EL CONGRESO “SOCIALISTA” REGIONAL.
Cuando
escribo estas líneas está a punto de empezar el congreso de los “socialistas”
extremeños. Un congreso, dirán ellos (…y ellas, perdón), muy importante. Pero
lo cierto es que se trata más de un simposio o, si lo prefieren, de un cónclave
del AMÉN que de un congreso, a tenor, obviamente, del lema elegido: “el Cambio
sin Cambio” (¡que talento el del autor!). Que viene a decir, para que nos
entendamos, algo así como: “lo mismo que él, digo yo”. ¡Más de lo mismo, vaya!
Digo
todo esto porque lo que se va a discutir (en tiempo record –unas dos horas-,
como no podía ser de otra forma, cuando se trata de gente tan inteligente y
preparada), eso que llaman la ponencia marco, será, con toda seguridad, un
conglomerado de normas con retoques sin importancia para dar un paso más hacia
ninguna parte que no sea la que interesa a los que mandan –de manera no muy
democrática- para seguir manteniendo su condición de líder y una estructura
casi mafiosa en la que la lealtad es la clave para sobrevivir.
Si
se hablará, qué duda cabe, de cómo llegar a las próximas elecciones mejor
situado a eso en lo que nadie cree llamado “el centro” (los partidos que optan
por esa ideología política están desaparecidos), que ahora sirve para acoger
–sólo a la hora de emitir el voto, claro- a la nueva burguesía (mucha sinecura
llegada por muy diferentes caminos) y a la patronal de la pequeña y mediana
empresa (con algunos de sus trabajadores
privilegiados, pocos) atiborrada de ayudas que, como todo el mundo sabe, salen
de los abusivos impuestos a los que tienen que hacer frente los que pasan
dificultades para pagar su hipoteca y otras necesidades básicas.
Nada
se dirá de esas siglas de hace 125 años en las que aparece una S y una O, que
para algunos habría que suprimir “ porque no van con los tiempos”, pero que les
ha supuesto vivir fuera de la mediocridad que es a lo más que podían aspirar
sin política.
Y,
por supuesto, nada hay que decir, porque está todo dicho de: salarios (los más
bajos de España, excepto los suyos), empleo precario, contratos basura, paro
record entre comunidades; pobreza relativa (el doble de la media nacional);
refinería (monstruo contaminante sin control); el IRPF más caro del País; la
ocultación de bienes ante la pasividad del Erario Público; la ruina de la
Administración Local porque los
Ayuntamientos se han convertido en macro-empresas para el voto; la
“directiva de la vergüenza” y la norma
de las 65 horas semanales votada a favor por casi todos los socialistas; el
exceso de funcionarios en la región; el botellón sin control en la mayoría de
los sitios; las subvenciones a quienes no las necesitan -a algunos
escandalosas-; etc.; etc.; etc.
18-07-08
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