le pone por delante. Un producto, eso es evidente, de lo desvergonzados que han sido los dos partidos del bipartidismo (ambos de derechas descarada) que no se han cansado de expoliar a todos los ciudadanos de a pie preferentemente y de proteger a las élites, a los señoritos, al empresariado más ruin, esclavizador y tacaño y a todos los poderes fácticos heredados del régimen anterior. No hay la menor duda de que, si la Socialdemocracia y el Liberalismo no hubieran sido tan corrompidos, Vox no habría nacido, y lo peor, mucho menos contar con opciones de ocupar puestos de responsabilidad en las Administraciones. Ahora, a llorar y a rezar lo que se sepa, pues no hay que olvidar que la canalla más mala que ha existido a lo largo de los tiempos también participó en procesos electorales y luego pasó lo que pasó.