DEDICADO
AL DÍA DE EXTREMADURA.
LA
REGIÓN QUE ES “UN EJEMPLO A SEGUIR”
Gozamos del IRPF más caro
del país. En razón, imagino, de que tenemos la media salarial más alta de todas
las CCAA, pues sino no sería posible, y a pesar de que las rentas del capital
aquí, caso único del país, supuestamente, superan a las del trabajo. Sí, porque,
sencillamente, sólo curran unos pocos, ya que, la mayoría son políticos o están
cerca de la política y de ahí esos suculentos emolumentos de media. Quietos
pues con las reformas fiscales, Sres. del Gobierno, no se vayan a enfadar los compañeros
Conservadores y para qué queremos más, ¡menuda es la Sra. Botín y el resto del
clan del Ibex y Compañía!
Al igual que el IBI. Para
entendernos, la conocida Contribución rústica y urbana. Un golazo por la
escuadra, pues aún siendo la más barata del país, según dicen nuestros
político, ¡ole el arte de la engañifa!, no lo pagan ni las oficinas que lo
cobran, caso de Castuera por ejemplo…, y me atrevería a asegurar -aunque no
quiero líos y preferible es decir presuntamente- que en el mismo caso están,
sino todas, la mayoría de las que las Diputaciones tienen establecidas en todo
el territorio extremeño. Los edificios públicos -algo desconocido para casi
todos- se saltan a la torera estos impuestos que los pobrecitos pueblerinos de
esta tierra, seguramente sin razón según el criterio político, nos quejamos de
perder; eso sí, no todos, sólo servidor y “cuatro” más; y a pesar de que seguro
que sí van incluidos en los Presupuestos de todas las Localidades donde no deja
de haber alguno. Todo, además, sin contar a los que se les perdona dicho IBI porque
son pobres y no pueden hacer frente a impuestos del tal envergadura, caso de
multitud de Empresas que tienen millones de facturación y Señoritos de postín
de los más de diez mil que hay en toda nuestra C.A. Pero, sino nos hace falta,
¡tío!..., qué más da.
Los índices de pobreza,
tanto relativa como severa (incluida la infantil), indiscutiblemente, (corríjanme
si no estoy en lo cierto) son los más bajos del país; no hay que hacer caso a
lo que se diga por ahí: aquí todo el mundo vive de puta madre (con perdón) para
arriba, como…, mejor no lo digo. Por tener, tenemos las mejores redes de
carreteras (nuestras autovías dan la vuelta a toda Extremadura, ¿lo saben, no?)
y ferroviarias (con el mayor número de trenes de alta velocidad del país y que
jamás tienen alguna avería, ¿cierto o no?), o sea, todo un paraíso para
viajeros y transportistas.
Los extremeños somos los
que menos impuestos, tasas y cánones pagan de todo el territorio nacional;
sobre todo, los militantes, familiares y amigos de alguno de los políticos de
cualquiera de las dos grandes formaciones que nos mandan, que, previsiblemente
(salvo la consabida excepción que hace la regla), no abonan ninguno. Podría
citar casos con nombre y apellidos, pero eso mejor dejarlo para los Juzgados.
Y del desempleo, qué quieren
que les diga si aquí no hay parados; es sólo que lo hacemos todo tan bien que
nos sobra tiempo y parece que estamos en paro (presuntamente, las listas las
rellenan los políticos para coger las subvenciones, pero son “falsas”), y por
eso, en esta C.A., no existe el mundo sindical, ¿para qué?, si no hay ningún
conflicto ni existen los cursos de formación ni los ERES; tontería pues, pedir
una reforma laboral a nuestra ministra de trabajo.
Y la medicina, ¿conocen
alguna CCAA que tenga más médicos por número de habitantes que nosotros, o más
hospitales, todos con un funcionamiento ejemplar empezando por el de Don
Benito-Villanueva? ¡La medalla de Extremadura para el Consejero ya!, por favor.
Somos los reyes del mundo sanitario (más de tres años de media esperando para
una consulta obligatoria de cardiología anual, y más de ¡95.000 personas!
-según se dice- en la lista de espera para una intervención quirúrgica)
gracias, sobre todo, a haber exigido la nota más baja de Selectividad para
poder estudiar medicina durante décadas. ¿O no?
En la economía, como no, ¡los
reyes, tío, los reyes!, ¿qué Región de España o de cualquier otro país es capaz
de superar el dato de tener el mismo PIB que hace treinta o más años? Ni los
chinos lo han conseguido. Y ya que ha salido lo de la economía, ¿qué me pueden
apuntar de las Empresas Públicas que tenemos si son las mejores del país y las
más duraderas?; hasta hay alguna que sobrevive desde la Expo de Sevilla…, y son
tantas que sólo nos hacen falta unos cuantos Jordi Sevilla para que todo salga
a pedir de boca.
De Educación y
Universidades, claro que podemos hablar, pues estamos entre los primeros en el
índice Pisa, ¿no?, y con Universidades donde hay carreras con más profesores
que alumnos, que ni Harvard nos iguala. Ni una Universidad entre las ¡800
mejores! del mundo, todo un record.
Por último, mejor no
hablar de desigualdades sociales, latifundios o respeto por el medio ambiente, donde
somos campeones de campeones como el At. Madrid.
Y en fin, para que no
digan que no somos los “reyes del mambo”, nos acabamos de apuntar el premio del
parque móvil más antiguo de todas las CCAA; pero, ¿para qué queremos comprar
coches nuevos si los que tenemos son todos de alta gama y duran el doble que los
demás?, sería de tontos, ¿no? Para algo tiene que servir, digo yo, ser los
mejores asalariados del país.
Lo dicho, que no hay quien
nos iguale: “Extremadura es un ejemplo a seguir”.
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