¡VIOLINISTAS!
Hay muchos
políticos que tocan instrumentos musicales. Recuerdo al que fuera ministro (Serra,
quiero recordar que se llama) de uno de los gobiernos socialistas. Toca el
piano creo, y espero que lo haga con mayor acierto del que tuvo su pase por el
ministerio. Pero, lo cierto, es que la mayoría de los políticos
socialdemócratas “tocan” el violín como nadie; ni siquiera ese violinista tan
famoso, Vivaldi, les hubiera podido igualar si viviera. Como tampoco lo hubiera
podido hacer Einstein que, aunque no se lo crean, fue un gran violinista.
Bueno, Einstein lo fue casi todo (el mayor genio de la historia de todos los
tiempos) por no decir todo, como se ha visto recientemente con lo del famoso agujero
negro. Por cierto, los españoles, vamos a tener que sudar mucho para
escapar de ese otro “agujero negro” de los socialdemócratas y los liberales
después de cuarenta años expoliándonos. Lo normal…, luego de “tocar tan fino”
el violín.
Si digo lo del
violín es porque es un instrumento que, como el poder, “se toma con la
izquierda y se toca con la derecha”, según la frase original de un tal David
Konzevik. Frase que, como los españoles hemos comprobado ya durante muchos
años, es más que apropiada para definir, especialmente, a los socialdemócratas
de derechas, aunque ellos se sigan llamando socialistas. Lo que dicho sea de
paso, sólo se lo cree la militancia, pues “ésta permite tener razón sin tener
que razonar”, como dijo El Roto en una de sus ingeniosas viñetas.
No obstante, ¿cómo
nos vamos a creer el resto de españoles que en las pasadas elecciones generales
sean los socialistas lo que han ganado? De ningún modo, si se tiene en cuenta
que para la Sra. Botín y demás “nobleza” del Ibex ha supuesto un gran alivio. Y
eso significa, para los más neófitos como un servidor, que ha ganado el
capital, o dicho de otra forma, los que protegen al gran capital, que como es
fácil entender de ninguna manera pueden ser socialistas, y ni siquiera
socialdemócratas. Son, más bien, como el hijo tonto de Robin Hood, que robaba a
los pobres para dárselo a los ricos; o los que actúan bajo el efecto “Mateo”:
dar más a los que más tienen.
El Gobierno de
Sánchez, ha sido, es y será un Gobierno burgués al dictado de la UE, el Banco
Mundial y el FMI. Es decir, un Gobierno que “tocará” sin problemas el violín,
pues ni será social ni será un muro contra la ultraderecha (con la que hay
socialistas que están casi en raya). Y no lo será, porque el PSOE es un partido
al servicio del Ibex 35. Es el partido del pensionazo y de la reforma del
artículo 135 de la Constitución para sacrilizar el pago de la deuda, que no ha
tocado ni la reforma laboral del PP ni
la Ley Mordaza. Es un partido que funciona, que “toca” el violín, al modo y
manera de cómo dijo Juan Benet: “En la vida, como en el ajedrez, las piezas
mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido
de avance”. Para los más desfavorecidos ya se sabe lo que les espera: seguir
siendo desfavorecidos, cuando no, gente al borde del precipicio insocial.
Veremos, si esta España, puede que algún día sea como Ciudad Juárez, en la que
pronto al diablo le de miedo vivir, como dijo Patrick Bard. Lo que ocurrirá
cuando al violín se le rompan las cuerdas, pues “tanto tocarlo tan fino” no lo
aguanta ni un Stradivarius.
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