ROMA SÍ PAGA
TRAIDORES
La frase en latín
“Roma traditoribus non praemiat”, “Roma no paga traidores” en castellano, está
referida, como la mayoría de la gente sabe, a la muerte de Viriato asesinado
por tres de sus mejores amigos para recibir una recompensa del Imperio Romano
al que instigaba continuamente derrotando a unos cuantos de sus mejores
generales hasta que uno de ellos, Quinto Servilio Cepión, “compró” a los
traidores a los que dijo la famosa frase cuando fueron a cobrar.
Han pasado más de
dos mil años, y es posible que la historia se repita después del día 10 de
noviembre en este nuestro querido país. Aunque no deja de haber quienes piensan
que la frase es una estupidez pues, por supuesto, que Roma pagaba traidores.
Todos los Imperios lo han hecho cuando lo han necesitado, eso, desde luego, es
indudable. Si nos retrotraemos no muchos años, nos encontramos con los famosos
tránsfugas que pusieron a Ibarra en la Junta de Extremadura o a Esperanza
Aguirre en la Comunidad de Madrid que, al fin y al cabo, fueron unos traidores,
aunque ninguna de estas CCAA sea un Imperio. Pero sí dos Administraciones que
han producido poder y dinero a sus “compradores”, que ya es bastante, ¿no les
parece? Y si digo que es posible que la historia se repita es porque sólo hace
falta mirar cómo se han colocado algunos de los que abandonaron Ciudadanos hace
algunos meses y han demostrado que España está llena de tránsfugas bien
remunerados. Lo que significa que los que terminan pagando son siempre los
traicionados. Lo cual es aplicable al Sr. Errejón, que ahora se ha sacado de la
manga un Partido nuevo, “Más País”, para culminar su traición a su amigo Pablo
Iglesias que fue quien lo puso donde está a pesar de ser antes un simple
pintamonas. Sí, este individuo, que sin Pablo Iglesias ahora no sería nada, un
don nadie, ha sido comprado por la Sra. Botín (la mujer más rica del mundo) y
los quincalleros del Ibex-35 para intentar que Podemos no tenga la última
palabra a la hora de formar Gobierno. Es, se diga lo que se diga, un traidor
sobornado por el establishment financiero que quiere acabar con Podemos y,
sobre todo, con su líder Pablo Iglesias, que es como Viriato el instigador del
capitalismo opresor de los que no quieren que se acabe lo de las puertas
giratorias (una traición al país), que se les ponga un impuesto a la Banca, que
se supriman las Reformas Laborales del 2010 y 2012, que haya en España como en
todos los países de la OCDE salarios dignos, Sanidad Pública, que se anulen las
Concertaciones y Privatizaciones realizadas y abolir las subvenciones a
Colegios y Hospitales privados en detrimento de lo Público, y, obviamente, todas
las demás propuestas que favorecen a la ciudadanía en general y que no les
convienen.
Pero Errejón es un
perdedor, y eso deberían saberlo los que le tendrán que pagar sino ocurre lo de
Viriato. Pues perdió dos veces en Vista Alegre con Pablo y ha dado lugar a que
la Alcaldía y la Autonomía de Madrid, que deberían estar en poder de la
izquierda, ahora sean de la derecha aún a pesar de los “desfalcos” por ésta
cometidos. ¿Pasará lo mismo en España? Sólo los jóvenes, los trabajadores y los
pensionistas (un ejemplo para todos, esa marcha de ¡400 kilómetros! hasta
Madrid con sus altas edades) pueden evitarlo desconfiando de este traidor que
se han sacado de la manga los malandrines.
Dicho lo dicho,
ahí está la historia con estas citas sobre lo que es un traidor: “Ningún sabio
pensó que se pudiera confiar en un traidor” (Cicerón); “un traidor es un hombre
que dejó su partido para inscribirse en otro” (Clemenceau); “hay poca gente
sensata que prefiera la censura provechosa a la alabanza traidora”
(Rochefoucauld); “Decía que los perros no eran fieles sino serviles, que los
gatos eran oportunistas y traidores” (García Márquez); y por último: “Amo la
traición, pero odio al traidor” (Cayo Julio César, 100-44 antes de Cristo).
