ESPAÑA SAQUEADA, Y LA JUSTICIA…
A la ciudadanía se ha metido en la mollera, con las
argucias propias del filibusterismo más descarado, que había una crisis cuando
la realidad es que lo que había era un puro y duro desfalco Institucional. El
Estado de Derecho convertido en un guiñapo de Empresas Públicas que dan lugar a
Administraciones Paralelas en todas sus CCAA para reclutamiento del
clientelismo y poder tener vía libre para el despilfarro y la corrupción. Madrid,
Andalucía, Valencia y Cataluña (sin olvidarse de Extremadura, Asturias,
Castilla La Mancha, Galicia… donde también se han cocido “habas” en grandes
“cacerolas”) se alzan con el título “Alibabá” del desvalijamiento Público.
Pero hacía falta que la Justicia, uno de los pilares del
Estado, estuviera acorde con las circunstancias y dejara el camino libre a la
política, ya que, el poder Legislativo estaba controlado con la Ley Electoral
(15 o 20 legislando y el resto -más de 300- para pulsar el botón por un salario
con el que jamás habían soñado). Así, nadie duda que la Justicia está echando
una buena mano, quizás sin pretenderlo en la mayor parte de los casos, a la
desproporcionada cantidad de delincuentes políticos (y empresariales
conniventes con los políticos) con su lentitud y, sobre todo, con la humillante
desconsideración a que se obliga a una gran parte de Jueces y Fiscales desde
las altas esferas, tras la consabida politización judicial llevada a cabo por todos
los Gobiernos “democráticos”, impidiendo, desde el primer día de la
instauración de la Democracia, cualquier signo de independencia judicial. Poco
presupuesto (¿no es el Ministerio que cuenta con menos fondos?) y menor número
de Jueces por cada mil habitantes de todos los países desarrollados da lugar a
que no hay un solo político de cualquier signo que se salve de alguna retardada
imputación (y si existe es porque no se le ha investigado todavía) por cualquiera
de los delitos más comunes del Código Penal. Como se subraya en uno de mis
últimos escritos por parte de E.P. “la Justicia es el pan del pueblo; siempre
está hambriento de ella”, que dijo FRANÇOIS-RENÉ DE CHATEAUBRIAND. Y sólo
tenemos que ver que cinco regiones de España (Extremadura entre ellas, como no)
están entre las diez con mayor número de parados de toda la UE. Además, en
Extremadura, como no podía ser de otra formas, el 65% de los hogares no llega a
fin de mes, lo que supone dos de cada tres hogares pasándolas de cuarta y media
y sin nada ni nadie que tenga la menor intención de ponerle el más mínimo
remedio. Rematado con que los extremeños somos, después de Ceuta, Canarias y
Andalucía (¡viva Dña. Sultana Díaz!), lo que tenemos el índice de riesgo de
pobreza más alto del país (30,4%). Pronto seremos todos pobres menos los
frailes de Guadalupe, seguro…, y la clase dirigente (entre 4.000 y 8.000 € de
salario mensual), claro.
Desde luego, si miramos los datos de Andalucía, da igual
que sean económicos como de paro o de riesgo de pobreza, sin olvidar las mil y
una corruptelas de gran volumen, los españoles tenemos que estar deseando que
Dña. Susanna gane las primarias del PSOE y luego las Elecciones Generales…,
batiremos todos los record que haya en el mundo de paro, pobreza, desigualdad,
corrupción, clientelismo, nepotismo, deterioro sanitario, mala educación,
peores universidades y máxima incultura (todos terminaremos diciendo: “vusotros”),
junto a la mayor inseguridad ante los extremismos de todas las sectas del
planeta y las mafias más reconocidas.
En fin. Lástima, porque si dispusiéramos de los incontables
miles de millones de euros sustraídos a todos los ciudadanos y sumáramos los
“dejados de pagar” por las empresas cotizadas, seguramente, seríamos una de las
cinco primeras potencias de los países más desarrollados del mundo. Sólo con el
turismo, los productos de la huerta y nuestra insuperable gastronomía, seríamos
la envidia de medio mundo…, y del otro medio también. Pero para eso hay que
leer la cartilla a la Banca y concederles el retiro a todos los políticos que
superen los 50 años y a todos los que lleven más de diez años en algún cargo
público. Sin olvidarnos de meter en la trena a todos los ladrones que todavía
pululan por todas las Administraciones, aunque para ello haya que construir
unas pocas de prisiones más…, que no hace falta que sean de lujo como esa de
Madrid, porque los que las van a ocupar bastante han disfrutado ya con nuestros
impuestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario