Wikipedia

Resultados de la búsqueda

miércoles, 27 de febrero de 2019

27/02/19 - POLITICOS PRESOS Y PUNTO


POLITICOS PRESOS Y PUNTO.

De pequeño, con las envolturas del chocolate, me regalaron una camiseta del Barça. Me hizo una gran ilusión, ¡una camiseta de futbol!, mis amigos ni siquiera podían soñar tener una. Pero, servidor no simpatiza con el F.C. Barcelona. Simpatiza con el Atlético de Madrid, por, simplemente, aquello de “qué manera de vivir”. No obstante, siempre he sentido un gran respeto, quizás por ese hecho de mi infancia, por Barcelona y por los catalanes en general. Además, de que muchos de mis amigos y familiares se tuvieron que marchar a buscarse la vida a esa tierra y fueron acogidos con la decencia que la buena gente se merece, y allí siguen viviendo muchos de ellos respetados a pesar de simpatizar con el Real Madrid.

Por eso me duele lo que está ocurriendo con ese famoso “Procés”. ¿Presos políticos, políticos presos? Una merienda de negros (con perdón para los de la piel de ese color) como siempre se ha dicho en España cuando algo era anárquico. Y nada más lo es en estos momentos, por supuesto, políticamente hablando. Mas, que nadie piense que en España hay presos políticos. Eso, aunque otras muchas desgracias si las padezcamos, no es admisible: En este país, lo de los presos por sus ideas, afortunadamente, ya pasó a la historia. Con el fin de la dictadura se acabaron los presos políticos, aunque siga habiendo quienes aún lo discuten esperando que resplandezca la verdad como parafraseó Julio Cerón al señalar que ésta siempre resplandece al final, cuando ya se ha ido todo el mundo. Lo políticos catalanes que están presos son, sencilla y llanamente, políticos presos y punto. Otra cosa es que se lo merezcan o no. Eso lo dirá la Justicia, aunque, en parte, en una gran parte, esté, por desgracia, politizada y sea también algo como lo expresado sobre el “Procés”: Una auténtica merienda de...

Dicho lo dicho, muchos catalanes y muchos españoles tienen que saber que esos políticos presos (tratando de parecer en el banquillo simples corderitos) deberían explicarnos a todos que hicieron ellos cuando el 15/06/2011 el movimiento 15-M rodeó sin ninguna violencia el parque de la Ciutadella (donde está el Parlamento de Cataluña) para denunciar los recortes de gasto público social (que incluía sanidad, educación, y otros servicios públicos vitales) que se iban a aprobar en el Parlamento ese día. Los Mossos atacaron con gran brutalidad a la población y hubo varias detenciones (la derecha catalana, incluyendo a la derecha independentista, calificó el hecho como algo similar al 23-F). El establishment político-mediático del país pidió las más duras condenas contra los ocho procesados del 15-M que fueron absueltos por la Audiencia Nacional; pero, más tarde, la petición del Gobierno de la Generalitat, del Parlament de Cataluña y del Ministerio Fiscal consiguió una condena de tres años por un delito contra las Instituciones del Estado, según sentencia dictada por, ¡qué casualidad!, el Juez Manuel Marchena. Hay que reconocer, pues, que algunos de los presos políticos de hoy fueron los justicieros de ayer, cuando pedían máxima prisión para los que se oponían a sus políticas neoliberales. Por tanto, puede que reciban la misma medicina y recetada por el mismo “facultativo”.

miércoles, 20 de febrero de 2019

20/02/19 - LA MANIFESTACIÓN


LA MANIFESTACIÓN.

Voy a iniciar este humilde escrito con dos citas que me parecen idóneas -perdón si yerro- para empezar a hablar de manifestación.

La primera es de William Faulkner: “Una de las cosas más tristes es que lo único que un hombre puede hacer durante ocho horas, día tras día, es trabajar”. Por supuesto, si no está jubilado, de huelga o asistiendo a alguna manifestación; algo que en nuestro país es, últimamente, muy frecuente  por culpa de la mal interpretada socialdemocracia, corrompida en mi opinión -como lo ha estado siempre la derecha con la incrustada ultra derecha- y de ahí sus continuos fracasos electorales como el de las pasadas elecciones en Andalucía…, aún ganándolas.

