ESLÓGANES
Recordando a
Julián Marías (En España todo el mundo se pregunta: “¿Qué va a pasar?”. Casi
nadie hace esta otra pregunta: “¿Qué vamos a hacer?”), me pongo a analizar
-modestamente como es de lógica en un escribidor- los eslóganes de los
principales partidos políticos que concurren a las elecciones del día diez. Y
lo primero que se me ocurre es ver cuál de los partidos tiene un eslogan serio,
porque la “seriedad es sólo la corteza del árbol de la sabiduría; sin embargo,
sirve para preservarla”, según Confucio.
Empezando por el
Partido socialista Obrero Español (Ahora Gobierno, Ahora España, Ahora Sí), me
parece como una especie de popurrí “latino” de Julio Iglesias, esto suponiendo
que durante la campaña no añadan otros cuantos “ahora”, que, por lo que se ve,
no les cuesta mucho según se va viendo cómo anda el panorama. Me parece poco
serio y, sobre todo, una evidencia que todo el mundo, hasta el más “machado”
(el de los nueve de cada diez) podría haber imaginado. Sencillamente, todo el
mundo sabe que, aunque sea de manera provisional, como es el caso en la
actualidad, Gobierno siempre hay. Y si faltare, cosa poco probable, ya se
encargarían los poderes fácticos de inventarlo. No me dice nada, es una simpleza
palmaria; además de algo que suena a prepotencia, ya que, pudiera ser que
“ahora” ganen cualquiera de los otros partidos. Y si el Sr. Sánchez sigue metiendo
pifias como la de la Fiscalía, el “ahora” se puede convertir en “nunca”, pues
se necesita ser “tronco” para expresar semejante exabrupto.
Los de Ciudadanos
han elegido un eslogan que, más que eso, parece como si quisieran dar a
entender que España está paralizada. Y no lo está, aún a pesar de lo poco -por
no decir nada- que esa formación política ha aportado a la convivencia y al
bienestar de los españoles. Simpleza de primera magnitud propia de la más burda
imaginación política en un partido de clara devoción derechista tratada de
esconder torpemente en el centro. Desde luego, al que la haya diseñado, se le
está cayendo el pelo ya.
El Partido
Popular, como siempre, recurriendo a algo tan absurdo e impropio de su
idiosincrasia como es pensar que a los españoles nos unen un sinfín de aptitudes
encaminadas a hacer ver que la derecha, su derecha retrograda (miren las
expresiones de esa Sra. portavoz que han elegido), es algo común. Y no, no es
cierto, a los españoles nos unen muy pocas cosas si exceptuamos las simpatías
por nuestros clubes de futbol, porque España es en sí una nación de enorme
diversidad en todos los sentidos (algo que ellos nunca van a comprender y, lo
que es peor, nunca van a aceptar). En España, la derecha es sumamente
significativa y excluyente, algo muy propio de las élites de todo tipo y de los
grandes poderes del establishment financiero, eclesiástico y judicial como
hemos podido comprobar con la exhumación de Franco y las penas a los políticos
catalanes que, dicho sea de paso, una vez más, quiero dejar bien claro, que no
son presos políticos por sus ideas, sino políticos presos por haber cometido,
si es que lo han hecho (algo muy dudoso), un delito. Y desde luego lo único que
nos debería unir a todos los españoles es algo que al Partido Popular le trae
al fresco como es de sobra conocido: una sanidad pública igual para todos y una
educación pública y unos servicios sociales de calidad que no sean tan
abrumadoramente diferente si se vive en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla,
etc. o en cualquier pueblo de la provincia de Badajoz; amén de una Justicia y
una fiscalidad más justa igual para todos y no la que perdona los delitos (mediante
indultos) y las deudas (mediante amnistías fiscales) a los gerifaltes políticos
y todos los filibusteros del establishment financiero.
De Vox, mejor no
opinar. Pero, por decir algo, diré que “España Siempre” es algo por lo que no
podemos discutir, no nos queda más remedio que vivir aquí, aunque muchos, si
pudieran o lo hubieran pensado mejor antes, se habrían ido hace mucho tiempo.
Sobre todo, los jóvenes (¡21.000! ha salido de Extremadura en los últimos años)
que se han quedado estancados en el barro de una Partidocracia funesta para
ellos sin el mínimo atisbo de futuro y condenados a la precariedad en el mejor
de los casos, pues la mayoría jamás dejaran de ser ninis. Como anécdota, la
viñeta del Roto pinta a Vox así: Un ciudadano le está diciendo a un dirigente
de Vox: “No sé qué pensar, no sé qué decir, no sé qué hacer”. Y el dirigente de
Vox le contesta: ¡Vótanos! ¡Nosotros tampoco!” ¿Está, o no está claro?
Sólo Podemos,
Unidas-Podemos, a mi modo de ver, ha elegido un eslogan serio. “Un Gobierno
contigo” es, y muy seriamente, lo que este país necesita. Un Gobierno que esté
con sus habitantes a muerte contra todos los poderes que, desde hace cuarenta
años (¡qué digo 40 años, 80 años!) nos tienen atosigados con las consabidas
milongas de la economía globalizada y el capitalismo opresor que nos hace cada
vez más vulnerables a más y que cada vez somos más los que estamos en el límite
de la pobreza mientras -lo acabo de leer- los ricos aumentan cada año sus
fortunas. Fortunas de únicamente tres de esas personas privilegiadas que, como
ha señalado en varias ocasiones Pablo Iglesias, suponen el mismo capital que
¡15 millones de españoles! En fin, salvo Iglesias, me da que los demás
políticos de este país nos obligan, por su falta de seriedad, a tener en cuenta
esa reflexión que circula por las redes: “El ladrón vulgar te roba el dinero,
el reloj, la cadena, el móvil, el coche… el político te roba la felicidad, la
salud, la vivienda, la educación, el futuro, la pensión, la diversión y el
trabajo. El primer ladrón te elige a ti, y al segundo lo eliges tú”.
¿Qué vamos a hacer
ahora?
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