EL LEMA DE LA
DICTADURA
Patria, Justicia
y Pan. Lo recuerdo de cuando era niño y mi padre lo refería (que remedio),
aunque no con la frecuencia de otros que después han hecho de sus vástagos
socialdemócratas y populares liberales (Neoliberales) más de derechas que ellos
mismos. Y también que les va..., como les fue a ellos.
Ese General que
quieren cambiar de “aposento” dijo antes de irse, supongo, por la laguna
estigia, que todo quedaba “atado y bien atado”. Una cosa así como el famoso
“nudo gordiano”, imposible de desatar, que Alejandro Magno cortó de un tajo con
su espada y punto. Sólo que aquí, en nuestra España, aún, que se sepa, nadie ha
sido capaz de desatar, “ni siquiera usando láser”, ese “nudo gordiano” del
franquismo. Los tiempos han cambiado porque eso es inexorable, pero el lema de
la Dictadura sigue vigente para muchos españoles que siguen sufriendo las
consecuencias de que nadie haya sido capaz de pegarle un tajo, de una vez por todas,
a ese “nudo gordiano” de 1976 que la Dictadura nos dejó en herencia.
Ratificado, cómo no, en esa Constitución, copiada de la alemana, que nadie, o
casi nadie, de ningún partido quiere “modernizar” para así seguir, como dije
hace bien poco, “abarbando en el zurrutaco” a sus anchas mientras los
españolitos de a pie siguen sin enterarse del saqueo a que están siendo
sometidos. Sólo hay que ver que somos el país europeo con mayor proporción de
trabajadores pobres. Sí, está leyendo bien, de los que tienen trabajo. ¿Alguien
da más?
La patria, aquí
para nosotros, ha quedado dividida en 17 patrias y una patria de las patrias.
Esperemos que no se divida Cataluña,
porque entonces vamos a tener más banderas que si se celebrara un mundial de
petanca. No vamos a ganar para lazos de colores.
De Justicia
mejor no hablar. El Tribunal de los Tribunales, el Tribunal Supremo, deshojando
la margarita de los gastos hipotecarios: ¡me quiere!, ¡no me quiere!, ¡me
quiere!, ¡no me quiere! Y así, hasta que los Ilustrísimos Sres. Magistrados (31)
dictaminen, presuntamente, lo que les “ordene” la Gran Banca; “hasta que
(reitero, presuntamente) decidan si quieren tener finca o la tienen ya”. ¡Increíble,
no! ¡Inadmisible, tampoco! Donde digo, digo; digo Diego, y andando. Pues oigan
Vds.: los usuarios de hipotecas no necesitamos ni Notarios ni Registradores ni
a ninguna CCAA para firmar un contrato con cualquier entidad financiera; si
ellos no se fían y los precisan que los paguen, y si hay que liquidar algún
impuesto, que lo liquiden ellos puesto que el contrato ya especifica que el
bien hipotecado es de su propiedad hasta tanto se devuelve lo que se ha
recibido en “prenda”, pues de lo contrario no habría desahucios. De Justicia
para robagallinas, que dijo el propio Presidente del CGPJ, nada de nada,
por favor.
Y pan, ¿qué pan?
Un mendrugo para la mayor parte de los que trabajan, salvo excepciones; y medio
mendrugo para los pensionistas que no han podido pagarse un plan de pensiones.
Los políticos, como en todas las facetas de la vida, de su vida sin vida
laboral, valga la redundancia, se salvan de la debacle y si tienen seguro el
pan y más pan. Incluso, un gran número de ellos, gracias a las puertas
giratorias, se han asegurado una vejez más que gloriosa sin necesidad de contar
lo afanado. Me da, además, que cuando se vayan al otro mundo, lo harán a nado
para que se fastidie y se quede sin cobrar el transportista de la laguna
estigia Caronte.