UNA DELICIA PARA LOS SENTIDOS
A veces uno, con tanto escribir, no repara en que, en ocasiones, se
repite más que los ajos. Estamos en fechas navideñas y hasta el rey emérito huido
ha enviado su felicitación de navidad. Algunos años -no todos- he escrito algo
para felicitar las pascuas, y este año he querido recuperar un escrito que hice
en el año 2010 (concretamente, el 22 de diciembre de ese año) y que dediqué a
las mujeres, imagino que porque ya entonces estaban sufriendo las consecuencias
del maltrato como nadie. Sinceramente, casi todo lo que en ese escrito expuse
está actualizado, con la sola excepción de la maldita pandemia que estamos
todos sufriendo, especialmente los más mayores. Lo copio literalmente y espero
que, humildemente, sirva como denuncia para “actualizar” un problema que, en
absoluto, la década ha resuelto y que, aunque repetidamente, es mi felicitación
navideña a todas las mujeres y muy especialmente a las que lo sufren al igual
que entonces:
“En estos tiempos que nos ha tocado vivir, llenos de injusticias y desesperanza.
En estas sufridas épocas de incertidumbres, de pobreza y paro para tanta gente.
En estos más que ignominiosos ciclos para la honradez, la sensatez, la justicia
social, la tolerancia, la libertad de expresión, el acortamiento de las
desigualdades y la bonanza económica. En estos desafortunados períodos para la
mayoría de la gente, excepto –como en todas las fases de la vida- para
ejecutivos y banqueros, grandes empresarios, deportistas de élite, farándula y
gente de la alta política salidos de la nada que se valen de la demagogia y la
asechanza para conseguir sueldos estrambóticos y prebendas ilimitadas. En estos
“momentos”, en definitiva, de horrible supervivencia, donde lo que tienen
algunos cada vez vale más y lo que tienen otros cada vez menos, y en los que
parece que el neoliberalismo ha dictado su sentencia y las libertades –si
alguna vez las hubo realmente- han prescrito para los que no tienen una “buena
salud financiera”. Ahora, en la actualidad, ya digo, hay un colectivo que está
sufriendo como ningún otro las consecuencias del machismo que genera la mala
educación, la intolerancia, el egocentrismo, la vil perspicacia, las fobias y
las cobardías de tantos y tantos que se creen más masculinos sin saber que son
vulgares majaderos, que es el de las mujeres que sufren de malos tratos.
Es por eso que a ellas, y a todas las mujeres que hacen alegre la vida
–a pesar de la que está cayendo- con su fidelidad y sacrificio diario, es a
quienes quiero hacer extensiva mi felicitación de navidad con este piropo
producto de mi “sensibilidad”: “Tierna y frágil como una gacela del infinito
/ Deliciosa y sutil como una brisa / Generosa y fiel como el cielo / Humilde y
sencilla como la mirada de un niño / De exuberante e inocente desnudez / Como
el nacimiento de una rosa / Como la frialdad de la primera caricia”. Así es la
mujer… verdaderamente, una delicia para los sentidos”. Felices Fiestas.
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