BILDERBER: LA PEOR PANDEMIA (“EPÍLOGO”)
Una declaración en 1991 de David Rockefeller, durante una reunión secreta del Grupo Bilderberg, dice: “Estamos agradecidos con el “Washington Post”, el “New York Times”, la revista “Time”, y otras grandes publicaciones cuyos directores han acudido a nuestras reuniones y han respetado sus promesas de discreción por casi 40 años. Hubiera sido imposible para nosotros el haber desarrollado nuestro plan para el mundo si hubiéramos sido objeto de publicidad durante todos estos años”.
“Los imperios económicos internacionales
están interesados en promover el endeudamiento de los gobiernos. Cuanta más
alta es la deuda, más caros son los intereses. Pero además pueden exigir al
presidente de turno privilegios fiscales, monopolios de servicios o contratos de
obras. Si éste no acepta provocarán su caída, promoviendo disturbios y huelgas
que, al empobrecer a la nación les obliga a claudicar ante lo que piden” (Carrol Quigley,
extraído del libro “Tragedy and Hope”).
“Sinceramente creo, al igual que usted,
que los poderes bancarios son más peligrosos que los ejércitos armados…” (Thomas Jefferson en una
carta a John Adams).
“Los oficiales económicos de los países
más grandes deben comenzar a pensar en términos de manejar una sola economía
mundial, junto con el manejo de relaciones económicas internacionales entre los
países” (La Reforma de las Instituciones Internacionales: Un
Reporte de la Trilateral Task Force en Las Instituciones Internacionales para
la Trilateral Commission, New York: “The Trilateral Commission”, 1976, pág.
22).
“El único interrogante de nuestro tiempo
no es si el Gobierno Mundial será alcanzado o no, sino si será alcanzado
pacíficamente o con violencia. Se quiera o no, tendremos un gobierno mundial.
La única cuestión es saber si será por concesión o por imposición”
(James Paul Warburg, patrón del grupo financiero S. G. Warburg, miembro de la
Round Table y del CFR, en una alocución pronunciada ante una comisión del
Senado estadounidense).
“Solo denme el control sobre la moneda
circulante de las naciones, sin importar quién escriba las leyes” (El barón M. A.
Rothschild, siglo XVIII).
Brezinsky y Rockefeller invitaron a Carter
para que fuera miembro de la Comisión Trilateral en 1973. Ellos comenzaron
inmediatamente a buscar la Presidencia. “Nuestros líderes se han rehusado
a decir la verdad. Si nosotros, que profesamos la creencia en la libertad, no
despertamos ante estos sucesos, el mundo estará encaminado hacia un período de
esclavitud…” (Senador Barry Goldwater, “With No Apologies”, pág.
299).
“Una sociedad como ésta será dominada por
una élite cuyo reclamo por el poder político estará basado en un sentimiento de
superioridad científica. Esta elite buscará todos los medios para lograr sus
fines políticos, tales como las nuevas técnicas para influenciar el
comportamiento de las masas, así como para lograr el control y la sumisión de
la sociedad” (Extraído del libro “Between Two Ages,” pág.300, de
Zbigniew Brezinsky, fundador y creador intelectual de la Comisión Trilateral).
El 11 de septiembre de 1991, en un documento enviado al Congreso titulado
“Hacia un Inminente Nuevo Orden Mundial”, el presidente Bush dijo: “La crisis en el Golfo Pérsico ofrece una
única oportunidad para movilizarnos hacia un período histórico de cooperación.
Después de estos tiempos problemáticos, un Nuevo Orden Mundial puede surgir, en
el que todas las naciones del mundo, del este y del oeste, del norte y del sur,
puedan prosperar y vivir en una convivencia armoniosa que debe nacer”.
“La estructura que debe desaparecer es la nación”
(Edmond de Rothschild, en declaraciones a la revista “Enterprise”).
La última es una de las frases que más me
ha sorprendido, porque ha resumido el sistema de creencias y engaño a la
perfección: “Si quieres ocultarle algo a la gente, ocúltasela con una mentira
tan, pero tan grande y se distancie tanto, pero tanto de la verdad, que aunque
se la cuenten… no la van a creer” (Hitler).
