EL AGUINALDO.
Cuando
era pequeño, entre los años cincuenta y sesenta, los niños no podíamos pedir el
aguinaldo, pues a pesar de que la hambruna de la posguerra había pasado, en los
hogares no había mucho margen para el lujo de la propina. Así que, para
sacarnos unas pesetas para la Navidad que ni siquiera los abuelos nos podían
dar, nos íbamos a coger aceitunas. Al
“arrebusco” que se decía entonces.
Más
tarde todo cambió un poco. “Dame el aguinaldo carita de rosa” se hizo muy
popular entre los niños. Con un poco de cara, se sacaba una buena “propis” para
la Navidad.
Este
año hemos vuelto casi a los años 50-60, y si los niños quieren algo por cantar
el aguinaldo deberán llevar, además de la pandereta y la zambomba, eso que en
las tiendas llaman un terminal para poder pasar la VISA. Si no lo tienen crudo.
Aunque
eso sí, hay quien, a pesar de los pesares, si tiene asegurado “el aguinaldo” y
sus niños no tendrán que salir de casa a pedirlo: son los que gobiernan, que
van a recibir, con extra incluida, claro (hasta ahí podíamos llegar) entre
6.000 y 8.000 € de media.
Eso,
aún a costa de no hacerlo medianamente bien, como lo demuestra la situación tan
difícil por la que pasan más del 70% de las familias, los jóvenes, los
trabajadores (los peor pagados de la UE, salvo los que son altos ejecutivos),
las mujeres (en Extremadura tienen contrato temporal ¡el 96%!), los autónomos
que lo son de verdad, etc., etc.
Y
de verdad que es triste –incluso en estas Fiestas que son tan alegres- que algunos
de los que mandan (para gobernar les
falta inteligencia, humildad y, sobre todo, conciencia) sólo se acuerden de las
clases medias adineradas –las otras clases están compradas, como dijo alguien,
por menos de nada- que van a salir beneficiadas con las bajadas de impuestos,
las ayudas por parir y por vivienda, y más y más y más, sólo para ganar las
próximas elecciones y que sus niños o sus nietos no tengan la necesidad, entre
otras, de “pedir” el aguinaldo.
18-12-07
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