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lunes, 16 de septiembre de 2019

1609/19 - O JUSTICIA O CAOS


O JUSTICIA O CAOS

Un sistema caótico es un sistema sin leyes. Ni siquiera la ley de que no hay leyes. El caos es lo impredecible, el desorden. Y en política añadiría que el caos es la anarquía. Pero, dicho lo dicho, paradójicamente, los españoles, si nos vemos abocados al caos -a la anarquía, más bien- no es por falta de leyes, pues somos uno de los países del mundo con más leyes, que, obviamente, da como resultado que también somos uno de los países donde menos leyes se cumplen (y si no que se lo pregunten a cualquier político de los casi ¡500.000! que tenemos).

Si la Justicia no consigue la independencia total, cosa bastante difícil con el sistema dictatorial encubierto en una democracia al estilo de la frase de Trump (“un sistema que domina los principales medios de desinformación no necesita la dictadura”), estamos abocados a que cada vez haya más ricos y consecuentemente más pobres, pues el mundo sindical, como dice El Roto, se ha quedado reducido al botiquín que proporcionan las Mutuas de Accidentes de Trabajo, y los derechos de los trabajadores no los defiende nadie.

Los Organismos españoles están totalmente corrompidos por la intromisión política. Si miramos los políticos que hay “incrustados” en la Sanidad, la Educación, los Servicios Sociales, etc. vemos como la corrupción se ha adueñado de todo y faltan los fondos necesarios (los que ellos y sus partidos políticos se quedan) para desarrollar las políticas necesarias para el bienestar de la ciudadanía.

Los Ayuntamientos, las Diputaciones y las CCAA están totalmente copadas por el clientelismo, que absorbe la mayor parte del dinero que hace falta para desarrollar unos servicios eficientes y dignos a los ciudadanos, eso sin contar sus Organigramas que son tan amplios que constituyen otro de los pozos sin fondo que absorben grandes cantidades de dinero de los impuestos de todos. Así, no ganamos para pagar sueldos (escandalosos en su mayoría), dietas, kilometrajes, comisiones de gobierno, etc., etc., a lo que hay que añadir las mil y una recalificación de terrenos y sus correspondientes “comisiones”, los “perdones” del IBI y las multas para el voto cautivo, la protección descarada a la Banca más usurera del mundo (lo acabamos de ver en la UE), las mil y una licitación “comprada”, y un largo etc. de asuntos oscuros en todas las Administraciones Publicas, incluida, para colmo, Hacienda con su persecución a trabajadores y autónomos y su olvido de los grandes empresarios, las élites de todo tipo y la farándula…, y los millonarios (SICAVs, SIFF…)

Sólo la Justicia puede poner remedio al caos que se está viendo venir. Los Jueces se tienen que pringar. Y, para empezar, combatir a los “comisarios políticos” (entre los que hay más de un Juez) de sus Juzgados y actuar sin contemplaciones, para que cunda el ejemplo, en casos como ese de los EREs de Andalucía, en el que, al parecer, se ha llegado al punto de que tendrá que intervenir el CGPJ para ver que está haciendo una Sra. Jueza, presumiblemente, muy partidaria de las prescripciones para echar “una manita” a un sinfín de políticos imputados entre los que se encuentran dos ex Presidentes de la Junta.

Los casos de corrupción política son numerosos, para escribir un libro de mil páginas. Los del Partido Popular en Madrid, Valencia, Murcia, etc., etc., son innumerables, incluido los del propio partido en su sede de Génova. Pero el PSOE no le va a la zaga, con unos ¡70 casos! registrados y una cifra que se acerca a los, nada menos que, ¡11.000 millones de euros! en toda España. Los casos del PSOE: ERE (1.200 millones de euros); EDU (3.200 millones); CCM (4.000 millones); EMPERADOR (1.200 millones); MERCA SEVILLA (152 millones); y CASO PLAZA (147 millones y pico), son sólo unos cuantos de los muchos que asolan el país, pues se dice, fundadamente, que la corrupción nos cuesta a los españoles la nada despreciable cifra de ¡CINCUENTA Y CINCO MIL MILLONES DE EUROS CADA AÑO!

Si a esa desorbitante cifra le añadimos otros tantos millones (otros ¡55.000!) calificados como ¡DESPILFARRO!, y otros ¡90.000 millones! de FRAUDE FISCAL de la gran empresa (Banca, Ibex-35 y demás cotizadas), resulta que, con una simple intervención seria de la Justicia, seríamos uno de los países más ricos no sólo de Europa sino del mundo y estaríamos entre los primeros de la OCDE en la mayoría de los índices económicos y sociales. Sin Justicia (o sólo con la Justicia que dicta la Banca) estamos acercándonos al abismo y el CAOS está a la vuelta de la esquina.  

¡Y ojo con los jóvenes y los pensionistas en pie de guerra! Pero esa es otra historia.

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