CUANDO
LO ILEGAL DA LO MISMO
Viendo
la Sexta TV el viernes pasado, me llamó mucho la atención una noticia que hacía
referencia a que el Sr. Ministro Soria (que, como la política –esta política de
ahora- no me interesa, ni siquiera sé de qué Ministerio se ocupa) pasaba sus
vacaciones en un hotel (¿Volcán Lanzarote puede ser?) que estaba funcionando de
manera ilegal ya demostrada con sentencia firme.
Pero
al pronto, mi alarma dejó de palpitar, pues enseguida pensé: ¿qué importancia
tiene que a alguien de la política le dé igual que un establecimiento esté
legalizado o no si él va a disfrutar con su familia? Igual ni lo sabe, pero si
se lo han dicho seguro que ha manifestado que eso de legal o ilegal no es cosa
suya. Está abierto y punto..., a disfrutar, que es a lo que hemos venido a
Lanzarote.
Lo
estamos viendo a diario: lo ilegal, lo injusto, lo mal hecho, lo ignominioso,
lo sin razón, etc., etc., a la mayoría de nuestra clase política le importa más
bien poco. Y lo más triste es que, ciertamente, la “moda” se ha extrapolado
fácilmente de la clase política alta a la clase política insustancial de
cualquier pueblo: sin ir más lejos, en mi pueblo, Castuera, ocurre que una
Clínica lleva más de ¡trece años! sin la LICENCIA DE APERTURA MUNICIPAL y sigue
funcionando como si tal teniendo conocimiento de ello toda la Corporación
Municipal. Claro que, aún siendo ilegal, el propio Ayuntamiento tiene
concertados los servicios de “Prevención de Riesgos Laborales” con dicha
Clínica para todos sus trabajadores (calculo que para más de 200 entre
funcionarios, indefinidos y eventuales).
Lo ilegal les importa, en este caso, menos que nada (ya veremos qué
ocurre si pasa algo imprevisto). Además, como no, casi todos los políticos del
pueblo disfrutan de esas instalaciones de manera gratuita a través de las
Compañías Asistenciales sin importarles que se haya hecho sin proyecto, en
terrenos cedidos a bajo precio, sin licencias, y lo peor: sabiendo que, tal
como está concebida, nunca se le podrá otorgar el permiso para funcionar
legalmente.
Pero,
eso sí: si un Ministro, aunque tenga nombre de capital de provincia, puede
disfrutar de un hotel ilegal en Lanzarote, ¿por qué no va a poder disfrutar
toda una Corporación Municipal de una Clínica ilegal en su propio pueblo?
Faltaría más que lo ilegal no diera igual también aquí.
15/08/13
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