“KITCHENS” AND “CHEFS” (II)
“Dinero caído del cielo y otros milagros:
Además de las subastas, entre las herencias de aquel modelo energético destacan
algunos regalos especialmente interesantes para asegurar que las eléctricas
siempre salgan ganando: los “beneficios
caídos del cielo” de las nucleares y las hidroeléctricas y los costes de
transición a la competencia.
Los costes de transición a la
competencia son una especie de indemnización para las grandes eléctricas por
aceptar la competencia, una ayuda para contrarrestar los posibles vaivenes de
un mercado controlado casi sin fisuras actualmente por tres actores. Una
investigación del Observatorio de la
Deuda en la Globalización (ODG) cuantificaba estas ayudas a las grandes
empresas en 7.327 millones de euros.
La “sobre retribución” de las nucleares e hidroeléctricas supuso un
regalo de 10.000 millones de euros, al menos hasta 2015, según un informe del
ODG. Este dinero lo pagan los hogares a través de la factura de la luz
El “dinero caído del cielo” o también conocido como “sobre retribución” de las nucleares y
las hidroeléctricas es una consecuencia de cómo se calcula el precio de la luz
en las subastas del mercado eléctrico. En estas subastas diarias se asigna el
mismo precio —el más alto hasta que se cubre la demanda— a todas las
generadoras de electricidad. Las nucleares y las hidroeléctricas, que ya han
amortizado sus inversiones hace décadas, son las que pagan menos por la generación
de electricidad. Un regalo de 10.000 millones de euros, al menos hasta 2015,
según el informe del ODG. Esta
diferencia la pagan los hogares a través de la factura de la luz.
Si se suman todas las concesiones a
las grandes eléctricas, según este estudio del ODG, los hogares entregaron a través de la factura de la
luz a las grandes eléctricas entre 60.000 y 80.000 millones de euros en “pagos ilegítimos” entre 1998 y 2013.
Una derrama continua para pagar los beneficios de las eléctricas y los
millonarios salarios de sus consejeros, entre ellos centenares de políticos de
todos los colores.
El resultado de un modelo eléctrico
diseñado por y para las grandes empresas eléctricas: en 2020, España era el
tercer país de Europa con la factura de la luz más cara de toda Europa; y en
las primeras semanas de 2021, el primero de todo el continente
Para cerrar el círculo, en el año
2000 el Gobierno del PP diseñó un plan para garantizar perpetuamente los
beneficios de las eléctricas. Las empresas pusieron sobre la mesa sus costes y
el Gobierno los aceptó sin ningún tipo de auditoría pública. A partir de ese
momento, si el dinero que ingresaban las empresas era inferior a esos costes
acordados, se debía pagar esta diferencia a las empresas. Se había creado la
famosa deuda con las eléctricas, que luego fue titulizada y comprada por los
grandes bancos. Aún hoy los consumidores la pagan religiosamente en cada
factura de la luz. En 2019, se habían ‘devuelto’ 21.000 millones de euros. Y quedan otros 21.000 millones euros por pagar.
El resultado de este gran golpe: en
2020, España era el tercer país de Europa con la factura de la luz más cara de
toda Europa; y en las primeras semanas de 2021, el primero de todo el continente.
Al igual que Aznar y Piqué —entre
una larguísima lista de altos cargos de aquella época— Carmen Becerril pasó de
trabajar en el diseño del sector eléctrico a ocupar sillones en las principales
empresas del sector: directora general de internacional en Acciona, presidente
de Acciona Energía y consejera de Endesa. Las vueltas de la historia, a partir
de 2018, Becerril pasó a dirigir OMEL/OMIE, la entidad que gestiona las
subastas de electricidad en la península.
Y es un solo caso. El trabajo de
investigación realizado por La Marea #YoIbexTigo llegó a contabilizar 175 altos cargos políticos que
terminaron trabajando para las eléctricas.
La agencia de colocación:
En los años 80 —cuando las empresas
energéticas y eléctricas eran públicas— el trasvase de políticos vinculados al
PSOE y al antiguo régimen a los consejos de administración era la norma. Unas
puertas giratorias que siguieron abiertas y funcionando a todo gas cuando estas
empresas fueron privatizadas a partir de los 90.
