PAGO
EN AUTOVÍAS DEL ESTADO
Bueno, realmente
del Estado son todas, las de peaje incluidas, puesto que con eso del rescate
que hemos pagado entre todos con nuestros impuestos ya son nuestras también,
suponiendo que no lo fueren antes, ya que, se hicieron con dinero público
encubierto en subvenciones. Pero…
Según el ministro
de Fomento, el “sociolisto” Sr. Ábalos (calificado por Javier Marías -toda una
autoridad de las letras- como el ministro más vago) se va a penalizar con el
pago de un “mini-peaje” (de 0,03 a 0,15 céntimos kilómetro, o sea, de 3 a 15 €
por cada 100 kilómetros) el tránsito por las autovías del Estado por las que
ahora se circula libremente. La penalización máxima, la tarifa más alta (0,15
céntimos kilómetro), será para los coches más antiguos por considerarlos más
contaminantes (en Extremadura, la mayoría, pues es sobradamente conocido que
nuestro parque móvil es, al parecer, el más viejo del país). Para entendernos,
pensionistas, mujeres y jóvenes (los pocos que quedan, al menos, en Extremadura)
serán, obviamente, en razón de sus más bajos salarios, los más perjudicados con
la medida, que no es sino otro impuesto a la ciudadanía en general del que,
como no podía ser de otra forma, salen beneficiados los señoritos que,
lógicamente, utilizan coches nuevos o seminuevos y la clase política que viaja
en coche oficial o en avión y se lo pagaremos entre todos. Para que se hagan
una idea, sólo ir de Mérida a Badajoz (ida y vuelta, unos 120 kilómetros)
costará entre 3,60 € a los Sres. y 18 € a los currantes. Mientras, este
ministro no nos ha dicho cuanto nos han costado a los españolitos de a pie el rescate
de las autovías de peaje innecesarias que han puesto millonarios a algún que
otro ministro además de a sus constructores y explotadores, de derecha y de
izquierda, aunque, como todo el mundo sabe ya, tanto PP como PSOE son de
derecha y, asimismo, de derecha ultracapitalista y promotores de lo que un
escritor famoso ha calificado como “cronificación de la pobreza”. Claro que,
para mantener ese enjambre de políticos, en su mayoría, parásitos de la
sociedad (¡500.000!, cuatro veces más que Alemania que nos dobla en número de
habitantes) hacen falta muchos impuestos; y eso, sin contar que mantener el
clientelismo rural también requiere una parte importante de fondos públicos,
independientemente de los ¡24.000 millones de €! que, como para el feminismo, que
cifra en 4.500 su número de asociaciones, vienen de la UE. Amén de que el
conglomerado de Empresas Públicas, en su mayoría deficitarias, también
necesitan un buen pico de los presupuestos del Estado y de las CCAA (sólo en
Andalucía hay cerca de ¡300!, al parecer, ¡cómo para ganarles unas elecciones!).
En fin, un golpe
de tuerca más a la ya maltrecha economía de los más desfavorecidos por parte de
los que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan. Y es
curioso, ¿qué tendrán tan bien entramado, encima del clientelismo, para que la
gente, aun sabiendo de sus fechorías incontables (como esta de las autovías),
les sigan votando? Aunque, eso sí, por parte de la otra derecha, la del PP, cuajada
de mercachifles e inútiles, reciben una gran ayuda. No obstante, es posible que
ocurra lo que decía Düprenmatt, que “vivimos en unos tiempos en los que hay que
demostrar la evidencia”, pues, a las pruebas me remito, no son socialistas y,
mucho menos, progresistas; son fachas embaucadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario