USURPADORA LEY
DE D´HONT
Siempre que hay
Elecciones se habla del sistema electoral. Con la consiguiente crítica de la
usurpadora Ley de D´Hont. Crítica, por otra parte, más que justificada en mi
opinión. Y si la llamo usurpadora es porque ya me contaran Vds. si no es cierto
que dicha Ley usurpa, se incauta, de muchos miles de votos que con otro sistema
no le proporcionarían a los partidos mayoritarios la cantidad de escaños que
consiguen. Es una ley creada para gloria de bipartidismo. Además la Ley de
D´Hont perjudica a los partidos nacionales con voto disperso, premia a los
nacionalistas con el voto muy concentrado y, lo peor, provoca que un escaño sea
más caro o que el voto de los ciudadanos valga diferente en función del punto
geográfico. Si a la Ley de D´Hont añadimos, caso de España, la votación
mediante listas cerradas (hay que tragarse quienes los partidos quieren poner, y, por
tanto, no se puede elegir a las personas que cada cual desee, sino a las que
ellos “manejan”), pues apaga y vámonos. Las listas cerradas se usan en
Alemania, España, Francia, Grecia, Hungría, Portugal, Reino Unido (con la
excepción de Irlanda del Norte) y Rumanía. Así, resulta que para obtener escaño
en Extremadura se precisan más de ¡64.489 votos!, mientras con muchos menos si
se consigue en “Las Vascongadas” o en “El País Catalá”. Con las listas abiertas
y otro sistema diferente a la Ley de D´Hont, que más adelante explicaré, esto
no ocurriría, pues los votantes pueden elegir a uno o más candidatos de la
lista. Esta manera de votar es la que se utiliza en Austria, Bélgica, Bulgaria,
Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia , Finlandia, Irlanda, Italia,
Letonia Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia y Suecia. Un sistema,
obviamente, más democrático y mucho más justo. El chupe en España de Azules y
Rojos tiene poco de democrático, aunque lo utilicen otros países también, sin
olvidar que lo hacen con matices. Pues no hay que olvidar que en la mayoría de
los países de la UE existe una única circunscripción electoral; aunque, sin
embargo, haya diferentes circunscripciones dentro de cada Estado: En Reino
Unido doce, en Francia ocho, en Italia cinco, en Bélgica cuatro, en Irlanda
tres… Además, hay tres países divididos en diferentes distritos electorales:
Alemania (16), Malta (13) y Polonia (13).
Existen pues tres
grandes grupos de sistemas electorales en el mundo: El sistema mayoritario en
los que el ganador de una circunscripción gana la representación; los sistemas
proporcionales que funcionan con una única circunscripción (una persona un
voto, sistema proporcional puro que asigna a los partidos el mismo tanto por
ciento de Diputados que de votos logrados sin ninguna corrección matemática); y
los sistemas mixtos que mezclan elementos de ambos modelos.
El método Sainte-Laguë
que se utiliza en Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y Dinamarca entre
otros Estados (el preferido por Podemos y Ciudadanos para cambiar en España) es
quizás el más proporcional. Aunque parecido a la Ley de D´Hont es menos
perjudicial con los partidos minoritarios, y para muchos politólogos es el
sistema ideal, ya que, proporciona una altísima proporcionalidad. Con este
sistema se excluyen los partidos que no llegan al 5% a nivel federal o que no
obtienen al menos tres escaños. Un tanto complejo, pero, sin duda, mucho más
justo que la Ley de D´Hont.
En cualquier
caso, no se hagan Vds. ilusiones. Aquí, mientras los dos grandes partidos no
sean puestos a disposición judicial y sus gerifaltes sean sometidos a los
correspondientes juicios por el expolio que han llevado a cabo en el país
(junto a vascos y catalanes) y sean condenados, nada va a cambiar. Se seguirá
con el método que a ellos les conviene, y mientras no llegue otra generación
que no pertenezca al clientelismo o éste se disuelva por puro enconamiento
entre ellos mismos, todo seguirá según se tuvo mucho cuidado al redactar
nuestra Constitución para que el capital acapare cada vez mayor opulencia y los
desfavorecidos sigan aumentando. ¡Y calladitos!
Los políticos
españoles (¡casi 500.000!) seguirán jugando con la partidista Ley de D´Hont al
juego parecido a la “oca y tiro porque me toca” como llevan ya nada menos que
cuarenta años.
Ni que decir
tiene, que dando pie a que partidos como Vox se implanten, y ya veremos si,
como en Holanda, no surge la sorpresa y tiramos por la borda la poca y mísera
democracia que nos queda, con una desigualdad social cada día más imparable. De
ella hablaremos largo y tendido otro día.
El tema es crudo, porque España camina
hacia una sociedad de castas. Así pues, tan pronto pueda les voy a poner al
corriente, es muy gorda la cosa.
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