EL RELOJ DE ALFONSO GUERRA
Quien
no recuerda a ese Alfonso Guerra del inicio de la democracia sagaz y directo al
centro de la mezquindad que para él suponían ciertas actuaciones de otros
líderes políticos contra los ciudadanos. Quien no recuerda lo del reloj: “…se
le da un martillazo al reloj y después se muestra al público diciendo que tiene
arreglo”. Pena que D. Alfonso no haya respondido después a las expectativas que
en él depositó toda la gente progresista y solo haya sido el compañero de viaje
de un embaucador que nos ha engañado a todos y muy especialmente a los suyos, a
los trabajadores y a los pobres y a los más desfavorecidos. Pero, ¿qué se va a
hacer?, el socialismo del PSOE ha resultado ser un fiasco que solo se asemeja
al fascismo… fascismo de izquierda, como no. Y nunca se puede decir “de esa
agua no beberé”; mas, dudo que mientras viva, vuelva a votar a esta pandilla de
vividores, corruptos y engaña obreros que son los únicos que junto a los lobbys
y a las élites no tienen problemas con la Banca y a los únicos que ésta concede
esos famosos “créditos hielo” que, en un país tan caluroso como este nuestro,
se funden con facilidad.
Bien.
Pues algo como lo del reloj de Alfonso Guerra está pasando en la actualidad con
la política de nuestro país. Los políticos le han dado un “martillazo” a España
y ahora nos cuentan que tiene arreglo. Los políticos de todos los colores, sin
excepción que haga la regla, pues a los de IU, que aún no han gobernado, hay
quienes dicen que se les ve venir –como dijo Forjes con el Agro-Rock-, supongo
que por lo de Andalucía y Extremadura; y la UPyD, llegado el momento, se
“casará”, no me cabe la menor duda, con la horda ordenancista del PSOE. Pero…
¿Y cómo es el arreglo que, digan lo que digan, tiene que venir de fuera? ¿Cómo
el de Portugal, Irlanda o Grecia? Por favor, no, ¡eso no!
No
recuerdo a nadie de la política que llegue más allá de la expresión de
inculpación a la crisis (¿inventada por el mundo financiero para soltar lastre
a costa de los ciudadanos?) o, tardíamente, a la burbuja inmobiliaria que, por
cierto, ha hecho rico a más de uno poniendo el cazo. Ningún padre de la patria
reconoce su ineptitud. Ningún talento de esta democracia -que no lo es tal por
culpa de una ignominiosa ley electoral- ha presentado su dimisión por causar a
los ciudadanos los perjuicios que todos estamos viviendo mientras él se ponía
las botas con sueldos y prebendas y privilegios propios de otros tiempos y en
absoluto acordes con su poca capacidad o depauperada ingeniosidad para resolver
problemas en lugar de crearlos.
Poblaciones,
pequeñas y grandes, arruinadas por tantas y tantas obras innecesarias y por un
florecimiento sin igual de la sinecura (un empleo, nueve votos) para mantener
el cargo y consiguientemente un sueldo que ni se había soñado. Obras como una
escuela para cien alumnos donde solo hay doce niños en edad escolar o un
ambulatorio de cinco plantas para un pueblo de menos de trescientos habitantes,
o el adecentamiento de una calle que en el plazo de menos de tres años hay que
levantar tres veces para corregir baches y es en la actualidad el terror de
personas y automóviles por sus bordillos “vanguardistas” de ingeniería
hortero-social (imagínense de que opción política), o la construcción de un
“carril-bici” de menos de 600 metros cuesta arriba que termina en la puerta de
un taller mecánico por un lado y contra la pared lateral de una casa por otro,
son solo algunos ejemplos de la debacle que la desvergüenza ha producido.
Autonomías
que eran ricas, como Cataluña o Valencia, en bancarrota… y sus cabecillas ricos
y estrenando traje y corbata a diario y pidiendo miles de millones de euros
para seguir oyendo “música celestial”, por supuesto sin intención de
agradecer…, ni de devolver, lógicamente, pues se lo debemos el resto de los
españoles a ellos por habernos explotado durante muchos años para con nuestro
sudor hacerse ricos y poderosos y querer ser una nación independiente. O como
Extremadura, que tiene hasta un “Observatorio Financiero”. ¿Para observar que
tipo de pájaros? Buitres “leonardos”, como dice mi amigo Diego del Pozo,
quizás. O Andalucía, que mantiene más de ¡35.000! móviles oficiales. Y de las
demás, ¿qué se puede decir de bueno? Posiblemente, nada de nada.
El
país, en suma, intervenido por la Banca y el valor de las ideas: pido un
préstamo a mi Nación a través del Banco Central Europeo al 1% y compro Deuda
Pública de mi propio Estado -para ayudarle- al 6%... claro que, como con ello
no es suficientemente enojosa la burla, pido una ayuda al Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria. Y los usuarios, la mayoría pobres ya, en
tanto, a pagar clausulas contractuales a 30 0 34 euros. Es decir, resumiendo:
el País saqueado por la Política -principalmente socialista- y por la Banca y
las Grandes corporaciones de Servicios. Pero…, esto tiene arreglo.
22-09-12
No hay comentarios:
Publicar un comentario