Una vez más, releyendo mis escritos, me he encontrado este de hace casi justo nueve años, y que, lo verán si lo leen -aunque no venga al caso la mayor parte del mismo- hace una referencia a la guerra de Gaza, ya por aquel entonces, muy similar, sino igual, a lo que hoy día está sucediendo a esa pobre gente palestina a la que quitaron su tierra los malditos anglosajones para crear el Estado judío fascista y opresor que no es otra cosa que una Base más de los EEUU en Oriente Medio.
Toda una lección de “Democracia”:
He
hablado en más de una ocasión del “avión de guerra” que estaba instalado en una
rotonda a la entrada de Castuera (Badajoz), el pueblo en el que vivo, y que nos
querían camuflar como un avión de instrucción de la Escuela de Pilotos de la
Base de Talavera la Real cuando, realmente, se trataba de un avión de combate
que, para más inri del encandilamiento, estaba pintado de camuflaje o, lo que
es lo mismo, con los colores usados para entrar en combate, y no con el plata
(¿me equivoco?) utilizado por la citada Escuela en su instrucción. Por suerte
fue devuelto a su “Dueño”, ya no hay “avión de guerra” en Castuera, para lo
cual servidor aportó su granito de arena.
Si
lo hago de nuevo, primero es por aclarar algunas cosas que no han transcendido
del mismo, “cosas del pueblo que siguen estando ahí”, y que la gente ignora
porque en este caso el “mariachi socialista” y la sinecura local producto de
tantos años de gobierno se han encargado de que no tomara cuerpo; segundo para,
aprovechando, remachar una vez más sobre las presuntas “indecencias” (unas
denunciadas judicialmente y otras, de momento, sólo con visas de sospecha),
“cosas del pueblo que siguen estando ahí” hasta que un Letrado de Justicia
Gratuita le eche agallas y las lleve adelante, del personaje embrutecedor y
principal protagonista, a mi modo de ver, de la fanfarronada; y tercero, porque
se oye en el pueblo que si vuelve a ganar el PSOE lo traerán de nuevo, aunque
para eso, imagino, “habrá que contar con el padre de la muchacha”, que si lo
autoriza, supongo, esta vez en lugar de un F-5 será un F-18 por aquello de la
modernidad para la fanfarria.
Bueno,
esperemos que no ocurra lo tercero, porque volveríamos a vivir dos “horrores”: uno,
con un Alcalde forastero (no nacido en Castuera) caro y, conjeturalmente, otras
cosas, que cuando la Justicia actúe puede que sorprenda a más de uno, y que,
probablemente, abdicará en quien nos quieran solapar por aquello del “si te
dicen que caí, me fui al puesto que tengo allí”; y otro, con un “esperpento de
matar” como símbolo de bienvenida.
Volvió
a ganar el PSOE, pero, el avión no ha vuelto, y ahora -hoy día- en la rotonda
donde estuvo el avión de guerra hay un enorme escudo del pueblo con el rótulo:
“Castuera capital mundial del ovino”. Curiosamente, hubiera estado más acertado
el rótulo si hubieran puesto: “Castuera capital mundial del borrego”,
pero…
La
máquina de matar personas, hoy en día, desgraciadamente, más civiles que
militares, y donde mujeres y niños indefensos se llevan la peor parte como
estamos viendo en Gaza a cargo del ejercito de esa Base de los Gringos que es
el Estado de Israel (que nadie duda que ha agotado el crédito del holocausto),
conviene recordar que era propiedad del Ejército del Aire que la cedió a
Castuera tras un acuerdo en el que las malas lenguas dicen que hubo mucho
alcohol al medio y que alguien dijo (cuando le preguntaron si Castuera
aceptaría el “chisme bélico”), al modo más sátrapa, que su pueblo quería lo que
él quería. Pero bien…
Lo
importante es que en el año 2003 se aprobó en un Pleno del Ayuntamiento la
devolución a sus “dueños” y que hasta no hace mucho no se ha cumplido; y para
ello, fue necesaria una nueva aprobación plenaria en la que unos energúmenos,
previsiblemente, pre-enardecidos por un ex Alcalde prosaico trataron de
amilanar a los Concejales del PP y de IU (les hubiera dado igual que hubieran
sido de otros dos partidos cualquiera), hasta el punto de conatos de agresión,
para impedir que se consumara lo acordado y que la citada máquina de guerra
fuera devuelta y dejara de ser el símbolo que ni Castuera ni nadie que no sea
un Mandón quiere tener para dar la bienvenida a quienes le visitan. Amén de que
Castuera es un pueblo extremadamente pacífico y no es un “avión de guerra” lo
más apropiado para hacer ver esa virtud. ¡Dios! ¡Un avión de combate! ¡Cómo
serán los de este pueblo! Sin la menor duda, equivocados sin saberlo, esas
serían las expresiones más lógicas de los que llegan y menos acorde con nuestra
idiosincrasia. Depresivo no más.
