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martes, 18 de agosto de 2020

18/08/2020 - SOCIALISMO DEMOCRÁTICO O CRONIFICACIÓN DE LA POBREZA (I)


SOCIALISMO DEMOCRÁTICO O CRONIFICACIÓN DE LA POBREZA (I)


Voy a iniciar este escrito, dividido en dos partes, pues preveo que va a ser un poquito largo, con una frase de Napoleón Bonaparte que quizás, en principio, no les parezca acorde con el título, pero luego verán que viene al pelo: “Quien no contemple el campo de batalla con los ojos secos provocará inútilmente la muerte de muchos hombres”.


Ni que decir tiene, que escribo desde mi casa de todo el año, pues uno no se puede permitir el lujo de “ir” de vacaciones nada más que a su pueblo, que en mi caso está tan sólo a 5 kilómetros…, y si el Covid-19 lo permite, cosa que no está nada clara en los últimos días.


Antes de leer un artículo sobre la pobreza del profesor Vicenç Navarro, que es una autoridad mundial en políticas sociales como es bien sabido, había pensado en llamar a este escrito “El comu-capitalismo o cronificar la pobreza”, pues, equivocadamente, creía que China, con ese sistema mixto comunista-capitalista (más comunista que capitalista, obviamente), estaba, a pasos agigantados, reduciendo la pobreza, su enorme pobreza. Pero, el profesor Navarro, una vez más, me ha “despertado”; y estoy seguro que habrá “despabilado” a mucha gente más que pensaba lo mismo que un servidor a tenor de ciertos datos.


Los gobernantes de China (el país más poblado del mundo, 1.400 millones de habitantes) han conseguido, con una fórmula mixta comunista-capitalista (aunque, reitero, más comunista que capitalista, por supuesto), situarse como la segunda economía mundial detrás de los EEUU y por delante de Japón. Amenazando con convertirse en la primera en menos tiempo de la próxima década si los “gringos” (así llaman en México a los norteamericanos) no reaccionan a tiempo, algo que, con el actual presidente, suponiendo que fuese reelegido, no parece muy probable; y que si hay otro se va a encontrar un país embrutecido (perdón por la expresión) por un imbécil y mentiroso compulsivo. Un país, por tanto, al que costará bastante volver a la senda de la “normalidad” necesaria para medio resto del mundo, tanto política como económica.


Quizás, pensaba yo, los chinos (casi trescientos mil millonarios más en el año 2018, si la memoria no me falla) están llevando a cabo el famoso dicho de Napoleón y están viendo la economía con los ojos bien secos: mayor bienestar general y menos pobreza (con su correspondiente dosis de orden público) para alcanzar el consumo suficiente que los haga una auténtica potencia mundial en todos los aspectos, incrementando, cómo no, su I+D+I, evidentemente (ya veremos si no llegan los primeros a la vacuna del Covid-19). El capitalismo -disculpen mi visión tan necrológica- de opresión, esclavismo, y pésima distribución de la riqueza a favor de sólo unos pocos, ha muerto. Por la razón única de que no se puede mantener a la gente siempre oprimidas y cada vez más empobrecidas, como parece ser que ocurre -ante mi craso error, que creía lo contrario- en el país más poblado del mundo. No cabe la cronificación de la pobreza en el siglo XXI, es algo inadmisible, y, por desgracia, el neoliberalismo (capitalismo opresor) tiene esa “máxima” en su genética y no la quiere “escupir” aún a pesar de lo que se está viendo en el mundo y las consecuencias tan nefastas que ello conlleva para la vida de la gente y para su bienestar que, pudiera ser (ojalá que no lleguemos ahí por el peligro que ello entraña), de lugar a una revolución imparable de la pobreza. ¡Ojo!, recuerden la frase del presidente americano Abraham Lincoln que el capitalismo ha olvidado y que ese olvido puede traernos consecuencias devastadoras: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.


No obstante, a continuación voy a exponer algunos datos del sistema “comunista-capitalista” empleado en China (en parte, claro está),  y después, con la ayuda del profesor Navarro y de otros ilustres periodistas de izquierda -especie hoy día poco común, por desgracia- recordaré ciertos aspectos escalofriantes de la pobreza, para qué “entiendan” que, en mi modesta opinión, o se acomete una reforma en profundidad del sistema socialdemócrata -llevándolo a sus principios sociales y económicos al estilo nórdico- o de lo contrario el mundo camina hacia la destrucción sin que haga falta -que también hay que reformar urgentemente- esperar al final debido al deterioro del medio ambiente, que, dicho sea de paso, viene desde hace tiempo dando voces: un iceberg (no recuerdo su nombre) si termina “soltándose” hará subir el nivel del mar más de dos metros, imagínense lo que eso supondría para Barcelona…, por citar una ciudad española solamente.


