02/01/19 - PUES VA A SER QUE NO SE PUEDE

PUES VA A SER QUE NO SE PUEDE

 Cuando nació Podemos, millones de españoles pensaron que había llegado la hora de la democracia real. Que la derecha y la ultra derecha –cuarenta años una sola sin contar los otros cuarenta del franquismo- y la socialdemocracia, o lo que es lo mismo, la otra derecha engañabobos, o, si lo prefieren, la falsa izquierda, habían llegado a su final. Tantos votos en tan poco tiempo hicieron soñar a las muchas personas que hasta entonces habían sido víctimas del expolio a que el Estado los había sometido encubierto en una monarquía parlamentaria al estilo del Reino Unido pero plagada de filibusteros y mercachifles que, como es habitual en este tipo de individuos, no dejaron pasar la oportunidad de llenarse las faltriqueras sin hacer lo más mínimo, y sin, por supuesto, olvidarse de que para ser algo en la vida -salvo raros casos- era necesario carecer de todo tipo de escrúpulos como mandan las leyes del capitalismo más ruin y miserable que administra el planeta junto a algunos residuos dictatoriales de poca monta.

Al grito de ¡sí se puede!, Podemos tomó la calle y la hizo suya ante el asombro de los poderes financieros -el llamado establishment- que todo lo dominan y las otras “fuerzas” heredadas del régimen franquista que ya casi llevaban los mismos años que éste actuando de la misma forma y manera –todo estaba atado y bien atado- encubiertas, como antes he dicho, en una falsa democracia en la que el jefe del Estado era un Rey puesto por el fallecido dictador sin el más mínimo problema por parte de los que, por aquel entonces jóvenes, habían creado.

Pero he aquí que, cuando todo parecía que iba a cambiar y el personal más ilusionado estaba, empezaron los cabecillas de Podemos a cometer una serie de errores que lo han llevado a diluirse como un azucarillo en un café y que, a mi modo de ver, ya poca o ninguna solución tiene como alternativa política a los deshonestos que ahora gobiernan. Errores -sólo señalaré unos cuantos por motivos de espacio- como atomizar la marca (craso error en política) en una elecciones municipales en las que no debieron participar por falta de las infraestructuras necesarias para llegar a la gente, sobre todo, en las zonas rurales de dominio socialdemócrata que eran su máximos rivales y, obviamente, desconociendo a los militantes que se presentaban, en la mayoría de los casos paracaidistas procedentes del lastre socialista; o como asociarse con IU que hacía mucho tiempo ya que había destruido su marca (PCE) con la que llegó a tener, quiero recordar, una veintena de Diputados sin que fuera el Eurocomunismo que propugnaban tan rechazado como lo es IU, prácticamente desaparecida sin necesidad de combate por parte del establishment  de socialistas y populares con la ayuda del usurero sistema financiero de los Botín y Cía. de los mártires (imperdonable error político); y, cómo no, “marcarse un gol en propia meta” aliándose con los que deberían ser sus contrincantes y con los nacionalismos más exacerbados de las regiones (perdón, CCAA) catalana y vasca donde podrían haber tenido un buen “puñado” de votos. Resumiendo: Podemos debió ser siempre Podemos y nada más. La confluencias y las mareas etc. sólo han servido para dividirlo y que se haya convertido en una “jaula” de grillos con menos futuro que un espía portugués y menos temor por parte del poder que el del ejército a la carabina de Ambrosio. Es decir, pues va a ser que no se puede. Seguro.