LOS CAUSANTES
DEL “POPULISMO”. (III)
Decíamos ayer. Decía
Vicenç Navarro al finalizar anunciando el tema del día siguiente: “El
gran fracaso de las izquierdas y su autoría en el desarrollo y expansión del
neoliberalismo…
Pues bien. La gran
pregunta es: ¿Cómo es que sectores de la clase
trabajadora votan a la ultraderecha (Ver Francia, USA, Alemania, incluso
Suecia, etc.) y no a los partidos tradicionalmente enraizados en las clases
trabajadoras, como son la mayoría de partidos de izquierdas? La respuesta es
que gran parte de los partidos
gobernantes de las izquierdas fueron también responsables de la aplicación de
las políticas neoliberales; las cuales incluyen las políticas de reforma de los
mercados laborales, las políticas de austeridad, los recortes y las políticas
facilitadoras e incentivadoras de la globalización.
La adaptación de los partidos socialistas
o socialdemócratas al neoliberalismo ha sido una de las principales causas del
crecimiento de los movimientos de esa ultraderecha.
El descenso del apoyo popular y electoral a tales partidos de
la izquierda y su sustitución por los partidos populistas explica que hayan
estado surgiendo nuevas sensibilidades dentro de las izquierdas que estén
intentando canalizar este enfado popular (que es justo, lógico y predecible),
respondiendo a las demandas fruto de esta queja.
Bernie Sanders en EEUU, Corbyn en el Reino Unido, el nuevo movimiento de
izquierdas alemán Aufstehen, el PG de Mélenchon en Francia, y Podemos y sus
confluencias en España son un ejemplo de ello. Ahora bien, definir a estos movimientos como populistas es un gran
error. Ni que decir tiene que la visión del populismo como
“enfrentamiento del pueblo contras las élites” tiene validez, pero solo hasta
cierto punto, pues el pueblo tiene clases sociales, géneros, razas y
nacionalidades con intereses distintos que distan de ser coincidentes.
Todos
estos movimientos de la nueva izquierda salen y están enraizados en las
izquierdas. Llamarlos populistas es un
intento de identificarlos con otras formaciones de claro sentido derechista.
Todo lo que he dicho es
aplicable a España. Si el PSOE no
hubiera dejado de desarrollar medidas socialistas, es probable que no hubiera
aparecido Podemos. Las políticas económicas aplicadas por el PSOE eran
neoliberales en extremo (las recientes declaraciones del ministro de
Economía más influyente en el PSOE, el Sr. Solchaga, criticando el movimiento
de los pensionistas, acusándolos de ser injustos en sus demandas y en sus
quejas, son un ejemplo de ello). Podemos
ha sido y continúa siendo un punto de referencia internacional, pues España es
uno de los países donde este mal llamado populismo ha sido de izquierdas.
Continuará con: “Los grandes límites del populismo: la necesidad de combinar lo nuevo
con lo antiguo”. Y será el IV y último escrito.
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