EL GUIRIGAY DE LA SEXTA
Lo de la “Sexta Noche” de
los sábados es algo que sobrepasa ya los límites de la intolerancia y de la poca
o nula educación. Con las únicas excepciones de un par de contertulios que
tratan por todos los medios de que se guarde la compostura, el programa se ha convertido
en un auténtico guirigay de muy mal gusto. No hay forma de poderse enterar de
nada que pueda ser bueno para hacerse una opinión objetiva de lo que se está
discutiendo. No hay manera de callar a dos o tres de los asistentes tanto si
tienen turno como sino. Son el colmo de la insensatez y la desvergüenza,
generalmente permitida por el moderador, en ocasiones, rozando la raya de lo
abúlico.
Uno siente, al escuchar y
ver el esperpento que se monta en cada intervención que no sea de Jesús Maraña
y algún otro, que es partícipe de eso que dijo un Sr. llamado Claude Chabrol:
“La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La
inteligencia tiene sus límites, la tontería no”. “Porque no son las malas
hierbas la que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino”,
como señaló Confucio. Así pues, para este programa, que encima no cumple su
objetivo de adoctrinamiento de centro izquierda, o lo que es lo mismo en este
país, de “derecha moderada” (muy aplaudida por el Establishment financiero), la
calificación de nefasto es muy merecida. Esperemos que no ocurra eso de que:
“El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el
mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable”, que
dijo G. Bernard Shaw.
En un estudio reciente
realizado informalmente por alumnos de Ciencias Políticas de la Universidad
Pompeu Fabra, que analizaron la frecuencia y el origen de este comportamiento
en las tertulias de la “Sexta Noche” (uno de los programas de mayor proyección
mediática en temas políticos del país), se vio que más del 70% de las
interrupciones las hacían los tertulianos de derechas, siendo E. Inda el máximo
exponente de la interrupción, del insulto y de la mala educación. Ni que decir
tiene, señala el profesor Vicenç Navarro, “que estos comportamientos anulan
cualquier posibilidad de que tal programa sea educativo, pues su componente
teatral e histriónico es su característica principal, lo que ha motivado que
incluso algunos invitados, como el conocido catedrático de Economía de la
Universidad de Sevilla, Juan Torres, abandonara el programa como protesta
frente a tal comportamiento”.
Transcribiendo, así
mismo, al profesor Navarro: “La “Sexta Noche”, por desgracia, da una imagen
pésima de lo que se entiende por debate político, y deja al descubierto la
escasa cultura democrática en todos los debates (incluidos los de TVE,
Atresmedia y TV3), pues, tanto por el contenido como por las formas, los medios
televisivos y radiofónicos (la gran mayoría sesgados hacia la derecha,
reproduciendo el pensamiento neoliberal) están obstaculizando el tan necesario
cambio que necesita España. La ausencia de medios críticos con el establishment
político-mediático que domina España empobrece enormemente la democracia
española. Así de claro”.
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