VENEZUELA Y
ESPAÑA
Ni que decir
tiene, que lo que está pasando en Venezuela sea equiparable a lo que ocurre en
España. Por supuesto, lo de Venezuela es bastante más “agudo” que lo que muchos
españoles están soportando. Pero que nadie olvide que aquí las cosas no
funcionan como algunos se creen. Evidentemente, porque los hay que han caído en
el lado de los “opresores” y viven mejor de lo que nunca hubieran imaginado, lo
que les hace pensar que esto, comparado con Venezuela, es jauja. Craso error el
suyo, pues aquí, aunque tengamos medicinas y no falte de nada en las
estanterías de los supermercados, si hay mucha gente que lo está pasando de “a
cuarta” como se decía cuando un servidor era un niño. ¿En ese más de un millón
de hogares en los que no nadie tiene trabajo se imaginan Vds. como lo deben
estar pasando sus moradores? ¿Cómo pagan las medicinas que precisan, aunque las
haya en abundancia? ¿Cómo se las arreglan para llevarse algo a la boca, no ya
tres veces al día, sino una sola? ¿Cómo encontrar algún trabajo sino hay quien
se lo de porque la empresa está (salvo el mundo de las finanzas, en parte
gracias a los impuestos de esos que ahora no saben qué hacer y a donde ir) en
franca decadencia y las multinacionales lo acaparan todo, por descontado,
contratando con salarios paupérrimos y horarios de autentica explotación
esclavizadora? ¿Qué hacer pues que no sea encomendarse a la indigencia y a esos
comedores sociales -la mayor vergüenza de un país, en teoría rico- que no se
veían desde la posguerra? Como Venezuela aún no, pero ¡ojo! que allí aunque no
tengan vergüenza tienen petróleo, y nosotros sólo la desvergüenza de casi
¡500.000 políticos! mamando de una sola ubre.
No podemos
presumir tanto de demócratas con la que tenemos encima, ni ir dando lecciones
por el mundo cuando somos la última sardina de la banasta de los países más
desarrollados (OCDE).
Hay datos que
son estremecedores e impropios de un país que recibe al año ¡más de 80 millones
de turistas!, y que para la “casta” política ni cuentan ni son reconocidos;
aparte de tratar de ocultarlos “pagando” -mediante subvenciones- para que la
gente, junto con la poca educación recibida, nunca los conozca. Casos como: Qué
el agua y la luz hayan subido cinco veces más que los salarios, dando lugar a
que haya gente que no sólo mal vive, sino que a la mínima la palma por falta de
calor mientras las eléctricas ganan ¡10.000 € por minuto!; o como que tengamos
más de ¡nueve millones de personas! en el umbral de la pobreza, o sea, en
riesgo de exclusión social; o la más alta precariedad laboral de Europa, con
¡once millones de trabajadores! que a pesar de tener trabajo son pobres o, si
les gusta más, clase media-baja ya; o unos servicios financieros, a los que, a
pesar de haber tenido que “regalar”, aproximadamente, ¡100.000 millones de
euros! de nuestros impuestos, ganan para sus directivos y accionistas más de
¡20.000 millones de euros cada año! a base de que se les permita un fraude
fiscal de más de ¡50.000 millones de euros por declaración!; o que en CCAA como
Andalucía se dediquen ¡13.000 millones de euros! de su presupuesto a lo que
llaman por allí Administración paralela (es decir, clientelismo puro y duro). Y,
para no extenderme, el remate de los remates: Una empresa de nombre “Paquí
Pallá, S.L.” para reírse del más pintado. Bueno, a lo mejor va a resultar que
tiene razón el “machado” Savater y “los males políticos no se resuelven con
ética, como los incendios no se apagan con agua bendita”.
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