Y DALE CON LA DEUDA PÚBLICA
A nadie se le escapa que la Banca, de
una manera u otra, acumula el 99,7% de la
Deuda Pública; de ahí que, por
ejemplo, Grecia siga en la UE a pesar de los pesares, pues si se sale
del euro y empieza a hacer devaluaciones habría que haber socorrido no sólo a
los Bancos Españoles -que también- sino a todos los de media Europa (alemanes y
franceses sobre todo) y, lógicamente, hubiera sido una “tormenta” peor que ese
ciclón Harvey de EEUU que ha arrasado Texas y aún no se ha quedado conforme.
Resumiendo: da igual que sea la Educación, la Sanidad o los Servicios Sociales
quienes paguen el pato de esta cicatera política neoliberal que se aplica en la
UE (sin excluir España, por supuesto), el caso es “guarecerse” y luego ya
vendrá la beneficencia si hace falta; como, por cierto, en parte ya está
ocurriendo con más de un millón de hogares de nuestro País. Es decir, con más
de ¡tres millones! de españoles a los que sólo falta la “cartilla de
racionamiento”, que ya veremos si no llega a los múltiples comedores sociales
existentes.
Sin olvidar eso que se llama “dinero
fiduciario” (del que en otra ocasión diré algo), nadie debe dejar en el tintero
lo que dijo uno de los mejores Presidentes que han tenido los americanos, Thomas
Jefferson: “Gastar dinero para que sea pagado por la posteridad bajo el nombre
de Deuda no es más que una estafa a gran escala a las futuras
generaciones”.
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