El
tema, “cosas del pueblo que siguen estando ahí”, quiero recordar, estuvo en la
prensa regional escrita y sorprendió que una periodista o articulista -o ambas
cosas-, Manuela Martín, hiciera alusión al caso diciendo que era algo que
correspondía al “folklore político” y sólo suponía un acto anecdótico cuando
hasta el Ministerio de Fomento había aconsejado su retirada por la distracción
que suponía para los conductores y el peligro consiguiente de accidente. Lástima
que esta, se presupone, culta Sra., no entendiera dos cosas que son
fundamentales a la hora de tratar el caso: primero, que, como ya he dicho
antes, un “avión de guerra” (una máquina de matar personas -reitero, mujeres y
niños preferentemente- que no sirve para otra cosa ni tiene otro fin) no es lo
más coherente ni el mejor ejemplo para que las personas de una sociedad
democrática tengan como símbolo de bienvenida, ya que, querida Sra., esto no es
cantar o bailar “el candil” ni “la jota de la dolores” (por cierto, “cosas del
pueblo que siguen estando ahí”), sino algo muy serio que como tal hay que
analizar; y segundo, y más importante, que durante ocho largos años un Alcalde
de dudosa prosapia se haya saltado (¡por sus coj… el avión no se va a quitar!,
parece ser que dijo) un acuerdo plenario que, no hace falta explicar,
constituye el mayor delito contra la esencia de la Democracia. “Si un Alcalde
no cumple lo que aprueba la mayoría, no hay la menor duda de que es un “Cacique”
... o un “Padrino opresor”, que llaman algunos, que para el caso igual da. No
entiendo pues, como esta culta Sra., insisto, no pudo comprender esto que es
tan sencillo, pero en fin…, el partidismo -descarado en ocasiones como esta-
tiene esas cosas, que se le va a hacer.
Particularmente,
el caso me parece sumamente triste y por eso escribo una vez más de él. La
persona que lo protagoniza, un ex Alcalde, profesor de educación física (aunque
lo de “educación” es dudoso que haya entrado en su mollera si nos atenemos a
los hechos -alguno que otro ya referido en este medio-), no sólo comete la
mayor falta que puede cometer un cargo público (incluso en una Dictadura no ha
lugar, imagínense en una Democracia), sino que encima -al parecer así lo vieron
los que estaban allí- alienta a la militancia socialista y a la canonjía,
recalco, producto de los muchos años de mandato de su partido, para que se
pongan contra la razón y a su favor en algo que está claro es más que una
ignominia una indirecta fascista propia del mayor déspota posible en estos tiempos.
Así que ya, lo que nos faltaba: que no sólo nos expolien con sueldos
estratosféricos y algún que otro latrocinio a la par de dietas,
desplazamientos, etc., sino que encima nos quieran secuestrar también la razón;
aparte, obviamente, del desatino que supone el hecho de que sea, precisamente,
un socialista (algo de lo que este individuo presume y, a mi parecer, no lo es
ni por asomo) el autor de la alcaldada y el impulsor del berrinche de algunos,
favorables al “cacharro repulsivo”, que siguen llamando “la rotonda del avión”
al sitio en que éste estaba. So pena de utilizar, el socialismo local,
malévolamente, la pasión de un forofo del At. Madrid (excelente persona y
muy querido en el pueblo) para llevar a cabo sus fines partidistas y
engañosos aprovechando su querencia ignorante por el “trasto volador y
mortífero” al asociarlo con el nombre de su equipo (At. Aviación) en sus
principios. Muy despreciable hay que ser para denigrar así a un ciudadano
honesto, servicial, simpático… y, como he dicho antes, querido por todos.