La segunda cita es de la Biblia, Libro de los Proverbios: “Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; los malos, por el contrario, se precipitan en la maldad”. Cierto, ¿pero cuántas veces tiene que levantarse el justo en un país donde los malos, ya no es que se precipiten en la maldad, sino que están construidos en ella genéticamente? ¿Cien, mil, dos mil… veces, para que de nada sirva? ¿Cómo se van a levantar los justos mandando gerifaltes de partidos políticos del corte del PP y VOX –incluidos muchos de esos mal llamados socialdemócratas- que, como dijo El Roto: “la media de edad mental es la edad media”? En fin, ¿qué hay que hacer en España para que la gente, especialmente los jóvenes y menos jóvenes -con los mayores está la cosa más difícil- se mentalicen de que es necesario votar progresismo social en lugar de tanto progresismo de telefonía móvil? En un país progresista las próximas elecciones generales, visto lo visto en ¡cuarenta años! (corrupción, más corrupción, y más y más corrupción), la ganarían Ciudadanos y Podemos por abrumadora mayoría. Pero, esto es España, “tipical Hispanis”, y la derecha con la ultra derecha se manifiestan sin que se sepa bien para qué y por qué y ya se dan por ganadores. Veremos que ocurre el 28 A cuando se cuenten los votos, aún a pesar de la injusta ley electoral que, lógicamente, “premia  a los buenos y castiga a los malos”.

Es muy lícito manifestarse, más que lícito justo, si se quiere algo de gran importancia, pero servidor no recuerda ninguna manifestación -de los líderes de ningún partido político liberal o socialdemócrata- para que el Gobierno de turno cambie el maltrecho código penal, que sólo castiga a los pobres que no tienen dinero para defenderse, o cualesquiera de esas miles de leyes que favorecen siempre a los mismos en detrimento de los más desfavorecidos y han dado lugar a las injusticias sociales que estamos viviendo; por cierto, ya muy próximas a las que viven los venezolanos, por citar lo más presentero.

Han sacado a la gente a la calle -más bien poca gente a pesar del bus y el bocadillo como en los tiempos de Franco- para que reivindiquen el nacionalismo español, el chauvinismo español diría yo, pero no tienen intención de que algo que arregle y haga más placentera la vida de la mitad más un cuarto de los españoles que ahora malviven (parados, pensionistas, mal pagados, pobres de solemnidad, cerca de un 30% al borde de la pobreza extrema) se haga patente si ellos salen elegidos. Y, por cierto, sin ánimo de incordiar a nadie: ¿Cómo no se les ocurriría hacer la manifestación en la “Milla de Oro”? Habrían asistido también los toreros, los futbolistas y los familiares y amigos de todos los banqueros. Mucha gente más.     

miércoles, 13 de febrero de 2019

13/02/19 - VENEZUELA Y ESPAÑA


VENEZUELA Y ESPAÑA

Ni que decir tiene, que lo que está pasando en Venezuela sea equiparable a lo que ocurre en España. Por supuesto, lo de Venezuela es bastante más “agudo” que lo que muchos españoles están soportando. Pero que nadie olvide que aquí las cosas no funcionan como algunos se creen. Evidentemente, porque los hay que han caído en el lado de los “opresores” y viven mejor de lo que nunca hubieran imaginado, lo que les hace pensar que esto, comparado con Venezuela, es jauja. Craso error el suyo, pues aquí, aunque tengamos medicinas y no falte de nada en las estanterías de los supermercados, si hay mucha gente que lo está pasando de “a cuarta” como se decía cuando un servidor era un niño. ¿En ese más de un millón de hogares en los que no nadie tiene trabajo se imaginan Vds. como lo deben estar pasando sus moradores? ¿Cómo pagan las medicinas que precisan, aunque las haya en abundancia? ¿Cómo se las arreglan para llevarse algo a la boca, no ya tres veces al día, sino una sola? ¿Cómo encontrar algún trabajo sino hay quien se lo de porque la empresa está (salvo el mundo de las finanzas, en parte gracias a los impuestos de esos que ahora no saben qué hacer y a donde ir) en franca decadencia y las multinacionales lo acaparan todo, por descontado, contratando con salarios paupérrimos y horarios de autentica explotación esclavizadora? ¿Qué hacer pues que no sea encomendarse a la indigencia y a esos comedores sociales -la mayor vergüenza de un país, en teoría rico- que no se veían desde la posguerra? Como Venezuela aún no, pero ¡ojo! que allí aunque no tengan vergüenza tienen petróleo, y nosotros sólo la desvergüenza de casi ¡500.000 políticos! mamando de una sola ubre.

No podemos presumir tanto de demócratas con la que tenemos encima, ni ir dando lecciones por el mundo cuando somos la última sardina de la banasta de los países más desarrollados (OCDE).

