¿ECONOMÍA
DE ALPARGATAS?
Antes de nada, disculpen
la interrupción, pero es que no se puede aguantar lo del Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS). Deberían llamarlo “Centro de Influencias Sociatas” y, por
lo menos, dejaría de ser el hazme reír de los ciudadanos que no están
aborregados y presos del clientelismo del Partido Socialista Obrero (¡ahí es
nada!) Español; que, por desgracia, no son pocos, sobre todo si se mira
Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Asturias (¡patria querida!) y
alguna otra C.A. ¿Cómo se le puede tomar el pelo a la gente de esa manera tan
infame despreciando sin rubor lo que es, sin más ni más, un atentado contra la
inteligencia? ¿Alguien que no sea de los anteriormente citados y esté en su
sano juicio se puede tragar esos datos del CIS, presumiblemente, manipulados o,
como dicen ahora, cocinados, imagino, al “baño maría”? En fin, este tipo de
engaños, manifiestamente, deplorables deberían ser denunciados y quienes los
“cocinan” que se las vieran con la justicia, porque no es para menos. Qué
infamia, pero a lo que vamos: La economía. La de los de a pie, ya que, la de
los otros está más clara que “el agua de la fuente” de Mocedades.
Para empezar, dos citas
del Roto y una frase célebre. Las citas: a) “Los que nos bombardean nos han
prometido ayuda humanitaria. Parece buena gente”. Y b) “Mi abuelo iba a
trabajar en alpargatas, mi padre fue en zapatos, yo he vuelto a las alpargatas…
pero ahora las llaman deportivas”. Y la frase, en este caso, de Jean de La
Bruyère: “El esclavo sólo tiene un dueño; el ambicioso, tantos como personas le
puedan ser útiles a su fortuna”.
Es muy curioso como los
que han conseguido que tengamos ¡once millones de trabajadores! pobres aun a
pesar de tener trabajo, que no hayan mejorado los salarios en los últimos diez
años, que cada día que pasa hay más precariedad y la mayor temporalidad de la
UE, y que la juventud haya perdido la ilusión por formar una familia y por
trabajar en su país con un salario digno mientras la Gran Empresa, la Banca más
usurera del mundo, la Política y sus escandalosos salarios por perder el tiempo
sin llegar a ningún acuerdo entre “Cardhu y Cardhu”, la Farándula, las Élites de todo tipo, los
Millonarios (en aumento cada año) y los Latifundistas que se forran con las
ayudas de la UE, Etc., Etc., nos bombardean con sus mensajes de progresismo que
suena a horizonte del que cuando llegas ya no está. Son buena gente… lo que
pasa es que sólo desean que volvamos a las alpargatas para ellos poder lucir
sus zapatos. ¡Escoria del neoliberalismo!, que sueña de nuevo con “la esclavitud”
aunque estemos en el siglo XXI.
Y es mucho más importuno
que los que han conseguido lo antes dicho -los que han gobernado más tiempo del
periodo “democrático”- sean mayormente los que presumen de ser los salvadores
del país, los que, una tras otra campaña electoral, nos cantan la misma
“música” pero más cargada de bombo y nos prometen como el Régimen de Franco:
“Patria, Justicia y Pan”. Que luego, cuando mandan, sólo se procuran para sí
mismo, sus familiares y amigos, y continúan su expolio al país que,
inexplicablemente -como ocurre con México- nadie entiende como no han podido
acabar con él a razón de cerca de ¡200.000 millones de euros! por año de saqueo
encumbrado.
Es la “economía de
alpargatas”, la que canta la salsa colombiana: “La Ley del embudo, lo ancho pa
ellos, lo angosto pa uno”. Recuerdo cuando mi padre (que pasó la guerra en el
bando republicano sin intención de pasarse al nacional e incluso hizo teatro
para recaudar fondos para la República) me contaba cómo, mientras los soldados
republicanos se batían heroicamente en el frente sin comida y en alpargatas,
los comités republicanos de los pueblos tenían cada día una celebración a base
de calderetas con el trigo que le expropiaban a los pobres agricultores para la
República. Ahora, después de más de ochenta años (40 de un Régimen y otros 40
de otro casi igual, salvando las diferencias por el tiempo), la anarquía que
reinaba en la 2ª República, donde ocurría lo que antes les he contado, está de
nuevo presente en la mayor parte del pueblo, del pueblo empobrecido en
alpargatas para gloria de mercachifles y bandoleros y atracadores políticos de
todas las etnias que viven a cuerpo de rey despilfarrando y robando a la vez de
autosalariarse de manera escandalosa. Y como siempre, quien realmente manda es
la Banca. Lo que se ha podido comprobar con la pasada investidura fallida en la
que la Sra. Botín y Cía. no han permitido que Podemos -que tenía intención de
regenerarlo- se haga cargo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y
continúe la funesta Reforma Laboral del 2012 que tanto les favorece y que, no
se lo pierdan, una ministra que se dice socialista no ha tenido ovarios para
derogar.
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