Y,
antes que se me pase, un inciso para dejar clara una cosa: el Ministerio del
Interior, supongo, a través de las Jefaturas de Tráfico, adjudica las
matrículas de los coches y señala las letras que a cada uno corresponden y no
un servidor como algún idiota pudiera pensar; si las letras (DSP) del vehículo
del ex Alcalde de Castuera se interpretan como la abreviatura de Déspota (cosa
casi lógica en este País al tratarse del coche de un político y dada la
corrupción que nos asola) no es mi culpa sino quizás un signo incomprensible
del destino que, aunque a veces no nos guste, juega así de crudo con los
merecimientos de cada uno. Son coincidencias de la vida, ¿no? Pena, no
obstante, que no estemos en USA, porque allí -con pelas- las podría haber
sustituido, por ejemplo, por WAYNE (para entendernos, JOHN…, el de los rifles,
que posiblemente le va al pelo de sus principios). En cualquier caso, también,
son “cosas del pueblo que…”, ¿no les parece?
Bien,
entre las “cosas del pueblo que siguen estando ahí” (hasta que la Justicia
resuelva en esta ocasión) relacionadas con este insigne producto, con este ex
Alcalde procedente de la “abdicación” (de otro modo, es decir democráticamente,
fácilmente, no estaría) y ahora “Jefe” de la Oposición nada menos que de un
pueblo de algo más de seis mil quinientos habitantes, está una denuncia
judicial por Prevaricación, Contrataciones en Fraude de Ley e Infracciones
Urbanísticas (de las que alguna pudiera ser que se asemeje a las que se
achacaban a D. Jesús Gil -qepd- en Marbella) como producto de
algunas de sus “hazañas” mientras fue Concejal y durante su etapa como Alcalde.
Además de otras “cosas del pueblo que siguen estando ahí” que le son, en
principio, atribuibles y a las que, a pesar de habérselo pedido mediante un
panfleto repartido entre los ciudadanos, no ha dado respuesta alguna.
Cuándo
se va a pronunciar la Justicia, no lo sé (entre otras razones porque es
impensable), pero de los hechos que, presumiblemente, le son endosables y de
los que toda Castuera habla, “cosas del pueblo que siguen estando ahí”, le
volveremos a pedir públicamente explicación durante el próximo periodo
electoral o quizás antes; simplemente, porque es mi intención que sea la mayor
cantidad de gente posible la que conozca estas presuntas bellaquerías que
degeneran la convivencia democrática y, cuando les pidan su voto, sepan a qué
atenerse... si no se aclaran estas, evidentemente. Y hablando de bellaquerías,
es posible que un día sepamos los ciudadanos de Castuera si es cierto que los socialistas
(menuda bajeza sería, la peor de las ruindades) firmaron un papel en blanco a
IU para que pusiera lo que quisiera referido al “avión de guerra” y engañar así
farisaicamente a todo el mundo, ya que, con tal de seguir mandando, no les
hubiera importado ser ellos los que lo quitaban; claro que, como también fueron
ellos los que lo pusieron...
Aunque
a estos políticos de ahora (quizás no todos, naturalmente), como a los de
siempre en España, no les guste que la gente sepa (como decía Machado: que nueve
de cada diez trompen), el pueblo tiene que estar informado (me enorgullezco de
ser capaz de decir públicamente lo poco que sé), porque ya está bien que nos
sigan tomando el pelo un atajo de indeseables que nos quieren llevar a la
pobreza total a la mayoría mientras ellos siguen lamiendo el culo a la Banca
(permitiendo y apoyando todos sus latrocinios y atropellos usureros, cuando no
rescatándola con nuestro dinero mientras se forran sus Directivos y Ejecutivos)
para que les condone sus deudas y poder vivir como marajás con el dinero de
nuestros impuestos y con lo que les dé tiempo afanar.
En
fin. En España ha mojado el pan en el huevo frito demasiada gente (al parecer
hay más de medio millón de políticos, ¡ahí es nada!) y es normal que haya
alguna indigestión, pero no es de recibo que se hayan “intoxicado” casi todos.
Pienso que aún puede tener todo solución si hacemos lo que tenemos que hacer,
que no es ni más ni menos que darles boleta no yendo a votar a, como he
dicho antes, este atajo de sinvergüenzas que nos han gobernado y nos gobiernan
en todas las Administraciones. Con menos del 30% de sufragios emitidos en
total, no les quedará más remedio que reformar la Ley Electoral y ese será el
primer paso necesario. Y, por supuesto, los Alcaldes de conveniencia al
puchero.
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