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sábado, 30 de mayo de 2020

30/05/2020 - EL CHISTE DEL GATO DEL COCHE


EL CHISTE DEL GATO DEL COCHE

 

Esto de la Renta Mínima Vital (RMV) ha levantado gran cantidad de resquemores entre la clase política de Extrema Derecha (VOX) y la Derecha (PP) que, dicho sea de paso, para no llevarnos a equívocos, son lo más parecido al equivalente entre una muñeca rubia y las famosas “Barbie”. Dicho en plata, entre VOX y PP es muy difícil establecer alguna diferencia sustancial, ya que, ambos partidos son algo así como “las marionetas” del neoliberalismo que tratan, cada uno a su nefasta manera vejatoria, de que este país siga siendo, después de tantos años, como dijo Otto von Bismarck: “España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a si misma y todavía no lo ha conseguido”. ¡Cómo México! Que dicen los mexicanos.

Es tal su hostilidad contra la gente de Podemos -especialmente contra el vicepresidente Pablo Iglesias- que no tienen reparo en que muchos de sus votantes (en este país hay de todo, pues que un humilde trabajador vote a la Extrema Derecha no es sino lo que ha dicho alguien: “Ser negro y votar al Ku Klux Klan”) sigan siendo parte de la clase empobrecida, precisamente por culpa de ese maléfico neoliberalismo que ellos apoyan de manera incondicional. Les ocurre como al del chiste del gato: “Pinchó su vehículo un Sr. al lado de la casa de un campesino y cuando echó mano al gato para cambiar la rueda se dio cuenta de que no lo llevaba. Empezó a cavilar si pedirle o no el gato al campesino -al cual conocía- y terminó, tras muchas divagaciones (me lo dejará/ no me lo dejará/ con lo raro que es este tío igual me dice que no/ pero bueno, no creo que me diga que no/ cómo no me lo va dejar viendo la situación/ y sí me dice que no, que le digo/ pero como me va decir que no…) se acercó a la puerta de la casa y cuando salió el campesino le espetó: “¿¡Sabes lo que estoy pensando!? ¡Que te metas el gato en los coj…!”.

A estos individuos del PP y de VOX, les duele el alma cuando hay alguien que se opone a sus privilegios, y mucho más si consigue algo que destroce sus servidumbres al estilo argentino. Y me da que este gobierno -excepcionalmente e increíblemente- no se va conformar con la RMV, después vendrá la reforma laboral (aunque no sea completa), la reforma del Patrimonio, la del IRPF, la de la tasa Tobin, el impuesto a la riqueza y alguna más que se les ocurra a los de Podemos y a este PSOE desconocido para sus gerifaltes Ibarra, Vara, F. González, A. Guerra, Bono, una caterva de ex ministros y ex altos cargos y toda la fachenda que  todavía cree en ellos.

viernes, 29 de mayo de 2020

29/05/2020 - CAYETANA ÁLVAREZ DE TOLEDO Y PERALTA-RAMOS, LA HERENCIA DE UN SAQUEO


DE GRAN INTERÉS PARA TODAS LAS PERSONAS QUE SE CONSIDERAN DEMÓCRATAS. SÓLO PARA EXPANDIR SU DIFUSIÓN Y QUE LOS ESPAÑOLES CONOZCAN A ALGUNOS DE SUS POLÍTICOS.

AUTOR: RAÚL SOLÍS



CAYETANA ÁLVAREZ DE TOLEDO Y PERALTA-RAMOS, LA HERENCIA DE UN SAQUEO

Nacida en España en 1974 por pura casualidad, hija de padre francés y madre argentina, pertenece a lo que en Argentina se llama “familia patricia”.

Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, marquesa de Casa Fuerte, la señora que ha acusado a Pablo Iglesias, en sede parlamentaria, de ser hijo de un terrorista y que tendrá que pagar una buena indemnización por calumnia, es hija de la oligarquía argentina, aunque con orígenes castellanos, heredera de los que invadieron y saquearon América Latina, motivo por el que su estirpe concentra en la actualidad millones de latifundios de tierra y de las ganaderías de vacuno en el país argentino.

Nacida en España en 1974 por pura casualidad, hija de padre francés y madre argentina, pertenece a lo que en Argentina se llama “familia patricia”, los colonizadores españoles que llegaron y arrasaron con todo e impusieron sus leyes y sus privilegios en el siglo XVI. Frente a los “negros de mierda”, en Argentina están los patricios: la oligarquía de toda la vida que acumula las producciones de soja y las explotaciones de vacuno, las dos grandes potencias económicas y exportadoras del país del tango.

