SOCIALISMO DEMOCRÁTICO O CRONIFICACIÓN DE LA POBREZA
(I)
Voy a iniciar este
escrito, dividido en dos partes, pues preveo que va a ser un poquito largo, con
una frase de Napoleón Bonaparte que quizás, en principio, no les parezca acorde
con el título, pero luego verán que viene al pelo: “Quien no contemple el campo
de batalla con los ojos secos provocará inútilmente la muerte de muchos
hombres”.
Ni que decir tiene,
que escribo desde mi casa de todo el año, pues uno no se puede permitir el lujo
de “ir” de vacaciones nada más que a su pueblo, que en mi caso está tan sólo a
5 kilómetros…, y si el Covid-19 lo permite, cosa que no está nada clara en los
últimos días.
Antes de leer un artículo
sobre la pobreza del profesor Vicenç Navarro, que es una autoridad mundial en
políticas sociales como es bien sabido, había pensado en llamar a este escrito
“El comu-capitalismo o cronificar la pobreza”, pues, equivocadamente, creía que
China, con ese sistema mixto comunista-capitalista (más comunista que
capitalista, obviamente), estaba, a pasos agigantados, reduciendo la pobreza,
su enorme pobreza. Pero, el profesor Navarro, una vez más, me ha “despertado”;
y estoy seguro que habrá “despabilado” a mucha gente más que pensaba lo mismo
que un servidor a tenor de ciertos datos.
Los gobernantes de
China (el país más poblado del mundo, 1.400 millones de habitantes) han
conseguido, con una fórmula mixta comunista-capitalista (aunque, reitero, más
comunista que capitalista, por supuesto), situarse como la segunda economía
mundial detrás de los EEUU y por delante de Japón. Amenazando con convertirse
en la primera en menos tiempo de la próxima década si los “gringos” (así llaman
en México a los norteamericanos) no reaccionan a tiempo, algo que, con el
actual presidente, suponiendo que fuese reelegido, no parece muy probable; y
que si hay otro se va a encontrar un país embrutecido (perdón por la expresión)
por un imbécil y mentiroso compulsivo. Un país, por tanto, al que costará
bastante volver a la senda de la “normalidad” necesaria para medio resto del
mundo, tanto política como económica.
Quizás, pensaba
yo, los chinos (casi trescientos mil millonarios más en el año 2018, si la
memoria no me falla) están llevando a cabo el famoso dicho de Napoleón y están
viendo la economía con los ojos bien secos: mayor bienestar general y menos
pobreza (con su correspondiente dosis de orden público) para alcanzar el
consumo suficiente que los haga una auténtica potencia mundial en todos los
aspectos, incrementando, cómo no, su I+D+I, evidentemente (ya veremos si no
llegan los primeros a la vacuna del Covid-19). El capitalismo -disculpen mi
visión tan necrológica- de opresión, esclavismo, y pésima distribución de la
riqueza a favor de sólo unos pocos, ha muerto. Por la razón única de que no se
puede mantener a la gente siempre oprimidas y cada vez más empobrecidas, como
parece ser que ocurre -ante mi craso error, que creía lo contrario- en el país
más poblado del mundo. No cabe la cronificación de la pobreza en el siglo XXI,
es algo inadmisible, y, por desgracia, el neoliberalismo (capitalismo opresor)
tiene esa “máxima” en su genética y no la quiere “escupir” aún a pesar de lo
que se está viendo en el mundo y las consecuencias tan nefastas que ello
conlleva para la vida de la gente y para su bienestar que, pudiera ser (ojalá
que no lleguemos ahí por el peligro que ello entraña), de lugar a una
revolución imparable de la pobreza. ¡Ojo!, recuerden la frase del presidente
americano Abraham Lincoln que el capitalismo ha olvidado y que ese olvido puede
traernos consecuencias devastadoras: “Puedes engañar a todo el mundo algún
tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo
el mundo todo el tiempo”.
No obstante, a continuación
voy a exponer algunos datos del sistema “comunista-capitalista” empleado en
China (en parte, claro está), y después,
con la ayuda del profesor Navarro y de otros ilustres periodistas de izquierda -especie
hoy día poco común, por desgracia- recordaré ciertos aspectos escalofriantes de
la pobreza, para qué “entiendan” que, en mi modesta opinión, o se acomete una
reforma en profundidad del sistema socialdemócrata -llevándolo a sus principios
sociales y económicos al estilo nórdico- o de lo contrario el mundo camina
hacia la destrucción sin que haga falta -que también hay que reformar
urgentemente- esperar al final debido al deterioro del medio ambiente, que,
dicho sea de paso, viene desde hace tiempo dando voces: un iceberg (no recuerdo
su nombre) si termina “soltándose” hará subir el nivel del mar más de dos
metros, imagínense lo que eso supondría para Barcelona…, por citar una ciudad
española solamente.
