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miércoles, 26 de septiembre de 2018

26/09/18 - TRABAJADORES POBRES


TRABAJADORES POBRES

Después de dos de mis últimos tres escritos con cierta ironía, tratando de emular -sin conseguirlo, claro- a esos genios de la acrimonia como: Aristófanes, Cervantes, Quevedo, Jonathan Swift, Voltaire, George Orwell y otros tantos, hoy me pongo serio. Con cara de pocos amigos porque el tema así lo requiere: Con las cosas de comer no se juega: El trabajo y el salario son sagrados y no valen remoquetes. Aunque eso para algunos, desternillantes imbéciles, sólo significa una muy ligera preocupación por no decir ninguna. Ellos no necesitan de esos medios para vivir a cuerpo de rey: Con desvalijar, o con permitir que otros lo hagan, les sobran ambos.

Leyendo una magnífica y concisa información de una página de economía, he extraído datos que son escalofriantes y muestran lo infames que son nuestros actuales gobernantes. Incluida, por cierto, nuestra paisana, Ministra de Trabajo, que se niega a emprender reforma alguna del mercado laboral aún a pesar de tenerse por muy socialista. Socialista de derechas; o sea, supongo, socialdemócrata. Pero bueno…

Datos como: “Cicatriz de desigualdad social que en España (y no digamos ya en Extremadura) adquiere dimensiones hipertróficas”; “el séptimo país de los 33 de la OCDE donde más ha crecido la desigualdad desde el año 2010”; “el quinto país de la eurozona con mayor porcentaje de personas en riesgo de pobreza o exclusión (el 26,6%) y el de mayor tasa de trabajadores pobres (13,1%)”; “el 1% más rico de la población mundial acumula ya la misma riqueza que el 99% más pobre”; “tras 10 años de crisis, los ricos son más ricos y los pobres, más pobres”; “sí, la riqueza es superior a la que había en el 2007, pero hay más desempleo y los salarios de los que trabajan son más bajos, lo que significa que lo que ha mejorado son los beneficios de las empresas, lo cual explica la desigualdad”; “la tasa de temporalidad y de empleo a tiempo parcial involuntario se eleva al 60%”; “sueldos de 993 € al mes, y mientras que el 10% de los salarios más altos ha acumulado una subida del 15,18% entre 2008 y 2016, el 10% de los más bajos ha caído en la misma proporción, a la par de que existe un 10% de trabajadores cuyo salario medio es ¡330 €!”; en este país el 1% más rico acapara ya el 25,1% de la riqueza total, casi lo mismo que el 70% más desfavorecido”; según Oxfam, el 10% más rico de los españoles concentra más de la mitad de la riqueza total (53,8%), es decir, más que el otro 90% restante”; en la lista de la revista Forbes (más de 1.000 millones de dólares) hay ya 29 españoles y en el último año han entrado cuatro nuevos millonarios”; etc.

Para la Ministra de Economía (¡otra que mejor baile!) la precarización del empleo y la reducción salarial han propiciado un nuevo tipo de trabajador: el trabajador pobre. Así pues, “la desigualdad acentúa  el efecto de los ciclos económicos y crea un círculo vicioso de pobreza, baja educación, mal empleo y descapitalización que lastra el crecimiento potencial”.

Y la pregunta es: ¿Me podrían explicar Vds., socialistas y populares, a que se han dedicado todos estos años (¡40, nada menos!) en el Congreso y el Senado y los hemiciclos regionales y provinciales que no haya sido permitir encima de la catástrofe que haya quienes defraudaban y lo siguen haciendo ¡90.000 millones de euros! anuales? Con sólo reducir este apunte a la mitad, los españoles seriamos campeones de Europa en casi todos los datos contrarios a los expuestos. ¿O no?      

miércoles, 19 de septiembre de 2018

19/09/18 - ¡PAPA!: ADONDE JAGO EL MÁSTER.


¡PAPA!: ADONDE JAGO EL MASTER.

¡Pero qué máster ni que ocho cuartos es ese, muchacha! Perdón, estaba remedando a un padre “jarto” de currar y a su hija (ambos analfabetos funcionales) al que ésta, estudiante en la Universidad Popular del pueblo -extremeño o andaluz, lo mismo da- y en la Casa de la Curtura, le hacía la pregunta del momento: ¿Cómo y dónde hacer un máster? Como si eso fuera algo que está al alcance de cualquiera que no tenga una titulación universitaria. Claro que, como la moda es hacer uno -sin hacerlo- y la voz se corre por el Whatsapp, pues…, no es de extrañar que haya quien piense que con el carnet del partido y yendo con cierta asiduidad a su “Centro Clientelar de aborregamiento”, como son las Casas de la Curtura y las Universidades Populares, puede conseguir el suyo. ¡Qué CCAA, señor! Para echarse a llorar.