Ahora andan rabiando los dueños de la soja, los patricios, porque el presidente Alberto Fernández planea poner un impuesto para poder financiar el gasto social de un país rico que, sin embargo, tiene a un 50% de su población en la pobreza por la insolidaridad de una clase parasitaria que cierra carreteras y bloquea el país si se le suben los tributos para financiar las necesidades de la patria.

Para conocer a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, hay que conocer cómo se las gasta la oligarquía argentina, el profundo clasismo que desprende y el odio con el que tratan a sus súbditos, que viven a cuatro cuadras de sus enormes mansiones con medidas de seguridad y vigilancia privada.

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ahora vicepresidenta, le puso un salario a las empleadas de hogar, valorando así el trabajo doméstico hecho históricamente por las mujeres, y el eslogan que los ricos gritaban en las calles era que por culpa de Cristina no tenían ya criada en casa. Pagaban tan poco a niñas semianalfabetas de las villas miseria que el subsidio del Estado supuso un bloqueo a la explotación laboral.

Odio a los pobres

También es oportuno recordar para saber cómo se las gasta la oligarquía argentina, educada en el odio al “negro de mierda”, que, cuando murió Evita Perón profanaron su tumba y se llevaron el cadáver fuera del país porque no podían soportar que los pobres tuvieran un símbolo de poder popular, un lugar donde peregrinar y la herencia de que la justicia social era posible.

Odian tanto al peronismo popular que durante los años de la dictadura militar estuvo prohibido siquiera decir el nombre del general Juan Domingo Perón o de Eva María Duarte, popularmente conocida como Evita Perón, creadores de la clase media argentina, de la sanidad, educación, universidades, paga extra, jornada de ocho horas, el voto femenino, planes de viviendas, de la industrialización del país y hasta crearon residencias de verano para que los pobres pudieran ir a la playa en como lo hacían los ricos.

“Mírenlos de tú a tú”, venía a decir Evita, convertida en un mito de las clases populares y el recuerdo más nítido de que es posible gobernar a favor de la gente sencilla, porque un país es más rico y próspero cuanta más gente es incluida dentro del sistema.

Colegio exclusivo.

Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, criada en el colegio más exclusivo de Buenos Aires, en el Northlands School, bilingüe, carísimo, donde también estudió la mismísima Máxima de Holanda, la reina argentina de los Países Bajos que en Argentina es conocida como 'La Holandesa'. El gran drama de Cayetana es no ha pisado suelo real en su vida. Por eso siempre habla como si no fuera a encontrar respuesta.

Mientras Argentina se moría de hambre por las medidas neoliberales impulsadas por las familias patricias del país, la ahora diputada del PP estudiaba Historia tan ricamente en Londres, en la Universidad de Oxford, con las élites económicas del mundo, sin “negros de mierda” que tanto le molestan y ensucian las calles de Buenos Aires.

Cayetana Álvarez de Toledo pertenece a la clase social de los fachos que dieron todos los golpes de Estado, en América Latina y en España, los que hicieron desaparecer a miles de militantes de la justicia social tirándolos por los aviones en medio del mar de la Plata, los que robaron hijos y nietos a las mujeres pobres que todavía se concentran en la Plaza de Mayo de la capital bonaerense para reclamarlos, los que han puesto de rodillas varias veces a Argentina y escupen al paso de un “negro de mierda”.

Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, que llegó a España justo cuando su país se moría de hambre por las medidas económicas neoliberales que ella defiende en el Congreso de los Diputados, representa el odio de los ricos cuando ven amenazados sus privilegios. La ideología de Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos es el odio a los pobres y la persecución contra quienes defienden la justicia social y poner firme a la oligarquía parasitaria.

Por eso profanaron la tumba de Evita, han intentado meter presa a Cristina Fernández de Kirchner y tienen tanta ira contra Pablo Iglesias. Son parásitos, todo lo que tienen es herencia de un saqueo. Se irritan porque los “negros de mierda” les están disputando sus privilegios. En España, en Argentina y en el mundo entero.

jueves, 21 de mayo de 2020

21/05/2020 - POPULISMOS


 POPULISMOS

 

