¡AL CUERNO LA PATALETA!

¡AL CUERNO LA PATALETA!

 

En estos tiempos tan convulsivos que corren, tan difíciles para tantos y tantos ciudadanos que se han visto abocados a la miseria solo por la avaricia de otros y por la mala gestión, cuando no por la cobardía, de unos políticos que solo han pensado en sus prebendas y privilegios, pero que encima hacen gala cada día de su alto grado de cinismo pidiendo lo que ellos de ningún modo concibieron dar; en estos tiempos, se hace necesario pedir que, por lo menos, la ciudadanía razonable mande al cuerno a los fanáticos que no ven más allá de sus narices.

Muchos ciudadanos están, casi permanentemente, en la calle reivindicando sus “derechos”, y con justa razón en casos, porque no se nos puede condenar por algo que no hemos hecho, pero hay otros que apoyan el que haya revueltas sociales sin cuartel -a ellos la convivencia les importa un bledo- por  razones que no son tan respetables: porque han perdido y no son capaces de asimilar la derrota, que en política no es otra cosa que la alternancia, y rebuznan detrás de cualquier pancarta para patalear su pérdida del enchufismo que los tenía sobrevalorados y les producía suculentos ingresos a costa de los impuestos del resto, son los damnificados que vivían de la política; o porque alguna de las “reformas” -que, por supuesto, llevan recortes implícitos que en ocasiones son muy necesarios- les va a suponer la pérdida de algún privilegio tal es no disponer de la tarde para “sus labores” indeclarables y fraudulentas que, evidentemente, nos cuestan el dinero al resto de los ciudadanos que no nos podemos escabullir…, estos, no es necesario decir quiénes son.  

La crispación no arregla nada -y bailando menos-; en democracia los descontentos se arreglan en las urnas, y los derechos se ganan con firmeza, con hombría, con decencia, pero sin soliviantarse ni fastidiar a los demás. La convivencia es lo primero y más sagrado, y esos que forman tanta vocinglería incapaces de superar su animadversión por todo y todos los que piensan de otra forma, están descalificados de antemano por la sociedad.

Estamos en un momento difícil, mayormente, repito, por culpa de los líderes de esos que ahora “viven” en la calle rompiendo escaparates y quemando contenedores y tratando de que todo nos conduzca a la anarquía, pero lo que ésta trae consigo lo sabemos muy bien los españoles y no nos vamos a dejar embaucar ni intimidar.

04-01-13