Pero, vamos con los datos: La banca china es líder indiscutible con 13 bancos entre los 50 mayores del mundo, copando las cuatro primeras posiciones, y, en total, 24 billones de dólares, el 33% de los activos de entre ellos, según el ranking elaborado por Global Finance. El número 1 de este ranking es el Banco Industrial y Comercial de China, con 4 billones de dólares.


China produce multimillonarios a una velocidad promedio de dos a la semana. China es en la actualidad el país líder para que los empresarios produzcan riqueza. China es el mayor productor de riqueza; durante la última década, los multimillonarios chinos han creado algunas de las compañías más grandes y exitosas del mundo elevando el nivel de vida. "Pero esto es solo el comienzo (ojalá sea así en un futuro que no esté dentro del futuro que nunca llega). La gran población de China, la innovación tecnológica y el crecimiento de la productividad combinados con el apoyo del gobierno, están brindando oportunidades sin precedentes para que las personas no solo creen negocios, sino que también cambien la vida para mejorarla". ¿Nos lo creemos?


UBS y PwC dijeron que ya había más multimillonarios en Asia que en Estados Unidos. Según las tendencias actuales, podrían ser más ricos que sus contrapartes estadounidenses dentro de tres años. El informe también dice que sólo había 16 multimillonarios chinos en 2016, pero ahora uno de cada cinco multimillonarios en todo el mundo es chino. El 97% de los multimillonarios chinos son "hechos a sí mismos", su fortuna ha sido generada por sus propios medios. Muchos de ellos están en sectores como la tecnología y el comercio minorista. El informe también considera 2017 el año en que se ha dado el mayor crecimiento absoluto de multimillonarios. Su riqueza total a nivel mundial pasó de US$1,4 billones a US$8,9 billones. La gran importancia de este fenómeno es que, según el mismo informe, cerca de 32 de las innovaciones más importantes de los últimos 40 años han sido impulsadas por multimillonarios. El 70% de estas grandes innovaciones son tecnológicas y 20% de las empresas que las crearon tienen base en países de la región Asia-Pacífico, el resto, en América. De hecho, el informe habla de cómo Shenzhen, una ciudad-subprovincia de 12 millones de habitantes en la costa sur de la provincia de Cantón, reta a Silicon Valley. Publicaciones especializadas en tecnología, como la revista Wired, han hablado de Shenzhen como "el Silicon Valley del software". "En medio de tensiones crecientes sobre el comercio y la propiedad intelectual (...) están desarrollando nuevos modelos de negocios, aprovechando oportunidades y moviéndose con rapidez entre sectores empresariales", dice el informe. Para terminar con el sistema chino, sólo unos cuantos párrafos más: De los 199 nuevos multimillonarios de 2017, cerca del 30% triunfó con negocios propios de la cuarta revolución industrial y 89 de ellos son chinos, alentados por el rápido crecimiento económico de su país. De hecho, entre 2016 y 2018, en China se han creado 50 unicornios, como se les conoce a las empresas que alcanzan un valor de US$1.000 millones. La mitad de millonarios que elevan su riqueza este año son chinos.  Ocho de las 15 grandes fortunas que más han aumentado su patrimonio este año tienen pasaporte del país oriental.


Según Fernando S. Monreal, a estas alturas de la película, es indudable que China va ganando peso en la economía global a pasos agigantados. El comportamiento de su economía o de su divisa ha ido ganando poco a poco peso en las crónicas de bolsa mundiales hasta tal punto que la frase cuando EEUU estornuda, la economía global se resfría también se ha extendido con China como sujeto. ¿La solución para el desempleo mundial? No lo sé, pero que bien que fuera así. Aunque servidor no lo cree posible en un sistema prácticamente dictatorial, aún a pesar de su “modernismo”.


Quizás, el sistema de los chinos no sea la panacea del desarrollo sostenible del mundo y el que acabe con las múltiples desigualdades ahora existentes. Dice un viejo refrán español que siempre ha habido ricos y pobres; y, con total seguridad, es muy posible que los siga habiendo. Pero, de lo que se trata es de que la pobreza se reduzca a su mínima expresión y no ocurra lo que ahora ocurre que es una vergüenza mundial y que, desgraciadamente, va en aumento..., también en China, como veremos más adelante, incluso con tanta riqueza, en la segunda parte de este escrito.

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