¿QUÉ CÓMO CAMBIAR?
Y cómo quitarnos a
esta caterva de “delincuentes” caciquiles que nos gobiernan (nos oprimen, dicho
en plata) desde que se murió Franco. Pues muy fácil: Cambiando la Ley de
D'Hont. Ciertamente, algo muy difícil de lograr si seguimos votando a los dos
partidos de la “Transición”. Se puede conseguir, a mi modo de ver, empezando
por la abstención en todas las Elecciones que nos pongan por delante. Cuando
PSOE y PP vean que la gente no les hace, con perdón, ni puñetero caso y sólo
van a votar sus militantes -cuatro gatos…y cuatro gatas- no podrán hacer otra
cosa que modificar esa Ley que tanto les favorece. La otra manera que se me
ocurre fundamental para que todo cambien en este país es, sencillamente,
olvidarse de la prensa de papel de desinformación. No comprar un solo periódico
más del PAIS, ABC, EL MUNDO, LA RAZÓN, LA VANGUARDIA, ETC. y algún que otro
regional como, por ejemplo, el DIARIO “HOY”, que, sabido es, nos bombardean a
diario con sus articulistas “comprados” para manejar como ellos quieren la
información y, lo que es peor, “un ligero lavado del cerebro” para controlar
nuestra opinión. Sin olvidar, por supuesto, “la caja tonta”, que con cadenas
como “La Sexta” no descansan ni los domingos en su afán de inculcar en nuestras
mentes sus martingalas informativas para el mejor adoctrinamiento posible.
Menos televisión pues: algún que otro documental y, si me apuran un poco más,
el futbol u otro deporte cualquiera y punto final, o como mínimo, no ver ningún
programa político ni ningún telediario, ya que, generalmente, están la mayor
parte de las noticias manipuladas. Prensa digital progresista (con cuidado,
pues también hay más de uno que se pisa el morro con las loas a las CCAA que le
son adictas y sus gerifaltes les “ayudan”) y atentos a los datos fidedignos que
esta prensa publica mediante cartas de sus lectores y artículos de sus
periodistas libres y de intelectuales comprometidos con la verdad.
Hasta ese fantoche
de los gringos, Trump, lo ha dejado claro: “Un país que domina los medios de
desinformación no necesita la Dictadura”. Algo que ocurre aquí en nuestro país
a diario. Pues díganme Vds. sí han leído o han oído en alguna televisión alguno
de estos datos: “La mayoría de españoles vive peor que a principio del siglo
XXI (los extremeños, además, en la cola de la cola)”; “casi la mitad de los
trabajadores trabajan en situaciones precarias (los extremeños, prácticamente,
todos)”; “España cuadruplica en número de políticos (cerca de los ¡500.000!) a
Alemania que nos dobla en número de habitantes”; “En España el gasto público en
sanidad (como está la de Extremadura, ¡santo cielo!, al borde del abismo),
educación, pensiones, atención a las familias, vivienda social y un largo etc.
está entre los más bajos de la UE-15 y es más bajo en la actualidad que en el
año 2010 (el de Extremadura -casi la mitad del presupuesto, 2.000 millones de
euros, se gasta en pagar nóminas- como dijo un director de cine: “silencio, por
favor, se rueda”); y, para no agobiar mucho, sólo uno más: Cataluña, la región
más rica del país, que tanta lata está dando en la actualidad (quizás con
razón), se gasta 626 millones de euros menos en educación, 1027 millones menos
en sanidad y 363 millones menos en vivienda que en el año 2010. Imagínense a
los demás.
Y por si todo ello
fuera poco, el 79% del suelo español (seguro que ni lo han leído ni lo han
escuchado en ninguna televisión) está en peligro de desertización.
Qué, ¿seguimos
votando y que sigan aumentando las desigualdades sociales a base de defender
los intereses de las rentas superiores en detrimento del bienestar de la
mayoría? Por favor: ¡Nooooo!
Como dijo el
poeta: “Que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas”.
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