PENSIONISTAS
POBRES, SÍ; DE POBRES PENSIONISTAS, NADA.
Bueno, pobres
todos no, evidentemente. El funcionariado y la casta política se salvan de la
debacle que, al parecer, se avecina. Como, obviamente, los desechos de la Gran
Empresa y la Banca que, por menos de nada, se “encuentran” con ¡cincuenta,
setenta, noventa… millones! como pensión por sus servicios usureros prestados y
sus comisiones a la política abonadas.
Para el
trabajador normal y corriente no sólo peligra la miserable pensión que este
país, por trabajar como un auténtico esclavo del siglo XXI, le otorga, sino que
es posible que no reciba ni tan siquiera esa mísera cantidad. Por falta de
fondos -y debido a la baja natalidad- es la justificación política, de la que
ellos se evaden sin mostrar el mínimo rubor al cobrar la máxima pensión establecida
por sólo doce años de vida laboral dándole caña al Cardhu mientras “trabajaban”.
Y no digamos ya si el cargo que se ha tenido ha sido Presidente de alguna de
las CCAA, pues en ese caso su pensión no baja de los ¡6.000 € mensuales! además
de un sinfín de prebendas que la acompañan por los servicios prestados al
incremento de la pobreza, el más alto desempleo y el mayor deterioro sufrido
por la Sanidad y la Educación y los Servicios Sociales en todo el periodo que
ha durado su funesto, social y económicamente, presidencialismo. Datos que, sin
lugar a dudas, se elevan al cubo en Comunidades como Extremadura, Andalucía o
Castilla La Mancha…, donde la pobreza extrema y la despoblación se han
consolidado ya como un grave problema de difícil solución (a mi pueblo, que
llegó a tener cerca de mil habitantes, le quedan creo ¡246!).
La cosa pinta
negra, pero que nadie, ningún político se piense que los pensionistas (ya se ha
demostrado no hace mucho) nos vamos a quedar viéndolas venir. Vamos a estar en
la calle -en principio sin armas- pero con la frescura que nuestra falta de
miedo ante nada ni nadie nos proporciona la edad (los antidisturbios se unirán
a nosotros cuando se acuerden de sus padres, de eso no hay duda), por lo que el
Gobierno tendrá que buscar “sicarios” y a esos los recibiremos al estilo de la
Bastilla.
No se puede
consentir que por una reforma laboral escandalosamente neoliberal (miserable,
ruin, infame, avariciosa, indecente, servil, rufiana, roñosa, etc.), donde ningún
joven consigue un trabajo de más de cuatro horas y su cotización es poco menos
que una nimiedad, haya dos formaciones políticas (PP y PSOE), ambas de
derechas, que bendicen los atropellos que la patronal impone y que han dado
lugar a que la Seguridad Social, según el Tribunal de Cuentas, está en “quiebra
técnica” porque ha perdido ¡100.000 millones de €! desde el 2010, y deba ya
(enero de 2019) ¡41.194 millones de euros! Es una auténtica desvergüenza que no
se puede consentir. Desvergüenza que avanza a un ritmo de nada menos que ¡5.000/6.000
millones de euros mensuales! Por cierto, Extremadura tiene que agradecer a esa
Sra. Ministra de trabajo y S.S. paisana, que, aun sabiendo que aquí es donde
menos se cobra de España, no haya movido un dedo que no sea para sí asegurarse
su escandalosa pensión donde las de los demás son las más bajas del país. Y la
desvergüenza, hasta que nos hartemos como he señalado antes, seguirá adelante.
Que no lo dude nadie, mientras quienes manden en España sean la Sra. Ana
Patricia Botín y Cía.
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