CORONAVIRUS Y DEUDA PÚBLICA
Han corrido ríos de tinta con el maléfico coronavirus.
Poco se puede añadir ya, pero si conviene no olvidar que los mayores -entre los
que me encuentro- lo han sufrido con toda la intensidad de una venenosa
mordedura. Para colmo, en las Residencias de Ancianos (no quiero acordarme de
esa de Cáceres y de otras -pongamos de Madrid, por ejemplo- que más que
Residencias han sido morgues) ha quedado patente la falta no sólo de medios y
el total desprecio por la vida de quienes trajeron a este país -aunque se haya
convertido en una merde- el sistema democrático, sino de la más elemental ética
profesional de los políticos que las gestionaban o que se las habían cedido a
esos fondos buitre y a gente de la catadura “uberiora perueniunt” del
presidente del Real Madrid y de otros mercachifles de los que pueblan nuestro
“cielo azul”. Sí esa presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid y su cohorte
no terminan en la trena será porque en este país falla algo que se llama
justicia, y uno no se explica como una “friturga” (mote de mi cosecha) exinanida
de padre francés y madre argentina (un país con una de las dictadura más
sangrienta que ha existido, aunque cueste aceptar que haya podido superar la
nuestra), que gana al año ¡108.264,66 €!, y que siempre ha vivido cómodamente
gracias al expolio llevado a cabo por sus antepasados el conquistador español
Blas de Peralta y el fundador de la ciudad Mar del Plata Patricio Peralta-Ramos
entre otros que usurparon grandes latifundios y manejaron a su antojo el
negocio de la carne que es la principal fuente de ingresos de ese país, se
atreve a decir que un ministro español de la democracia “da miedo”. Ella y los
suyos sí que dan miedo: son descendientes directos de los fanáticos y fascistas
de otras épocas que ya muy pocos quieren volver a vivir. ¡Sra., que estamos en
el siglo XXI!... Es igual, no se va a dar por enterada.
Es posible que ese ministro que da tanto miedo nos
traiga (además del aumento del salario mínimo, la Renta Mínima Vital, la
derogación de la deplorable reforma laboral del 2012, etc.) otros impuestos que
nadie en la democracia se ha atrevido a implantar por lo que para las clases
adineradas -a las que la “friturga” pertenece- supone; caso del rescate del
Impuesto de Patrimonio, el Impuesto a los millonarios (que se quintuplicó entre
2010 y 2019 y son casi un millón ya en España, donde 61 de ellos tiene un
patrimonio valorado en más de 500 millones de dólares mientras 12,2 millones de
españoles están en riesgo de exclusión social habiendo aumentado en 1,2
millones desde el año 2010), una tasa a la Banca por las transacciones y algún
que otro como pudiera ser, por ejemplo, una amplia reforma del IRPF para
hacerlo progresivo y no lo regresivo que ahora es.
Y claro que vamos a necesitar dinero de la UE, de ese
Banco Central Europeo (BCE) que le vende (más bien “regala”) a la Banca de todos
los países de la Unión el dinero al ¡0%! para que compren Deuda Pública y se
atiborren de intereses. Típico de la política neoliberal que lleva a cabo esa
UE de la que ahora necesitamos ayuda casi todos los países miembros, muy
especialmente Italia y España. Para entendernos y que quede claro la que se nos
avecina: Según el Eurostat los diferentes países de la UE pagaron ¡292.778
millones de euros! en intereses en el año 2018 (sólo de la Eurozona, ¡193.000
millones de euros! en el año 2019) y desde el año 2001 han pagado por ese sólo
concepto unos ¡SEIS BILLONES DE EUROS! Todo en beneficio de la Banca privada.
Dinero que se está robando a la ciudadanía europea para dárselo a la Banca
privada. El BCE podría haber financiado ese gasto y la Deuda Pública española
no iría ahora por más del BILLÓN de euros y estaríamos ahorrándonos grandes
cantidades de intereses. Pero no queda la cosa ahí, porque ahora con el
problema sanitario se va a hacer lo mismo perjudicando gravemente, reitero, a
Italia y España. Es de cajón: Si los gobiernos no le echan agallas (el español combatiendo
también el fraude fiscal, que se anda por los 90.000 millones anuales, y la
economía sumergida que ronda el 30% del PIB), el número de personas en riesgo
de exclusión social irá en aumento y las desigualdades subirán como la espuma;
obviamente, perjudicando gravemente a la ya debilitada sanidad pública (en
beneficio de la privada) y afectando en grado sumo a la educación pública (en
beneficio de la privada, también lógicamente) y a los servicios sociales
públicos, como no puede ser de otra forma, con los españoles a la cabeza. Sólo tendrán
un problema los neoliberales: Con tantos pobres y con tanta gente (si no hay
cambios) mal pagadas, ¿a quienes les van a vender esos servicios privados? USA
al canto: El muerto al hoyo, y el vivo al “chollo”. Por cierto, hablando de los
EEUU, nuestros gobiernos deberían recordar lo que dijo Thomas Jefferson sobre
la Deuda Pública: “Gastar dinero para que sea pagado por la posteridad bajo el
nombre de deuda no es más que una estafa a gran escala a las futuras
generaciones”.
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