La participación del Estado en
alguna de ellas —el 20% en Red Eléctrica y el 5% en Enagas— permitía convertir
estas compañías en agencias de colocación de cargos políticos, una especie de
retiro soñado para los políticos afines al partido del Gobierno. La
participación de diversas cajas de ahorros en las empresas eléctricas fue otra
de las vías de entrada de numerosos altos cargos públicos afines al PSOE y el
PP, pero también cercanos al PNV, a CDC o a ERC. Muchos de estos ejecutivos
terminarían enterrados en juicios por fraude y malversación tras la ruina de
las cajas de ahorros en plena crisis inmobiliaria.
La agencia de colocación nunca dejó
de funcionar, independientemente del partido en el Gobierno, aunque fue en
tiempos de Mariano Rajoy cuando el sistema de puertas giratorias quedó más
expuesto. La designación en marzo de 2012 como consejeros de Red Eléctrica
Española de Ignacio López del Hierro, marido de María Dolores de Cospedal, y de
Alberto Nadal, ex secretario de Estado de la Energía y hermano del ex ministro
de Energía, Álvaro Nadal, hizo saltar la polémica. En pocas horas se vieron
obligados a renunciar al cargo.
Dos de los responsables del impuesto
al sol, Ignacio Grangel y Luis Valero, en menos de un año estaban colocados en
los consejos de administración de las eléctricas
Un año después, Mariano Rajoy
impulsó la reforma del mercado eléctrico con la ley 24/2013, que hizo dos
nuevas concesiones a las eléctricas: el
llamado impuesto al sol y el recorte a los subsidios a las renovables,
que aún hoy obligan al Estado a pagar multimillonarias multas en los tribunales
de arbitraje internacionales. Dos de los responsables de esta reforma, Ignacio
Grangel y Luis Valero, en menos de un año estaban colocados en los consejos de
administración de las eléctricas, según la investigación de #YoIbexTigo.
El uso de las puertas giratorias
está en el corazón mismo del modelo eléctrico español. Hasta ahora, no ha
habido intentos serios de reformar el régimen de incompatibilidades para
erradicar esta práctica, convertida en una correa de transmisión directa entre
las grandes empresas y el Boletín Oficial del Estado.
La lucha contra las puertas giratorias
fue uno de los caballos de batalla de Unidas Podemos frente a la “casta”
política en sus orígenes. Todavía en su programa electoral de noviembre de 2019
se incluía la propuesta de prohibirlas. Pero en algún momento de la negociación
con el PSOE esta iniciativa perdió fuelle y en el acuerdo de legislatura entre
ambas formaciones se recoge apenas una vaga intención de regular “de manera más
efectiva” las incompatibilidades. Por ahora, y a menos que haya sorpresas, los
políticos podrán seguir soñando con un retiro dorado en las eléctricas. Y las
eléctricas podrán seguir dirigiendo la política energética del país”.
Y ya seguimos con los “chefs” del
top. El siguiente en la lista es nada más y nada menos que D. Josep Borrell
(ahora, todavía, en la UE con un gran cargo al que pocos pueden tener acceso),
Ministro de Obras Públicas durante 1991 a 1996, fue sancionado en 2018 por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores con 30.000 € por “una infracción muy
grave” por operar con información privilegiada. Fue Presidente del Parlamento
Europeo y era miembro del consejo de administración de Abengoa desde 2009, desde
donde vio caer la compañía en desgracia aunque ahora el “fascismo” andaluz
(¡cosas!), según parece, la ha “rescatado” con parte del dinero que era para la
lucha contra el Covid-19. Todo un gran “chef” el Sr. Borrell, de los primeros
del top-10.
Le sigue, todavía en el PSOE, Ramón
Pérez Simarro, Secretario General de la Energía en tiempos del “chef” de
los “chef” D. Felipe González. En 1993, pasó a la cúpula de Repsol y desde 2009
ejerció como consejero de Enagás. Un gran “ejemplar” de la Democracia.
A continuación va D. Enrique
Martínez Robles, Secretario de Estado de Hacienda, un político cercano a
Pedro Solbes, había ocupado diversos puestos en la Administración Pública y fue
Subsecretario de Economía y Hacienda con Solchaga y Secretario de Estado de
Hacienda en 1993. En 2004, Solbes lo nombró Presidente de la Sociedad Estatal
de Participaciones Industriales (SEPI), que posee un 5% de la Compañía Gasística
En 2008, se incorporó como Presidente de la SEPI en el Consejo de
Administración de Enagás.