Tanto en Extremadura como en Andalucía -Cataluña, Castilla La Mancha, Asturias y, prácticamente, todas las demás- quienes deberían hacer un máster son sus gobernantes; mas, obviamente, un máster en ciencias del derecho ciudadano a no ser explotados, vilipendiados, expoliados, engañados, por supuesto, aborregados, privados de la más elemental de las libertades como es el derecho a opinar y a expresar sus convicciones sin ser “señalado”, a no ser privados de sus derechos a una vivienda digna y a una educación y una sanidad acorde con los tiempos y no la majada que tenemos ahora, a unos índices de pobreza que no sean los escandalosos y vergonzosos que son los actuales, a unos salarios que permitan a los  trabajadores mantener intacta su dignidad sin tener que estar doblando la rodilla a cada momento si quieren seguir siendo explotados, a una vigilancia  especial en la aplicación de la ley de dependencia para que no sea la boñiga que ahora es, etc., etc. Y, por supuesto, con máster o sin él, dejar de llenarse la andorga a costa del contribuyente no sólo con esas historias de kilometrajes, dietas, asistencias a plenos, comisiones de gobierno, las mil y una prebenda (móviles, tablets, ordenadores portátiles, etc., todo como los coches oficiales, de alta gama, claro) y demás evicciones, sino con esos sueldazos (entre ¡5.000 y 12.000 € al mes!) que ya no es que sean desproporcionados, sino que son unas auténticas baraterías a la ciudadanía. Con el ludibrio de que encima, merced a unas Leyes y unos Reglamentos al estilo Romanones, son cientos de miles; concretamente, unos ¡500.000! en todo el país. ¡Que ya está bien!, por favor.

En fin,… y “aluego” sino se ha hecho bien el máster y te pillán (caso de la Ministra de Sanidad, por citar el último ejemplo) se dimite; manteniendo, por descontado, a cal y canto, que no se había cometido ninguna regular principada. ¡Qué vergüenza!..., para quien la tenga.   

Y ahora ya, para rematar el remate, o como se dice en el futbol, “para rizar el rizo”, resulta que hay serias dudas de que nuestro querido Presidente del Gobierno no sea un copión (quod natura non dat...) De ser así, que no me extrañaría conociendo a los patricios que han pasado antes por su Cargo y las han armado “de padre y muy señor mío”, el Sr. Sánchez y el Sr. Casado (vaya dos ejemplos de sus respectivos partidos semifas…) se tendrán que coger de la mano y darse una vuelta de nuevo por la Universidad…, aunque sea por esa tan apócrifa con nombre de Rey.    

 

miércoles, 12 de septiembre de 2018

12/09/18 - CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS


CARTA ABIERTA A PABLO IGLESIAS

 Sr. Iglesias: Lo primero que quiero es darle ánimo para seguir atendiendo a sus hijos, porque, con ese “¿no hay alguien más por ahí?” -como decía el humorista catalán Eugenio- y la ayuda suya y de su compañera van a salir adelante. Se lo dice alguien que padeció tosferina en el año 1948, prácticamente recién nacido, con lo que esa enfermedad suponía en esa época (irse al “más allá”) y con el esfuerzo de sus padres, noches y noches sin dormir turnándose para que pudiera respirar, salió adelante y aquí está escribiéndole a Vd. setenta años después.

Pero, Sr. Iglesias, no comparto su opinión sobre la Sanidad pública española, aún a pesar de haber pasado en seis ocasiones por el quirófano y haber sido atendido por magníficos profesionales, que prefiero no citar por aquello del lisonjeo que no es lo mío. Difiere mucho la de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao y otras grandes ciudades con la que recibimos los extremeños que vivimos en las zonas rurales. Aquí, en Extremadura, sólo se salva del desastre (que servidor sepa) el hospital Infanta Cristina de Badajoz y quizás algún otro de Cáceres.

Los datos son inexorables: La Comunidad Autónoma española con menos médicos por número de habitantes y donde hay cerca de ¡100.000 personas! esperando para una intervención quirúrgica (lo que supone casi el cien por cien de quienes tienen esa necesidad), donde hay que esperar casi ¡cuatro años! para una consulta anual obligatoria de cardiología, y donde mientras, proliferan los Palacios de Congresos, las Casas de “Curtura”, las Universidades Populares y las no sé cuántas Empresas públicas para gloria del clientelismo que mantiene a los mismos en el poder por tiempo indefinido.