Según la RAE, el significado del vocablo “populismo” tiene dos acepciones: La primera es “popularismo”, que viene a ser la tendencia o afición a lo popular en forma de vida, arte, literatura, etc.; y la segunda es la tendencia política que pretende atraerse a las clases populares, usado más en sentido despectivo. No hay que confundir pues, populismos con “populares”, ya que, “la civilización no suprime la barbarie, la perfecciona”, que dijo Voltaire. Algo muy propio de la clase política de derechas, muy especialmente, en nuestro país. Sobre todo, en lo que a los dos partidos políticos de derechas declaradas (PP y VOX) se refiere, pues entre ambos hay poca diferencia ideológica que los pudiera diferenciar. Ambos -en VOX más acusada- responden a la frase famosa de Wole Soyinka: “La mente del fanático es un insaciable agujero negro, que engulle todo lo que hace la vida luminosa y soportable”. Son dos partidos neoliberales (como ahora se dice), pero que están más cerca del fascismo dictatorial de otras épocas que de la realidad que debiera imperar en el siglo XXI. Sin que eso suponga que los “socialdemócratas” (las comillas son porque no lo son, valga la redundancia) estén muy alejados de muchas de las teorías de ese capitalismo opresor que significa el neoliberalismo puro y duro que el mundo occidental aplica casi en su totalidad, si exceptuamos los países nórdicos de Europa y poco más. España, dicho sea de paso, se mire como se mire, lleva desde la falsa transición aplicando esa política, por cambiar algo, semineoliberal, que sólo fue una alternativa medio decente en los primeros años del gobierno de Felipe González que, como todo el mundo sabe, nos engordó para luego, como los cerdos, llevarnos al “matadero” económico y social del que aún no hemos podido salir convirtiendo el sindicalismo en displicente, en cierto modo, un poco también haciendo honor a esa antedicha frase de Wole Soyinka. Y dudo mucho que en un futuro próximo lo hagamos, salvo que ese futuro sea el del dibujante y “tengamos futuro en el futuro”. Mientras tanto, el antedicho Sr. González y todos los suyos de entonces, son hoy clase privilegiada de derechas (en bastantes casos sectarios neoliberales); aunque, ciertamente, no tan fachas como los otros, ¡hasta ahí podríamos haber llegado!, pero que están pidiendo a los jóvenes que pare los pies a Pedro Sánchez, que, obviamente los tiene políticamente -como un robot- poco movibles y, en cualquier caso, a las órdenes de la Sra. Botín y del neoliberalismo de la UE al dictado de Alemania.

 

Tenemos que asumir que está claro lo que la derecha (que tanto los contertulios como los articulistas defensores de las políticas del PP y del PSOE en los principales medios de desinformación claman a diario) entiende por populismos, que no es otra cosa que “la tendencia política que pretende atraerse a las clases populares en el más amplio sentido despectivo”. De ahí que continuamente se esté “criticando” cualquier medida que promueven los ministros de Podemos y se esté también crónicamente denigrando a Pablo Iglesias, incluso con acrimonia como hacen ilustres escritores y articulistas, que se autodenominan de izquierda, caso de Javier Marías. Ello a pesar de que, a punto fijo, tanto los ministros de Podemos como el vicepresidente Pablo Iglesias estén poniendo en movimiento la versión de sus principios más descafeinada. Quizás porque esa manera sea la única que el gran capital les va a permitir para cambiar en algo esta podrida sociedad plagada de corruptos y delincuentes en todos los ámbitos empresariales y políticos a los que gustaría que España fuera -siguiera siendo, aunque no está muy lejos- una Democracia Orgánica con todas las libertades suprimidas. Y sino que se lo pregunten a los caceroleros del barrio de Salamanca que la extrema derecha ha puesto en la calle dejando de respetar el más insignificante derecho a no contagiarse que tienen la ciudadanía y las fuerzas del orden, que, dicho sea de paso, bastante pasividad están demostrando no interviniendo con “cuatro hostias” a esos “monos” y “monas” -ya quienes los protegen- que viven en la opulencia gracias a los impuestos de los demás y a los fraudes de las empresas de sus papás y suyas propias.

 

No sabemos exactamente en qué va a consistir esa Renta Mínima Vital (RMV), o como al final la llamen, de Pablo Iglesias, ni nos imaginamos a que se debe que la derecha se escandalice cuando a ellos en nada les va a afectar, salvo que, como sería lo lógico, se les obligara a poner la parte que les corresponde. Sencillamente, para empezar, haciendo que la gran empresa sea perseguida por el Erario -como se hace con cualquier autónomo- y se les impida defraudar los tantas veces aquí expuestos ¡entre 70.000 y 90.000 millones de euros anuales! Con eso habría suficiente para cubrir esa RMV, o, reitero, como la llamen, y para que las pensiones -cuando menos las que no llegan a 1.000 €- no sufran el posible quebranto que se prevé. Si no llega la “guita”, pues adelante con esos impuestos anunciados a las grandes fortunas e implantando el IMPUESTO DE PATRIMONIO (sí, con mayúsculas) que ponga a cada cual en el sitio que le corresponde y este país deje de ser de los pocos en que las rentas del trabajo superen a las rentas del capital. Y, si me apuran, intentando que la Economía Sumergida – fácil de aflorar si se quiere- no alcance las cifras bochornosas que ahora alcanza superando en el doble a la media de la UE de los países de nuestro entorno que, al parecer, supondría para las arcas públicas unos ingresos estimados en otros ¡70.000 millones de euros anuales! Vamos, que nos sobrarían perras sin necesidad de recurrir a ningún rescate y sin tener que seguir aumentando la Deuda Pública -aunque eso importa un carajo- haciendo que la Banca se atiborre de intereses sin ningún costo.