D. Alberto Lafuente Félez, Secretario General de Energía y Recursos Minerales.
Durante los años de Gobierno de Felipe González fue Director General del Instituto
de la Pequeña y Mediana Empresa Industrial, Secretario General de Energía y
Recursos Minerales y Presidente de la Comisión Nacional de Energía. Participó
en múltiples Consejos de Administración de empresas con participación pública,
entre ellas Enagás o la Red Eléctrica Española. Falleció en 2016.
D. Víctor Pérez Pita, Secretario General de la Energía (1986-1989) en
tiempos de Felipe González. Dejó el cargo en 1989 y participó en la Dirección
de diversas Compañías Eléctricas y Energéticas, públicas en aquellos momentos.
D. Pedro Mejía Gómez, Secretario de Estado de Turismo y Comercio y
Presidente del ICEX. Fue nombrado por el Gobierno de Zapatero en abril de 2004
Secretario de Estado de Comercio y Turismo. En ese momento era Director de
Relaciones Internacionales en la Unión Fenosa. Tras dejar el cargo, en 2009,
pasó a ser Presidente de la Compañía que opera el Mercado Ibérico de la
Energía, la entidad que dirige el mercado mayorista de la electricidad.
D. Guillermo de la Dehesa Romero, Secretario de Estado de Economía (1986-1988),
comenzó su actividad política bajo el Gobierno de Felipe González, primero como
Secretario de Estado de Comercio y luego de Economía. En 1988 da el salto a la
empresa privada y fue Consejero de Unión Fenosa de 1988 a 2007.
Bueno, una “cook”. Dña. Paulina
Beato Blanco, primera Presidenta de Red Eléctrica. Esta alta ejecutiva
vinculada al PSOE fue una de las diseñadoras en los 80 del Plan Nacional de
Energía y fue la primer Presidenta de Red Eléctrica en 1984, cuando era
completamente pública. En su larga carrera fue Consejera de Campsa y Repsol,
sin olvidar Banesto y el FMI. ¡Buena pieza!
D. Antonio Llardén, Subsecretario de Obras Públicas, Transporte y Medio
Ambiente. Ocupó diversos cargos en el Gobierno de Felipe González, pero no
tardó en saltar a la empresa privada. Desde 1989 tuvo distintos puestos en Gas
Natural (hoy Naturgy), presidió la patronal del gas Sedigas y fue nombrado en
2007 Presidente de Enagás, cargo que ha conseguido mantener hasta la
actualidad, sobreviviendo a Gobiernos socialistas y populares. ¡Ya hay que
espabilar para alcanzar tal “prestigio”! ¡Menudo “águila” y menudo “reptil”!
Desde luego, este buen Sr. es un poco más listo que ese Gabilondo que presenta
el PSOE en Madrid, sin ningún lugar a dudas.
Un pez gordo del PSOE. D. Manuel
Marín, Presidente del Congreso (2004-2008). Diputado por el PSOE y
Presidente del Congreso durante la primera legislatura de Zapatero, Marín ocupó
diversos cargos de importancia en la Comisión Europea, lo que no es “moco de
pavo”. En 2008 fue nombrado Presidente de la Fundación Iberdrola, puesto que
ocupó hasta su muerte en 2017.
Un “extremechizado” del PSOE. D.
Manuel Amigo (de sus amigos, sobre todo de Ibarra), Consejero de Economía
de Extremadura, los medios lo llamaban la “mano derecha de Ibarra” y ocupó
diversos cargos en la Junta de Extremadura y en el Parlamento Regional hasta
que decidió pasar al ámbito privado, convirtiéndose en Presidente de la
Corporación Empresarial de Extremadura (y así nos va a los extremeños). En 2010
fue elegido Consejero de Iberdrola… y desde entonces los extremeños tenemos la
luz gratis, ¿no? ¡Olé, los tíos grandes!
