LA POLÍTICA AGRARIA COMUNITARIA.
La
ignorancia, producto de la incultura que padecemos (también en eso, como en
pensiones, salarios, productividad, empleo, sanidad, etc., etc., o sea, en
todo, estamos los extremeños a la cola) hace pensar a mucha gente que el dinero
de la PAC nos lo regalan los europeos. Como si estos fueran igual que los
abuelos pudientes de antes, que cada domingo –así ocurría cuando yo era niño-
daban una “paga” a todos sus nietos.
Pues
no, el dinero que viene de Europa lo hemos puesto antes entre todos
–agricultores, ganaderos y los que no lo son- y la UE lo “reparte
solidariamente” dando, ciertamente, a algunos países más de lo que han puesto.
Tal es el caso de España, en buena parte debido, principalmente, al retraso que
padecen (después de más de treinta años de progreso y bienestar según algunos)
Comunidades como Extremadura y Andalucía.
Pero
ocurre, además, que los terratenientes –sí, los terratenientes-, que hay muchos
en España, son los más beneficiados (más de ochenta propietarios obtuvieron más
de un millón de Euros cada uno) y, con el nuevo sistema que llaman
“desacoplamiento” y que consiste, básicamente, en recibir la ayuda dependiendo
única y exclusivamente del número de hectáreas que se poseen aunque su
producción sea muy baja, lo van a seguir siendo en detrimento de la mayoría.
Quedando claro que el 70% de las ayudas son sólo para el 20% de los
beneficiarios y que entre todos (novecientos mil en España) recibieron en el
año 2006, en ayudas directas por pago único, más de un cuarto de billón de las
antiguas pesetas (exactamente 2.252 millones de euros).
La
modulación (las aportaciones al Fondo de Desarrollo Rural que cada País se
queda restándolas a las ayudas), con la que, según parece, la Junta de
Extremadura no está de acuerdo, es, por otra parte, tan poco significativa que
en poco va a reducir las desigualdades sociales entre los grandes
terratenientes –los que menos ayudas necesitan- y los pequeños agricultores y
ganaderos –los que más las necesitan-.
31-05-08
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