ECONOMÍA EN RECESIÓN: ¿NO TENDRÁ LA CULPA EL SALARIO?
Soy
de los convencidos de que, si no toda, parte sí. Aunque, cuando se trata de
economía en bancarrota, como cuando se trata de cualquier mal advenimiento, lo
que suele ocurrir es aquello de: “entre todos la mataron y ella sola se murió”.
No obstante, haciendo caso a una de las sociólogas más famosas del mundo que
dice que “se ha roto el ciclo porque el salario del trabajador ya no permite
mantener el consumo”, es muy significativo que los tres países (Grecia,
Portugal y España) con la peor media salarial de la UE-15 (los más
desarrollados de la Unión) estén entre los que más problemas económicos tienen.
Es
una evidencia que nadie discute, que sin salario -con un salario miserable- no
hay consumo (es imposible que lo haya si la soldada apenas llega para
alimentarse) y sin consumo, aún a riesgo de habituarse a eso de comprar todo lo
preciso que no es necesario, no hay empresa. Y claro, sin empresa el empleo se
reduce al que puedan proporcionar las administraciones públicas, que,
obviamente, no es suficiente para mantener un país desarrollado; y mucho menos
el estado del bienestar, que sólo se consigue si las arcas del Erario están
llenas y la política no goza de la corrupción, la sinecura, el despilfarro en
publicidad y propaganda y obras de infraestructura innecesarias, de su excesivo
número (más de ¡cien mil cargos públicos! tenemos los españoles), de la
pasividad recaudatoria con las grandes fortunas y las élites, del fraude fiscal
de la gran empresa y los corporativismos, etc.
Así
pues, dicho lo dicho, para salir de la recesión, hay que emular a Roosevelt y
reavivar el sindicalismo (“comprado” y anulado por Felipe González con las
ayudas para los cursos de formación, y, desde entonces, convertido en un “si
guana”); hay que promover un plan de infraestructuras que sea el necesario para
modernizar el país (autovías, red ferroviaria, servicios de luz y agua a las
fincas rústicas que sean productivas, escuelas y hospitales públicos
suficientes para mejorar nuestra maltrecha educación y nuestra deteriorada
sanidad, etc.); hay que hacer que todos los españoles, sin excepción, cumplan
con sus obligaciones fiscales según sus posibilidades y reducir, como mínimo,
en diez puntos la economía sumergida que es record de Europa; hay que tratar de
reducir las desorbitadas desigualdades entre los que más tienen y los que menos
(al nivel de Lituania); hay que, por supuesto, echarle agallas para equiparar
el Salario Mínimo Interprofesional (ahora entre los más bajos) al de los países
de la UE-15 (repito, los más desarrollados) para que pueda “tirar” de los demás
estipendios y se pueda desterrar el mileurismo (en Extremadura el roñosorismo);
y, cómo no, hay que impedir como sea el abuso que cometen las grandes empresas,
sobre todo las de servicios, con la contratación actual, ya que, está ya muy
cerca de ser la de un país absolutista.
En
definitiva: hacer una reforma laboral que no beneficie solo a las empresas del
Ibex y a las que facturan más de 150 millones de euros; y que impida la
congelación salarial que, como ya he expresado, hunde el consumo. Aparte de
que, ¿a quiénes van a vender las Grandes Multinacionales lo que fabrican si
casi nadie tiene dinero para “comprar”? Y los Mercados (la Banca), ¿a quiénes
van cobrar comisiones, mantenimientos y las mil y una usura -tal como lo de los
más de 30 € de lo que llaman ellos posición deudora- si, por falta de salario,
desaparecen las cuentas al no poderse soportar? ¿Vivirán los Mercados (la
Banca, digo otra vez) solo comprando nuestra “deuda pública” con nuestro propio
dinero? ¿Qué economista (de esas “lumbreras” que tiene la “Lobbycracia” que
rige el país) nos va a convencer a los ciudadanos de a pie de que se puede
funcionar sin que fluya el crédito y sin el salario necesario para fomentar el
gasto?
Gasto
(compra, consumo, como prefieran) en su evidente declive, entre otras
consideraciones en buena lógica en las que tiene mucho que ver la falacia del
socialismo fingido, que nos ha obsequiado con las cifras del paro más
inimaginables, no sólo para nosotros sino para el resto de países desarrollados.
Claro que, lo digo una vez más, en esto del desempleo, ni son todos los que
están ni están todos los que son; y me da que se están utilizando las cifras
tan abultadas -ojo con el paro de Andalucía, por ejemplo- para intimidar y
abaratar la contratación y para que no haya conflicto social grave en la calle.
Como, por otra parte, es lo normal que ocurra cuando la tasa de desempleo
supera el 20%. Sin olvidar que, aún más grave que la alta cifra de
desempleados, es el ¡millón quinientos setenta y cinco mil! familias que tienen
a todos sus miembros sin trabajo. No puede ser pues, que los trabajadores estén
resignados y acepten cualquier “cosa” y a cualquier precio. Porque eso, por
desgracia, es una vergüenza sindical sin precedentes en un país de la categoría
de España.
Y,
desde luego, no puede ser que desde la entrada del euro (el mayor engaño
perpetrado contra una Nación –contra su clase trabajadora, preferentemente- por
el neoliberalismo más vejatorio) haya subido todo lo imprescindible para vivir
por encima del 30% (el alimento más básico, el pan, el 50%) mientras la media
salarial no sólo no subía sino que incluso bajaba (el 0,4% en la década
1996/2006, quiero recordar). No hay derecho a que con el “control salarial” que
está empobreciendo a media Europa (España tiene ya el 22% de pobreza relativa;
y mi tierra, Extremadura, cerca del 45%), el fraude fiscal y la pasividad a la
hora de exigir sus deberes impositivos a las grandes fortunas (y a las élites
deportivas y culturales, a la farándula, y a la gran empresa…), se estén
vendiendo más joyas y más automóviles de lujo (las ventas de Rolls-Royce se han
disparado) y yates que nunca. Sí, con el socialismo envuelto en la corrupción y
la “nueva vía” (socialismo sin clase trabajadora) y la indecencia política
institucionalizada en casi toda Europa, el Neoliberalismo está haciendo su
agosto. Amén de que por si los ciudadanos no tuvieran bastante con la flagrante
corrupción política y el Neoliberalismo más cruel y despiadado, en España,
tenemos las CCAA, que esas sí que están en bancarrota total por esas causas y
por la inmensa sinecura insoportable para hacer perseverante el voto…, pero de
ellas hablaremos en otro escrito.
Para
ir terminando: por culpa del bajo salario, seis de cada diez hogares no llegan
a final de mes; por culpa del bajo salario este país se ha convertido en una
“Lobbycracia” del Sr. Botín y unos cuantos más; por culpa del bajo salario
somos los campeones mundiales de la piratería informática; por culpa del bajo
salario y la falta de recursos públicos tenemos la peor Educación y vamos
camino de conseguir también la peor Sanidad; por culpa del bajo salario,
concluyentemente, en este nuestro país se ha creído siempre más en la pillería
y la fullería que en la honestidad. Y
así visto, como a los ciudadanos -con motivo del alto desempleo y esa crisis
inventada por la “estafanduría financiera”- no se nos van a perdonar nuestras
abusivas hipotecas y nuestros créditos usuras al estilo de los llamados
“créditos hielo” (no hace falta explicar en qué consisten) que la Banca aplica
a los partidos políticos, este país de precios altos y bajos salarios siempre
será, para poder subsistir, un antro lleno de malhechores y muy proclive a las
fechorías.
Por
último, y aunque me llamen pesado, machacón o cualquier otro sinónimo al pelo,
quiero, una vez más (y lo haré todas las que me caiga), expresar que: España,
con casi toda su etapa “democrática” gobernada por la socialdemocracia, es el
único país del mundo que ha empeorado en servicios y prestaciones sociales,
pensiones públicas, poder adquisitivo y salarios, educación, sanidad, justicia
y, por supuesto, en estado del bienestar entre otros menesteres; e,
increíblemente, es también el único país que ha ganado en corrupción,
indecencias, estafa, opresión, desvergüenza, desempleo, mala educación y falta
de respeto, etc., etc., etc.
08-02-12
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