Hay datos que son estremecedores e impropios de un país que recibe al año ¡más de 80 millones de turistas!, y que para la “casta” política ni cuentan ni son reconocidos; aparte de tratar de ocultarlos “pagando” -mediante subvenciones- para que la gente, junto con la poca educación recibida, nunca los conozca. Casos como: Qué el agua y la luz hayan subido cinco veces más que los salarios, dando lugar a que haya gente que no sólo mal vive, sino que a la mínima la palma por falta de calor mientras las eléctricas ganan ¡10.000 € por minuto!; o como que tengamos más de ¡nueve millones de personas! en el umbral de la pobreza, o sea, en riesgo de exclusión social; o la más alta precariedad laboral de Europa, con ¡once millones de trabajadores! que a pesar de tener trabajo son pobres o, si les gusta más, clase media-baja ya; o unos servicios financieros, a los que, a pesar de haber tenido que “regalar”, aproximadamente, ¡100.000 millones de euros! de nuestros impuestos, ganan para sus directivos y accionistas más de ¡20.000 millones de euros cada año! a base de que se les permita un fraude fiscal de más de ¡50.000 millones de euros por declaración!; o que en CCAA como Andalucía se dediquen ¡13.000 millones de euros! de su presupuesto a lo que llaman por allí Administración paralela (es decir, clientelismo puro y duro). Y, para no extenderme, el remate de los remates: Una empresa de nombre “Paquí Pallá, S.L.” para reírse del más pintado. Bueno, a lo mejor va a resultar que tiene razón el “machado” Savater y “los males políticos no se resuelven con ética, como los incendios no se apagan con agua bendita”.

miércoles, 6 de febrero de 2019

06/02/19 - YO PAGO,TÚ PAGAS, EL... NO PAGA


YO PAGO, TÚ PAGAS, EL… NO PAGA

En el fondo, los que no pagan sus impuestos (caso reciente de ese candidato a la alcaldía de Madrid rebuscado por el “socialismo de chistera”) son como “esquiroles” (ratas los llaman en algunos países como Perú): Insolidarios que buscan beneficiarse de la contribución de los demás para su propio bienestar. Pero, ocurre encima, que filósofos (lo de filósofos es un decir en algunos engreídos sin fundamento para ello) como Fernando Savater, que roza la línea del fascismo al afirmar, sin el más mínimo fundamento, que los cinco millones de votantes que tuvo Podemos eran tontos, pudiera ser que esté entre los que, como el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, no declara lo que recibe por sus conferencias; que, por cierto, apañado va el que sea capaz de aguantarlas si en ellas se deja caer semejantes sandeces como lo dicho sobre Podemos. He leído algunos artículos de este sujeto y de verdad que no tienen nada de interés para nadie que no pertenezca al capital que es quien, presuntamente, le paga por “mal filosofar” y por sus posiciones contrarias a cualquier progresismo. Así pues, querido “filósofo trompón”, sepa Vd. que los cinco millones que votaron a Podemos, además de no ser tontos y haberse ilusionado con que España podía cambiar (cosa que con sus “teorías” del corte de los nueve de cada diez de Machado nunca va a suceder), pagan sus impuestos y no tienen sociedades interpuestas para engañar al Erario y a cualquier otra Administración que se ponga por delante.
Recuerdo, cuando aún era un niño, que mi padre, funcionario de Administración Local de nuestro pequeño pueblo, me contaba que gracias a la Contribución Rústica y Urbana él y sus compañeros podían cobrar su exiguo salario tras muchos meses esperando (en ocasiones hasta cerca de un año). Ahora, ocurre que, por arte del clientelismo democrático, los Ayuntamientos “se olvidan” de cobrar ese impuesto a un gran número de parroquianos, amén del propio del Alcalde o de algunos de sus familiares y el de la indicada oficina del OAR de la Diputación encargada de su cobro (el colmo en el caso del Ayuntamiento de Castuera) y, de este modo, sólo en Extremadura, se han detectado ¡144.000 “irregularidades” en el pago del IBI! ¿A cuántos millones de euros de recaudación perdida por los Ayuntamientos (o sea, por los ciudadanos que si pagan sus impuestos) asciende el “pucherazo” del fomento del clientelismo (tantas veces por mi señalado) que produce el quebrantamiento? Pero, no es sólo el IBI lo que se deja de cobrar, sino otra gran cantidad de impuestos y tasas, licencias de apertura, multas, etc., etc. a las que el Alcalde y sus secuaces hacen la “vista gorda” mirando sólo para las urnas. Y no entremos ya en las mil y una martingalas que el resto de Administraciones no detecta por falta de personal, que sólo favorece a los que realmente deberían pagar cuando menos algo, aunque fuera únicamente por disimular. Sin por supuesto hacer mención a los establishment financieros, que eso si que ya clama al cielo y no hay quien lo denuncie; junto, cómo no, a los escandalosos salarios de sus señorías que en parte no cotizan y están llenos de privilegios (para el 2019 se han subido, por acuerdo unánime, según parece, ¡1.000 euritos al mes! cada uno). En fin, como dijo Georges Clemenceau: “La vida es un espectáculo magnifico, pero tenemos malos asientos y no entendemos lo que estamos presenciando”. En España, un auténtico expolio político y financiero.