No, Sr. Iglesias, la Sanidad pública no es lo que Vd. se cree. Y no se trata de sus profesionales, no; se trata del sistema y de los recortes que ha sufrido con esa famosa crisis inventada por la Banca para poner sus cuentas al día con el dinero de los trabajadores españoles, y de la funesta política que falsos socialdemócratas y populares, con la extrema derecha incrustada en sus filas, llevan cuarenta años aplicando. No sin la inestimable ayuda de los partidos nacionalistas vascos y catalanes, cuyos dirigentes se han puesto las botas a costa de prestar esas asistencias, y sino que se lo pregunten al Sr. Puyol y sus niños, que, por cierto, afortunadamente, nacieron sin problema; aunque, eso sí, con el GEN de afanar implícito.

Así pues, Sr. Iglesias, hágale Vd. saber a su Secretario General en Extremadura, el Sr. Jaén, lo que ocurre y que retire su apoyo a este atajo de leños que mal gobierna esta Comunidad. Porque no se puede consentir que el propio Consejero de Sanidad, Sr. Vergeles Blanca, manifieste públicamente que quien no quiera esperar para ser intervenido se vaya a la Sanidad privada. La de sus amigos, claro. Como, por ejemplo, el Dr. Lillo Bravo, al que concedió una licencia para una Clínica privada sin la más elemental de las documentaciones: el Proyecto de Arquitectura y el hecho de que se hiciera en terrenos de equipamiento público sin haber sido desafectados.

No todo el monte es orégano, Sr. Iglesias. Pero, además, en Extremadura hay mucha tela que cortar en todos y cada uno de los temas que afectan a la política. Y si los suyos -que eran la esperanza de los más desfavorecidos- no lo hacen, los expoliadores de los dos grandes partidos seguirán “abarbando en el zurrutaco” con total despreocupación.     

 

martes, 4 de septiembre de 2018

04/09/18 - LA REGIÓN QUE ES "UN EJEMPL A SEGUIR"


DEDICADO AL DÍA DE EXTREMADURA.

LA REGIÓN QUE ES “UN EJEMPLO A SEGUIR”

 Esta tierra maravillosa es muy apacible para la vida. Especialmente para algunos privilegiados Latifundistas, Políticos (que son tantos que parece esto un cantón de China) y unos cuantos dueños (o quién sabe si testaferros) de ciertas Empresas que se están poniendo, como vulgarmente se dice, las botas; merced, lógicamente, a las innumerables ayudas de la Junta de Extremadura, las Diputaciones Provinciales y demás Entes de nuestra, reitero, maravillosa Comunidad Autónoma (C.A.). Y, cómo no, para la multitudinaria “cabaña” de borregos que dicen amén a todo lo que los socialistas les proponen con tal de seguir llenándose el mondongo sin darle palo al agua, escondidos en cualquier puesto de cualquiera de las Administraciones Públicas dominadas desde el inicio de la dedocracia por personajes de la envanecida alzada de Ibarra o Fernández Vara y sus “mariachis” cuchipandingueros. ¿O no? Decía Jean de La Bruyère que “la vida es una tragedia para los que sienten, y una comedia para los que piensan”. ¡Lástima!, pues aquí en Extremadura, contradictoriamente, “la vida es una tragedia para la mayoría y más para los que piensan algo”…, “y una comedia rocambolesca muy rentable para los que no sienten nada”. Pero, no obstante, lo cierto es que Extremadura, para conocimiento de propios y extraños, resulta “un ejemplo a seguir”. Pues miren Vds.:

Gozamos del IRPF más caro del país. En razón, imagino, de que tenemos la media salarial más alta de todas las CCAA, pues sino no sería posible, y a pesar de que las rentas del capital aquí, caso único del país, supuestamente, superan a las del trabajo. Sí, porque, sencillamente, sólo curran unos pocos, ya que, la mayoría son políticos o están cerca de la política y de ahí esos suculentos emolumentos de media. Quietos pues con las reformas fiscales, Sres. del Gobierno, no se vayan a enfadar los compañeros Conservadores y para qué queremos más, ¡menuda es la Sra. Botín y el resto del clan del Ibex y Compañía!