 

Dicho lo dicho, en cualquier caso, hay que llevar a cabo ya, sin más dilación, una serie de reformas en este país que hagan honor a eso que los filósofos llaman “axiología”, sencilla y llanamente para, de verdad, ser un país moderno y donde el llamado Estado de Bienestar sea una realidad para todos y no sólo para unos pocos. Un país con todos los servicios públicos plenamente garantizados, muy especialmente esas Residencia de Mayores -muchas en manos de fondos buitres- donde han muerto tantos y tantos seres queridos por falta de asistencia a consecuencia del maldito Covid-19, una Sanidad Pública única y universal (la privada que se la paguen los que la quieran), una Educación Pública también universal y gratuita (la privada que la paguen los papás de los torpes), y una Justicia igual para todos y no la que ahora tenemos, que en casos resulta irrisoria si se trata de llevar a cabo contra ciertos personajes de la vida pública y del mundo de las finanzas. En resumen: Afrontando una Reforma Administrativa; una Reforma Laboral digna (tratando de que el mundo sindical resurja de sus cenizas y tenga siempre algo que decir); una Reforma Fiscal que haga el IRPF progresivo y no regresivo como es ahora (un joven que no llega a 22.000 euros brutos -unos 15.000 netos- tiene que abonar más de 2.000 € por haber tenido dos pagadores que es casi lo habitual en el actual mundo laboral); una Reforma Política donde la representación de la ciudadanía sea proporcional y no el pitorreo de esa Ley de D'Hont actual y en la que desaparezcan los más de ¡300.000 políticos! que sobran; y, por supuesto, una reforma Económica que no tenga este país con la mitad de los negocios sin las licencias y permisos obligatorios (especialmente en el mundo rural) en parte para la captación -compra, diría servidor- del voto cautivo. Y una cosa más: Un país en el que desaparezcan las subvenciones empresariales y las contrataciones administrativas sean plenamente transparentes para evitar el despilfarro y la corrupción que ahora suponen. Que la clase política se mentalice de una vez por todas de que, como señaló Anguita: “Los principios no se negocian”. Bienvenidos sean los populismos pues…, siempre que correspondan a la primera acepción, evidentemente.

miércoles, 13 de mayo de 2020

13/05/2020 - ¿LOS CULPABLES?: LOS RECORTES


¿LOS CULPABLES?: LOS RECORTES

 

Con tantos muertos en todas partes de la geografía española, la gente se pregunta quién o quiénes son los culpables de que tal catástrofe ocurra y porqué España es el país con más sanitarios contagiados, aun a pesar de que hay países que tienen más muertos que nosotros (aunque, parece ser, que las cifras de letalidad por cada 100.000 habitantes están cambiando y hay quien, por lo que se ve, está esprintando -dicho en el argot ciclista- tanto en muertos como en contagiados, sanitarios incluidos, obviamente). Cuando inicio este escrito (10-05), Italia, Reino Unido y EEUU tienen entre un 3% y un 10% de sanitarios contagiados, mientras que nosotros sobrepasamos el 20%. “Algo huele a podrido en Dinamarca”, que dijo, no recuerdo ahora quien, para denunciar que las “cosas” no funcionaban como debieran. No es normal que el Covid-19, que algún día sabremos de donde ha salido, ataque de manera tan furibunda hasta el punto de recordar pandemias más antiguas que, según algunos historiadores, hicieron derrumbarse imperios como el Romano (“un estornudo colectivo derribó un Imperio”), el Napoleónico o incluso el imperio Azteca y otros menos conocidos. Servidor no se fía de nadie viendo cómo viven algunos y como lo hacen otros (manifiestas desigualdades sociales, económicas y de todo tipo), y como los intereses empresariales puede que hayan llegado ya al límite máximo de opresión y ahora “el señorito y su avaricia” sufra también la pandemia; aunque, obviamente, no como los demás, pues el virus embiste más fuerte a las clases menos favorecidas y, lógicamente, más vulnerables. Incluso pudiera ser que haya quienes quieran hundir el imperialismo norteamericano para implantar el suyo. Cosa, por otra parte, más que difícil sino no es “eliminando” su personal mediante una “peste” incontrolable en el tiempo. En fin…

No cabe duda de que el gobierno, con el estado de Alarma, ha asumido toda la responsabilidad, pero eso no significa que sea (con sus aciertos y con sus muchos errores) el culpable de tantos muertos y tantos contagios. “Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones fuertes son lo más seguro”, que dijo un tal Tito Livio ¿antes de ayer? Es la postura del gobierno. Postura que, como era de esperar conociendo a tanto espantapájaros incoherente, no satisface a las marionetas del liberalismo popular (mejor, neoliberalismo) y de los partidos de ese signo catalanes y vascos. Los representantes (reitero, marionetas) del capitalismo más opresor de la historia de la humanidad, como señaló El Roto: “Parecía que se abrazaban, pero era para no caerse”. Salvo que celebraran que estaban perpetrando una especie de “holocausto” social y económico propio de su genética y de su conciencia errónea.

Con mandato de la Unión Europea (UE) -súbditos del club Bilderberg- llegaron a España los RECORTES, que nos dijeron que eran necesarios para preservar el déficit (que tanto alemanes como franceses se han saltado a la torera cuando les ha pasado por donde Vds. están pensando), pero que eran mucho más necesarios para implantar sus políticas usureras y explotadoras de las clases trabajadoras y populares para hacer que el Estado del Bienestar se fuera al carajo; si es que existía, que lo dudo, cuando menos en Extremadura con casi la mitad de sus habitantes -más de 450.000- en situación de pobreza relativa y un 52% de pobreza infantil después de más de 30 años de gobierno, para colmo, socialista (socialdemócrata de derechas que se dice ahora). Nos engañaron miserablemente haciéndonos creer que todo iría después sobre rueda, pero “el fin no puede justificar los medios por la simple y obvia razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines producidos”, como dijo Aldous Huxley. Y con el Covid-19 ha quedado más que patente el desastre que ha supuesto para el país esa réproba y farsanta política degenerativa.

Esos RECORTES (muchos miles de millones de euros) en Sanidad, Educación y Servicios Sociales atravesaron las fronteras de todas las CCAA, de Norte a Sur y de Este a Oeste archipiélagos incluidos. La política profesional no se cortó lo más mínimo y, por cierto, siguió con sus escandalosos emolumentos a pesar de lo que estaba pasando…, y con su número sobreelevado (casi ¡500.000 políticos! el doble que Alemania con la mitad de habitantes), haciendo bueno eso que dijo alguien, ahora no recuerdo quien: “El ladrón vulgar te roba el dinero, el reloj, la cadena, el móvil, el auto… El político te roba la felicidad, la salud (en este momento más que nunca), la vivienda, la educación, el futuro, la pensión, la diversión y el trabajo. El primer ladrón te elige a ti…, y el segundo lo eliges tú”. ¡Somos una hijuela de borregos!

Para salvar el sistema financiero que había colapsado (especialmente las Cajas de Ahorro sableadas por la política y los políticos) y tenía que cuadrar sus balances hubo que llevar a cabo los RECORTES sobradamente conocidos que ascendieron, según parece, a más de ¡100.000 millones de €! Y no sólo la Sanidad ha sufrido, aunque sea la que más, de esos miserables RECORTES que han perjudicado de sobremanera a las clases más populares, sino que han dado lugar a que no haya dinero para las pensiones mientras se rescataban autopistas (al construirse subvencionadas, lógicamente) por valor de ¡3.718 millones de euros!; indemnizar Castor, ¡1.650 millones de euros!; evasión fiscal (sólo de la Gran Empresa, entre ¡70.000 y 90.000 millones de euros anuales!); rescate bancario, ¡66.577 millones de euros!; corrupción, unos ¡55.000 millones de euros cada año!; y despilfarro y obras innecesarias otros ¡55.000 millones de euros cada año aproximadamente! Todo ello sin contar la economía sumergida (entre el 24% y el 30% del PIB) que si se asemejara a los demás países de la UE de similar desarrollo al nuestro supondría unos ingresos superiores a los ¡70.000 millones de euros cada año! Es decir, somos una auténtica vergüenza económica a pesar de estar entre los doce países más desarrollados del mundo y el cuarto o quinto de Europa (presumiblemente gracias al IVA y las divisas del turismo que sobrepasa cada año los 80 millones de visitantes). Y una vergüenza aún más intolerable, el hecho de que seamos uno de los países con más necesidad de comedores sociales (¡101.942 madrileños!, sólo un ejemplo, llenan las colas del hambre en la capital, noticia de hoy 13/05) y donde protección civil se multiplica por todos los pueblos de España recogiendo de todo para los llamados bancos de alimentos mientras los ricos aumentan cada año un 25% y los pobres y las desigualdades sociales no paran de subir hasta el punto de que pronto se les quedará bajo el Everest. Y, cómo somos los españoles: ¡No pasa nada! Ni hay signo alguno de que pueda cambiar la situación, y mucho menos ahora con el Covid-19 “espoleado” por cuatro botarates.