Bien, vamos, para terminar, con las “SIETE
TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN MÁS POPULARES DE LA ACTUALIDAD”, que se inicia
diciendo que la situación de la economía mundial no es casual sino un proceso
que ha sido propiciado por los intereses de ciertos grupos:
1. Los titiriteros del mundo. Todo lo que ocurre en el mundo es orquestado por una
organización secreta cuyo principal instrumento de influencia es el
dólar. A lo largo de la historia ha habido recurrentes intentos de establecer
un orden mundial único, pero si en el pasado se trató de hacerlo por medios
violentos, los actuales dirigentes de esa organización se dieron cuenta de es
más fácil ‘comprar’. Así, el matemático suizo James Glattfelder contó el número
de titiriteros que tiran de los hilos del mundo y llegó a la conclusión de que
son 147 corporaciones las que controlan más de la mitad de los recursos
mundiales. Los teóricos de la conspiración creen que hoy en día varios clanes
financieros regulan el dólar. Son los principales accionistas del Banco
de la Reserva Federal de Nueva York, el principal en la estructura de la Fed,
los Rockefeller, los Rothschild, los Morgan. Además, a la Fed se le acusa de
desencadenar crisis financieras y guerras mundiales.
2. El colapso petrolero. El colapso de la Unión Soviética fue resultado de una operación de
largo plazo de la CIA y uno de sus puntos nodales fue la reducción de los
precios mundiales del petróleo. La disminución del costo del energético global
privó a la URSS de moneda convertible para comprar sus alimentos importados,
recordemos que la Unión Soviética era el mayor importador de granos. La
reducción del flujo de petrodólares también le quitó al país los
recursos para el Ejército y la compra de “lealtad a la patria” en las
repúblicas y países de Europa del Este. Los partidarios de este plan
antisoviético señalan que EE.UU. también cortó a la URSS el acceso a las nuevas
tecnologías, lo que obligó a su enemigo ideológico a comprarlas a precios
inflados a través de terceros países.
3. Medicinas que matan. Por el miedo a perder sus grandes beneficios, los fabricantes de
medicamentos esconden los tratamientos baratos y verdaderamente eficaces. Así,
se cree que el SIDA es una enfermedad ‘comercial’ y todos los tratamientos
contra esta pandemia son un modo de vender fármacos caros e ineficaces. La cura
para el cáncer también ya fue encontrada, pero se oculta esmeradamente para
seguir teniendo ganancias.
4. Monopolio de energías no renovables. Las compañías petroleras por miedo a perder su
hegemonía mundial en el mercado energético obstaculizan el desarrollo de
energías alternativas. El petróleo es un recurso natural no renovable, pero su
consumo y precio aumentan cada año. Al mismo tiempo, las fuentes alternativas
de energía simplemente no pueden competir con el dominio del ‘oro negro’. Según
esta teoría conspirativa, los proveedores mundiales de combustibles caros están
coludidos con este sistema que agota y contamina. Los partidarios de esta idea
ponen de ejemplo los intentos de congelar no sólo el desarrollo de vehículos
eléctricos, sino también la producción de electricidad procedente de fuentes
renovables.
5. Señores de las armas. Los traficantes de armas están activamente
involucrados en el estallido de guerras con el fin de tener una constante
demanda de sus artículos. El comercio de armas deja montones de dinero. Según
el informe del Stockholm International Peace Research Institute, las ventas de
las empresas armamentísticas crecieron incluso durante la crisis del 2008. El
líder en el mercado mundial de armas es Estados Unidos. Teóricos de la
conspiración señalan que fueron la I y II Guerra Mundial las que convirtieron
al dólar en la principal moneda de reserva, y ahora para mantener este
status quo, EE.UU. de vez en cuando tiene que echar leña al fuego de los
conflictos internacionales.
6. Sociedad de consumo. Con el fin de maximizar sus propios beneficios, se producen artículos
de mala calidad y de corta duración e introducen en el mercado productos
transgénicos, que algunos defensores de las teorías de la conspiración
consideran un tipo de ‘armas biológicas’. Ingredientes químicos se usan
activamente en las marcas multinacionales como Coca-Cola, Pepsi Co,
Nestlé, Mars, Uncle Bens, Cadbury. En el caso de la telefonía móvil, antes los
dispositivos eran más sólidos y duraderos, ahora quedan descontinuados casi
inmediatamente después del período de garantía para ser sustituidos por modelos
‘más inteligentes’. Y
7. Cibercírculo vicioso. Los fabricantes de hardware estimulan con sus dispositivos la
utilización masiva de software caro, y los creadores de aplicaciones antivirus,
lanzan sus propios virus en la red para provocar la demanda de sus productos.
Es un círculo vicioso de la sociedad de la información, donde los ordenadores
se van sustituyendo por otros más poderosos y actuales para nuevos y así
mantener una continúa demanda de estos dispositivos y sus aplicaciones.
Hay
cosas muy interesantes que conviene saber para entender en el mundo que
vivimos. No obstante, comprendo que en el mundo hay mucha gente -más de la
deseable- que hace bueno eso que dijo Mark Twain: “Ninguna cantidad de
evidencia logrará convencer a un idiota”.
¿Hablamos
de la Deuda Pública y del dinero fiduciario? A ver si soy capaz de
“interpretar” esa difícil partitura. Será, quizás, mi próxima bizarría. Ya
veremos.
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