Pero, vamos con
los datos: La banca china es líder indiscutible con 13 bancos entre los 50 mayores del
mundo, copando las cuatro primeras posiciones, y, en total, 24 billones de
dólares, el 33% de los activos de entre ellos, según el ranking elaborado por
Global Finance. El número 1 de
este ranking es el Banco
Industrial y Comercial de China, con 4 billones de dólares.
China produce multimillonarios a una velocidad promedio de dos a la semana.
China es en la actualidad el país líder para que los
empresarios produzcan riqueza. China es el mayor productor de
riqueza; durante la última década, los multimillonarios chinos han creado
algunas de las compañías más grandes y exitosas del mundo elevando el nivel de
vida. "Pero esto es solo el comienzo (ojalá sea así en un futuro que no
esté dentro del futuro que nunca llega). La gran población de China, la
innovación tecnológica y el crecimiento de la productividad combinados con el
apoyo del gobierno, están brindando oportunidades sin precedentes para que las
personas no solo creen negocios, sino que también cambien la vida para
mejorarla". ¿Nos lo creemos?
UBS y PwC dijeron que ya había más multimillonarios en Asia que en Estados
Unidos. Según las tendencias actuales, podrían ser más ricos que sus
contrapartes estadounidenses dentro de tres años. El informe también dice que
sólo había 16 multimillonarios chinos en 2016, pero ahora uno de cada cinco
multimillonarios en todo el mundo es chino. El 97% de los
multimillonarios chinos son "hechos a sí mismos", su fortuna
ha sido generada por sus propios medios. Muchos de ellos están en sectores como
la tecnología y el comercio minorista. El informe también considera 2017 el año
en que se ha dado el mayor crecimiento absoluto de multimillonarios. Su riqueza
total a nivel mundial pasó de US$1,4 billones a US$8,9 billones. La gran
importancia de este fenómeno es que, según el mismo informe, cerca de 32 de las
innovaciones más importantes de los últimos 40 años han sido impulsadas por
multimillonarios. El 70% de estas grandes innovaciones son
tecnológicas y 20% de las empresas que las crearon tienen base en
países de la región Asia-Pacífico, el resto, en América. De hecho, el informe
habla de cómo Shenzhen, una ciudad-subprovincia de 12 millones de habitantes en
la costa sur de la provincia de Cantón, reta a Silicon Valley. Publicaciones
especializadas en tecnología, como la revista Wired, han hablado
de Shenzhen como "el Silicon Valley del software".
"En medio de tensiones crecientes sobre el comercio y la propiedad
intelectual (...) están desarrollando nuevos modelos de negocios, aprovechando
oportunidades y moviéndose con rapidez entre sectores empresariales", dice
el informe. Para terminar con el sistema chino, sólo unos cuantos párrafos más:
De los 199 nuevos multimillonarios de 2017, cerca del 30% triunfó con negocios
propios de la cuarta revolución industrial y 89 de ellos son chinos, alentados
por el rápido crecimiento económico de su país. De hecho, entre 2016 y 2018, en
China se han creado 50 unicornios, como se les conoce a las empresas que
alcanzan un valor de US$1.000 millones. La mitad de millonarios que elevan su
riqueza este año son chinos. Ocho de las 15 grandes fortunas que más han aumentado su patrimonio
este año tienen pasaporte del país oriental.
Según Fernando S. Monreal, a estas alturas de la
película, es indudable que China va ganando peso en la economía global a pasos
agigantados. El comportamiento de su economía o de su divisa ha ido ganando
poco a poco peso en las crónicas de bolsa mundiales hasta tal punto que la
frase cuando EEUU estornuda, la economía global se resfría también se ha extendido con China como sujeto. ¿La
solución para el desempleo mundial? No lo sé, pero que bien que fuera así.
Aunque servidor no lo cree posible en un sistema prácticamente dictatorial, aún
a pesar de su “modernismo”.
Quizás, el sistema de los chinos no sea la panacea del
desarrollo sostenible del mundo y el que acabe con las múltiples desigualdades
ahora existentes. Dice un viejo refrán español que siempre ha habido ricos y
pobres; y, con total seguridad, es muy posible que los siga habiendo. Pero, de
lo que se trata es de que la pobreza se reduzca a su mínima expresión y no
ocurra lo que ahora ocurre que es una vergüenza mundial y que,
desgraciadamente, va en aumento..., también en China, como veremos más
adelante, incluso con tanta riqueza, en la segunda parte de este escrito.
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