No creo que haya nadie que ponga en duda que los RECORTES han traído este descalabro sanitario (sin contar que ya estaban muriendo en España, quiero recordar, más de 80 personas diarias por falta de asistencia teniéndola concedida) y sean los culpables de tantos muertos y de la crisis que ahora se va a generar en la economía y que, con seguridad, será aprovechada por el Gran Capital para establecer más aún esa distancia ya señalada más arriba entre ricos y pobres. Por supuesto, como dice El Roto: “Para evitar contagios”. ¡Qué generación de mercachifles sin los más elementales escrúpulos! Me da que lo va a tener difícil Thomas Piketty para que se lleve a cabo su teoría sobre el capital de su libro “Capital e Ideología”.

Independientemente de que los gobiernos de derechas son los máximos responsables porque eran los que gobernaban, no hay que olvidar que en este país hay 17 gobiernos (todos de derechas, aunque algunos se autodenominen de izquierda -socialdemócratas de derechas-) que han seguido al pie de la letra las instrucciones que llegaban de la UE y, por descontado, del Gobierno Central. Y no hay ninguna duda pues, de que los RECORTES son los culpables de que la sanidad española (una de las mejores del mundo antes) se haya visto inmersa en un problema grave sin los mínimos medios para poder atajarlo. Se ha puesto de manifiesto las carencias producto de los RECORTES en todas las CCAA. Por poner un ejemplo cercano, en el área de salud de Plasencia (Extremadura) no hace mucho (poco antes de la llegada de la pandemia) se marcharon 27 médicos porque sus contratos eran una vergüenza, y no quiero hablar del área de Don Benito-Villanueva donde los propios médicos han llegado a manifestarse públicamente mientras el Sr. Fernández Vara (presidente de la Comunidad y médico forense casualmente) concede un aumento del contrato con Ambulancias Tenorio (a la que se está pensando rescindir dicho contrato como ya hicieran Baleares y Castilla La Mancha, al parecer) de cerca de ¡dos millones de euros!, previsiblemente para que pueda hace frente a una supuesta deuda de 2,5 millones de euros con la Seguridad Social. O que, como es ya habitual, la Junta extremeña haya “repartido” otros cuantos de millones de euros entre los sindicatos displicentes CCOO y UGT y la patronal CREEX para que aquí no proteste nadie por nada. Por lo menos deberían haberse acordado estos políticos, que llevan sin pincharlas -pero cobrando- uno pocos de meses, del padre Ángel para que abriera algunas “sucursales” en Extremadura, que tiene más comedores sociales que Burkina Faso o la República del Congo.

Bueno, todos los sanitarios extremeños (sobre todo, enfermeros, auxiliares y médicos) se están partiendo el pecho (nunca mejor dicho) mientras el consejero de Sanidad, un tal Vergeles, practica las famosas externalizaciones (que nos cuestan diez veces más de su precio) para poder aligerar una simple operación de cataratas que requiere esperar hasta tres años (Mérida está ahí, como ejemplo) y otras cosas más importantes que prefiero callar porque están en vías judiciales. Y, ¡cuidado!, porque no somos los extremeños los únicos que estamos padeciendo las miserias impuestas por los RECORTES en la Sanidad, miren cómo está Madrid, Cataluña, Valencia y todas las demás CCAA, sobresaliendo Andalucía (el SAS es un desastre total del que cuentan y no acaban) después de casi todo el periodo “democrático” (lo de democrático es un decir, de ahí las comillas) gobernada por los socialdemócratas de derechas totalmente corrompidos.

miércoles, 6 de mayo de 2020

03/05/2020 - JUSTICIA FISCAL


JUSTICIA FISCAL

 

Una cosa está muy clara: Cuando pase definitivamente la pandemia del Covid-19, nos vamos a encontrar, de nuevo, con otra Gran Depresión. En este caso mucho más fuerte que la del 2008, en la que a los españoles -no a todos, obviamente- nos costó “rescatar” parte de la Banca con unos ¡cien mil millones de euros!, sino más, que nunca nos van a devolver por mucho que insistan los de Podemos con Pablo Iglesias (actual vicepresidente del gobierno) a la cabeza. La Banca jamás devuelve nada, lo hemos comprobado no hace mucho con el impuesto de AJD y TP y lo volveremos a experimentar con el IRPH de las hipotecas (y a ver si por lo menos lo anulan, que por lo que parece, según lo aparecido en prensa, no va a ocurrir sin juzgados al medio), pues la justicia española, descaradamente, la protege, de eso no creo que tenga nadie duda; y la otra justicia de más arriba, la de la UE, hace casi lo mismo (como se ha podido comprobar, precisamente, con el IRPH), aunque con un poco de decoro -la corbata bien ajustada al cuello de la camisa- que es lo menos que se les puede pedir. En resumidas cuentas, está muy claro: Bilderberg (al que por supuesto pertenece la Sra. Botín “jefa” del Estado español en la sombra, imagínense…) está detrás del mundo económico y financiero -también de la UE- y con eso está todo dicho. Ni el gobierno, por muy progresista que se crea, ni Pablo Iglesias, ni San Pedro y San Pablo que volvieran, van a conseguir que la Banca no sea el principal problema con el que se enfrenta el mundo civilizado y, muy especialmente, las clases trabajadoras y las clases populares. El 99,3% de la Deuda Pública (según las escasas publicaciones de que disponemos, pues el dato no conviene que se sepa) del mundo la tienen ellos, y eso supone el mismo poder en equivalencia. Aunque, los países del Mediterráneo -sobre todo, Italia- tienen al euro cogido por donde Vds. estarán pensando, y la UE neoliberal tiembla si estos países deciden abandonarlo y volver a sus monedas haciendo las correspondientes devaluaciones. Grecia ya les dio un aviso, y, sabido es lo que ocurrió: “diarrea en la mayoría de la Banca europea”.

