PERSECUCIÓN FISCAL

PERSECUCIÓN FISCAL

 

En periodo electoral –aunque solo venga al caso ahora para gallegos y vascos… y catalanes-, cada día escucha uno algo sorprendente. Más chocante aún si quien lo dice utiliza la “demagogia del alacrán” para embaucar fanáticos: diga lo que diga, van a aplaudir e incluso jalear si levanta un poco la voz.

Al parecer ha aumentado la recaudación del Erario por delito fiscal un 27%; y quiero recordar que el líder de uno de los dos partidos mayoritarios proponía que los delitos fiscales prescribieran a los 10 años en lugar de a los 15. Pero, evidentemente, el aumento no puede venir por esta medida -que, supongo, no está establecida- pues, es fácil deducir en cualquier caso, que ocurriría todo lo contrario: bajaría la recaudación. Ni tampoco por la última amnistía fiscal, de la que mejor no hablar porque es un insulto a la inteligencia.

Me atrevo a afirmar, además, que la recaudación no ha subido por las inspecciones a la Grandes Empresas, las Grandes Fortunas y la Banca, responsables del 94% del fraude fiscal mediante la famosa “ingeniería contable” (que los lleva a pagar en el impuesto de sociedades solo el 9,9% en lugar del 35%) y los mil subterfugios de las leyes y subvenciones creadas para favorecerlos. No, está muy claro, o al menos yo lo tengo muy claro: en este País nadie va a perseguir fiscalmente Lobbies ni señoritos o élites deportivas y faranduleras (que harían aumentar los ingreso del Estado en más de 44.000 millones de euros) que convierten la Democracia en Lobbycracia, lo que supone, sin ningún género de dudas, hacerla Oligárquica. Sí, porque (el entrecomillado no es mío) “a todos les complace participar en el juego y retozar en la inmundicia y obtener sus beneficios en este estupro masivo” que es esta Democracia, única en el mundo, en la que se puede abdicar del cargo y pasárselo a quien se quiera para que gobierne años sin haber “pasado” por las urnas.

Seguro pues, que ese aumento en la recaudación corresponde a las inspecciones realizadas a los que personifican solo el 6% del fraude, pero que, en cambio, son responsables del 80% del empleo: pymes, microempresas y autónomos. Y claro, no estando previsto a la hora de inspeccionar, casi con total certeza, hacerlo a ciertos profesionales liberales a los que la excepcional manera de hacer pagar algo sería aplicándoles un módulo obligatorio. Pero para eso, como para tantas otras cosas, falta voluntad.

29-09-12