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sábado, 24 de septiembre de 2016

SI HASTA LA ADMINISTRACIÓN LOCAL NOS ENGAÑA...


SI HASTA LA ADMINISTRACIÓN LOCAL NOS ENGAÑA…

 

 Pues eso: ¡apaga y vámonos!

Resultan injustificables tantas cosas hoy en día que la política ha conseguido algo insólito: nadie se espanta ya de casi nada mientras el país se empobrece (tres millones de personas están ya en estado de pobreza extrema) y nuestros políticos de cualquier nivel y grandes empresarios se enriquecen sin el menor pudor. Los casos de corrupción de políticos y empresarios de élite se multiplican día a día y aquí no pasa otra cosa que no sea uno de esos insulsos debates protagonizados por una serie de contertulios que lo justifican casi todo según la opción político-empresarial a la que estén “adheridos”.

El fraude fiscal de la Gran Empresa (casi la totalidad del Ibex-35 tiene filiales en paraísos fiscales), con la Banca al frente, como no podía ser de otra forma, ronda los ¡90.000 millones de euros! (el impuesto de Sociedades lo reducen del 30% ó 35% al 7% aproximadamente… y casi legalmente) y la Deuda Pública no deja de crecer (ya ronda el 100 por 100 del PIB) a costa de regalarle intereses a la Banca más usurera de la manera más ignominiosa posible y dando lugar con ello al mayor “negocio” (pueden leer “engaño”) jamás inventado: comprar el dinero al Banco Central Europeo -nuestro dinero- al 0,5% y, ¡no se lo pierdan!, prestárnoslo después al 3, 4 ó 5 por ciento (seguramente una “genialidad” del Sr. Botín, que para eso está al frente del Banco de las “ideas”). Son solo dos casos importantes de nuestra “ruina democrática”, pero, obviamente, no los únicos. Porque, ¿qué me dicen de lo que pasa en casi la totalidad de los más de 8.000 pueblos españoles? Gente que no paga el IBI, gente que no paga el rodaje de sus vehículos, gente que no paga sus altas y sus licencias para ejercer sus negocios (cuando no se molestan ni siquiera en solicitarlas, que esa es otra), gentes que “trapichean” con las recalificaciones, reclasificaciones, etc., gentes que no se gastan nada en proyectos arquitectónicos porque nadie se lo exige, gente, en una palabra, que no contribuye a las arcas de la Administración Local con nada porque, posiblemente, de la manera más despreciable, la política saca su tajada por otra parte. Sin duda, son “circunstancias” que tienen a los Ayuntamientos en estado cercano a la bancarrota. Y, sin intención de agobiar, sirva como muestra de lo que digo, que en el pueblo donde vivo hay rumores (ya veremos si se plasma todo en una “auditoría” que se está realizando) de que el anterior gobierno “perdonaba” el IBI y no tenía “prisa” en cobrar las concesiones administrativas a algunos ciudadanos sin el menor recato. Amén de, supuestamente, no exigir proyecto ni licencia para abrir un negocio a quién convenía…, como es el caso demostrable, por ejemplo, de una clínica privada llamada “La Serena”.

22/10/13

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