Pero, sí que hay algo que se puede hacer para derrotar y acabar con la Gran Depresión en, relativamente, poco tiempo. Les resumiré un poco un capítulo del libro “Capital e Ideología” de Thomas Piketty (les recomiendo que lean el libro en su totalidad), aunque sé que es muy difícil que los gobiernos -sobre todo, los que están en la sombra- sean capaces de llevar a cabo tal política que varios presidentes americanos -con Roosevelt a la cabeza- si tuvieron agallas para implantar tras la Gran Depresión del año 1929 que ha sido la más atroz conocida. Se trata de hacer algo así como dice El Roto: ¡Que se dejen de reconstruir la economía y hagamos otra nueva!

Según Piketty: “Conviene profundizar en torno al concepto de justicia fiscal. Desde el siglo XVIII, el debate ha estado centrado en la fiscalidad progresiva; es decir, en un impuesto con tipos bajos para los más pobres que aumentan gradualmente para los más ricos. En general, se pueden distinguir tres grandes categorías de fiscalidad progresiva: el impuesto progresivo sobre la renta (rentas del trabajo, salarios, pensiones, ingresos de actividades profesionales, etc., o rentas del capital, como dividendos, intereses, alquileres, beneficios, etc.), de manera que se grava a cada individuo en función de sus recursos del momento y, por lo tanto, en proporción a su capacidad para contribuir a la provisión de bienes y servicios públicos; el impuesto progresivo sobre las sucesiones (que en general incluye también las donaciones), que se satisface en el momento que se realiza una transmisión patrimonial y permite, de este modo, reducir la perpetuación intergeneracional de la riqueza y la concentración de patrimonios; y el impuesto progresivo anual sobre el patrimonio (también conocido como impuesto sobre la fortuna o impuesto sobre el capital) que se recauda cada año sobre la base del total de activos poseídos, que puede considerarse un índice de capacidad de pago más revelador, duradero, y, hasta cierto punto, menos manipulable, que los ingresos anuales, siendo también el único que permite una redistribución permanente de la propiedad y una verdadera circulación del patrimonio. La experiencia histórica sugiere que el sistema fiscal ideal debe buscar un equilibrio entre estas tres formas de progresividad fiscal, que a priori son legítimas. Hay muchas razones para pensar que la fiscalidad progresiva de la propiedad desempeñará un papel central en el siglo XXI, en particular debido al fuerte aumento de la propiedad privada y a la concentración experimentada por los patrimonios desde 1980-1990. La introducción de un verdadero impuesto progresivo sobre el capital, que permita financiar una dotación universal de capital, podría contribuir a afrontar la deriva desigualitaria e identitaria del capitalismo globalizado actual”.

Y, con perdón por la extensión, un poquito más de Piketty y termino: “Una limitación importante de los gravámenes puntuales sobre la propiedad privada es que sólo solucionan temporalmente el problema de la concentración de la propiedad y del poder económico y político. La experiencia histórica muestra que surgen constantemente nuevas desigualdades a partir de nuevas formas de propiedad. Por esta razón, es necesario recurrir a un impuesto progresivo sobre la propiedad, de carácter anual y permanente, con tipos aplicables a las mayores tenencias de activos obviamente más reducidos que los utilizados en el marco de un gravamen puntual, pero lo suficientemente elevado como para permitir una movilidad real de la riqueza y evitar una concentración excesiva. En particular, toda creación de riqueza depende de la división social del trabajo y del capital de conocimientos acumulados desde el inicio de la humanidad, de lo cual ninguna persona viva puede ser considerada responsable o propietaria. A finales del siglo XIX, en plena Gilded Age (Edad dorada), en un momento en que Estados Unidos estaba preocupado por la creciente concentración de la riqueza en manos de unos pocos, así como el aumento del poder de las grandes empresas y de sus accionistas, el escritor autodidacta Henry George tuvo un gran éxito criticando la propiedad privada de la tierra. El movimiento de denuncia de las desigualdades a que había contribuido este escritor condujo finalmente a la creación del impuesto progresivo sobre la renta en 1913 y del impuesto progresivo sobre el patrimonio en 1916. Medio siglo después, el impuesto sobre el patrimonio volvió a ocupar un lugar en el debate estadounidense de manera mucho más radical, con la propuesta del senador demócrata de Luisiana Huey Long, que muy molesto con el poder de los accionistas y las grandes empresas, a principios de la década de 1930 trató de superar a Roosevelt por su izquierda en cuestiones de progresividad fiscal, explicando que el impuesto progresivo sobre la renta y las sucesiones no iba a ser suficiente para resolver los problemas del país. En 1934 difundió su plan de acción, titulado “share our wealth: every man a King” (compartir nuestra riqueza: cada hombre un rey). El núcleo de su programa consistía en la introducción de un impuesto altamente progresivo sobre los patrimonios superiores a un millón de dólares (aproximadamente, setenta veces el patrimonio medio de la época). La propuesta se complementaba con un aumento de la progresividad de los impuestos sobre la renta y las sucesiones, con el fin de financiar el aumento del nivel de las pensiones para las personas mayores con bajos ingresos, así como una reducción de la jornada laboral y un plan de inversión para restablecer el pleno empleo.  Huey Long, un personaje autoritario y controvertido, proveniente de una familia pobre de blancos de Luisiana, había anunciado su intención de desafiar a Roosevelt durante las primarias demócratas de 1936. En parte para responder a esta presión, Roosevelt hizo que se adoptara un impuesto sobre el patrimonio en la Revenue Act (Ley de ingresos) de 1935, que en realidad era un recargo del impuesto sobre la renta con un tipo impositivo del 75% sobre las rentas más altas. La popularidad de Huey Long alcanzó su punto álgido en septiembre de 1935 (más de ocho millones de miembros en los comités locales de Share our wealth -compartir nuestra riqueza- y audiencia récord de 25 millones de oyentes en sus programas de radio) cuando un oponente político le abatió de un disparo con un rifle en la State House (casa del estado) de Baton Rouge”.     

Podíamos seguir con Piketty hasta comprobar cómo se llegó a cobrar incluso por encima del 90% (Roosevelt llevó la tasa de impuestos hasta un máximo histórico del 94% para los ingresos superiores a los 200.000 dólares de la época) en la renta de los millonarios para solucionar la debacle, pero se hace largo de contar, lo mejor es que lean el libro, es sumamente ilustrativo. Y, desde luego, no se hagan ilusiones con una solución, ni siquiera parecida, del tipo expuesta para España, el neoliberalismo va seguir en la UE. Pablo Iglesias y los suyos, como los griegos de SYRIZA de Alexis Tsipras, serán derrotados una y otra vez por el clientelismo del Bilderberg y al final pagaremos los de siempre, ¡seguro!, pues como dijo en días pasados El Roto: “conviene ampliar la distancia entre ricos y pobres para evitar contagios...”

03/05/2020 EL NEOLIBERALISMO DE LA UE "PROTEGE" A LA BANCA


EL NEOLIBERALISMO DE LA UE “PROTEGE” A LA BANCA

 

Acabo de leer en un periódico de los de mayor audiencia, que la Banca gana una nueva batalla en torno al IRPH. Y en otro medio, en este caso de los destacados en temas de economía, que la Banca provisiona casi 4.000 millones de euros para “hundir” sus beneficios.

Respecto a mi primera lectura, está muy claro: ya la UE había dictaminado -al igual que en otras ocasiones- que lo del IRPH deberían solventarlo los jueces españoles, con lo que la cosa estaba más que clara, y esa primera sentencia -que no es la primera, pues servidor ya tiene una de hace unos años, cuatro si mal no recuerdo- sólo hace refrendar la posición neoliberal tanto de unos como de otros. Se veía venir -tontería es darle vueltas al tango- como el neoliberalismo sigue sojuzgando en el mundo occidental, y ya vamos por más de ¡60.000 millones de euros! que la ciudadanía ha perdido en beneficio de la Banca gracias a la UE. No está nada mal.

Respecto a la segunda lectura, sólo se me ocurre que la Banca se está poniendo el parche antes de que le salga el grano por si acaso se le ocurre a este gobierno tomar una simple medida de izquierda y le coloca un impuesto -que no sería cosa del otro mundo, obviamente- y les “trastoca” los beneficios de la Deuda Pública (su próxima amasadura de intereses por el Covid-19), por decir una de sus múltiples especulaciones…, además del IRPH, claro.