Al igual que el IBI. Para entendernos, la conocida Contribución rústica y urbana. Un golazo por la escuadra, pues aún siendo la más barata del país, según dicen nuestros político, ¡ole el arte de la engañifa!, no lo pagan ni las oficinas que lo cobran, caso de Castuera por ejemplo…, y me atrevería a asegurar -aunque no quiero líos y preferible es decir presuntamente- que en el mismo caso están, sino todas, la mayoría de las que las Diputaciones tienen establecidas en todo el territorio extremeño. Los edificios públicos -algo desconocido para casi todos- se saltan a la torera estos impuestos que los pobrecitos pueblerinos de esta tierra, seguramente sin razón según el criterio político, nos quejamos de perder; eso sí, no todos, sólo servidor y “cuatro” más; y a pesar de que seguro que sí van incluidos en los Presupuestos de todas las Localidades donde no deja de haber alguno. Todo, además, sin contar a los que se les perdona dicho IBI porque son pobres y no pueden hacer frente a impuestos del tal envergadura, caso de multitud de Empresas que tienen millones de facturación y Señoritos de postín de los más de diez mil que hay en toda nuestra C.A. Pero, sino nos hace falta, ¡tío!..., qué más da.

Los índices de pobreza, tanto relativa como severa (incluida la infantil), indiscutiblemente, (corríjanme si no estoy en lo cierto) son los más bajos del país; no hay que hacer caso a lo que se diga por ahí: aquí todo el mundo vive de puta madre (con perdón) para arriba, como…, mejor no lo digo. Por tener, tenemos las mejores redes de carreteras (nuestras autovías dan la vuelta a toda Extremadura, ¿lo saben, no?) y ferroviarias (con el mayor número de trenes de alta velocidad del país y que jamás tienen alguna avería, ¿cierto o no?), o sea, todo un paraíso para viajeros y transportistas.

Los extremeños somos los que menos impuestos, tasas y cánones pagan de todo el territorio nacional; sobre todo, los militantes, familiares y amigos de alguno de los políticos de cualquiera de las dos grandes formaciones que nos mandan, que, previsiblemente (salvo la consabida excepción que hace la regla), no abonan ninguno. Podría citar casos con nombre y apellidos, pero eso mejor dejarlo para los Juzgados.

Y del desempleo, qué quieren que les diga si aquí no hay parados; es sólo que lo hacemos todo tan bien que nos sobra tiempo y parece que estamos en paro (presuntamente, las listas las rellenan los políticos para coger las subvenciones, pero son “falsas”), y por eso, en esta C.A., no existe el mundo sindical, ¿para qué?, si no hay ningún conflicto ni existen los cursos de formación ni los ERES; tontería pues, pedir una reforma laboral a nuestra ministra de trabajo.

Y la medicina, ¿conocen alguna CCAA que tenga más médicos por número de habitantes que nosotros, o más hospitales, todos con un funcionamiento ejemplar empezando por el de Don Benito-Villanueva? ¡La medalla de Extremadura para el Consejero ya!, por favor. Somos los reyes del mundo sanitario (más de tres años de media esperando para una consulta obligatoria de cardiología anual, y más de ¡95.000 personas! -según se dice- en la lista de espera para una intervención quirúrgica) gracias, sobre todo, a haber exigido la nota más baja de Selectividad para poder estudiar medicina durante décadas. ¿O no?

En la economía, como no, ¡los reyes, tío, los reyes!, ¿qué Región de España o de cualquier otro país es capaz de superar el dato de tener el mismo PIB que hace treinta o más años? Ni los chinos lo han conseguido. Y ya que ha salido lo de la economía, ¿qué me pueden apuntar de las Empresas Públicas que tenemos si son las mejores del país y las más duraderas?; hasta hay alguna que sobrevive desde la Expo de Sevilla…, y son tantas que sólo nos hacen falta unos cuantos Jordi Sevilla para que todo salga a pedir de boca.

De Educación y Universidades, claro que podemos hablar, pues estamos entre los primeros en el índice Pisa, ¿no?, y con Universidades donde hay carreras con más profesores que alumnos, que ni Harvard nos iguala. Ni una Universidad entre las ¡800 mejores! del mundo, todo un record.

Por último, mejor no hablar de desigualdades sociales, latifundios o respeto por el medio ambiente, donde somos campeones de campeones como el At. Madrid.

Y en fin, para que no digan que no somos los “reyes del mambo”, nos acabamos de apuntar el premio del parque móvil más antiguo de todas las CCAA; pero, ¿para qué queremos comprar coches nuevos si los que tenemos son todos de alta gama y duran el doble que los demás?, sería de tontos, ¿no? Para algo tiene que servir, digo yo, ser los mejores asalariados del país.

Lo dicho, que no hay quien nos iguale: “Extremadura es un ejemplo a seguir”.