D. Braulio Medel, Viceconsejero de Economía y Hacienda de la Junta de
Andalucía. Durante cerca de treinta años dirigió Unicaja. También tuvo puestos
de responsabilidad en la Junta dirigida por el PSOE (¿estará mezclado en lo de
los ERE del PSOE?). En noviembre de 2004 fue elegido Presidente del Consejo
Consultivo de Iberdrola en Andalucía. ¿Y desde entonces los andaluces no pagan
luz? ¡Jo, que tío!
D. Juan Pedro Hernández Moltó, Consejero de Economía y Hacienda de Castilla-La
Mancha (1983-1988). Diputado por Toledo y ex Presidente de la Caja Castilla-La
Mancha durante una década, el político socialista ha ejercido como Consejero en
Iberdrola. En 2009 presentó su dimisión coincidiendo con la intervención de la
Caja por el Banco de España. Por irregularidades en su gestión fue condenado
por la Audiencia Nacional a dos años de prisión. Mientras, ¿la pasta de las
Cajas de Ahorro que nunca aparecieron se puede saber dónde ha ido a parar?
Y el último del PSOE. D. Rafael
Escudero, Presidente de la Junta de Andalucía (1982-1984). Diputado
autonómico y en el Congreso por Sevilla,
se convirtió en Presidente de la Junta de Andalucía en 1982. Fue Asesor de
Abengoa, que, al parecer, ha tenido que ser “rescatada” con dinero público por
la Junta de Andalucía. Con dinero que
tenía, al parecer, otro destino muchos más social y mucho más necesario, pero…
¡cosas del fascismo!
Y aquí terminan los socialistas, en
el próximo y último “capitulo” les relacionaré los del Partido Popular (¡Menuda
caterva de…!), pero quiero, antes de cerrar esta segunda parte, que lean un
escrito de una ex trabajadora de una de esas empresas que fue privatizada,
titulado: “Así privatizaron González y Aznar las empresas más
rentables del Estado”.
“España pasó de tener 130 empresas
públicas en 1982 a tan solo 16 en 2016. Esto nos convirtió en el país de la UE
con menos empresa pública”, denuncia una ex trabajadora de una de las compañías
privatizadas.
Endesa, Repsol, Renfe,
Ferrovial, Telefónica, Aceralia, Iberia, Pegaso, Seat, Tabacalera, Coosur,
Construcciones Aeronáuticas, Argentaria… Todas ellas fueron empresas públicas propiedad del Estado
español durante más de 60 años y “ni brotaron soviets ni nada”, a pesar
de que algunos huyan gritando “¡gulag!, ¡Stalin!, ¡Holodomor”, cuando escuchan
hablar “de nacionalizar algo. Y todas ellas fueron privatizadas; “de
privatizar, que no es sino “delegar
la gestión de lo público a lo privado”.
Así lo ha destacado la
tuitera Paula Llaves en un hilo publicado el pasado día dos, en el que ha
destacado que eso, una larga lista de empresas públicas, es lo que había en
España hasta que en la etapa de gobierno de Felipe González (1982/1996)
comenzaron las “privatizaciones de
bienes” y en la etapa de gobierno de José María Aznar (1996/2004)
este “se vino arriba” y “se dedicó
a venderlas a precio de saldo” –incluidas las empresas que
prestaban “servicios públicos imprescindibles”– “para que pareciera que ‘España
iba bien’”. “España pasó de tener 130 empresas públicas en 1982 a tan solo 16
en 2016. Esto nos convirtió en el país de la UE con menos empresa pública”, ha
resumido.
Llaves –que trabajó en
una de esas empresas privatizadas– ha recordado que “entre las excusas que se
ponían para privatizar” esas empresas, “las más manidas” fueron “la necesidad de ello” y “que generaban
pérdidas”, algo que, atendiendo a cualquier ranking de las empresas más
rentables en la actualidad, se ha demostrado falsa. En este sentido, la tuitera
ha destacado que “esos milloncitos de beneficio al capital privado antes iban a
las arcas públicas” y ha preguntado: “¿Se entiende así por qué desde que se gastaron las tres onzas de
chocolate por las que se vendieron en la Era Aznar no se levanta cabeza?”.
“¿Entendemos así la mochilita austriaca de los c…, el estancamiento salarial,
la subida desproporcionada de los precios relativos a consumos y vivienda y la
bromita de tener oligopolios compinchados en la generación de servicios
básicos?”, ha insistido.
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