Si la traición se
consuma, cosa muy probable por lo que dicen los medios de desinformación (en
España “si los tontos volaran no se veía el cielo”), el traidor Errejón le va
regalar -con la ley de D'Hont no cabe la duda- tres de cada cuatro de los
Diputados de Podemos al PSOE y la Bolsa va a subir como la espuma. El traidor,
obviamente, sacará su escaño en Madrid (siete u ocho mil euritos al mes y lo
que le produzca la recompensa del establishment y a pensar cuando se incorpora
-con los suyos- al PSOE) y todos tan contentos. Los socialdemócratas de
derechas, el PSOE, sólo necesitarán a Ciudadanos (también de derechas y del
Banco de Sabadell) para formar Gobierno, suponiendo que no logren la mayoría
absoluta, que pudiera suceder, ¡ojo!
Fíjense. Si
dividimos los votos obtenidos en cada circunscripción por los escaños, resulta
qué en Madrid, los seis logrados por Podemos salen a 102.318 votos cada uno, lo
que puede que pierda, si divide con Errejón, cuatro de los seis para que el
“bebé” sólo consiga uno, o quizás dos. El PSOE y el PP se tienen que estar
frotando las manos: les van a caer unos cuantos escaños más sin mover un dedo. La
Ley de D'Hont es inexorable cuando hay división, puesto que obtienen escaño las
divisiones más altas y eso, lógicamente, favorece a los partidos que suman más
votos que son siempre PSOE y PP por obra y gracia de la “Constitución
constituida” como aparece en el nombre de una calle en el pueblo que vivo.
En Barcelona, con
Común, está todo en el aire, pero es difícil que, si Ada Colau no se pasa a
Errejón, Podemos pierda más de uno. A frotarse ERC y los nacionalistas del
bandido Puyol.
Los siete escaños
de Podemos en las provincias andaluzas, Málaga, Cádiz, Granada y Sevilla, salen
a 68.615 votos por escaño, que puede que pierda, al menos cinco, si esta cifra
se divide con Errejón. El de Granada casi seguro será perdido por ambos. PSOE y
PP a cantar el “aleluya” en Andalucía.
En la Comunidad
Valenciana, los cinco escaños de Podemos le costaron cada uno 76.559 votos,
pero Compromis y Errejón le pueden choricear tres, siempre suponiendo que no
pierdan ambos todos en favor del PSOE y el PP. Y luego a lamentarse con el
famoso “fil de put” catalán o medio valenciano (el valenciano es medio catalán).
Peligran, así
mismo, los dos de Pontevedra y A Coruña; los cuatro del País Vasco; los dos de
Baleares y el de Murcia; los tres de Canarias (pueden pasar al PSOE); y no
sabemos si Errejón se presentará en las otras seis circunscripciones en las que
Podemos tiene un escaño (Navarra, Córdoba, Huelva, Guipúzcoa, Álava y
Tarragona), que tanto uno como el otro pueden fácilmente perder.
El traidor puede,
por tanto, que sólo se lleve, para sí mismo, de los 42 escaños de Podemos,
nueve o diez escaños, los demás serán, por su traición, para el PSOE y el PP.
Incluso puede que pillen alguno los de Vox, que, por supuesto, van a mantener a
todos sus votantes y es posible que a algunos más.
El establishment y
el PSOE, con el mando de la antedicha Sra. más rica del mundo, han comprado al
traidor que “ejecutará” al Viriato de esta demagógica, ruin y bananera
democracia totalmente corrompida…, y así, por tanto, seguirá. De tal modo que,
a los trabajadores, a los jóvenes y a los pensionistas les quedará, de
consumarse la traición, tan solo una última solución: Jugar a la Primitiva, la
Bonoloto, el Euromillón, la Lotería Nacional, etc., y los múltiples juegos de
la Once. Y ¡cuidado! porque también en estos juegos, si milagrosamente te cae
la suerte, te sablearán una parte importante los del Erario por la jeta (único
país del mundo que lo hace).
Por último: Un
escaño vale en Madrid 102.300 votos redondeando, mientras en Teruel sólo vale
26.000 votos, también redondeando, lo cual demuestra lo maravillosa que es esa
Ley de D'Hont en lo de la proporcionalidad, ni siquiera una Dictadura la puede
igualar. En este país, según donde se viva, puede que sólo valga uno un “real”,
y su voto “una perra gorda” que nadie se agacha a recoger.