Hace unos días, quien suscribe, pasó su reconocimiento médico para renovar su permiso de conducir en un centro de Badajoz capital situado al lado de la sede de la Jefatura Provincial de Tráfico. Se me hicieron las pruebas pertinentes y el reconocimiento transcurrió normalmente. Firmé un conforme porque lo creí acertado, y porque conocedor de este tipo de negocio sobradamente, me pareció que se me habían hecho las pruebas y preguntas esenciales para obtener mi renovación.
Pero, Sr. Jefe Provincial, no ocurre lo mismo en todos
los centros de la provincia. Como ejemplos, le diré que me consta (tengo
testigos sobrados) que hay dos centros -y seguramente a lo largo y ancho de la
provincia algunos más- que no cumplen en absoluto con la normativa vigente ni
tan siquiera en lo más elemental. Son los centros de Castuera, Clínica “La
Serena”, y de Zalamea de la Serena, Centro Médico Trajano, este último, al
parecer de un Sr. que regenta una Auto-Escuela en varias poblaciones de la
comarca. En el primero, Clínica “La Serena”, según me contaba un conocido hace
unos días, no le hicieron ninguna prueba y el reconocimiento se limitó a unas
preguntas nada más. Y en el segundo, Centro Médico Trajano, me confesó un
familiar que había pasado allí un reconocimiento hace unos meses, tampoco le
hicieron nada importante y sólo lo atendió una persona que, según parece, no
era el médico precisamente. Que diferencia con el centro de Badajoz donde a mí
me atendieron tres personas, una de ellas el facultativo que lo hizo
minuciosamente.
Pues bien, Sr. Jefe Provincial, que no nos vengan
luego los agentes de tráfico con el mantra de que los mayores -yo lo soy-
causamos más accidentes que nadie. Dígale a su segundo, un tal Primitivo Adame
Perera (y perdón por el tono despectivo conque me dirijo a él, pero se lo tiene
más que merecido) y a los agentes del grupo de análisis de Tráfico que lo
acompañan en las inspecciones qué desde cuando no realizan una inspección a
estos centros señalados… y a los demás de la provincia, por supuesto.
Si, Sr. Jefe Provincial, qué le presenten un informe
de cuántas inspecciones se han realizado desde el año 2018 en que un centro de
Castuera denominado “Chiri” tuvo que cerrar sus puertas por las continuas
inspecciones que se le realizaban cada vez que tenía que contratar un
facultativo nuevo (siete en menos de medio años) a los que se amenazaba con el
degenerado dicho para que se marcharan de: “si te equivocas en algo, te
pondremos 20.000 euros de multa y la inhabilitación para diez años”. El dueño
del centro tuvo que tirar la toalla aun a pesar de que su negocio estaba
totalmente legalizado -funcionando con 1.600 clientes el último año y con 800
en tan solo desde enero a mayo cuando cerró- y en ninguna de esas múltiples inspecciones se
le pudo pillar sin los facultativos que marca la ley y sin cumplir a raja tabla
la normativa vigente, cuando a los demás, sencillamente, no se inspeccionaba.
Termino, Sr. Jefe Provincial. El dueño del centro
médico “Chiri” ahora está trabajando en Alemania como un emigrante más; y
mientras, los dos centros antes citados (Clínica “La Serena” y C.M. Trajano)
siguen su andadura ilegal sin que nadie ni nada los moleste. En el caso de la
Clínica “La Serena” desde el año 2001 y con una licencia (ILEGAL) que el
Ayuntamiento, entonces en manos del Partido Popular, le dio en el año 2013,
hasta el que sólo tuvo una de “Centro de Formación Ocupacional” y en ella se
realizaron incluso operaciones quirúrgicas sin, por supuesto, la pertinente
eliminación de residuos tóxicos ni ascensor en ninguna de sus tres plantas.
Ni que decir tiene, sr. Jefe Provincial, que, cuando
reúna el dinero suficiente, quien suscribe pondrá ante la Justicia al Sr. Adame
y a los dos agentes del grupo de análisis que están sobradamente identificados,
porque “esto” no se va a quedar así… y no tengo ninguna prisa.
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