EN
CONTRA DE LA BANCA
Opinar
sobre la Banca, y calificarla de decente, tiene favorables consecuencias,
especialmente para los partidos políticos que, exceptuando a Podemos, tienen
todos deudas (en casos muy abultadas) con ellos. Pero, que nos diga un
articulista de renombre que son los únicos que se han comportado decentemente
en torno al desafuero sobre el impuesto a las hipotecas, me parece algo, con
todos los respetos, fuera de contexto: Primero, porque, ¿cuándo han hablado los
Bancos de algo que no sea publicidad engañosa?; y segundo, porque nadie duda ya
de que ha habido un Magistrado que ha inclinado la balanza a favor de la Banca
(al que, por cierto, no correspondía el Cargo según parece y no debería haber
participado en la votación, el Sr. Pizo, si la memoria no me falla) que era,
por decirlo de alguna forma, de la casa, y fácil que esté entre los que han
participado o participan en alguna actividad retribuida de ese Centro de
Estudios de la patronal bancaria (CUNEF) que mantiene un convenio con el Poder
Judicial firmado el seis de marzo del 2017 por el Sr. Lesmes. Así pues, mire
Vd., para no abrumar a los lectores, la
Banca actual está -por el contrario de lo que Vd. mantiene- destruyendo empleo,
y el poco que crea es precario y rozando la explotación más inmunda (pagan poco
y mal y no admiten horarios de trabajo), amén de que la riqueza que crea se la
reparten descaradamente sus Consejos de Administración y sus accionistas (no
pagan apenas impuestos pues defraudan miles y miles de millones de euros
anualmente consentidos (¿o mediante sobornos?) por la política dictatorial de
esta partitocracia que nos mal gobierna desde hace ya cuarenta años), y, por
consiguiente, respetuosamente, se lo
digo, Sr.: Está Vd. “bendiciendo” (algo que servidor, que lo lee cada sábado,
jamás habría imaginado) al establishment (demostrado en más de una ocasión) más
usureros del mundo. No, de verdad, no me lo esperaba de un insigne articulista.
La usura de que gozan los banqueros impunemente, es producto de que los
políticos españoles, sin apenas excepciones, por no decir ninguna, son todos
como los hijos tontos de Robín Hood, que robaban a los pobres para dárselo a
los ricos. Vergonzosamente desde que existen.
Por
otra parte, en el caso de las hipotecas (como en el de los demás “servicios”
que prestan), los Bancos son unos auténticos chantajistas: Antes fue con la cláusula
suelo, ahora con el Impuesto de Trasmisiones Patrimoniales y Actos
Jurídicos Documentados, y después lo será con las demás cláusulas abusivas que
figuran en la mayoría de las hipotecas, caso, por ejemplo, del IRPH. Si Sr.,
son sencillamente, una jábega de golfos que como cuervos están al acecho de la
“carne en descomposición” que somos los pobres (en aumento cada día que pasa en
este país y, sobre todo, en Extremadura que bate el record) que tenemos que
recurrir a una hipoteca o a cualquier otro tipo de crédito para mal sobrevivir.
Esta Banca usurera es gente que se comporta como si estuviéramos en Somalia,
donde según un tal Agustín Jiménez, siguen sin enterarse que haya habido alguna
crisis. Claro que, “la dignidad, los principios, la moral y la integridad son
virtudes que los modestos y los pobres apenas nos podemos permitir” (J.Mª). De
decencia bancaria pues, nada de nada, querido
articulista. La Banca privada es en sí una pura indecencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario