CORRUPCIÓN POLÍTICA: BURBUJAS Y CAPTURA DE RENTAS
Siempre
he defendido la teoría de que los males de la política española, los muchos males,
especialmente la corrupción, son consecuencia de la ley electoral y de sus
listas cerradas; y del Estado de las Autonomías y el control político de la
cúspide de la Justicia (el Tribunal Constitucional y el Consejo General del
Poder Judicial) junto con la colonización de ámbitos que no le son propios como
el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Esto ha dado
lugar a la creación de una clase política profesional que como tal está
predispuesta siempre a la captura de rentas mediante la generación de nóminas y
dietas. Así, en ausencia de procedimientos establecidos para seleccionar
plantillas, los políticos colocan en las nuevas Administraciones y Organismos a
deudos, familiares, nepotes y camaradas creando una estructura clientelar y
politizada asegurándose un sistema de captura de rentas, es decir, un sistema
que no crea riqueza nueva, sino que se apodera de la ya creada por otros y por
cuyas alcantarillas circula la financiación de los partidos.
Nadie
dentro del Estado pone en cuestión los mecanismos de captura de rentas que
constituyen el interés particular de la clase política española que genera
burbujas de manera compulsiva no por ignorancia o por incompetencia sino para
dar lugar a dichas capturas de rentas.
La
clase política ha inflado la burbuja inmobiliaria por acción directa, no por
omisión ni por olvido. Los planes urbanísticos se fraguan en complejas y opacas
negociaciones de las que, además de nuevas construcciones, surja la
financiación de los partidos políticos y nuevas fortunas personales, tanto
entre los recalificados como entre los recalificadores.
Pero
no, no solo lo tenemos crudo con la burbuja inmobiliaria, hay otras en ciernes
o que están ya ahí. Porque, ¿qué me dicen de la burbuja de las energías
renovables? España representa el 2% del PIB mundial y está pagando el 15% del
total global de primas a las energías renovables. Un disparate que genera
fraude, corrupción y, claro, rentas capturadas. Para financiar las primas, las
empresas y familias españolas pagan la electricidad más cara de Europa, lo que
supone una gran merma de competitividad para nuestra economía. A pesar de esos
precios exagerados, el sistema eléctrico español ostenta un déficit tarifario
de varios miles de millones de euros al año y más de 24.000 millones de deuda
acumulada que nadie sabe cómo pagar. La burbuja de las renovables, si no ha
pinchado está a punto de hacerlo.
Otra
burbuja (hay muchas más: Futbol, Televisiones, Fundaciones, Empresas Públicas,
etc., etc., etc.) es la formada por las innumerables infraestructuras
innecesarias construidas en la última década a costos astronómicos para
beneficio de constructores y perjuicio de contribuyentes y, por supuesto, para
la captura de rentas. Y, algo inaudito, no solo se pueden citar los aeropuertos
de Castellón o Ciudad Real o las autopistas radiales de Madrid, sino que hasta
a los pueblos ha llegado la “moda” de recalificar o reclasificar, o de ninguna
de las dos cosas incluso, pues el Ayuntamiento toma terrenos privados por la
cara y si quieres “algo” pleitea; siempre, obviamente, que esos terrenos no
sean de “alguien”. Sí, créanme, en los pueblos (incluidos los pequeñitos o
incluso los llamados de la Extremadura profunda) me da que también se han hecho
infraestructuras para la captura de rentas. Pues como se explica que en el
pueblo donde vivo (que repito una vez más, es el pueblo que más quiero pero no
es mi pueblo) se haya construido un Carril-Bici de tan solo 500 metros
aproximadamente con un desnivel (¿quizás del 15% o más?) por el que, lógicamente,
solo pueden circular deportistas o atletas profesionales. Es decir,
intransitable para los demás, pero que, eso sí, hubiera hecho las delicias de
Bahamontes o Charly Gaul de haberse construido en otros tiempos… o salvo que
esté pensado para ahorrar costos al Servicio Extremeño de Salud usándolo como
circuito para los tex de esfuerzo de la consulta de cardiología. Bueno…, se han
hecho otras muchas obras (tanto aquí como en otros pueblos, recuerden
Plasenzuela por ejemplo) que pudieran estar muy, pero que muy, relacionadas con
la captura de rentas dado lo absurdas e inconcebibles que resultan y que nadie
que esté en su sano juicio puede imaginar si no se han hecho con una segunda
intención o se tiene esa segunda intención para futuro.
Construcciones
innecesarias y otros atropellos está a la orden del día en cualquier rincón de
España para la captura de rentas. La corrupción política con ese fin no tiene
límites, reitero, por culpa de la ley electoral. ¿Cuántos políticos se escapan
de esta miseria? Ojalá que esto no acabe como en otro tiempo no tan lejano por
la misma razón y por culpa mayormente de los “mismos”; de esos que ahora
protestan tanto arrimándose a cualquier manifestación y luciendo su jeta en la
cabecera de la misma cuando no hace mucho tenían el poder y se olvidaron de
todo y de todos, y de algo peor, como he dicho en innumerables ocasiones, se
olvidaron de los suyos, lo que, como es fácil entender, supone ser neoliberal
con máscara de socialdemócrata y seguir el principio fascista: “que muy pocos
tengan demasiado y demasiados tengan demasiado poco”. Porque, España, lo repito
una vez más -no sé cuantas van ya- y lo haré hasta la extenuación, con casi
toda su etapa “democrática” gobernada por la socialdemocracia -es un decir-, es
el único país del mundo que ha empeorado en servicios y prestaciones sociales,
pensiones públicas, poder adquisitivo y salarios, educación, sanidad, justicia
y, por supuesto, en estado del bienestar entre otros menesteres; e,
increíblemente, es también el único país que ha ganado en corrupción,
indecencias, estafa, opresión, desvergüenza, desempleo, mala educación y falta
de respeto, etc., y mil etcéteras más.
12-12-12
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